Mejora del rendimiento productivo a través del control de protozoos por mezcla herbal

El rendimiento productivo dentro de la avicultura industrial continúa siendo un elemento a ser mejorado a partir de diferentes factores relacionados con el manejo, la nutrición, la genética y el estado sanitario de los animales.

En este sentido, conseguir reducir la incidencia de algunas patologías que merman el desempeño zootécnico se ha convertido en un factor crítico en la rutina habitual de la gestión productiva de nuestras explotaciones.

El agente causal de esta enfermedad es un parásito protozoario intracelular obligado, perteneciente al género Eimeria aviar spp., que se replica en las células epiteliales del hospedador (Gerhold,2015). Se reconocen siete especies que afectan a la producción aviar: E. acervulina, E. maxima, E.tenella, E. mitis, E. necatrix, E. praecox y E. brunetti, cada cual afectando un sitios específicos en el tracto intestinal (Allen y Fetterer 2002).

Entre esas patologías, la coccidiosis se presenta como la principal causa de merma en los rendimientos productivos mundialmente. No solo por las pérdidas causadas por la presentación clínica, sino principalmente por aquellas ocasionadas por la presentación subclínica de la coccidiosis, con mayor relevancia el crecimiento subóptimo, la deficiente pigmentación y el deterioro de la conversión alimentaria.

Las particularidades que hacen a este parásito particularmente insidioso son:

El parásito se multiplica en el tracto gastrointestinal, causando daños tisulares con la consecuente interrupción de una correcta absorción de nutrientes, deshidratación, hemorragias, pérdida de pigmentación y aumento de la susceptibilidad hacia otros agentes patógenos (McDougald y Fitz-Coy, 2008).

A pesar de la considerable investigación realizada sobre la coccidiosis en las aves de corral, esta infección sigue siendo un problema importante en la producción intensiva avícola. Las mejoras en el manejo, el uso de vacunas y otras prácticas han ayudado a controlar las infecciones por coccidios, pero tradicionalmente el medio de control más comúnmente empleado ha sido el uso de medicamentos anticoccidianos. Con la prohibición de antimicrobianos en algunos países, una menor efectividad de algunos medicamentos debido a las resistencias desarrolladas y la creciente desaprobación del uso de antibióticos por parte del consumidor, los productores han sido presionados a buscar tratamientos alternativos.

Los anticoccidianos naturales que se encuentran en las plantas son una alternativa obvia y han mostrado resultados alentadores. Productos compuestos de mezclas de plantas, como Acacia concinna y Saccharum officinarum, han sido histórica y ampliamente utilizadas en la medicina tradicional.

Como contienen solo plantas naturales (secas y molidas), se puede garantizar que se tratan de productos seguros, adecuados para uso tanto en producción convencional como en producción orgánica, no estando sujeto a concesiones limitadas y reguladas para su inclusión. Por lo tanto, no hay limitaciones para las cantidades utilizadas ni el momento de la alimentación (es decir, pueden ser usados en todas las fases de crecimiento). Esto también permite que puedan ser usados con otros anticoccidianos sintéticos (programas de rotación) y con vacunas de coccidia. Y, debido a que su modo de acción es a través de diversos compuestos naturales que actúan de forma amplia y compleja y interactúan sinérgicamente, es improbable que conduzcan al desarrollo de resistencias por parte de los coccidios.

En las investigaciones y estudios de campo realizados con producto conteniendo estas plantas, se ha podido observar el beneficio que proporciona en términos de mejora de los parámetros productivos en las aves de corral a través del control de la carga parasitaria protozoaria, ya que actúa en el medio ambiente intestinal de las aves y como un promotor de una mayor inmunidad en términos de producción de anticuerpos.

Las plantas contienen muchos compuestos (llamados metabolitos secundarios) que éstas mismas pueden usar para sus propios fines (metabolismo, defensa, etc.). Cuando son ingeridos por animales como las aves de corral, estos compuestos pueden tener efectos sobre el metabolismo del animal. De hecho, muchos de los productos sintéticos actualmente en uso fueron creados a partir de la observación de compuestos presentes en las plantas que fueron aislados y luego sintetizados para reproducir los efectos de los productos naturales. A diferencia de un fármaco sintético con un solo mecanismo activo, los metabolitos activos en las plantas pueden ser muchos y actuar juntos sinérgicamente. Esto puede hacer que sea difícil determinar exactamente el modo de acción.

Anamika et al. (2017) analizaron Acacia concinna y encontraron que contenía 11,8% de saponinas. El principal efecto biológico de las saponinas se ha atribuido a su acción sobre las membranas donde tienen la capacidad de formar poros en las membranas. En particular, la capacidad de las saponinas para unirse al colesterol de membrana de las células protozoarias puede modificar la función y la estructura de la membrana y dar cuenta de su actividad anticoccidiana. Las saponinas naturales pueden causar la inhibición del desarrollo de protozoos al interactuar con el colesterol presente en la membrana celular del parásito, lo que resulta en su muerte (Wang et al., 1998).

La cantidad de colesterol de las membranas de los oocistos producidos por los coccidios son relativamente altas, lo que los convierte en objetivos atractivos para las saponinas. El contenido de colesterol de las paredes celulares de oocistos de E. tenella fue ~ 12% de lípidos, mientras que los de E. maxima fueron 15% de lípidos para oocistos no esporulados y 24% de lípidos para oocistos esporulados (Mai et al., 2009), y 18.5% de la pared celular total en E. necatrix (Patra et al., 2009).

Si bien el contenido de saponinas y taninos de esta mezcla de plantas parece proporcionar el principal modo de acción para el control de los coccidios, cabe destacar también que Saccharum officinarum también proporciona un beneficio adicional a través de un efecto inmunoestimulador. Los estudios han demostrado que S. officinarum puede mejorar la inmunidad protectora contra la coccidiosis (Awais et al., 2011). El extracto de caña de azúcar contiene un polisacárido que activa la ruta del Complemento del sistema inmune para aumentar la respuesta inmune a los coccidios (El-Abasy et al., 2003).  Saccharum officinarum es rico en compuestos fenólicos que han demostrado tener actividades antioxidantes y antiinflamatorias, así como efectos inhibidores sobre la esporulación de oocistos (Abbas et al., 2015).