Uso de ácidos orgánicos en la conservación de piensos para vacas lecheras

En un sistema de producción de leche, la producción de forrajes es una actividad extremadamente importante. Producir alimentos en grandes cantidades y de buena calidad es fundamental para el éxito de la actividad. En Brasil, los ensilajes se utilizan a gran escala, ya sea en sistemas de confinamiento total, donde comúnmente es la principal fuente de alimentos a granel, o en sistemas de pastoreo, donde se utiliza como fuente complementaria fuera de temporada de producción de forrajes.

El proceso de ensilaje es una técnica antigua que se practica desde hace más de 3.000 años, pero que solo ganó notoriedad en las últimas décadas del siglo XIX, cuando se mejoraron varios puntos del proceso. Día a día evoluciona el proceso de ensilado, desde la selección de híbridos más productivos, resistentes a plagas y enfermedades, evoluciones en las cosechadoras y aditivos que trabajan en la optimización y / o control de los procesos de fermentación del material ensilado.

Entre los aditivos podemos destacar el químico y el bacteriano, también conocidos comúnmente como inoculantes. En este texto, los aditivos químicos tendrán un enfoque evidente. En la clasificación de aditivos químicos tenemos ácidos orgánicos como el ácido propiónico y benzoico, por ejemplo, que se utilizan en la conservación de forrajes debido al potente efecto antifúngico, evitando el crecimiento de hongos y levaduras indeseables, mejorando la estabilidad aeróbica del ensilaje y reduciendo pérdidas del material ensilado durante los procesos de fermentación. Las investigaciones han demostrado que mezclar dos o más ácidos orgánicos fue más eficaz para controlar el crecimiento de una variedad más amplia de cepas de hongos y levaduras en comparación con un solo ácido solo. Por este motivo, siempre que sea posible se recomienda el uso de una mezcla de ácidos orgánicos.

Un estudio reciente realizado en una fundación de investigación en Brasil utilizó una mezcla de ácidos orgánicos (acético, benzoico y propiónico) en comparación con el tratamiento de control sin aditivos en el ensilado de maíz. Los investigadores informaron que el recuento de levadura fue 10 veces menor en el ensilado tratado con ácidos orgánicos, 96 horas después de abrir el silo, en comparación con el tratamiento de control. Comprobando la eficacia de los ácidos orgánicos en la producción de ensilajes de calidad.

Producir y proporcionar forrajes de calidad es fundamental, pero la tarea no ha terminado. La ración total - TMR (del inglés Total Mixed Ration) como la conocemos hoy es una invención de los últimos 100 años. El uso de TMR reemplazó a los sistemas más tradicionales en los que el forraje se proporcionaba por separado del alimento concentrado. La razón fundamental para utilizar TMR es hacer de cada parte un alimento completo, nutricionalmente equilibrado para todas las vacas. Los desafíos asociados con la alimentación de las vacas con esta dieta nutricionalmente completa es que también estamos proporcionando una dieta completa para microorganismos beneficiosos y no beneficiosos, incluidos hongos silvestres y levaduras presentes en los forrajes. Todo organismo vivo genera calor en el proceso respiratorio, que es más evidente en los meses de verano, donde las altas temperaturas favorecen el crecimiento de hongos y levaduras. Cuando estos organismos crecen y se multiplican, generan calor, lo que hace que el alimento proporcionado en el comedero se caliente y las pérdidas afecten sistemáticamente la ingesta alimentaria de las vacas.

Para evitar que el TMR se caliente, son esenciales tres procesos: primero, es proporcionar un ensilado de calidad con un bajo recuento de microorganismos indeseables como vimos anteriormente. El segundo paso es el correcto manejo del silo, retirando suficiente material para evitar que el oxígeno entre en las capas posteriores. Lo ideal recomendado es quitar 20-30 cm de la cara del silo todos los días. El tercer paso es agregar una mezcla de ácidos orgánicos en la TMR que controlará el crecimiento de hongos y levaduras indeseables, reduciendo así el calentamiento de la TMR.

Un estudio brasileño presentado en la reunión de Dairy Science en los Estados Unidos en 2019, comparó el uso o no de una mezcla de ácidos orgánicos en TMR. Cuando la TMR se trató con ácidos orgánicos, se observó un recuento más bajo de bacterias aeróbicas, levaduras y hongos filamentosos 24 horas después del parto. En este estudio también se observó una temperatura promedio más baja en las primeras 24 horas, así como un pH más bajo en el mismo período.

En conjunto, estos datos indican que el uso de ácidos orgánicos en el proceso de ensilado es una estrategia eficaz en la producción de ensilaje. Asegurar la calidad nutricional y microbiológica para el suministro a los animales. Además, el tratamiento de TMR con una mezcla de ácidos orgánicos previene el crecimiento de microorganismos indeseables, retrasando el calentamiento de los alimentos y las consiguientes pérdidas. Potencialmente garantizando alimentos más frescos durante más tiempo en el comedero, estimulando así un mayor consumo de las vacas.