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Algunos mitos y verdades sobre el King grass

Publicado: 1 de febrero de 2021
Por: C. Fabián Vargas Rodríguez. PhD. Publicado originalmente en Horizonte Lechero de La Cámara Nacional de leche de Costa Rica.
Introducción
En la realidad nacional hay sentimiento, una utopía, una paradoja, una especie de necesidad de encontrar un material forrajero que pudiéramos llamar “la pomada canaria”, como se dice comúnmente a algo que puede solventar todos nuestros problemas, en nuestro caso, un pasto que puede dar calidad y cantidad durante todo el año.
Constantemente llegan a nuestras manos distinta información que despierta la curiosidad y alegra vanamente nuestros corazones, poéticamente hablando, en cuanto a que aparecen materiales forrajeros con el potencial para ofrecer de todo, y lo cierto es que permanentemente andamos tras aquel material que cosechemos cada 60 días, que rinda más de 25 ton de MS por hectárea por corte, ojalá con una digestibilidad de un 90-95% y que además produzca lo mismo en verano que en invierno, y por si fuera poco que su contenido de proteína y de energía digestible sean tan adecuados que solo fuera necesario usar un poquito de melaza y listo. Este es el sueño de todos nosotros, porque con una hectárea de ese material podríamos mantener 200 vacas en ordeño todo el año y niveles de producción de 40 kilos diarios por vaca. Todo un sueño.
Sin embargo, este es solo una quimera. Todo el trabajo desarrollado en pro de encontrar ese pasto ideal ha ocasionado que tengamos una serie de opciones forrajeras muy valiosas producidas a lo largo de los años, pero que en muchos casos han sido menospreciadas y en otros casos sobre valorados. En este grupo nos encontramos con la gran variedad de materiales del género y especie Pennisetum purpureum, lo que para muchos de nosotros es comúnmente tratado como pasto de corta, o bien las pasteras. Lo desafortunado de esta “va y viene” de nuevas variedades es que, en muchos casos, materiales que llevan mucho tiempo en el medio y que han funcionado bien, se descartan solo porque nace la moda de una nueva variedad, mucha gente se va como “caballo desbocado” a sembrar el pasto nuevo sin probar si funciona o no y al final como dice el dicho “sale más caro el caldo que los huevos”.
El King grass: Odiado y querido.
Dentro de los Pennisetum purpureum, tenemos al menospreciado y satanizado King grass (Figura 1), que si bien es cierto es el último de la lista que escogemos, es usualmente el “salva tandas” en muchas fincas lecheras en momentos de crisis forrajeras, aquel productor que tiene una pastera de King grass sabe que cuando la cosa se pone fea, aparece este material como la cenicienta de un cuento de hadas que se transforma en la princesa que nos alegra el baile ocasionalmente y afortunadamente en el momento más crítico, con o sin fenómeno del Niño o la Niña que nos afecte. Nadie lo quiere en sus fincas, mucho menos los trabajadores agrícolas que tienen que cortarlo, acarrearlo y picarlo, pero la verdad es que cuando la situación aprieta, hasta encontrarlo en el “potrero largo” se convierte en una bendición.
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¿Por qué sigue vigente?
Pues ciertamente, desde su introducción en los años 80s se ha convertido no solo en un inquilino, sino que además se ha convertido en la base de muchos cruzamientos genéticos para potenciar sus bondades y mejorar sus debilidades. Este material ha sido genéticamente el punto de partida de materiales como el CT-115, el CT-169, el Camerún y recientemente abuelo del OM-22. Bien que mal, este menospreciado material llegó al panorama lechero pisando fuerte y con la intención de quedarse.
Ante toda esta disyuntiva, muchas veces lo que pasa con estos materiales es que no nos llega información apropiada, uniforme y precisa, sobre todo de cómo establecerlos y que cuidados necesitan, por eso quiero hacer un pequeño recuento de las cualidades de estos materiales, algunas de ellos compiladas a lo largo de varios años de experiencia adquirida y además de experiencias compartidas, en otros casos haciendo un análisis crítico de la información disponible en la literatura práctica y técnica disponible.
Las experiencias con este material son muchas, incluso su porte alto y vigoroso hacen que lo veamos como un material rústico, y ciertamente lo es; porque logra adaptarse a una gama amplia de condiciones, incluso en los lugares menos pensados se puede establecer. Pero este material ciertamente requiere de cierto cariño y cuidado para lograr lo mejor de él.

