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Inoculantes Palaversich

Evaluación de la inoculación con bacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico y promotoras del crecimiento en soja

Publicado: 29 de agosto de 2012
Por: Inoculantes Palaversich
INOCULANTES PALAVERSICH SOJA: ZONA Fortín Tiburcio
Resultados de Campaña  2010-11
En el actual contexto de demanda creciente de alimentos, la fertilización biológica emerge como una tecnología de potencial impacto en la producción sustentable de forrajes y granos, que permitiría adicionalmente reducir los costos de producción y la contaminación ambiental.
La semilla de soja posee un alto contenido de nitrógeno (N) en comparación con el resto de los cultivos de grano (6.5%, para un contenido de proteína del 40% del peso del grano). Por cada tonelada de grano de soja producido se requieren 80 kg de N. Como consecuencia del uso intensivo que reciben los recursos es de esperar que la mayoría de los suelos no logren aportar la cantidad de N que un cultivo de soja de alto rendimiento necesita. Las leguminosas, y a diferencia de otros cultivos, tienen la ventaja de poder asociarse a bacterias fijadoras de N que les permite a través de un proceso de simbiosis, complementar al N derivado del suelo, con el provisto por la atmósfera. Con la aplicación de un inoculante de alta calidad se pueden obtener por fijación simbiótica, hasta 160 kg N ha-1, equivalentes a fertilizar con 320 kg ha-1 de urea. Si se considera el alto costo económico y ambiental que representa la fertilización química, cobra especial relevancia el suministro de N a través de la asociación simbiótica de la planta de soja con la bacteria Bradyrhizobium japonicum. Para lograr buenos resultados con la inoculación de la semilla de soja, es necesario respetar las recomendaciones de inoculación, usar inoculantes de alta calidad que aseguren altas concentraciones de bacterias seleccionadas, altamente infectivas y eficientes, a partir de la germinación.
Además de la asociación simbiótica de la planta de soja con bacterias, esta planta puede interaccionar beneficiosamente con otros microorganismos, sin establecer simbiosis, tal es el caso de las bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR). Se ha comprobado que estos microorganismos pueden afectar el crecimiento vegetal en dos formas: indirecta e directamente. En el primer caso, las PGPR reducen y/o anulan los efectos nocivos de uno o varios organismos fitoopatógenos a través, por ejemplo, de la producción de sustancias biocidas. Los efectos directos, se dan vía varios procesos: producción de fitoreguladores tales como auxinas, citocininas y giberelinas, fijación de N atmosférico y absorción incrementada de agua y minerales.
Dentro de las PGPR más estudiadas científicamente se hallan:
a) Pseudomonas fluorescens especie que tiene mecanismos que posibilita la liberación a la solución del suelo de fosfatos que son utilizados por los microorganismos y las plantas para su nutrición.
b) Azospirillum brasiliense son bacterias fijadoras libres, ya que capturan el nitrógeno atmosférico y lo dejan disponible en el suelo, el cual puede ser tomado por los vegetales.
Los objetivos del presente trabajo fueron estudiar los impactos que tienen en el cultivo de soja el uso de curasemillas, la fertilización nitrogenada y la inoculación con bacterias fijadoras de N y promotoras del crecimiento sobre el cultivo de soja.
Materiales y Métodos
Durante la campaña 2010-2011, fue llevado a cabo un ensayo en la localidad de Fortín Tiburcio, perteneciente al partido de Junín (34º 35´ S- 60º 56´ O), provincia de Buenos Aires. El suelo fue clasificado como Hapludol típico.
El lote utilizado tenía como antecesor maíz.
 Tratamientos:
Semilla sin funguicida y sin inoculante: Testigo
Semilla sin funguicida y sin inoculante. En V1 el cultivo recibió Nitrógeno (urea): Testigo fertilizado.
Semilla con funguicida, sin inoculante: Testigo con fungicida
Semilla con funguicida, sin inoculante. Fertilizado en V1 con Nitrógeno (urea): Trestigo fertilizado + fungicida.
Pack Protector
Pack Protector Turbo
Tratamiento del ensayo: aplicaciones y labores
A mediados del mes de Junio, se aplicó 70 kg ha-1 de Superfosfato Triple de Calcio, al voleo en todo el lote. Todos los tratamientos recibieron fertilización fosforada a la siembra, la dosis utilizada fue 65 kg ha-1 de Superfosfato Triple de Calcio, en la línea de siembra.
Previo a la siembra, los tratamientos inoculados fueron tratados con 176 cm3 de protector + 240 cm3 de cada inoculante, aplicados a 100 kg de semilla de soja. Para curar la semilla se empleo el funguicida Palaversich SuperPlus (Thiram 12.5% + Carbendazim 12.5%) según dosis y recomendaciones del marbete. Aquellos tratamientos fertilizados con N, se fertilizaron con una dosis equivalente al requerimiento de 5 t ha-1, y teniendo en cuenta el aporte del suelo pero sin considerar el suministro de bacterias naturalizadas, recibiendo 700 kg Urea ha-1. La variedad sembrada fue DM 4250, con una densidad de 47.6 plantas m-2, siendo 52.5 cm la distancia entre líneas. La siembra se realizó el 2 de noviembre.
