Utilización de la grasa para cascos

En cualquier libro, artículo, revista, o manual nos enseñan como cuidar los cascos de los caballos con grasa o ungüento o aceites. Me llama la atención como se generaliza y se afirma lo eficaz de esto, sin embargo creía en su momento que así debía ser, así que como alumna aplicada cada vez que se me presentaba oportunidad lo hacia. Pero como todo, Cada practica con mi caballo me lleva a pensar siempre la misma pregunta: ¿los caballos en estado natural como hacen? Y me enteré: “no tienen pincel” así que por lógica supuse que en estado natural a sus caballos le faltaría ese artículo de necesidad para sus saludables pies. Usando la ironía si se me permite quería llegar a la siguiente conclusión: Las grasas, ungüentos etc. son efectivos pero hay que saber lo siguiente. Que como todo, depende del estado en que se encuentra nuestro caballo. Porque la función de estos productos, no es mas que reemplazar “lo natural”, es decir, cada parte del caballo tiene una función y una razón. Las paredes del casco absorben la humedad necesaria, y cuando tiene humedad de más, también la elimina. Entonces si nuestro caballo esta en un lugar, estabulado, encerrado, etc. su casco pierde ese estado natural. El gran problema de estos ungüentos es que no siempre los utilizamos bien. Es decir nosotros reemplazamos esa humedad que necesita, pero ¿cada cuanto? Si es una vez a la semana, no sirve, si es una vez cada 15 días menos. Lo ideal es aplicarla todos los días o ¡nunca! Porque al aplicar esto, le estamos dando esa humedad pero también estamos dejando una lamina que no deja entrar humedad natural y por ende tampoco salir. Esta bien aclarar que mi referencia es a un caballo con pies sanos. Si el caballo tiene muy secos los cascos al punto de agrietarse lo utilizo pero con la frecuencia que recomiendo, diaria. Y de ser necesario utilizar lo más natural posible. Una buena opción es la de aceite de oliva con aloe vera. Y si esta nota no les convence, investiguen que así descubrimos mas sobre ellos. Los caballos. Saludos. Natalia Lema.