Siembra
Varios estudios realizados en nuestro país han tenido respuestas que se pueden considerar satisfactorias (Chacón-Hernández y Vargas-Rodríguez, 2010; ChacónHernández y Vargas-Rodríguez, 2009; Araya y Boschini, 2005). Para establecer se recomienda usar material vegetativo. Se habla de reproducción por semilla sexual pero la viabilidad y su valor cultural es muy bajo, por eso el método más rápido y efectivo de propagación es con material vegetativo (Figura 2), el cual pocas veces se consigue con el punto óptimo adecuado. La literatura cubana menciona que es recomendado usar estacas con al menos 3 yemas, sembradas en surcos separados cada 70 cm y además de manera seguida (Caballero-Gómez et al, 2016, Trejo et al, 2013).
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Para los productores nacionales el sistema más usado es empleando las cañas del tallo, de un metro de largo y encadenar o entrecruzar 2 de ellas en forma continua, de manera que siempre se encuentren en el surco 2 cañas juntas. Una modificación efectiva del sistema sería en lugar de utilizar tallos de 1 m, emplear cañas de 1,5 m, pero solo aquellas cosechadas en el primer 1,5 m de la base de la planta, apelamos a que los primeros 0,50 m del tallo contiene yemas basales que según hemos observado son las yemas con mayor vigor y que pueden lograr más del 80% de gemación, los siguientes 0,50 cm o intermedio de la caña, contiene yemas con una gemación entre 50 y 75%, y por último la porción distal, donde las yemas podrían expresar apenas un 25% de brotación, fundamentalmente por efecto de la natural dominancia apical (Barbier et al, 2017).
Basados en esta segregación, es que utilizamos un sistema de siembra con un encadenamiento de tres cañas (Vargas 2020, por publicar), cada 50 cm colocamos una caña con su parte basal, esto en un momento dado nos dará tres tallos juntos en cada punto, entonces tendremos los tres segmentos de las cañas juntos, o sea tendremos unidas yemas basales, yemas mediales y distales en los mismos 50 cm, aseguramos más cepas por punto y nunca quedarán solas las yemas distales, esto le da más vigor a la cepa y más retoños por cepa, el único inconveniente es que gastamos más semilla por área. Pero a lo largo de los años nos aseguramos de que habrá menos espacios vacíos (calvas o pelones) en el corte y tendremos más rendimiento. Por otro lado, al haber más retoños, habrá menor crecimiento de tallos y potenciamos mayor crecimiento de hojas por competencia de luz, lo que ocasionaría un mayor contenido nutricional. A veces es necesario invertir para ganar.
Este sistema de siembra lo hemos probado en materiales como King Grass, Taiwán, Camerún, OM-22, CT-115, incluso con otros materiales que no son de esta especie, como el prodigioso (Tripsacum laxum), con un excelente resultado en la cobertura y uniformidad del cultivo (Vargas-Rodríguez y Boschini-Figueroa, 2011).
Chineos al momento de la siembra
Recapitulando como la mayoría tratamos una pastera, no necesariamente le damos tanto cuidado como a una siembra y cultivo de maíz, podríamos decir que si queremos los mejores resultados de esa milpa tenemos que darle buen manejo desde la siembra. Pues lo mismo pasa con la pastera, aunque en nuestra lógica eso no tenga sentido porque, a fin de cuentas, es solo una pastera; pues entre más chineos y mejor manejo le demos a este cultivo, mejores resultados tendremos.
En primer lugar, la preparación del terreno (arada, rotada y surcada) brinda las condiciones adecuadas para que las yemas germinen con menos dificultad (Figura 3), muchas veces esta práctica no se hace y lo único que se realiza es el surcado en donde se dejara la semilla vegetativa, esto puede que no ofrezca a la planta suficiente área de proyección radicular.
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También la parte nutricional del suelo es importante, primero considerar un análisis de suelo anticipado para conocer la disponibilidad de nutrientes e identificar si se debe hacer alguna enmienda antes de llevar el cultivo a establecimiento. Además, en este momento es válido y con muchas mejoras para el cultivo, suministrar abonos orgánicos durante la preparación del terreno, para que estos se incorporen al suelo y tengan su efecto más cercano a las raíces. La distancia entre surcos con la que mejores resultados se obtienen es de 70 cm entre surco.