Durante el barbecho las malezas fueron controladas mediante la aplicación de 2.8 l ha-1 de Glifosato (48%), Metsulfuron Metil (60%) 5.7 g ha-1, 2-4D (100%) 330 cm3 ha-1 y Sistemax. 120 cm3 ha-1. Luego de la emergencia del cultivo se realizaron dos aplicaciones para controlar las malezas, en la primera se usó 3.5 l ha-1 de Glifosato (48%) y antes del cierre del surco del cultivo se aplicó 2.7 l ha-1 de Glifosato (48%), en ambos casos se agregó 120 cm3 ha-1 de Sistemax.
En el estado de R2 fue necesario el control de arañuelas. La aplicación se realizó con pulverizador terrestre y se utilizó 220 cm3 ha-1 de Abamectina (1.8%) y Rizo-oil 0.5 l ha-1. La recolección se realizó manualmente el 1 de abril.
Condiciones climáticas
ara el análisis de las precipitaciones se consideró el lapso de tiempo transcurrido desde el 21 de junio de 2010, fecha de inicio del barbecho, hasta el 1 de abril de 2011 día de cosecha del ensayo. Si se compara la lluvia acumulada en la campaña 2010-11 con la media histórica de Junín de los últimos 30 años, se halla que hasta fines de octubre la lluvia acumulada fue superior en la campaña 2010-11. En el mes de noviembre las lluvias fueron exiguas, convirtiéndose en el noviembre más seco desde que se recopila información climática en la zona. A partir de este momento el cultivo comenzó a sentir el efecto de "La Niña", reflejándose en la figura 1en la posición de las curvas. A partir de mediados de enero las lluvias comenzaron a tener una mayor frecuencia, evidenciándose en el acercamiento de las curvas. Si bien la campaña se presento más seca de lo normal, la cosecha lograda fue superior a la estimada, posiblemente gracias a la distribución de las lluvias (Figura 1).
Evaluación de la inoculación con bacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico y promotoras del crecimiento en soja - Image 1
Evaluación de la inoculación con bacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico y promotoras del crecimiento en soja - Image 2
Para realizar un análisis más profundo de la influencia de las precipitaciones sobre la productividad del cultivo de soja, se dividió el ciclo del cultivo en cuatro momentos y se comparó la campaña 2010-11 contra la media histórica. Se observó que en el barbecho y durante el período crítico la lluvia acumulada fue superior en la campaña 2010-11, y en las demás etapas marcadamente inferior. El balance negativo fue máximo entre siembra e inicios del período crítico. Considerando la evolución de la temperatura, se distinguen dos situaciones. En la primera que abarca desde siembra hasta inicios del período crítico, donde la curva de la temperatura de la campaña 2010-11 se mantuvo por encima de la que representa la media histórica, y después otro escenario en donde las curvas modifican su ubicación.
Evaluación de la inoculación con bacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico y promotoras del crecimiento en soja - Image 3
En lo relativo a la radiación, como no se pudo contar con el registro de radiación solar incidente (intensidad de la radiación), se utilizó la heliofanía relativa que es el cociente entre la heliofanía efectiva y la heliofanía teórica astronómica. La heliofanía efectiva es el período de tiempo (expresado en horas) durante el cual el lugar de observación ha recibido radiación solar directa.
La heliofanía teórica astronómica se define como el máximo período de tiempo (expresado en horas) durante el cual se podría recibir radiación solar directa, independientemente de las obstrucciones causadas por fenómenos meteorológicos o relieves topográficos, para un lugar y fecha determinados. Durante el período crítico la heliofanía teórica astronómica era de 14.5 h, y la heliofanía relativa promedio durante ese lapso fue del 73%. En esta etapa la frecuencia de días con heliofanía relativa menor al 50%, fue de 1.6 de cada 10 días.
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Resultados
Efecto sobre la nodulación
Tanto en la raíz principal como en las raíces secundarias se registró un incremento del número de nódulos desde V4 a R5. Todos los tratamientos mostraron un aumento mayor en las raíces laterales respecto a la raíz principal, en promedio 282 % versus 61%, respectivamente.
En la raíz principal el incremento fue muy alto, del orden del 95%, en los tratamientos Curasemilla, Inoculante Turbo e Inoculante Tradicional, y notablemente inferior en los fertilizados con urea. En las raíces laterales es de espectacular magnitud el incremento hallado en el Inoculante Turbo.
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Efectos sobre el rendimiento
El rendimiento fluctuó entre 3713 kg ha-1 y 4296 kg ha-1. Los tratamientos Testigo, Curasemilla e Inoculante Turbo no difieren entre sí pero si lo hicieron con respecto al Testigo + N. Es de destacar que la dosis de nitrógeno utilizada, tuvo un fin exploratorio en cuanto a su efecto en distintos parámetros, pero es económicamente es inviable. Si excluimos del análisis los dos tratamientos fertilizados con urea, existe en promedio 166 kg ha-1 de respuesta a la inoculación. De acuerdo a la bibliografía de referencia que cita ensayos entre 1990 a 2004, en suelos con historia de soja, inoculando con cepas altamente eficientes y métodos de inoculación apropiados, se observó respuesta positiva en un 85% de los casos y el valor promedio fue de aproximadamente 290 kg ha-1, y similar valor se halló dentro de la región donde se llevó a cabo el actual experimento. Concluyendo que aun considerando mínimos aumentos medios, 150 kg ha-1 (como el observado en el Sur de Santa Fé) la relación costo/beneficio resulta favorable a la inoculación.
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