Salud intestinal: Uso de extractos de plantas en combinación con ácidos orgánicos para equilibrio de la microbiota

El intestino es el órgano receptor de la mayoría de los agentes externos que intervienen en el proceso de respuesta inmune, es en este órgano, donde se producen la mayor cantidad de estímulos que intervienen en la formación de los factores de respuesta inmune celular y humoral, y es uno de los órganos en mayor proporción, inmunológicamente activos de los seres vivos.

Dentro del intestino, la estimulación local de los tejidos por parte del microbioma produce una respuesta inmunológica selectiva, que es capaz de eliminar los agentes patógenos y permitir la convivencia del órgano con los organismos no patógenos que hacen vida en el intestino y que forman parte del microbiota. Para aclarar conceptos tengo que decir que existe una gran diferencia entre microbioma, que incluye bacterias, virus, hongos y levaduras y microbiota que se circunscribe solo a la población de bacterias. Esto determina un delicado equilibrio en el intestino, protagonizado por la microbiota, el sistema inmune y los tejidos del órgano que cuando funcionan al unísono representan lo que conocemos como la triada de salud intestinal.

Las variaciones en la dieta, el medio ambiente y la presencia de agentes tóxicos, generan cambios en los distintos elementos de la triada de salud intestinal, el sistema inmune, microbiota y los tejidos, donde la administración de dietas con cambios estructurales en su formulación producen muerte o cambios sustanciales de las poblaciones o colonias bacterianas no patógenas que al no estar presentes, favorecen el crecimiento de otras colonias no deseadas afectando a los tejidos y generando costo energético de compensación producido por las reacciones inflamatorias rompiendo el equilibrio y disminuyendo el rendimiento de los animales.

Los tóxicos también afectan la triada de salud intestinal. Cuando los tóxicos afectan los tejidos, se producen citoquinas que incrementan la inflamación del órgano disminuyendo la absorción de nutrientes tales como los nutrientes de origen proteico, dejando estos disponibles para multiplicación y crecimiento de bacterias patógenas produciendo ruptura del equilibrio de la triada de salud intestinal y así una serie de factores diversos, incluidos los medio ambientales que también influyen en los desequilibrios. Mantener el equilibrio intestinal, parte de dos elementos fundamentales: El primero son todos aquellos que podemos controlar efectivamente, tales como el medio ambiente, una formulación adecuada, con alta digestibilidad y el manejo de los animales.

Luego están esos factores que escapan en cierta medida de nuestro control, tales como son, los tóxicos, virus, bacterias y agentes patológicos diversos entre otros, para los cuales solo nos queda proporcionarle al animal las herramientas necesarias para su mejorar su propia capacidad de respuesta y recuperación del equilibrio.

Los ácidos orgánicos de cadena corta AOCC, se producen de forma natural en animales. Estos ácidos son producto de la fermentación y tiene lugar en el intestino grueso por acción de la microflora saprofita de bacterias, que colonizan el tracto gastrointestinal. Los AOCC no sólo juegan un papel importante en la homeostasis intestinal, sino que también tienen un papel fundamental en la relación entre la microbiota y la inmunidad del hospedador. La suplementación con acido butírico ha demostrado incrementar las poblaciones de bacterias benéficas como Clostridium saprofito intestinal y restablecer la hipoxia epitelial necesaria para limitar el desarrollo bacterias aerobias. Además de esto la administración de AOCC, ha demostrado aumentar la proliferación de las células epiteliales normales en el intestino e inhibir el crecimiento de las células anormales, incrementa la proliferación de células epiteliales en las criptas y la apoptosis en los extremos de las vellosidades, contribuyendo así a una normal regeneración epitelial del intestino.

También se conocen efectos del ácido butírico sobre las células dendríticas, macrófagos y linfocitos T. Las células dendríticas y macrófagos actúan fagocitando organismos invasores e identificando antígenos que presentan a los linfocitos T. Pudiendo estos distinguir la forma de destruir los antígenos identificados. Los AOCC intervienen modulando la activación de los linfocitos T y el tipo de respuesta que desencadenan. El acido fórmico actúa directamente en la diminución de poblaciones de bacterias de tipo patógeno por su potente acción sobre Gram negativos y acidificando el medio intestinal, interactuando de forma directa en el mantenimiento del equilibrio de la triada de salud intestinal.

Por otro lado, los extractos de plantas como la maclaya cordata tienen un efecto directo sobre la inflamación local en el intestino, disminuyendo el gasto de energía metabólica por concepto de inflamación, al disminuir la inflamación, esta energía se redistribuye mejorando la funcionalidad y disminuyendo la producción de factores inflamatorios como las citoquinas que intervienen en la reducción del apetito. Un programa de inclusión efectivo de AOCC y extractos de plantas, puede ser usado para sustituir el uso de los antibióticos promotores de crecimiento siempre en combinación con buenas practicas de manejo y nutrición, y a tales efectos disponemos de aditivos encapsulados de acido Butirico, Formico y extracto de maclaya cordata que juntos permiten conseguir conjuntamente con un plan de buenas practicas de manejo excelentes resultados en lo que respecta al equilibrio de la triada de salud intestinal.