Posterior a la preparación del terreno, aplicar abono a la siembra siempre es positivo, en la mayoría de los cultivos utilizamos fórmulas completas, para aportar la mayor cantidad de elementos posibles que actúan en el desarrollo de raíces, y posteriormente abonamos para nutrir específicamente la porción aérea de la planta. El aprovechamiento del Nitrógeno se verá más adelante cuando la parte aérea haya emergido, pero el rol de los otros nutrientes asegura un buen desarrollo de raíces y promueve el crecimiento de las hojas.
Para asegurar que nada intervenga en el establecimiento y genere competencia es bueno realizar un buen control de malezas. Con ello se protege el cultivo en edades tempranas cuando la planta es más frágil y además se asegura que no se limite el potencial que tiene el King grass (Figura 4). Este control de malezas puede hacerse de manera manual o química, para lo cual se debe utilizar algún producto selectivo con acción pre-emergente o postemergente según la disponibilidad, aunque varios trabajos en otras variedades forrajeras aseguran que los mejores resultados preventivos se observan con productos de acción post-emergente (Montoya et al, 2018). Con el uso de herbicidas se debe seleccionar un producto que tenga un bajo impacto o poco efecto residual sobre el ambiente, y utilizar la dosificación recomendada para el cultivo.
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Tiempo de establecimiento
El tiempo de establecimiento también es vital, no de primer momento, pero es una inversión con resultados a largo plazo, la literatura menciona que dejar el material establecerse por al menos de 6 meses es lo más recomendado antes del primer corte (Martínez et al; 2010; Espinoza et al, 2001; Sarroca et al, 1982).
Mi recomendación en este caso es darle al menos un año de establecimiento, y la razón es la siguiente: usualmente en nuestro país para hacer estas siembras se realizan al inicio de las lluvias, que normalmente suceden a mediados del mes de mayo, si a eso le sumamos 6 meses eso nos daría que la primera cosecha se realizaría a mediados del mes de noviembre, donde en la mayoría de los lugares se trata de las últimas lluvias y entrando en el periodo de transición lluvioso-seco, por lo cual estamos forzando el retoño de este material (crecimiento para la segunda corta) en un momento de baja disponibilidad de humedad en el suelo, además las siguientes dos cosechas (tercera y cuarta corta) serian bajo estrés hídrico lo que reducirá significativamente el rendimiento y además obligaría a la planta a remover muchas reservas de su sistema radical, por eso es recomendable esperar la primera cosecha después de la siembra hasta la siguiente temporada lluviosa, donde hay abundancia de agua para asegurar buenos rendimientos en un trabajo de cortas sucesivas, que incluso proporcionaría materiales de buena calidad para ensilar.
Esto parece ser descabellado, máximo que a muchas fincas no les sobra material como para esperar tanto tiempo y estas siembras siempre se hacen con un sentido de urgencia, pero los resultados de darle ese tiempo se verán a largo plazo, el desarrollo de la parte que no se ve (raíces) va a sopesar la apariencia impresionante del King grass de un año y los rendimientos futuros le darán el beneficio esperado. Obviamente la necesidad de la finca se debe tener en consideración, y valorar si la finca puede esperar ese tiempo.
Durante el desarrollo
Cuando el material alcanza unos 45 cm de alto es necesario hacer una aplicación con una fórmula nitrogenada, para favorecer el rápido crecimiento del aparato aéreo; y cuando el cultivo tiene 45 días, es bueno realizar una fertilización foliar con un producto de formulación completa, el cual podría combinarse con un insecticida en caso de observarse la presencia de alguna plaga, aunque raramente son observadas en parte porque la pastera no se revisa con minuciosidad como se hace con una milpa.
Manejo de la cosecha
Una vez que pasa el periodo de establecimiento, y si se realiza la siembra en la época que recomendamos anteriormente, podemos contar con una gran ventaja que es la posibilidad de manejar las cortas en función de la cantidad de material que ocupemos, y esto está muy ligado a la edad a la que queremos cosechar el material. Honestamente a ninguno le gusta que se nos sazone la pastera porque el King grass se vuelve cañudo, pero no la queremos cortar muy temprano porque no rinde lo que queremos.
