Importancia de la protección del hígado en la producción de pollos de engorde

Actúa como un filtro que procesa y elimina las toxinas de los desechos producidos por el propio metabolismo, las toxinas y los productos químicos nocivos del medio ambiente. Una vez que se daña el hígado, esta función de defensa e inmunológica disminuye, lo que hará que el cuerpo sea más susceptible a las enfermedades. El uso de medicamentos y métodos para aumentar los nutrientes puede compensar la conversión de la desnutrición y la disminución de la función inmunológica causada por el daño hepático. Pero si no podemos solucionar el daño hepático, la solución anterior será inútil.

Es el principal órgano de almacenamiento de energía del cuerpo debido a los altos niveles de glucógeno (una fuente de carbohidratos) y vitaminas liposolubles (A, D, E, K) que es capaz de almacenar.

Desempeña un papel importante en la digestión y metabolización de nutrientes (carbohidratos, lípidos y proteínas) a partir de la estimulación de la síntesis de ácidos biliares.

El hígado tiene un papel clave como centro de una serie de actividades metabólicas y productivas. Su nivel de actividad será directamente proporcional al nivel en el que trabaja el metabolismo.

Esto implica que durante el crecimiento animal en sistemas de producción intensiva, el hígado está potencialmente expuesto a daños provocados por una amplia variedad de sustancias nocivas derivadas de diferentes procesos metabólicos y derivados de otros externos al propio organismo (xenobióticos).

Como consecuencia, en estas condiciones, la actividad hepática puede ser un factor limitante para la productividad. De esta forma, la utilización de un protector hepático en el pienso evitará que esta actividad disminuya, mejorando notablemente el rendimiento de la explotación.

Mejorar la integridad y regeneración de los hepatocitos optimizando la capacidad de desintoxicación del hígado. Permitirá una mejor neutralización de los efectos dañinos de las micotoxinas, metales pesados, pesticidas, antibióticos y otras sustancias como los promotores químicos del crecimiento, que pueden afectar la salud y el desempeño productivo.

Mejora la función hepática estimulando la actividad de las enzimas digestivas que aseguran un uso óptimo de los nutrientes: carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas liposolubles, aumentando la absorción intestinal.

En primer lugar, en las condiciones actuales de agricultura intensiva, existe una gran carga para el hígado animal. La secreción de bilis del cuerpo animal no es suficiente para satisfacer la utilización de nutrientes y las necesidades. La suplementación adicional es imprescindible. La suplementación de ácido biliar puede liberar la carga del hígado y promueve la secreción de bilis. Al mismo tiempo, ayuda a eliminar toxinas y metales pesados del hígado.

En segundo lugar, los ácidos biliares pueden mejorar la digestión y absorción de grasas. Según múltiples estudios, los ácidos biliares pueden aumentar la utilización de grasas en un 25%. Los ácidos biliares también pueden promover la absorción de nutrientes activando FXR (Bilz et al., 2006), FXR Desempeña un papel central en la síntesis, excreción y transporte de ácidos biliares y la regulación del metabolismo de lípidos, glucosa y energía (Chiang, 2009), y juega un papel importante en el mantenimiento del metabolismo lipídico normal y en el control de la inflamación. Además, los ácidos biliares pueden promover la síntesis de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), que es muy útil para el transporte de grasa desde el hígado y fundamentalmente previene la aparición de problemas de hígado graso.

Además, mejora la desintoxicación y la capacidad antiinflamatoria a través de receptores como FXR y GPAR1. El receptor FXR está relacionado con la capacidad de desintoxicación del hígado. El FXR puede regular la expresión de genes de desintoxicación y metabolismo y está estrechamente relacionado con el metabolismo de las micotoxinas (K. Noh, YM Kim, 2011). También protege al hígado del daño hepático causado por las micotoxinas. El papel de TGR5 es el receptor de membrana de los ácidos biliares, que regula el equilibrio de los ácidos biliares y el metabolismo de la glucosa, y la respuesta antiinflamatoria.