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recolección en cosecha gruesa

Eficiencia de recolección en cosecha gruesa. Soja, Maíz y Girasol

Publicado: 5 de abril de 2001
Por: Ing. Agr. M.Sc. Mario Bragachini, Ings. Agrs. Axel von Martini y Andrés Méndez. Proyecto Agricultura de Precisión INTA Manfredi
¿El avance tecnológico observado en el sistema productivo argentino y el fuerte crecimiento de la Siembra Directa complica la recolección?

El nivel tecnológico alcanzado por el productor argentino y el grado de equipamiento disponible permite alcanzar altos niveles de eficiencia durante la cosecha, aún en un planteo productivo de siembra directa.

Aspectos a tener en cuenta durante la cosecha en sistemas productivos en siembra directa continua:
  1. Evitar el tránsito de acoplados tolva por el rastrojo, descargar en cabeceras y ampliar la capacidad de la tolva de las cosechadoras.
  2. Utilizar neumáticos de baja presión de inflado en los acoplados y sin agua ni lastre en los tractores.
  3. No cosechar con excesiva humedad de suelo aun utilizando la cosechadora con neumáticos de alta flotación.
  4. Distribuir uniformemente la paja y granza que sale por la cola de la cosechadora.
  5. Cuando se cosecha soja para semilla es conveniente evaluar el daño mecánico producido al grano a través del método del hipoclorito que resulta sencillo y eficaz.
  6. Equipar a la cosechadora con monitor de pérdidas para chequear permanentemente la cantidad de grano que sale por la cola de la misma, realizar permanentes chequeos de calibración.
  7. Equipar a la cosechadora con monitor satelital de rendimiento, lo que permitirá grabar una valiosa información para mejorar el diagnóstico agronómico en los próximos cultivos.


Una cosechadora bien equipada y operada con eficiencia debe lograr granos limpios y sin daño mecánico, trabajar con niveles de pérdida por debajo de la tolerancia y dejar un rastrojo sin huellas, con una cobertura uniforme y entregar la información de la variabilidad del rendimiento en forma espacial a través del mapa de rendimiento.

En planteos de siembra directa continua el sistema de cosecha suele definir la cama de siembra del próximo cultivo, condicionando la implantación y el desarrollo radicular posterior.


¿Cómo está la Argentina en cuanto a eficiencia de cosecha en maíz, soja y girasol y cuánto se puede mejorar?

La fuerte concientización lograda por el Proyecto PROPECO del INTA durante los años 1990/95 se fue perdiendo, y hoy vuelve a tomar notoriedad y protagonismo debiso a varios factores confluyentes que agravan la problemática de cosecha y post cosecha en Argentina.


Cosecha de maíz

El área de siembra de maíz de la presente campañas de aproximadamente 3.200.000 ha de las cuales se cosecha el 85% para grano comercializado y las 640.000 ha restantes son destinadas a silaje de maíz o consumo directo, como grano húmedo o grano seco.

De las 2.860.000 ha cosechadas el promedio de pérdida ocasionado durante la cosecha, provoca una disminución promedio de 385 kg/ha que representan 5.5% del rendimiento potencial, equivalente a 1.101.100 toneladas valuadas en 88 millones de dólares, de los cuales se podrían recuperar en forma rápida, ajustando el momento de cosecha, el equipamiento y regulación del cabezal y cosechadora, unos 55 kg/ha, valuados en 12,6 millones de dólares por año, sin perder capacidad operativa.

MAIZPérdidasTolerancia para 5.000kg/ha
Tipos de pérdidasKg/ha%Kg/ha%
1. Precosecha650.900
2. Cosechadora3204.62103
2.1 Cabezal233721301.85
2.2 Cola8728801.15
TOTAL3855.52103.0

Rendimiento potencial promedio 7000 kg/ha, campaña 2000/01.

Dentro de las pérdidas por cabezal podemos determinar:

CABEZALPérdidas
Tipos de pérdidasKg/ha%
Espiga7733
Desgrane15667

Cosecha de soja

El área cosechable de soja estimada para la presente campaña es de 10.160.000 ha. y de mantenerse los actuales niveles de pérdida de 166 kg/ha, quedarían en el rastrojo 1.686.560 toneladas de soja valuadas en 303 millones de dólares, de los cuales mejorando un 20% la eficiencia de cosecha se recuperarían 60 millones de dólares que significan nada menos que 450 cosechadoras nuevas.

Tipo de pérdidas en soja (para un rendimiento promedio 2000/2001 de 2.700 Kg./ha.)

