El hombre no se ha dado (o no quiere darse) cuenta del impacto nocivo que esta causando al medio ambiente, del cual depende para su supervivencia, esta acabando con recursos que no son renovables, contamina agua, aire y suelos, destruye hábitat naturales, produce deforestación, erosión, sedimentación y desertificación, y su inclemente paso destructor no se detiene.
Específicamente hablando del recurso suelo la acción antropica también ha sido aterradora. Debido a diversos factores, como la sobrepoblación y la falta de educación ambiental, el hombre ha elegido usar más intensamente la tierra y para ello aplicar grandes cantidades de abonos químicos, los cuales producen acidificación, contaminación y esterilidad del suelo. Sumado a esto el uso constante de arados y máquinas lo erosionan y acaban con los microorganismos ligados al él. Los suelos del Departamento de Bolívar también han sufrido la incremente presión del hombre, desgastándolo a tal punto que muchas áreas se han tornado improductivos e infructíferas.
Dentro de la naturaleza hemos encontrado la respuesta a muchos problemas de contaminación orgánica y es justamente allí donde nace la LOMBRICULTURA como una respuesta simple, racional y económica no solo para la recuperación de suelos sino que además permite la obtención de alimentos naturales y saludables.
Estoy muy de acuerdo con su artículo, ojalá todos los profesionales agrícolas supiéramos eso, pero lamentablemente no es así... Sólo discrepo en que es una tecnología a largo plazo, pues se necesitan miles de millones de lombrices y un cambio radical de mentalidad en la política de transferencia agropecuaria, para pasar de ser técnicos recetarios a crear conocimiento; y la Lombricultura no es una tecnologÍa... es una forma de convivencia ya que ellas nos dan... pero nosotros tenemos que darles. es una simbiosis: tÚ me das y yo te doy... una relación ganar-ganar. Muchas gracias
