Aún en tiempos dificiles para la Ganadería, La inseminación artificial es una Inversión

Coincido con el Dr. Murray de Argentina que en tiempos de crisis, donde la gestión de las empresas debe enfocarse en reducir costos y eficientizar recursos, es importante identificar correctamente las áreas factibles de generar ahorros sin hipotecar el futuro. Las grandes ventajas técnicas y sanitarias de la inseminación artificial como tecnología de uso habitual en las granjas, son hoy indiscutibles, y en una explotación lechera las compras de semen equivalen solamente al 1 a 2 % de los costos totales o $1,2 pesos por litros de leche producido, segun resultados de "TodoAgro".

Este porcentaje ha ido incluso disminuyendo, ya que el valor real de la dosis de semen promedio ha bajado en los últimos años. Intentar ahorrar en un concepto de baja relevancia dentro del presupuesto total, como es el semen, tiene una retribución económica menor respecto al fuerte impacto que genéticamente tiene la determinación del grupo de toros que utilizaremos como padres de las vacas de la siguiente generación.         

Por otra parte, si consideramos que la heredabilidad de los rasgos de producción es de aproximadamente un 30%, podemos inferir que el 1 o 2% de los costos de un establo definirán parte del 30% del potencial productivo que tendrán las vacas en 3 años o más. Con toda seguridad, no existe otro insumo o producto que tenga ésta relación "costo/beneficio". Para evidenciar el impacto que tienen nuestras decisiones, podemos hacer un ejercicio sencillo considerando un grupo de toros con un precio promedio de $7,5 dólares la dosis de semen. Sí en la búsqueda de ahorrar en semen, compramos un grupo de toros más baratos, por ejemplo9 $4.5 dólares promedio, la sensación es de que se está ahorrando mucho dinero ($3.00 x dosis), sin embargo, si multiplicamos $3.00 por el número total de dosis utilizadas en el año, nos daremos cuenta que el ahorro no es tan significativo como la diferencia genética existente entre ambos grupos de toros que podría superar los 200 puntos de mérito neto, que, en términos económicos, puede significar un menor ingreso en producción de leche de aproximadamente $120.000 en la vida productiva de cada vaca. Una mala decisión de ahorro en semen, puede tener como consecuencia que la siguiente generación de hijas tenga como padres a toros con un mérito neto 35 a 40% inferior al que habrían tenido al usar el grupo de toros de mayor valor genético.

Al utilizar por generaciones toros genéticamente probados y superiores a través de inseminación artificial, los efectos son acumulativos en el tiempo, permitiendo el mejoramiento de características productivas y de tipo dentro del hato. No obstante, sin importar los años de selección, ni el alto nivel genético que con esfuerzo hayamos conseguido, siempre lo que suceda con la siguiente generación dependerá en un 50% de los toros que seleccionemos hoy. La búsqueda de mejores precios es inherente a cualquier negociación en la compra de productos como fertilizantes o insumos para alimentación, sin embargo, en productos, altamente diferenciados como son los toros de inseminación artificial, debemos concentrar nuestro mayor esfuerzo en seleccionar correctamente el grupo de toros a utilizar, decisión mucho más trascendente que buscar un ahorro económico mal entendido.