SOJAPérdidasTolerancia (2500 kg/ha)
Tipo de pérdidaskg/ha%Kg/ha%
Precosecha24,60,900
Cosechadora141,45,41054
TOTAL1666,41054
Cabezal11,578,27066,7
Cola29,921,83533,3


Metodología para determinación de pérdidas en maíz y soja. Precosecha

Soja

Las pérdidas de precosecha son las producidas por desgrane natural, por plantas volcadas y vainas ubicadas por debajo de la altura de corte, que no podrán ser recolectadas por el cabezal.

Para evaluar estas pérdidas, aplicar la siguiente metodología:

Eficiencia de recolección en cosecha gruesa. Soja, Maíz y Girasol - Image 1

En una zona representativa del lote, colocar cuidadosamente 4 aros de alambre de 56 cm de diámetro cada uno, que juntos representan un metro cuadrado. Recolectar los granos sueltos, las vainas sueltas y las que a nuestro juicio, no serán recolectadas por el cabezal.

Para determinar la pérdida de precosecha en kg/ha, contar todos los granos sueltos y los obtenidos de las vainas desgranadas, teniendo en cuenta que 60 granos medianos de soja o 10 gr/m2 representan 100 kg/ha de pérdida.


Maíz

Estas se pueden dividir en dos tipos:

  1. Espigas desprendidas de las plantas y ubicadas en el suelo.
  2. Espigas adheridas a plantas volcadas, que no pueden ser levantadas por el cabezal. A tal efecto, se considera que:
  • La plantas volcadas en la dirección de la hilera son recuperables en un 50 %, ya que la cosechadora levanta solo aquellos tallos caídos en el sentido de avance de la cosechadora, al presentar un punto de apoyo para ser tomados por las cadenas recolectoras.
  • Las plantas volcadas en sentido transversal a la hilera (de 45 a 90 ), son recuperables en su totalidad por el cabezal.

Para efectuar estas determinaciones se recomienda utilizar la siguiente metodología:

Eficiencia de recolección en cosecha gruesa. Soja, Maíz y Girasol - Image 2

  • En una zona representativa del lote y en dirección del surco, delimitar un rectángulo de 14,3 m de largo si el cultivo está sembrado a 0,70 m entre hileras, o de 19 m si está sembrado a 0,525 m, por el ancho del cabezal a utilizar.
  • Juntar las espigas desprendidas de la planta, que no puede levantar el cabezal.
  • Dividir el número de espigas por el número de hileras del cabezal.
  • El valor obtenido multiplicado por 150 (*) equivale a la cantidad de kg/ha de maíz que se pierden en precosecha.
Nº de espigas juntadas
----------------------------------- x 150 = Perdidas de precosecha en Kg./ha.
Nº de hileras del cabezal

(* ) 150 g es el peso promedio de los granos de una espiga. Este coeficiente puede variar con el cultivo, 150 es un valor promedio.

Pérdidas por cola (soja y maíz) con equipamiento de triturador más esparcidor.

Se determinan arrojando cuatro aros ciegos después del paso del cabezal y antes que caiga el material por la cola, uno por debajo del cajón de zarandas de la cosechadora (zona central) y los restantes 3 aros en el área del cabezal.

De la parte superior de los cuatro aros se recolectan los granos sueltos y lo obtenido de las vainas no trilladas. Para soja 60 granos o 10 gramos recogidos en los cuatro aros ciegos representan 100 kg/ha de pérdida por cola. Para maíz 33 granos o 10 gramos recogidos en 1 m2 representan 100 kg/ha de pérdidas.

Eficiencia de recolección en cosecha gruesa. Soja, Maíz y Girasol - Image 3


Pérdidas por espigas

Una vez que pasó la cosechadora y en el mismo rectángulo delimitado para evaluar las pérdidas de precosecha se recogen las espigas que quedaron sin cosechar. El número de espigas recolectadas se divide por el número de surcos del cabezal, este número multiplicado por 150 nos indica la cantidad de kg/ha de maíz que se pierden por una deficiente recolección de espigas por el cabezal.


Pérdidas por cabezal

Para determinar las pérdidas por cabezal es necesario recoger todos los granos sueltos y los obtenidos de las vainas desgranadas que hayan quedado por debajo de los cuatro aros ciegos, obteniendo así la muestra de un metro cuadrado que contiene la pérdida de cabezal más la pérdida de precosecha (lo que ya estaba caído en el suelo). Posteriormente, para obtener las pérdidas por cabezal, se le deben restar las pérdidas de precosecha.

Hay que tener en cuenta que 60 granos medianos de soja o 10 gramos/m² representan una pérdida de 100 kg/ha, siendo la tolerancia de 42 granos de pérdida total por cosechadora. Para el caso de maíz 33 granos o 10 gr/m2 representan 100 kg/ha de pérdidas.