Basados en algunas vivencias que hemos tenido y algunas investigaciones que hemos realizado con este material, se han obtenido resultados que han ayudado a conocer un poco mejor al King grass y hemos observado que la edad a la cual presenta las mejores características en cuanto a contenido de proteína, contenido de fibra y digestibilidad es a los 60 días; sin embargo, todavía hasta los 75 días el material mantiene muy bien sus atributos nutricionales y además rinde un poco más que a los 60 días de rebrote (Chacón-Hernández y Vargas-Rodríguez, 2010; Chacón-Hernández y Vargas-Rodríguez, 2009). Pasada esa edad, el King grass entra en otra fase fisiológica y comienza rápidamente a perder valor nutricional, disminuye el contenido proteico y aumenta el contenido de fibra sobre todo la parte de la lignina que limita considerablemente que el animal puede sacar más provecho de lo que se está comiendo. Esa ventana entre los 60 y los 75 días, es una herramienta muy útil si la sabemos aprovechar para programar las cosechas.
Sistemas tradicionales de cosecha
Normalmente cuando se siembra una pastera de King grass y pasado el periodo de establecimiento, lo que queda es un cultivo con cañas muy grandes y duras, lo aprovechable en ese momento son las puntas que están tiernas, el resto se usa para semilla o se desecha. Es ahí donde se viene la corta de uniformización, para a partir de ahí empezar las cortas aprovechables. Si la pastera se uniformiza toda, 60 días después todo el corte está en su mejor punto desde el punto de vista de calidad, y se puede cosechar todo para ensilarlo o se puede ir cortando día a día, eso nos da un margen de 15 días para utilizarlo sin perder calidad nutricional. El problema con este sistema es que no siempre se cosecha a esa edad óptima, la mayoría nos esperamos un poco más de tiempo para que rinda más, incluso en algunos casos se cosecha cuando empiezan a verse las primeras flores, ahí es donde nos damos cuenta de que se nos está pasando el material y terminamos batallando con un pasto de tallos más difíciles para la cosecha, más duros para la picadora y más duros aún para que la vaca lo pueda digerir.
Ahora si nos vamos al otro extremo, donde solo se corta un surco por día, terminaríamos desaprovechando mano de obra, incluso podrían los trabajadores gastar más tiempo en ir y venir a la pastera que lo que durarían cortando ese surco.
Cosecha secuenciada
Para este esquema que se presenta a continuación es donde la ventana entre los 60 y los 75 días nos brinda versatilidad para calendarizar las futuras cosechas, porque se puede hacer la corta de uniformización por secciones, y estas secciones van a estar en función de la cantidad de material que ocupemos por día y el estimado de cuanto pasto puede producir el corte.
Veamos un ejemplo, suponiendo que tenemos una pastera con 50 surcos, y que para “darles un gallo” a los animales durante 7 días ocupo 7 surcos, se pueden uniformizar 14 surcos en un solo día, y luego podría volver a uniformizar otros 14 surcos dos semanas después y de una vez aprovecho para aplicar control de malezas de la parte anterior, o sea mato 2 pájaros de un solo tiro; y esto se hace de esa manera hasta completar el corte. Pasados los 60 días de haber cosechado el primer bloque de 14 surcos, ya puedo cosechar el surco que necesito por día sin tener la preocupación de que alguna parte del corte de King grass se sazone, porque de esta manera seguro que el cultivo no se va a pasar de los 75 días edad.
En cuanto a fertilización, al igual que durante el establecimiento, es válido pensar en una fórmula nitrogenada cuando el material tenga 45 cm de altura, y una vez al año repasar con una fórmula completa. La aplicación de abono orgánico siempre es una opción que a la pastera la agrada, y da muy buenas respuestas, al igual que una fertilización foliar completa sobre todo en las épocas secas, donde una aplicación al suelo terminaría en un desperdicio de dinero.
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¿Que tan bueno puede ser?
Con todos estos chineos, ¿que podríamos esperar? Bueno podríamos contar con un King gras no tan despreciable nutricionalmente hablando, incluso a la altura de muchos materiales preferidos por la mayoría de los productores. Se podría trabajar con un pasto que puede producir realmente 50,000 kg de material verde por hectárea por corte, y rendimientos de materia seca entre 5000 y 6000 kg/ha/corte, algo nada despreciable. En cuanto a valores nutricionales podríamos obtener un pasto con valores reales de proteína entre 8,5 y 10,5%, incluso hasta un 12,5% en el mejor de los casos, pero sin exagerar. Los valores de lignina oscilarían alrededor de 12 al 13%, y una digestibilidad de la materia seca que estaría en el rango del 55%, cosechado entre 60 y 75 días de edad (Figura 5).
En conclusión
El King grass es un material mal entendido, sobre el cual pesan muchas opiniones negativas, pero quien lo tiene, sabe lo que tiene, lo único que necesita es un poco de chineo, y que lo cosechen en el momento oportuno..

