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Consideraciones sobre los recursos forrajeros nativos y el pastoreo

Publicado: 25 de agosto de 2017
Por: Carlos Alberto FERRANDO , Fernando Noe BIURRUN
El conocimiento del rol que juegan los diferentes tipos de forrajes (pastos, hierbas de hoja ancha, arbustos y arboles)en la dieta de distintas especies animales, es un factor fundamental para el diseño de estrategias racionales de manejo de los recursos forrajeros nativos.
En este artículo analizaremos brevemente las características de pastos (gramíneas), hierbas de hoja ancha (latifoliadas herbáceas), arbustos y arboles en realación a los requerimientos nutritivos del ganado doméstico.
Se entiende como forraje o planta forrajera a todas aquellas especies que son consumidas por los animales. Si bien, en mayor o menor medida, los animales requieren múltiples nutrientes para su normal crecimiento y desarrollo, los nutrientes que generalmente se tornan críticos para la producción animal en zonas áridas, como las provincias de La Rioja y Catamarca, son: Energía, proteína, fósforo, calcio y vitamina A.
Diversos estudios han mostrado que los distintos tipos de forraje proveen diferentes niveles de nutrientes críticos en diferentes momentos del año. Por lo tanto regiones con amplia diversidad de especies de plantas forrajeras presentan excelentes condiciones para el desarrollo del ganado doméstico y la fauna silvestre. Sin embargo, el éxito de una producción ganadera sustentable se logra desarrollando estrategias de manejo que contemplen tanto las necesidades de los animales como las requerimientos de las plantas.
Desde un punto de vista nutritivo, , los pastos generalmente contienen menores niveles de proteína y fósforo y mayores concentraciones de fibra que las hierbas de hoja ancha y brotes de arbustos y arboles. También la digestibilidad, relacionada con el contenido de energía utilizable, es generalmente menor en los pastos. Las características mencionadas de los pastos determinan que este tipo de forraje sea mejor aprovechado por grandes rumiantes como el bovino que posee una gran capacidad ruminal en relación a su tamaño corporal.
Las hierbas de hoja ancha, cuando están en crecimiento activo (estación húmeda), contienen generalmente mayores niveles de proteína, fósforo y menores niveles de fibra que los pastos y los brotes tiernos de arbustos y arboles. Sin embargo, durante la estación seca (estado de reposo vegetativo), presentan menores concentraciones de nutrientes que los brotes tiernos de arbustos y arboles.
Respecto a arbustos y arboles, si bien los brotes tiernos contienen altos niveles de nutrientes, el material lignificado (ramas de más de un año) es de muy escaso valor nutritivo. Por esta razón, los animales son altamente selectivos por brotes tiernos. Rumiantes con características anatómicas que permiten alta selectividad como el caprino (boca pequeña, labios con gran movilidad) se adaptan mejor este tipo de alimento que rumiantes mayores como el bovino.
Estudios desarrollados por INTA La Rioja e INTA Santiago del Estero en distintos ambientes, muestran que la dieta de bovinos está principalmente compuesta de pastos y pequeñas proporciones hierbas de hoja ancha y brotes tiernos de arbustos y arboles, siendo mayor la utilización de estos últimos durante la estación seca. Por el contrario, estos estudios mostraron que la dieta de caprinos está compuesta principalmente de brotes tiernos de arbustos y arboles, mientras que los pastos fueron consumidos en baja proporción durante la estación húmeda.
Considerando lo anteriormente mencionado, en las provincias de Catamarca y La Rioja con diferentes ambientes y amplia diversidad de especies vegetales, el pastoreo múltiple (bovino-caprino, bovino-caprino-ovino, etc.) puede ser beneficioso tanto desde un punto de vista de utilización armónica de los recursos forrajeros disponibles como para la economía del productor (ingresos provenientes de distintas fuentes). Lo anterior es así, si la carga animal y las especies animales utilizadas son acertadamente seleccionadas en relación a las características de la vegetación de cada campo en particular. Por el contrario, si la carga animal y las especies animales utilizadas no son las adecuadas se genera una alta competencia por el alimento tanto entre animales de la misma especie como de distintas especies. Como consecuencia de esa competencia se obtiene por un lado bajos niveles productivos y por otro un incremento en la degradación de los recursos forrajeros naturales y del ambiente en general, fenómeno ampliamente difundido en ambas provincias.
Finalmente, es importante tener siempre presente, que dadas las características propias de las zonas áridas, si el objetivo es obtener producciones sostenidas y un desarrollo regional sustentable (largo plazo), se deben ineludiblemente considerar primero las limitaciones impuestas por las condiciones ambientales y recién luego, sobre la base de estas, se deben realizar los planteos productivos y económicos. Si por el contrario, se plantean esquemas de producción o desarrollo sobre la base de políticas de económicas de corto plazo, entonces los resultados serán acordes a esos planteos. La recuperación de ambientes áridos requiere de largos periodos y muchas veces dada la magnitud del deterioro producido, se tornan prácticamente en irrecuperables. Extraer mas de lo que se debe sin considerar lasa limitaciones ambientales no es seguramente el camino a la sustentabilidad.
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Autores:
Carlos Ferrando
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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