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Estrategias para el control sostenible de los nematodos gastrointestinales en rumiantes

Publicado: 13 de enero de 2020
Por: Dildo Márquez Lara
Resumen

La importancia del sector pecuario para el desarrollo de los países es manifiesta dada la creciente demanda de proteínas de origen animal como la leche, la carne y los huevos, entre otros, para satisfacer las demandas de la población humana.

Los requerimientos de los mercados en cuanto a la calidad de los alimentos, especialmente los de origen animal, presionan cada vez más para que se disminuya el uso de compuestos químicos para el tratamiento de agentes patógenos, como los parásitos, y se mejore el bienestar de las poblaciones animales utilizadas para estos fines. En este escenario, el incremento de alimentos alcanzado en la producción pecuaria, en virtud de los desarrollos tecnológicos, se ha asociado con el uso de numerosas herramientas productivas, entre las cuales el uso de fármacos veterinarios ha permitido el desarrollo de una producción intensiva que genera alimentos en cantidades muy superiores a las obtenidas en otras épocas, cuando no se usaban estos importantes recursos químicos.
Si bien la utilización de estos insumos productivos es necesaria para una alta producción de alimentos de origen agropecuario, es importante tener siempre presente que el uso permanente de estos fármacos ha conducido, como contrapartida, a la generación de efectos indeseables, tanto en los ecosistemas como en la salud humana. Se impone, entonces, la necesidad de procurar un manejo responsable de estos recursos tecnológicos con que cuentan los productores en la actualidad y, al mismo tiempo, desarrollar y aplicar alternativas al control convencional de los parásitos de bovinos, con el objeto de lograr sistemas de producción ganaderos sostenibles económica, social y ambientalmente.
Este capítulo presenta la importancia que tiene el conocimiento de la epidemiología de los parásitos en fincas, los factores que influencian la dinámica de las poblaciones parasitarias en las mismas y las estrategias no químicas de control disponibles o en desarrollo, las cuales deben constituir la base del control sostenible de parásitos para la producción de alimentos inocuos en los sistemas de producción bovina en el trópico.
 
LA INSOSTENIBILIDAD DE LA DEPENDENCIA DEL USO DE ANTIPARASITARIOS QUÍMICOS EN LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN BOVINA
El incremento de la demanda de proteínas de origen animal, como leche y carne bovinas, para satisfacer las necesidades alimentarias de la creciente población humana ha repercutido ostensiblemente en la producción pecuaria, en particular la bovina, convirtiéndose en presión para que se intensificaran los sistemas de producción de esta especie (Steinfeld, 2004; Márquez, 2008).
Pero la intensificación de estos sistemas ha hecho que las enfermedades parasitarias en los bovinos se incrementen, aumentándose, como consecuencia, el uso de antiparasitarios químicos para el control de los parásitos y de las enfermedades asociadas a éstos. Esta situación afecta negativamente la producción y comercialización de alimentos como la carne y la leche, ya que favorece la presencia de residuos químicos en este tipo de alimentos, poniendo en peligro la salud de los consumidores humanos (Márquez, 2008a).
El problema de los residuos químicos en leche y/o carne bovinas, se ha incrementado porque los ganaderos emplean casi siempre compuestos de este tipo para el control de los parásitos del ganado, situación que ha sido favorecida por el acceso fácil que han tenido los ganaderos a los medicamentos antihelmínticos, por la escasa orientación profesional adecuada a los ganaderos sobre el control de los parásitos del ganado y por los bajos costos de estos productos farmacéuticos veterinarios (Márquez, 2003; Jackson y Miller, 2006). La masiva difusión de estas moléculas químicas ha incrementado el riesgo de la presencia de residuos químicos en la carne y la leche, especialmente porque no se respetan los tiempos de retiro recomendados por las casas farmacéuticas. Este panorama, así, constituye una amenaza potencial para la salud de los consumidores (Márquez, 2008a).