Para obtener un dato más confiable, se recomienda realizar por lo menos 3 repeticiones, de acuerdo a la desuniformidad del cultivo y promediar los resultados de las evaluaciones.

El operador puede detectar las fallas de su cosechadora observando el rastrojo de su cultivo, o bien mediante dispositivos electrónicos ubicados en la cola de la máquina que emiten una señal que es recibida por un monitor ubicado dentro de la cabina.

Eficiencia de recolección en cosecha gruesa. Soja, Maíz y Girasol - Image 4


Resumen
MAÍZSOJA
Pérdidas por espigaPérdidas por cabezal
++
Pérdidas por cabezalPérdidas por cola
+=
Pérdidas por colaPérdidas de cosechadora
=+
Pérdidas de cosechadoraPérdidas de precosecha
+=
Pérdidas de precosechaPÉRDIDAS TOTALES
=
PÉRDIDAS TOTALES

Los granos que por eficiencia de cosecha van a la tolva de la cosechadora, pueden ser redistribuidos entre el dueño de la máquina y el propietario del lote, en cambio los granos perdidos son irrecuperables por ambos interesados.


Cosecha de girasol

En el caso del cultivo de girasol el área de siembra en la campaña 2000/01 se redujo en un 40% alcanzando apenas las 2.160.000 has. Anualmente se pierden unas 100.000 has casi en su totalidad por vuelco o inundaciones, donde la cosechadora no llega a ingresar al lote.

De las 2.060.000 has que se esperan cosechar, de mantenerse las pérdidas de cosecha, estimada en promedio 134 kg/ha, quedarían en el rastrojo unas 276.000 toneladas, valuadas en 43 millones de dólares, de los cuales se podrían recuperar con el equipamiento actual unos 9 millones de dólares, cifra que triplica la inversión realizada en cabezales girasoleros para el año 1999, que fue de 2,5 millones de dólares.

GIRASOLPérdidasTolerancia (2000 kg/ha)
Tipo de pérdidaskg/ha%Kg/ha%
Precosecha331.600
Cosechadora1015.1804
TOTAL1346.7804
Cabezal6968552.6
Cola3232281.4

Causas de las elevadas pérdidas en girasol

  • Demora en el inicio de la cosecha.
  • Cultivos volcados y quebrados por viento.
  • Excesiva velocidad de avance de la cosechadora por insuficiente ancho de los cabezales para el índice de alimentación de las cosechadoras modernas.
  • Cultivos desparejos tanto en altura, diámetro de capítulos, humedad de grano y de capítulos ( desuniformidad de espaciamiento de siembra por escasa utilización de las sembradoras neumáticas).
  • Inadecuado equipamiento y regulación de los cabezales y del sistema de trilla, separación y limpieza.
  • Reducido número de cabezales con regulaciones de altura, avance y velocidad de molinete, desde el puesto de comando en tiempo real, que permiten adaptar el mismo a las diferentes situaciones del cultivo.
  • Poca concientización de parte del productor y contratista de la utilidad de las mediciones frecuentes de pérdidas con la metodología de los aros. Nadie puede estimar con aproximación sino realiza mediciones y recuentos en forma permanente.

Las mediciones de pérdida en girasol son idénticas a las explicadas para maíz, solo que se debe reemplazar el N° de espigas de maíz y su peso, por el peso promedio de los granos contenidos en un capítulo de tamaño mediano que es de 40 gramos.

En el caso del desgrane de precosecha, o bien del cabezal, o el que queda sobre el aro ciego para cuantificarlo se debe tener en cuenta que 140 granos medianos de girasol pesan 10 gramos y que 10 gramos en 1 m2 representan 100 kg/ha de pérdida. Si los valores de pérdida de cosechadora arrojan más de 80 kg/ha, se deberá analizar el estado del cultivo, si esta presenta normalidad y no es la causa de las elevadas pérdidas, regular la cosechadora y el cabezal para lograr bajar a los valores tolerables.


¿Cuáles son las causas de las elevadas pérdidas frente al avance tecnológico experimentado en las cosechadoras de última generación?

Si se tiene en cuenta que en los 3 principales cultivos de cosecha gruesa (soja, maíz y girasol) anualmente quedan en el rastrojo 303, 88 y 42 millones de dólares respectivamente, totalizando 433 millones de dólares, y que en todos los casos con leves mejoras de equipamiento y regulación se podrían bajar en forma fácil y rápida un 20 %, ello representaría 87 millones de dólares por año, siendo una cifra cercana a los 93,5 millones de dólares invertidos en reposición en el año 1999, (cosechadoras 75 millones, cabezales maiceros 16 millones y 2.5 millones en cabezales girasoleros).