Araya-Mora, M. and C. Boschini-Figueroa. 2005. Producción de forraje y calidad nutricional de variedades de Pennisetum purpureum en la Meseta Central de Costa Rica. Agronomía Mesoamericana 16:37-43.

Barbier, F.F., E.A. Dun and C.A. Beveridge. 2017. Apical dominance. Curr. Biol. 27:864- 865.

Caballero-Gómez, A., R.O. MartínezZubiaur, M.B. Hernández-Chávez and M. Navarro-Boulandier. 2016. Caracterización del rendimiento y la calidad de cinco accesiones de Cenchrus purpureum (schumach.) morrone. Pastos y Forrajes 39:94-101.

Chacón-Hernández, P.A. y C.F. VargasRodríguez. 2010. Consumo de Pennisetum purpureum cv. King grass a tres edades de cosecha en caprinos. Agronomía Mesoamericana 21:267-274.

Chacón-Hernández, P.A. and C.F. VargasRodríguez. 2009. Digestibilidad y calidad del Pennisetum purpureum cv. King grass a tres edades de rebrote. Agronomía Mesoamericana 20:399-408.

Espinoza, F., P. Argenti, J.L. Gil, L. León and E. Perdomo. 2001. Evaluación del pasto King grass (Pennisetum purpureum cv. King grass) en asociación con leguminosas forrajeras. Zootecnia Tropical 19:59-71.

Martínez, R., R. Tuero, V. Torres and R. Herrera. 2010. Modelos de acumulación de biomasa y calidad en las variedades de hierba Elefante, Cuba CT-169, OM-22 y King grass durante la estación lluviosa en el occidente de Cuba. Revista Cubana de Ciencia Agrícola 44:189-193.

Montoya, J.C., G. Berhongaray and N.F. Romano. 2018. Manejo de malezas en pasturas perennes en base a leguminosas, con énfasis en el control de cardos.

Ramos-Trejo, O., J. Canul-Solís and F. Duarte-Vera. 2013. Producción de tres variedades de Pennisetum purpureum fertilizadas con dos diferentes fuentes nitrogenadas en Yucatán, México. Revista Bio Ciencias 2(2):60-68

Sarroca, J., J. Herrera y J. Paretas. 1982. Efecto de la edad al primer corte sobre el establecimiento del King grass. Ciencia y Técnica En La Agricultura. Pastos y Forrajes. 1:39-43.

Vargas, C. and C. Boschini-Figueroa. 2011. Producción forrajera del Trypsacum laxum fertilizado con nitrógeno fósforo y potasio. Agronomía Mesoamericana 22:99-108.