Adicionalmente, el uso indiscriminado de moléculas químicas para el control de los parásitos en bovinos no es sólo debido a la presencia de residuos químicos en carne y leche, lo cual es en sí mismo un problema de capital importancia, sino también por los efectos negativos que tales compuestos ocasionan en el medio ambiente y en los seres humanos. Primero, porque algunos, como las avermectinas, modifican el equilibrio en algunas poblaciones de insectos benéficos asociados al estiércol, tanto en sus formas larvarias como adultas. Segundo, por los problemas de salud pública que se generan por el consumo innecesario de este tipo de sustancias potencialmente tóxicas para la salud de las personas. Esto demuestra la insostenibilidad de este tipo de prácticas de control de parásitos (Márquez, 2007).
La presencia de residuos en leche o carne de bovino proviene no sólo de los antiparasitarios químicos, sino también de antibióticos para el control de las enfermedades bovinas de etiologías diferentes a las parasitarias, de insecticidas y fungicidas agroindustriales que contaminan granos y forrajes, y de toxinas de hongos que pueden aparecer en los cereales y forrajes deficientemente almacenados (Márquez, 2008a).
Otra problemática es la resistencia de los nematodos gastrointestinales derivada del empleo indiscriminado de los antiparasitarios químicos y de la alta presión de selección sobre las poblaciones parasitarias a esos compuestos químicos. Fenómeno que, si bien aparentemente no es un problema en los sistemas de producción bovina, sí constituye un tema de preocupación dado el incremento de los reportes de resistencia en los nematodos gastrointestinales de bovinos.
Este contexto, aunado a la creciente tendencia a valorar los productos orgánicos provenientes de sistemas de producción que hagan uso mínimo de compuestos químicos, indica lo importante que es desarrollar y aplicar alternativas al control convencional de los parásitos del ganado bovino, mediante la introducción de prácticas de control sostenibles, mismas que integradas a la estrategia química de control parasitario, en situaciones estrictamente necesarias, pueden generar sostenibilidad en el control de parásitos (Skrebsky et al., 2008). Esto es enfocar el parasitismo en fincas desde una perspectiva ambiental.
 
LA EPIDEMIOLOGÍA COMO BASE PARA EL CONTROL ADECUADO DE LOS NEMATODOS GASTROINTESTINALES DE RUMIANTESBOVINA
Los parásitos internos del ganado ocasionan enfermedades parasitarias, originando pérdidas en la industria ganadera por los efectos adversos que producen en los bovinos, pues reducen la ganancia de peso y la producción de leche y carne, en particular en las regiones tropicales donde las condiciones ambientales, como humedad y temperatura, se consideran óptimas para el desarrollo y supervivencia de los parásitos. Los parásitos están distribuidos en diversas regiones del mundo, y abarcan diversos climas y latitudes, lo cual conlleva a que todos los bovinos en pastoreo se hallen expuestos a las infecciones e infestaciones parasitarias.
En condiciones normales todo bovino en pastoreo está infectado con una o más especies de parásitos, no significando esto que el parasitismo sea siempre sinónimo de enfermedad, pues, generalmente, los animales parasitados pueden presentar buenas condiciones de salud, en virtud del progresivo desarrollo inmunológico de los hospederos, que los capacita para mantener controlado a bajos niveles estas poblaciones parasitarias, presentándose, como resultado de una relación parásito-hospedero en equilibrio. El problema del parasitismo en bovinos aparece cuando el ser humano, en su afán por intensificar los sistemas de producción ganaderos, altera este equilibrio natural, ocasionando modificaciones negativas en los ecosistemas. Estas alteraciones ocasionan trastornos en los bovinos, reduciendo la capacidad productiva y su desempeño para enfrentar exitosamente el desafío parasitario en las pasturas.
En su afán por evitar las pérdidas ocasionadas por los parásitos, lo común es que el productor acuda al uso de compuestos químicos, los cuales son usados sin criterios técnicos, muchas veces innecesariamente, agravando el problema debido al surgimiento de poblaciones de parásitos resistentes a los antiparasitarios empleados, al incremento de los costos para ese fin y, peligrosamente, a la restricción del comercio internacional entre los países por motivos de barreras sanitarias, no arancelarias.