Es conveniente para todo el sistema recuperar rápidamente la rentabilidad de los contratistas de cosecha, y posibilitar la reposición ideal del parque de cosechadoras que hoy está casi en un 50% del valor histórico, habiendo ampliado el área de siembra, con más de 10 millones de has de soja, y habiendo superado los 10 millones de hectáreas de siembra directa entre los cultivos principales. El sistema productivo actual demanda a la cosechadora ya no solo que coseche el grano, sino que lo haga evitando compactar el suelo y dejando uniforme el rastrojo en cuanto a la paja y granza que sale por la cola de la cosechadora, que descargue el grano en cabeceras y que coseche datos a través del monitor de rendimiento. La siembra directa reduce la eficiencia de cosecha de soja en 15% aproximadamente, en un promedio entre soja de 1° y soja de 2° sobre trigo. Esto se debe asumir como una realidad, lo que significa algo muy importante a tener en cuenta en el balance de disponibilidad de cosechadoras, y el otro factor a tener en cuenta es que las cosechadoras cosechan toneladas por hora y no hectáreas, y Argentina pasó de 35 a 65 millones de toneladas de grano en los últimos años y eso significa un incremento de la demanda de cosechadoras del orden del 70% cuando paradójicamente las ventas de cosechadoras siguieron una evolución negativa.

Evolución de las ventas de cosechadoras en el último quinquenio

AñoN° de cosechadorasMillones de dólares
19961560166
19971706190
19981450185
199971075
200068070

Promedio del quinquenio: 1221 cosechadoras/ año
Año 2000: 45% menos

La ecuación de una demanda creciente de cosecha, con mayor exigencia tecnológica, frente a una fuerte caída en la inversión en reposición de cosechadoras y cabezales (45% menos que el promedio del quinquenio) a consecuencia de la caída de la rentabilidad de los contratistas de cosecha, marcan una realidad preocupante, que define al sistema productivo argentino como muy vulnerable frente a situaciones climáticas medianamente adversas. Un ejemplo de esto es lo ocurrido en la pasada campaña (99/00) donde las inclemencias climáticas ocasionaron un retraso de cosecha de 25 días, lo que provocó un aumento considerable de las pérdidas cuantitativas de los 3 principales cultivos de cosecha gruesa, en soja, maíz y girasol, del orden de 900 millones de dólares, a ello se le debe añadir una cifra importante debido a la pérdida de calidad del grano cosechado. O sea que de las pérdidas promedio de 433 millones de dólares de los 3 cultivos mencionados, en la pasada campaña, se le añadieron 467 millones más debido al retraso de cosecha por problemas climáticos.

La realidad argentina indica un fuerte crecimiento tecnológico en todos los aspectos productivos, genéticos, de manejo de suelo y agua con siembra directa, fertilización, en control de malezas y enfermedades, biotecnología, doble cultivo, ampliación de la frontera agropecuaria, todo ello permitió el espectacular aumento productivo que hoy vivimos con un posible récord de producción de granos, superando los 65 millones de toneladas, y con 25 millones de toneladas de soja, para la presente campaña.

Existen aspectos del sistema productivo que indica una baja sustentabilidad del sistema, como la alta proporción de monocultivo de soja, la estrepitosa caída de la fertilidad química de los suelos, las pocas iniciativas de incorporarle valor agregado a los commodities, la falta de fomento hacia la creatividad de nuevas alternativas laborales para los pequeños empresarios rurales. Retomando el tema de la recolección de grano, es muy preocupante la mala relación entre la oferta y demanda de equipos de cosecha existente agravada cada día más, lo que impide cosechar en tiempo y forma aumentando el riesgo climático que implican altas pérdidas en cantidad y calidad de grano, sumado a los problemas de falta de infraestructura de transporte, acondicionamiento de grano, el poco esfuerzo realizado para preservar e identificar calidad de grano, provocan el surgimiento de tecnologías de transición como el almacenamiento temporario en bolsas de plástico, que si bien representa una solución actual no deja de ser una tecnología en transición hacia el cambio definitivo y necesario que es instalar plantas de almacenaje y acondicionado con sistemas cooperativos cerrados al estilo de EE.UU.; un nuevo concepto de asociativismo donde se definan proporcionalmente los beneficios y compromisos de cada productor.

Argentina no está preparada con logística de cosecha y post cosecha para producir 65 millones de toneladas, por ello presenta una alta vulnerabilidad frente a cambios climáticos y de mercado, desaprovechando también las oportunidades de nichos de mercado de productos diferenciados.

El estado puede apoyar y facilitar la búsqueda de la solución pero los empresarios agropecuarios deben asumir el riesgo que significa invertir en infraestructura de cosecha y post cosecha, tranqueras adentro y tranqueras afuera, con la ayuda del estado.

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