Beneficios de la suplementación con Vitamina E natural

Después de casi 100 años de su descubrimiento, en 1922, hay prácticamente consenso que la suplementación con vitamina E es recomendada para la nutrición óptima de animales de producción y mascotas. Desde que se logró la síntesis de vitamina E, en 1938, en la forma de acetato de α-tocoferol, su suplementación dietética ha sido utilizada para garantizar la salud, fertilidad, productividad y longevidad de las diferentes especies. Sin embargo, investigaciones más recientes han suscitado incertidumbre si la suplementación con Vitamina E sintética (acetato de α-tocoferol) es el medio más eficiente y efectivo.

Ya existen evidencias de que las formas naturales de vitamina E (presente en la naturaleza en las formas de tocoferoles y tocotrienoles) pueden ser más eficientes y eficaces como suplemento que las formas sintéticas, proporcionando beneficios superiores a los del acetato de α-tocoferol.

La vitamina E (α-tocoferol) se reconoce como un potente antioxidante, esencial para el mantenimiento y la integridad de las membranas celulares y un compuesto eficaz para prevenir y tratar las condiciones de estrés oxidativo. Sin embargo, el α-tocoferol no funciona solo y requiere de otras formas de antioxidantes para ser reciclado, como ácido ascórbico (vitamina C), glutatión, superóxido dismutasa, etc., para funcionar completamente. De hecho, sin estos antioxidantes complementarios, el α-tocoferol puede convertirse en un pro-oxidante e iniciar la peroxidación de lípidos. En resumen, el α-tocoferol funciona mejor en un entorno que contiene muchos otros antioxidantes.

El termino vitamina E, en su estado natural, vegetal, se refiere a un grupo de compuestos liposolubles con actividades antioxidantes, que incluye 2 familias – tocoferoles y tocotrienoles, las cuales se dividen en 4 sub-familias – α (alfa), β (beta), γ (gama), y δ (delta), cada una con su propia actividad biológica (Figura 1).

El α-tocoferol producido por las plantas tiene solamente una configuración RRR en las posiciones 2, 4’ y 8’ de la molécula del α-tocoferol. La Vitamina E sintética es una mezcla de 8 estereoisómeros del α-tocoferol, que se originan a partir de tres carbonos quirales en las posiciones 2, 4’ y 8’: RRR-, RSR-, RRS-, RSS-, SRR-, SSR-, SRS- y SSS-α-tocoferol. Mientras que todos los estereoisómeros tienen una actividad antioxidante in vitro equivalente, solo las formas en la conformación-R en la posición 2 satisfacen los requerimientos de vitamina E. Por tanto, la Vitamina E sintética contiene solamente un 12,5% de RRR α-tocoferol, análogo a la forma natural.

Figura 1 – Vitamina E natural (familias y sub-familias) 

Ambas formas naturales y sintética de vitamina E son absorbidas por el intestino y transportadas por quilomicrones al hígado, esencialmente sin discriminación entre las diferentes formas. Sin embargo, una vez que llega al hígado, si hay una discriminación significativa en el transporte desde el hígado a los tejidos corporales. Una proteína del hígado, la proteína de transferencia de α-tocoferol (α-TTP), es responsable de transferir α-tocoferol del hígado y su distribución al resto del cuerpo. Esta proteína es específica para la forma natural RRR de α-tocoferol; es decir, puede transportar la forma RRR y poco, o nada, las otras formas. Estas otras formas posteriormente se metabolizan dentro del hígado y finalmente se excretan (Chung et al., 2015; Hosomi et al., 1997; Lim & Traber, 2007; Traber & Arai, 1999). 

El α-tocoferol natural (100% RRR) es totalmente transportado desde el hígado a los tejidos corporales, mientras la Vitamina E sintética (12.5% RRR α-tocoferol) es transferida en un grado mucho menor, con una gran proporción simplemente siendo metabolizada y excretada.

El α-tocoferol de origen natural ya está en la forma para ser absorbido al alcanzar el intestino. 