Lo anterior significa que han sido las prácticas que el ser humano ha empleado para el manejo de los bovinos en los sistemas de producción intensivos lo que ha provocado el desbalance en la relación ecológica parásito-bovino, desencadenando enfermedad clínica o subclínica.
Adicionalmente, el uso de tecnologías dirigidas a modificar la genética, la salud y la alimentación de los bovinos, han alterado también el comportamiento de las poblaciones parasitarias en los ecosistemas ganaderos y, por tanto, la ocurrencia de enfermedades en las poblaciones animales. Por ejemplo, las modificaciones en las densidades poblacionales de los bovinos, los agentes y los vectores influyen en la velocidad de circulación, la rapidez de adquisición de inmunidad, las tasas de contacto efectivas y la intensidad del desafío parasitario, entre otros, como factores preponderantes en la epidemiología de las enfermedades.
Sin embargo, otras prácticas de manejo pueden ayudar a la restauración y mantenimiento del equilibrio natural parásito/bovino, las cuales son conocidas como estrategias no químicas de control de parásitos. Para lo cual el hábito de los productores de emplear exclusivamente antiparasitarios químicos para controlar los parásitos de los bovinos debe ser superado, optando por la combinación de estrategias no químicas de manejo con tratamientos antihelmínticos, cuando las circunstancias lo requieran, con el objeto de racionalizar el uso de tales sustancias. Si bien los compuestos químicos son necesarios para la prevención y tratamiento de las enfermedades parasitarias, es necesario reorientar estas prácticas hacia alternativas de control más efectivas y menos costosas, que no favorezcan el desarrollo de quimiorresistencia, que conlleven a toxicidad, a polución ambiental ni a la generación de residuos en productos de origen animal (Márquez, 2003; Skrebsky et al., 2008).
Lo anterior indica que el control de los parásitos del ganado debe ser abordado de manera diferente, en un contexto que involucre los diversos aspectos de la producción animal, enmarcados en lineamientos de política de inocuidad y seguridad alimentarias, preservación del medio ambiente y equidad. Estos nuevos lineamientos indican también las necesidades que hay de llevar a cabo investigaciones que arrojen resultados sobre los distintos factores que regulan el comportamiento y la dinámica de las poblaciones de los parásitos del ganado bovino en el trópico, con el objeto de profundizar en el conocimiento de la bioecología de aquellas, y que sirvan de soporte para diseñar sistemas de control integrado en los diferentes sistemas de producción ganadero. Este es el reto más importante que tienen que enfrentar hoy los investigadores de la parasitología veterinaria tropical, guiados especialmente por criterios de desarrollo sostenible. Ello implica el convencimiento de que el paradigma convencional del control de parásitos, basado exclusivamente en compuestos químicos, debe transformarse urgentemente de uno de máximo control a otro de manejo óptimo, compatible con la sostenibilidad (Márquez, 2003).
Entre las alternativas al control convencional de los parásitos se mencionan las siguientes: control biológico, uso de vacunas, uso de animales resistentes a los parásitos, uso de minerales, como cobre y azufre, suplementación nutricional, rotación apropiada de potreros y alternativas de pastoreo entre especies o grupos etáreos de una misma especie (Hoste y Torres-Acosta, 2011). Sin embargo, la falta de disponibilidad comercial de algunas de estas alternativas es la razón por la cual los ganaderos se ven obligados al uso recurrente de compuestos químicos.
El imperativo, entonces, es revisar lo que, hasta ahora, se ha practicado sobre el control de parásitos del ganado (Brooker et al., 2004; Krecek y Waller, 2006) y llevar a cabo acciones dirigidas a instaurar esquemas de control sostenible de parásitos, sobre la base de algunas.
