Proceso preparación gallinaza

Estimado Luis Fernando. Debe saber que la cama o el resultante que está deja (abono) sirve para realizar el entierro de las aves muertas que a diario se recojan del galpón. El sitio de entierro debe estar distante del galpón y debe ser un lugar cubierto con teja y encerado en malla con una puerta de acceso para evitar que animales silvestres o domésticos ingresen a el. En su interior deb en haber cajones hechos en angulo y en tabla de 1,5 mts X 1,5 metros X 1,8 de al altura. La cantidad de aves por cajón se estima según la normatividad colombiana de 5000 aves por cajón esto previendo que halla una alta mortalidad en la granja. Para iniciar el entierro se llena con abono a razón de una capa en el piso del cajón de 20 cama de profundidad; encima de esta se inicia el entierro de las aves con pechuga arriba abriendo el abdomen quitando las patas para meterlas en el espacio del abdomen y de acuerdo al tamaño de las aves a enterrar se deben dejar 15 cm entre la mortalidad y las cuatro paredes del cajón. Una vez ubicadas la capa de aves a enterrar en el cajón se debe rociar con agua de manera homogénea y con una capa de agua moderada (humedeciendo las aves) para lograr mayor agilidad en la descompocision de la materia orgánica. Enseguida se tapa la capa de aves con más abono cubriendo los alrededores de las paredes y la parte superior. Entre capas de aves debe haber una capa de abono de 10 cms. De profundidad y para el último entierro que termina la totalidad del cajón se aplica una última capa de 20 cms. Esta última debe garantizar que si por algún motivo ingresa un animal al compostero, este no alcance a desenterrar la mortalidad. Una vez el cajón está lleno se debe dejar 30 días. Tiempo transcurrido, el cajón debe ser “volteado” a otro cajón (Vacio) con el fin de garantizar oxígeno a las bacterias que lo requieren para continuar la descomposición de la materia. El tiempo que dura después del primer volteo es otros 30 días obteniendo como resultado abono que se utiliza para los cultivos. Nuestro abono obtenido debe pasar por una malla o zaranda para separar los restos óseos que hayan quedado y evitar que el abono agregado a los cultivos sean motivo de daño de los mismos por parte de los animales silvestres o domésticos. El abono se empaca en costales de fibra o lonas plásticas para su transporte. Espero que este protocolo le sirva de ayuda para el proceso que espera realizar.