Ley de semillas en Argentina, hablemos de lo que hay que hablar….de plata

El 16 de noviembre pasado, El CADIA (Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos) fue invitado a participar de una reunión informativa sobre el tema “nueva ley de semillas”, en la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja.
 

Debo dejar aclarado antes de proseguir, que lo que sigue son opiniones a título personal  y no involucra a la institución a la que pertenezco, que debo decir orgullosamente, posee colegas con opiniones diversas sobre este y muchos otros temas más.

En la reunión referida,  como pude ver,  hay dos bandos bien definidos y solamente reconciliables en los principios básicos. En la aceptación de la necesidad de remunerar convenientemente la investigación en tecnología. Que las investigaciones no son gratuitas y que, de no ser remuneradas convenientemente la tendencia natural es al desaliento. 

Las dificultades en llegar a un acuerdo, surgen cuando se empieza a hablar “de plata”:

Podemos dejar aclarado en forma taxativa que:

1 - Si bien las variedades transgénicas han contribuido a un aumento de la producción, DE NINGÚN MODO SON EL FACTOR MÁS IMPORTANTE EN LOS AVANCES OBTENIDOS. Hay mucha otra tecnología aplicada, generadas por nuestros colegas, aplicadas en cada ambiente, optimizando la potencialidad de cada variedad. 

2 - De hecho, no hace falta abundar con argumentos sobre esta cuestión; una misma variedad, incluso una misma partida de semilla, se comporta de modo distinto en iguales ambientes pero ante distintos manejos.

3 -  Que  la cuestión a dirimir “modificando una ley”, podría ser tratada mediante el plexo legal existente.

4 - Que el cerno de la discusión se desplaza al terreno pantanoso de la propiedad intelectual, de por sí muy difícil de definir en lo referido a invenciones. CUANTO MÁS LO HA DE SER PARA RECLAMAR PROPIEDAD INTELECTUAL SOBRE


PROCEDIMIENTOS. 

Se presentan tres grandes grupos de especies vegetales sobre las que se da la discusión:

Heterógamas (fecundación abierta) en estas no hay discusión posible pues son hibridaciones que no se pueden reproducir exitosamente.  (maíz)Cuando se pretende usar el grano obtenido como semilla en la siguiente campaña, aparece una enorme dispersión genética de características disimiles de los materiales genéticos intervinientes en la hibridación.

Autogamas (fecundación cerrada, se auto fecundan) en donde hay una mayor homogeneidad genética y si es posible reproducirlas sin grandes variaciones pero tampoco indefinidamente. (trigo y soja).

Reproducciones agámicas. Para decirlo en términos comprensibles para los profanos. “Propagación por estaca o gajo”, como los malvones de la abuela.  E.g.: Papa, batata, caña de azúcar, cítricos, frutales de carozo y pepita, vid, olivo, álamo, sauce, mimbres, nogales, etc.; muchos de estos por injertación de yemas o partes de tejidos vivos.

Estos dos últimos grupos, son aquellos en los que sus obtentores, están en derecho comercial de reclamar autoría o incorporar en el precio, los costos de su obtención y desarrollo.

5 - Que el grupo de las Autogamas (especialmente  soja) hayan ocupado un porcentaje mayor en nuestras exportaciones, no quiere decir que esto se haya producido debido  la condición de su transgenicidad. Tal vez todo por el contrario, muchos países desistieron de proveerse en el nuestro,  por esa misma causa (sea esto razonable o no, debemos señalarlo).

Esa supremacía, se dio en virtud de una demanda circunstancial del mercado mundial. De haber sido más demandado el maíz (heterógama), la situación hubiese sido la inversa.

6 – Que en el caso de la soja, la adaptación a condiciones de temperaturas más bajas haya sido producto del mejoramiento de los últimos tiempos, sino  a trabajos de selección que vienen ocurriendo desde hace 40 años.

7 - Que la frontera agrícola se haya corrido hacia el oeste, donde en otros tiempos era imposible sembrar nada, NO HA SIDO POR VIRTUD DE LAS NUEVAS VARIEDADES, (hayan sido estas obtenidas por el método que fuere), SINO POR UN NUEVO

RÉGIMEN DE LLUVIAS que así como complica al país con inundaciones y desbordes en la cuenca central, favorece el corrimiento hacia zonas donde otrora solo “VOLABAN LOS CARDOS RUSOS”.  