 
PAUTAS PARA DISEÑAR ESTRATEGIAS DE CONTROL SOSTENIBLE
Las pautas que se nombran a continuación constituyen el marco filosófico que debe guiar la búsqueda de alternativas al control convencional de los parásitos del ganado. Se debe tener presente que existen serias limitaciones en la mayor parte de las regiones del trópico latinoamericano para aplicar estrategias de control sostenible de parásitos, dada la ausencia del conocimiento epidemiológico de éstos en los diferentes ecosistemas donde se desarrolla la ganadería bovina, por un lado y, por otro, porque la mayoría de las estrategias no químicas de control se encuentran en fases de investigación. El inicio de este tipo de investigaciones constituye una tarea urgente e impostergable.
  • Mantener población de parásiltos en refugio, práctica que contribuye a retardar el inicio de la resistencia antihelmíntica, toda vez que se acepta que la resistencia de los nematodos gastrointestinales de rumiantes es uno de los principales problemas que afectan esos sistemas de producción pecuarios, amenazando, de paso, la sostenibilidad de estos sistemas. Entre los principales factores que influyen en el número de parásitos en refugio se destacan algunos que se nombran en el apartado 8.4.
  • Hacer esfuerzos para que se desestimulen las prácticas de control de parásitos que vayan en contra del mantenimiento de poblaciones de parásitos en refugio en las fincas y de la sostenibilidad de los sistemas de producción bovina, acompañadas, en lo posible, de políticas gubernamentales dirigidas en esa dirección.
  • Realizar sólo tratamientos selectivos, es decir, desparasitar sólo aquellos animales que se beneficien con los tratamientos, con el objeto de no acelerar el inicio de la resistencia y, por tanto, impedir el incremento de la frecuencia de tratamientos y consecuentemente reducir la presencia de residuos químicos en la carne y la leche (kenyon et al., 2009). Experiencias llevadas a cabo en el sector de la ovinocultura han permitido detectar que el concepto de refugio constituye un reto conceptual alto para estos productores, razón por la cual la modificación de las prácticas de control parasitario ha sido difícil de lograr. Se ha detectado, en experiencias en el sector ovinocultor, algunos factores que pueden afectar la adopción de las estrategias de parásitos en refugio.
  • Abandonar toda práctica no sostenible de control de nematodos gastrointestinales, e ir paulatinamente aplicando estrategias enmarcadas en esquemas de control integrado de parásitos (CIP), ajustadas a las necesidades y disponibilidades particulares en fincas. Para ello, serán necesarios procesos de transferencia de tecnología a los productores. En este mundo de cambios surge entonces la pregunta: ¿Están nuestros asistentes técnicos, especialmente los médicos veterinarios, capacitados y entrenados para desarrollar, aplicar y desplegar nuevos métodos de control de parásitos, apropiados y viables? Mi experiencia me ha demostrado que la respuesta es negativa.
  • Optar por la producción óptima y sostenible de los sistemas de producción ganaderos, en vez de la producción máxima de los bovinos.
  • Estar siempre atentos sobre nuevas propuestas de control sostenible de parásitos que puedan aplicarse a las condiciones particulares de cada finca, en particular estrategias no químicas de control.
  • No olvidar que el CIP no es fácil ni simple de aplicar, por lo que las estrategias a adoptar por parte del ganadero pueden ser pocas. En este sentido, algunas experiencias en los sistemas de producción ovina han permitido detectar algunos factores que podrían dificultar la incorporación de prácticas de control sostenible en esos sistemas de producción.
  • Estar convencido de que los estudios epidemiológicos de parásitos en fincas ganaderas deben hacerse basados en metodologías propias para los países ecuatoriales, omitiendo cualquier extrapolación teórica propia de los países templados.
  • Convencerse de que la adopción de prácticas de control sostenible de parásitos hace más competitivos los sistemas de producción ganaderos del trópico.