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Autores:
Claudio Fabián Vargas-Rodríguez
Universidad de Costa Rica
Cámara Nacional de Productores de Leche
Cámara Nacional de Productores de Leche (ProLeche)
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jose luis castaño
20 de julio de 2021
Muchas Gracias por las recomenciones en el cuidado del cultivo y empleo del pasto King Grass. Hace más de 20 años lo manejo y he tenido éxito en el engorde de novillos .Muy Amables.
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Fray Eugenio Alvarez Moya
19 de julio de 2021
Muchas felicidades al autor,magnífico trabajo, muy práctico y técnico a la vez, cuando hablemos de pastos y forraje es muy importante hablar del hombre, si el hombre sirve la tierra sirve y siempre habrá pastos y forrajes. Saludos
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Pablo Luis Cruz pereira
13 de junio de 2021
cordial saludo doctor Vargas. maravilloso articulo la verdad nos anima a seguir trabajando este material yo lo utilizo con cabras lecheras y el mulito de trabajo un truco para suavizar su peluza es cortarlo y dejarlo extendido al sol uno o dos dias se asombraran de su docilidad preguntas que cantidad de fertilizante por metro cuadrado cada corte mas o menos requiere un cultivo que produce tanta biomasa es posible enificarlo y cual seria el estado mas optimo para ello muchas gracias
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jose luis castaño
10 de marzo de 2021
Muchas gracias por todas estas enseñanzas con el manejo adecuado de los pastos de corte. En mi experiencia sobre el tema de utilizar el King Gras, el Camerún y la Marafalfa, estoy agradecido con estos pastos, porque he logrado engordar novillos con más de 500 Kgrs. Saludo a todos mis colegas ganaderos.
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mario pinzon
22 de febrero de 2021
Felicitaciones por ese artículo y la forma tan sencilla como lo presentan, sin tantos tecnisismos que para quienes no somos expertos en estos temas resulta fácil su comprensión.
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Norberto Otero Ochoa
15 de febrero de 2021
Felicitaciones a los autores de este artículo sobre el pasto king grass. Realmente no hay pasto que sirva, si la intervención de los técnicos dedicados al tema de los pastos no dan las recomendaciones adecuadas.Cada pasto de corte tiene sus bondades, y también sus debilidades, que debemos conocerlas para hacer buen uso. He trabajado con muchos pastos de corte y la mayoria representan una ayuda importante especialmente en épocas críticas. Juegan un papel importante cuando hacemos una combinación con materiales forrajeros que complementen las deficiencias que estos pastos puedan tener. Destacar que debemos tener cuidado con el manejo de este pasto porque se lignifica rapidamente, lo que no ocurre drasticamente como por ejemplo en el pasto morado etc.. En colombia ocurrio con el pasto MARALFALFA, en su tiempo considerado una maravilla, lo promulgaban con proteína hasta del 23%, lo que queria decir que no se necesitaba concentrados etc. Un buen manejo en todo sentido con este pasto seguramente obtendremos rendimientos buenos acorde a los objetivos de cada ganaderia.
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Ismael Alvarado
13 de febrero de 2021
Cual es el proceso recomendado para la sustitución de pasto por otro de mejor calidad y cuál es el más recomendado para el trópico bajo 500 msn
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leopoldo crisanto loyola
13 de febrero de 2021
amigos utilizando productos organicos bienhecho se puede cortar cualquier pastq entre 30 y 45 diasno tiene que esperar tanto tiempo para cortar yo aqui trabajo los pastos de corte de acuerdo a las necesidades de la finca y las fincas q tienen pasto de cor no cortan todo y ahi viene la perdida de la siembra y el pasto con una ha de pasto de corte se puede cortar mas de 100ton al año
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Omar Alfonso Morales Galindo
UNIANDES Ecuador- Universidad Autónoma de los Andes de Ecuador
9 de febrero de 2021
Excelente documento. Felicitaciones al Autor y gracias por la publicación.
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Ismael Alvarado
8 de febrero de 2021
Buenas noches, podrían decirme si es cierto que regar el pasto de corte puede contaminarse si lo regamos con estiércol líquido? (En el caso que existe algún parásito en el estiércol )
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