Abscesos hepáticos en el ganado bovino a corral

Los abscesos hepáticos ocurren debido a la entrada, crecimiento y establecimiento de bacterias piogénicas (bacterias que producen erupciones purulentas). Si bien los abscesos hepáticos se pueden desarrollar en bovinos de todas las edades y mantenidos en diferentes sistemas productivos, los mismos son más prevalentes, y tienen mayor significancia económica, en el ganado bovino alimentado a corral. En este sistema de producción, los abscesos son el resultado de los episodios de acidosis ruminal, los cuales están íntimamente asociados a la composición de la ración. Brevemente, en los cuadros de acidosis ruminal, los microorganismos y endotoxinas llegan al hígado, desde el rumen, a través del flujo de sangre de la vena porta. En algunos casos, la extensión de los abscesos podría inducir a la inflamación de la vena cava caudal y, consecuentemente, a la formación de coágulos sanguíneos - en algún punto entre el corazón y el hígado - que podrían desencadenar desde la muerte súbita - por ruptura de la vena cava - a neumonía, endocarditis, etc. En la mayoría de los feedlots, la prevalencia promedio de abscesos hepáticos se sitúa en el rango del 12 al 32%. Dicho de otra manera, por cada 100 cabezas de ganado, 12 a 32 tienen abscesos hepáticos. Es importante destacar que el rango de prevalencia más bajo se encuentra entre el 1 al 2%, mientras que el más alto se localiza entre el 90 al 95%. Mayorment e , e l número de animales afectados, así como también la severidad de los abscesos hepáticos, está asociado negativamente al nivel de inclusión del forraje en la dieta. En otras palabras, a medida que se reduce la inclusión de fibra de forraje en la dieta, la prevalencia y severidad de los abscesos hepáticos será mayor. Sin embargo, además del nivel de inclusión en la ración, las características físicas del forraje - en relación al tamaño – y, posiblemente, el tipo de forraje también juegan un papel relevante en la formación de abscesos hepáticos. No obstante, también se sostiene que el tipo de grano de cereal y el procesamiento de los mismos tendrían mayor influencia en la formación de abscesos que el nivel de forraje incluido en la ración. En condiciones de feedlot, la ocurrencia de abscesos hepáticos es mayor en novillos que en vaquillonas. En cuanto a las razas, la frecuencia de los abscesos hepáticos es mayor en las razas lecheras que en las razas carniceras. En general, la mayor prevalencia de abscesos está asociada al consumo de alimento y al tiempo de terminación (estadía en el corral). En este sentido, las vaquillonas consumen menos alimento y llegan al peso de faena antes que los novillos, mientras que las razas lecheras llegan al peso de faena más tarde, con un consumo de alimento diario mayor que el de las razas carniceras. El número más probable de abscesos por hígado se encuentra en el rango de 2 a 10. Mientras que los abscesos más chicos miden menos de un 1 cm de diámetro, los más grandes pueden alcanzar un diámetro mayor a 15 cm. La mayoría de los abscesos se desarrollan en los últimos 2 meses del periodo de engorde a corral y, los mismos, no inducen en el ganado ninguna manifestación clínica que permita sospechar de su presencia. Por lo mismo, los abscesos hepáticos son detectados únicamente en la línea de eviscerado del matadero.