  • Decidirse a la generación de conocimiento sobre la epidemiología de los parásitos de bovinos en los distintos ecosistemas regionales ganaderos del trópico, conduciendo investigaciones básica y aplicada que resulten en informaciones sobre las interacciones parásito-hospedero-ambiente a escalas local y regional, la bioecología de los parásitos (fases parasitaria y de vida libre), la densidad poblacional de los parásitos y las prácticas de manejo instauradas por los ganaderos. Sólo así se podrá comprender la complejidad del parasitismo de bovinos en el trópico, información que será el pilar fundamental para el diseño de estrategias de control sostenible de parásitos en las regiones tropicales (Miller et al., 2011).
  • Tener como principio que la sostenibilidad de los ecosistemas ganaderos debe tener como base el uso mínimo de insumos y la comprensión de la dinámica de las poblaciones parasitarias, lo cual permitirá que los tratamientos para el control se realicen en las épocas de mayor vulnerabilidad de las plagas de acuerdo con las características ecológicas propias del trópico.
 
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL NÚMERO DE PARÁSITOS EN REFUGIO
Número de larvas en las pasturas
Es importante reiterar que en el pasado fue común y frecuente recomendar la estrategia de “dosificación y traslado”, en referencia a la necesidad e importancia de trasladar los animales, tan pronto fueran tratados, a potreros en descanso y limpios, es decir, a potreros que tuvieran un número bajo de larvas infectivas. Si bien esta estrategia mostraba sus bondades en cuanto a reducir las pérdidas de productividad atribuidas a parasitismo, hoy se cree que, por el contrario, esta alternativa es bastante efectiva en seleccionar para resistencia, pues la contaminación de las praderas a las que son trasladados los animales provendría sólo de los parásitos sobrevivientes al tratamiento.
Porcentaje de animales tratados
La experiencia de tratar sólo a algunos animales ha demostrado el éxito de esta práctica para retardar la aparición de resistencia antihelmíntica. Por ejemplo, si en las explotaciones lecheras se tratara a los animales sólo durante el primer año de vida, es muy probable que la mayor parte de los nematodos que posteriormente van a contaminar las pasturas provengan de los animales adultos, de tal manera que los parásitos sobrevivientes provenientes de los animales tratados tendrán una contribución insignificante en la futura contaminación de los potreros.
Eliminación de todos los estados de desarrollo de los parásitos en los hospederos
Este es el tercer factor importante que influencia el número de parásitos en refugio. Está demostrado que la hipobiosis en la mucosa gastrointestinal es una de las maneras mejores de sobrevivir que tienen los nematodos a las condiciones ambientales adversas, de tal manera que si estas formas inmaduras de los parásitos no son expuestos a los principios activos de los medicamentos, contribuirán de modo determinante a incrementar la población refugio, disminuyéndose así el surgimiento y el desarrollo de la resistencia.
Época o momento de los tratamientos
La época de los tratamientos es un factor importante que influye fuertemente en el desarrollo de la resistencia, ya que puede favorecer o no una presión alta y eficiente de selección. Si los tratamientos se realizan en épocas de sequía, cuando la proporción de larvas de vida libre es escasa o nula en las praderas y los animales contienen los parásitos adultos que han sobrevivido a los tratamientos, la contaminación de las pasturas provendrá de los huevos excretados por las poblaciones de parásitos resistentes, de modo que la resistencia se acelerará.
En estos casos, la recomendación es que los tratamientos deben hacerse de manera selectiva, es decir, tratando sólo una parte de las animales de los predios. En caso contrario, si los tratamientos antihelmínticos coinciden con un número bajo de larvas en las pasturas, se genera una presión de selección para resistencia mayor que cuando éstos se hacen en momentos en que el número de larvas es alto.
Manejo de las pasturas
Aparte del uso de antihelmínticos para el control de los parásitos, el manejo adecuado de pasturas es otra herramienta de control. Sin embargo, esta estrategia no deja de ser bastante laboriosa y, muchas veces, costosa, volviéndose poco práctica. Se ha demostrado que en las regiones tropicales las larvas infectivas sobreviven poco tiempo, por lo que es posible que en las pasturas que tengan descansos superiores a seis semanas desaparezcan las larvas infectivas. Por lo tanto, una de las estrategias de mayor presión de selección para resistencia la constituye un inadecuado manejo de pasturas.