Por otro lado, el α-tocoferil (Vitamina E sintética) tiene que estar asociado a una molécula de acetato, necesaria para proporcionarle estabilidad en la premezcla o alimento, presentándose como acetato de α-tocoferil. Previa a la absorción intestinal de la Vitamina E sintética, el acetato debe escindirse mediante una esterasa pancreática, que resulta en la liberación del α-tocoferol, lo cual debe incorporarse en una fase lipídica, ya que es una vitamina liposoluble. Este paso adicional, requerido para la absorción intestinal, puede causar problemas para ciertos tipos de animales, como cerdos recién destetados y pollitos muy jóvenes, por el retraso en el tiempo de absorción en comparación con la vitamina E natural (Wilburn et al., 2008).

Numerosos informes científicos demuestran que, en cerdos, aves de corral y ganado, la combinación de compuestos polifenólicos y vitamina E resulta ser más efectiva en términos de actividad antioxidante que la vitamina E sola (Lipinski et al., 2017; Fotina et al., 2013). 

Herbal E® es una formulación herbácea donde se destacan entre sus componentes la Ocimum sanctum y la Emblica officinalis, hierbas reconocidas por sus efectos antioxidantes y protectores.

Siendo de origen natural, 100% del α-tocoferol contenido en Herbal E® tiene la configuración RRR, la forma que presenta mayor actividad biológica. Adicionalmente, Herbal E® contiene no solamente α-tocoferol, sino también todas las otras formas de vitamina E (tocoferoles y tocotrienoles), así como compuestos conocidos como fenil propanoides, que actúan sinérgicamente con la vitamina E, contribuyendo para su reciclaje y biodisponibilidad por más tiempo.

Las distintas formas de vitamina E presentes en Herbal E® están acomplejadas con fosfolípidos que les proporcionan estabilidad y una base lipídica para una mejor absorción intestinal.

Se plantea la sustitución de 1 a 1 en peso, o sea, 100 g de Herbal E® 50 reemplaza 100 g de Vitamina E 50 (sintética), que es soportada por ensayos experimentales y de campo.

Los estudios a continuación demuestran las respuestas de la suplementación dietética con Herbal E® en comparación con la Vitamina E sintética en parrilleros y en reproductores.

En el ensayo realizado por Chatterjee et al. (2006), Tabla 1, no hubo diferencias significativas entre aves alimentadas con 50 mg/kg de Herbal E® y con 100 mg/kg de Vitamina E sintética. Los niveles de vitamina E en hígado fueron más altos en las aves suplementadas con cualquiera de las fuentes de vitamina E, pero el nivel más alto se obtuvo con la suplementación de Herbal E®. Esta mayor concentración de vitamina E en el hígado es un indicador de la mayor biodisponibilidad de la vitamina E de Herbal E® y/o la reducción de su tasa de excreción en comparación con la Vitamina E sintética.

Dani et al. (2009), Tabla 2, observaron que el rendimiento de los pollos fue similar entre los grupos alimentados con Herbal E® y Vitamina E sintética, pero la mortalidad se redujo en las aves alimentadas con cualquiera de los niveles de Herbal E®.

En el estudio in vitro de Chatterjee y Agrawala (2005), Tabla 3, fue demostrado que Herbal E® 50 tiene alrededor de 3 veces más actividad antioxidante que el acetato de α-tocoferol (Vitamina E sintética). Fueron necesarios 0,071 µM/ml del acetato de α-tocoferol para inhibir el 50% de los radicales libres generados, mientras se requirió solamente 0,029 µM/ml Herbal E® 50 para hacer lo mismo en condiciones de estrés oxidativo inducido por hierro.

Los resultados del experimento de Das et al. (2009) muestran que Herbal E® 50 fue segura en ratas hasta 20 veces la dosis recomendada, las cuales no presentaron hematopoyesis, toxicidad renal o hepática después de 90 días de administración oral de Herbal E® 50.