Evaluación del crecimiento del aparato reproductor de codornices mantenidas bajo fotoperíodo constante

En los últimos años la cotornicultura ha despertado gran interés entre los productores, empresas e investigadores, pues requiere inversión y mano de obra menores que otras actividades pecuarias, además de las cualidades productivas de las codornices. En la última década se ha notado un cambio en los hábitos alimenticios de la población, con un aumento en el consumo de huevos de codorniz, en restaurantes y "churrascarias" (N. del T.: restaurantes típicos brasileños especializados en variedad de carnes). Según los datos registrados por Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (IBGE), (2009), durante los años 2006 y 2007 se presentó una variación en la producción del 25.8%, saltando de 123.7 a 131.0 millones de docenas de huevos de codorniz. En 2008 se produjeron 157.8 millones de docenas, con un aumento del 20.4% con respecto a 2007. El aumento en la productividad se puede atribuir al uso de tecnologías en esta actividad y al aprovechamiento de la infraestructura y la experiencia de la industria de gallinas ponedoras en producción y comercialización.

La codorniz, que hoy se produce en cautiverio, es resultado de varios cruzamientos realizados en Japón y China, a partir de la subespecie silvestre Coturnix coturnix, de origen europeo. En Brasil estos animales fueron traídos por inmigrantes italianos y japoneses en la década de 1950. A partir de entonces, su producción se ha consolidado creando una fuente alternativa de alimento, bajo producción en granja.

Las codornices presentan características fisiológicas muy semejantes a las de las gallinas y es por eso que por lo general se someten a las mismas prácticas de manejo, con buenos resultados. En gallinas de postura es conocida la función de la luz artificial en los programas de iluminación, para aumentar el fotoperíodo y estimular la producción de huevos, considerando que las aves responden al estímulo lumínico.

Una de sus principales ventajas es la alta precocidad sexual, por lo que la postura comienza precozmente. En otras palabras, la producción de huevos se inicia en un período corto de tiempo, lo que garantiza el retorno financiero para el productor. En las aves, los órganos reproductores de la hembra son el ovario y el oviducto, cuya función primaria es la producción de una progenie viable, a través de huevos fértiles (Gilbert, 1967). Estos órganos se desarrollan solamente en el lado izquierdo de las aves adultas (King, 1986).

El huevo es uno de los alimentos más completos para el humano, pues en su composición incluye proteínas de excelente valor biológico, con la mayor parte de los aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y ácidos grasos (Austic y Nesheim, 1990).

Para iniciar la postura, las codornices deben desarrollar completamente las gónadas y alcanzar la madurez sexual. Se sabe que la edad en que entran en producción es alrededor de los 42 días, aunque este tiempo no se ha definido correctamente. El objetivo del presente trabajo fue analizar el desarrollo del ovario, la presencia de folículos y el tamaño del oviducto, para alcanzar la edad de comenzar la producción de huevos.

El trabajo se realizó en el laboratorio de bioquímica de la Universidad Federal de Santa María, campus CESNORS, localizado en la ciudad de Palmeira das Missões, RS, Brasil, a una latitud sur de 27° 53' 58" y una longitud oeste de 53° 26' 45", con una altitud de 634 m sobre el nivel del mar.

Se utilizaron 100 codornices que se sacrificaron por dislocación cervical durante 20 días, a razón de a razón de forma cinco aves por día, hasta un total de 100 análisis. Durante este período las codornices se sometieron a luz artificial con 2 campanas de lámparas incandescentes de 150 vatios (watts).

Para el sacrificio diario, los animales se tomaron aleatoriamente y se evaluaron con respecto a su peso, tamaño del oviducto, presencia o ausencia de folículo reclutado y números de folículos. El análisis de estos factores se realizó de la siguiente forma: sacrificio individual, pesaje, fotografía del animal con su peso, incisión con tijeras quirúrgicas, localización y medición del oviducto, análisis visual de presencia o ausencia de folículo reclutado y números de folículos visibles al ojo desnudo, fotografía del tamaño y análisis visual.

Los resultados obtenidos indican que de los días 16 a 28 de vida no hubo presencia de folículos preovulatorios en estas codornices. El día 29 se observó desarrollo folicular en uno de los cinco animales sacrificados. Esta codorniz pesaba 70.53 g y la longitud del oviducto era de 3.1 cm. El día 30 se observó la aparición de folículos preovulatorios pero los días 31 y 32 se observó la presencia de folículos solamente en el 20% de las codornices evaluadas. El día 33 del análisis se notó la presencia de 80% de folículos preovulatorios en el total de las cinco codornices sacrificadas, las cuales presentaban un peso medio de 86.78 g y una longitud media del oviducto de 2.9 cm. También se percibió que en los animales que presentaban desarrollo folicular, el tamaño del ovario era superior a 1 cm, mientras que en las codornices que no tenían desarrollo aún, el tamaño del ovario era inferior a 1 cm. La literatura indica que la madurez sexual de las codornices ocurre entre 35 y 42 días, en contra de lo observado por nosotros, pues detectamos desarrollo ya el día 29 de vida, según lo indica el Cuadro 1, que además presenta las medias de todas las codornices en los días de los análisis.

Cuadro 1. Diferentes edades en que se observaron las codornices

Al comparar los datos de las aves en que se encontraron folículos preovulatorios con la media general del día, se puede afirmar que los datos alcanzan relevancia solamente en los días finales de la evaluación, pues se observó un mayor número de animales con folículos preovulatorios, incluso el día 35 con tan sólo 20%.

Cuadro 2. Diferentes edades en que se observaron las codornices, pero incluyendo a los animales en que se encontró desarrollo del aparato reproductor

Con estos datos, podemos decir que sería equivocado hablar de 35 días, pues antes de esta edad ya se tiene un desarrollo acentuado en algunos animales evaluados, llegando a índices de 80% de presencia de folículos preovulatorios. Por ello, podemos cuestionar la fase de maduración bajo fotoperíodo constante.

Otro dato curioso fue que el día 33, una codorniz con peso de 43.45 g presentó folículos preovulatorios, incluso con un peso considerado bajo para que haya presencia de los mismo, pero de todas maneras se observaron, lo que nos permite llegar a la idea de que el peso corporal no interfiere con la maduración sexual de las codornices, pero sí el fotoperíodo, aunque es cierto que el peso corporal colabora y es un factor importante para los animales en postura, sólo que en este caso no interfirió con la madurez sexual del mismo individuo, creando algunas dudas sobre el desempeño individual de cada animal.

Con base en los resultados obtenidos, se concluye que el desarrollo gonadal sucede por la edad y no sufre interferencia del peso. La edad en que comenzaron a aparecer los primeros folículos fue 29 días. A los 33 días, más del 80% de los animales evaluados presentó desarrollo. No obstante, será necesario realizar estudios detallados sobre el desempeño de cada individuo, pues cada uno responde de manera diferente al medio en que se encuentra.

Austic RE & Nesheim MC. 1990. Poultry production. 13 ed. London: Lea Febiger.

Gilbert AB. 1967. Formation of the egg in the domestic chicken. pp. 111-180. In: Advances in Reproductive Physiology, vol 2. Mclaren A (ed.), Logos Press, London.

King AS. 1986. Aparelho urogenital das aves. pp.1813-1828. In: Sisson and Grossman's Anatomia dos Animais Domésticos, vol 2. Getty R (ed.) Interamericana, Rio de Janeiro.