8 - Como hoy sabemos, el clima es cambiante y cíclico. Lo que hoy es, dentro de una década, tal vez antes, deje de serlo.

Por eso la responsabilidad de los legisladores, es hacer una ley que al momento de promulgarla sea lo suficientemente sabia para superar al tiempo, tal como la que hoy nos rige.

Nos permitimos recordar, que las leyes formales, escritas y promulgadas,  deben apoyarse indisolublemente sobre las leyes consuetudinarias, por los usos y las costumbres del pueblo que convoca y unge a los parlamentarios.

Las leyes que pretenden desconocer o mal interpretar las leyes tácitas, no escritas del  saber común de un pueblo, están condenadas a ser soslayadas, cuando no JUSTAMENTE VIOLADAS, por ajenas y extemporáneas.

Al momento de arribar a algún acuerdo sobre cómo debe ser el modo de retribuir la investigación y desarrollo de nuevas variedades, por el método que fuere; convendría no apartarse de lo que regulan las leyes argentinas sobre las transacciones comerciales y contratos privados.

No perder de vista en ningún momento que Hay dos maneras de ver las cosas:

Los principios éticos, son permanentes. REFLEJAN EN GENERAL LOS INTERESES COMUNES PERMANENTES, DEL PUEBLO DE UNA NACIÓN.

Los intereses circunstanciales, DURAN LO QUE DURAN LAS CIRCUNSTANCIAS.

Hoy parece ser que  se  reclama un “LAUDO” con forma de ley, para zanjar una diferencia comercial. 

Creo que se han equivocado de poder al cual acudir para pedir LAUDO.

Si un consenso hay en esta disputa, es que el trabajo técnico científico, debe recibir el pago que sus actores  consideren que vale. Que el riesgo comercial es inmanente a cualquier actividad lucrativa. NO PUEDE ESTABLECERSE “POR LEY”, la satisfacción comercial. 

Luego, EL MERCADO, determinará si le conviene, en qué proporción, si existen o no alternativas, o sucedáneos. Pero ese mercado, compuesto por miles de demandantes y tan solo un grupo de oferentes, debe desenvolverse dentro de la Constitución y las leyes vigentes en nuestro país. 

 

Recordemos por ejemplo, que no se concibe como un acto comercial perfecto, si no existe “EXPRESA CONFORMIDAD DE AMBAS PARTES”. Y ESTO FORMA PARTE DE NUESTRO CÓDIGO DE COMERCIO Y BASICAMENTE DE NUESTROS CÓDIGOS CONSUETUDINARIOS.

 

Me gustaría recomendarle a los legisladores  que no “se dejen pechar” para hacerlos entrar en el brete. Si luego la ley resultante “resulta un mamarracho” serán Uds. A los que se les echará la culpa. 

También conviene tener claro que esta ley que hoy se desea crear, no puede nacer sin la más extendida amplitud. Si ya nace considerando muchas excepciones es que “adolece de sentido de la justicia”. Partamos del principio jurisprudencial argentino de la igualdad ante la ley.

Creo  que parte de los dolores de gestación de esta pretendida nueva ley sobre semillas, tienen su origen en la ostensible inoperancia de los organismos encargados del control y certificaciones, y no arrancan de ahora sino que viene de tiempo atrás. De no proveer al cumplimiento de la ley ya existente

Curiosamente me da la sensación de que organismos del estado no son todo lo imparciales que debieran. Deseo profundamente estar equivocado.

Otro ítem delicado, son las llamadas uniones operativas de lo estatal con lo privado. 

La comisión  de  Agricultura y Ganadería y en lo que a su área se refiere, deberá impulsar del modo que consideren idóneo; la auditoría  y seguimiento  de los resultados de dichas uniones operativas entre Estado y privados. 

No se debe permitir que se reiteren las empresas o emprendimiento mixtos en donde EL ESTADO ES EL SOCIO BOBO QUE CORRE CON LOS GASTOS Y LAS PÉRDIDAS, Y LOS PRIVADOS CON LOS BENEFICIOS. 

Es necesario disipar las sospechas que es inevitable, asalten a los ciudadanos. El que se quemó con leche……….

COMO DECÍA UN VIEJO GENERAL: ACÁ TODOS SON BUENOS MUCHACHOS, PERO SI SE LOS VIGILA, SON MEJORES.