Uso de aditivos biodisponible para la mejora en la calidad de Huevo

El huevo es una fuente de proteína de alta calidad, rico en aminoácidos, calcio, sodio, iodo, selenio, colina y vitaminas A, B, D y E. Por todo ello, es considerado un alimento completo y que protege al consumidor de diferentes carencias alimentarias; como desnutrición y malnutrición. Promueve la salud disminuyendo el riego de padecer enfermedades crónicas. Presenta una gran practicidad para ser consumido y un alto valor nutritivo, considerando que su proteína es del más alto valor biológico y relativamente bajo costo, por lo que recomiendan incluirlo en la dieta habitual (CAPIA, 2019).

Las gallinas ponedoras tienen la capacidad genética para producir un gran número de huevos y pueden lograr un buen peso y tamaño tempranamente en el período de postura. Para aprovechar este potencial, la postura debe ser uniforme, relacionada directamente con el peso y desarrollo corporal de la gallina, con un esqueleto óseo y sistema muscular bien desarrollado. Para lograr esto, se debe llevar a cabo un programa de alimentación e iluminación controlado (Ortiz Salazar, 2013).

La calidad del huevo y de la cáscara dependen de muchos factores, entre ellos la edad de la gallina, donde el espesor de la cáscara disminuye a medida que avanzan las semanas de vida, y esta disminución se ve afectada por la dieta y la genética. El estrés por calor, problemas hepáticos y otras enfermedades, pueden también afectarla negativamente.

La influencia del balance y la calidad de la dieta suministrada a las aves sobre la producción de huevos, es determinante. Cualquier nutriente y/o materia prima incluido en la alimentación de la gallina ponedora puede influir en mayor o menor medida en la puesta, tamaño de huevo, calidad, entre otros aspectos cuali y cuantitativos. Entre los nutrientes que determinan la producción de manera significativa tenemos: energía, proteína bruta (aminoácidos), calcio, fósforo, ácido linoleico, xantofilas, vitaminas (sobre todo vitamina D), minerales y el contenido de fitatos en la dieta que reducen la biodisponibilidad de minerales, especialmente calcio, hierro y zinc.  En la dieta no solo es importante la cantidad de dichos nutrientes, si no, también, la calidad y biodisponibilidad de los mismos. En un ensayo realizado (datos aun no publicados), con Federico Marra y Jose Valle, alumno y colega de la Universidad Nacional de Luján donde se utilizaron, on top en la dieta, algas calcáreas (Lithothamnium calcareum) como fuente extra de calcio orgánico, en gallinas ponedoras replumadas de 104 semanas de edad, se observó una disminución de huevos rotos y rajados (2% y 5% de reducción respectivamente) y además mejoró significativamente las unidades Haugh. En otro ensayo realizado junto al estudiante Julián Canazza de la Universidad Nacional de Luján y los colegas David Lapolla y David Gerez, se utilizó en forma adicional, una mezcla de algas calcáreas, minerales orgánicos de Cu, Mn, y Zn, y un metabolito activo de la vitamina D (1,25(OH)₂D₃) en gallinas replumadas de 106 semanas de edad, en el mismo se encontró un aumento en la dureza de la cascara (Figura n°1) con diferencias estadísticas significativas a partir de la cuarta semana de uso de dicha mezcla .

Por medio de la observación del huevo utilizando luz a través  del huevo (ovoscopia), se clasificaron en 5 categorías (Figura n°2), encontrando una reducción de huevos rotos y de categorías 4 (con rajaduras) en las gallinas que consumieron la mezcla aditiva, además de encontrarse mayor cantidad de huevos categorizados como 1 y 2.

Conjuntamente se encontró un mayor grosor de la cáscara (Figura n°3) y un aumento de las Unidades Haugh (Figura n°4) así como también la altura de la albumina (Figura n°5).

Los resultados demuestran que si bien son varios factores que afectan la calidad del huevo, se puede trabajar en la calidad de los mismos a través de la adición de nutrientes de alta biodisponibilidad. Aunque muchas veces, estos aditivos, son considerados como un aumento en el costo de producción, terminan generando mayor rentabilidad por aumento en la cantidad de huevos, mejora en la postura y longevidad de la gallina con resultados de beneficios que rondan de 2 a 4 veces los costos de los mismos.

Como conclusión es importante destacar en la búsqueda de calidad de huevo el manejo de la alimentación de las gallinas, respetando las fases de crecimiento, comenzando por la recría y la adición de nutrientes biodisponibles desde edades tempranas.

Además, es interesante utilizar como herramienta de monitoreo de la calidad de la cascara, el uso de la linterna del teléfono de manera rutinaria, el cual, es un método simple y efectivo para realizar en la granja e identificar problemas de rotura no visuales permitiéndonos esto tomar medidas correctivas a tiempo.