Intensidad o frecuencia de los tratamientos
Se da como un hecho que la frecuencia de los tratamientos es el principal factor para seleccionar resistencia, señalándose a este factor como una de las estrategias para tener en cuenta en los programas de manejo de la resistencia. Esto se ha soportado con estudios que han encontrado una correlación positiva entre la intensidad de la resistencia y la frecuencia de los tratamientos. Cuando se usan con frecuencia antihelmínticos de alta eficacia, se eliminan todos los parásitos, excepto los resistentes, posibilitando que sean los únicos parásitos presentes, ya que su presión de selección se incrementa. Esto mismo ocurre cuando se hace uso de subdosificaciones, produciéndose presión de selección de estos parásitos resistentes, en la medida en que permiten la supervivencia de los heterocigotos, y asegurándose la reinfección en los huéspedes por la progenie de sobrevivientes, fenómeno que adquiere una importancia especial cuando los animales son trasladados a potreros libres de larvas infectivas.
Ahora bien, la sostenibilidad de los sistemas de producción ganaderos puede lograrse por medio de diversas prácticas (control sostenible de parásitos, buenas prácticas de manejo de medicamentos veterinarios, buenas prácticas de ordeño, entre otras), de las cuales las prácticas adecuadas de control de parásitos constituyen un componente importante en la actividad ganadera, toda vez que los antiparasitarios químicos son incriminados como fuentes importantes de residuos en carne y leche de bovinos.
Finalmente, tener presente que si bien el conocimiento de la epidemiología de los parásitos del ganado es un requisito indispensable para el diseño de esquemas de control sostenible de los mismos, el abordaje de tal disciplina y, por lo tanto, el comportamiento poblacional de los parásitos debe mirarse no bajo los esquemas foráneos de los países templados, como ha ocurrido hasta ahora, sino desde la perspectiva tropical, abandonando el empleo erróneo de tecnologías de zonas templadas no viables en el manejo de los ecosistemas tropicales.
 
CONCLUSIONES
El interés de los consumidores por los problemas ambientales y por la producción de alimentos más limpios ha conducido a que algunos productores inicien cambios en los enfoques y en las metodologías para el control de las infecciones e infestaciones por parásitos en sus sistemas de producción ganaderos, introduciendo elementos de control sostenibles, es decir, considerando el problema del parasitismo de los bovinos desde perspectivas ambientales, de salud pública y bienestar animal.
Lo anterior implica que para los ganaderos que no adopten opciones o estrategias sostenibles de control de parásitos en un futuro cercano, el problema del parasitismo en bovinos continuará siendo una causa importante de pérdidas económicas en sus sistemas de producción; además, sus prácticas no sostenibles impedirán que sean competitivos y, quizás, los conducirán a abandonar la actividad ganadera.
Entonces, la producción de alimentos inocuos, basados en sistemas de producción sostenibles, pasa por el cambio de los métodos convencionales de control de parásitos por estrategias no químicas de control, sostenibles. Es tiempo de comenzar ya.
Parte del libro Control sostenible de los nematodos gastrointestinales en rumiantes
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Autores:
Dildo Márquez Lara
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Carlos Villar Cleves
14 de enero de 2020
FE DE ERRATA: Dice:parasitismo gastrointetinal Lo correcto es:parasitismo gastrointestinal Dice: difeentes climas de Colombia. Lo correcto es: diferentes climas de Colombia, mis disculpas por los errores
Carlos Villar Cleves
14 de enero de 2020
Dr Marquez, como puede afectar el Cambio Climatico Global la dinamica del parasitismo gastrointetinal de las diferentes especies de Nematodos Gastrointestinales y el parasitimo pulmonar en los difeentes climas de Colombia y en los estudios que realizo Corpoica se pudo comprobar la Hipobiosis por Ostertagia en el Tropico Alto Colombiano como la sabana de Bogota o en el caso de Ovinos localizados a mayor altitud sobre el nivel del mar?
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