Inoculación: Claves para optimizar el aporte de nitrógeno

Cuando hablamos de inoculantes, debemos entender que nos referimos a productos formulados con microorganismos vivos, benéficos, que aportan nutrientes y promueven el mejor desarrollo de los cultivos. En el caso del cultivo de soja, la práctica de inoculación se ha difundido ampliamente debido a los excelentes resultados que se han obtenido. Desde INTA se han publicado los resultados de las ultimas 16 campañas que muestran un incremento promedio de 240kg por há y se estima que aproximadamente 100kg de nitrógeno por ha provienen de la fijación biológica de nitrógeno.

En Barenbrug creemos importante destacar que la elección del inoculante, la técnica empleada de inoculación y el manejo de la semilla tratada son claves para lograr el máximo aporte de nitrógeno al cultivo.

Como recomendaciones generales que hacen a la buena utilización de un producto biológico podemos mencionar:

Seguir siempre las indicaciones del fabricante a la hora de manipular el producto. No someter el inoculante a temperaturas superiores a 25C°, no exponer el producto a la luz solar directa. Verificar siempre la fecha de vencimiento antes de utilizar.
No utilizar inoculantes cuyos envases hayan sido abiertos previamente o su envase tenga perdidas visibles. No utilizar otro tipo de productos tales como fungicidas, fertilizantes o aditivos que no sean los recomendados por el fabricante del inoculante.
No inocular con varios días de anticipación a la siembra sin utilizar los productos formulados para tal fin (preinoculados), ya que incluyen formulación y protectores bacterianos especiales que aseguran que la sobrevida de la bacteria sobre la semilla se prolongue.
Asegurarse que la semilla sea tratada en lugares con sombra, sin exposición a la luz solar ni del inocúlate ni de la semilla tratada. Evitar siempre la exposición al sol y a las altas temperaturas por tiempos prolongados.
Monitorear que la dosificación de los productos sobre la semilla se realice de manera homogénea. Un indicador de que el tratamiento fue correcto es la homogénea coloración de la semilla luego de ser tratada y la ausencia de aglutinación de semillas e la tolva.

Como empresa, hemos desarrollado una amplia línea de productos para soja que van desde los ya conocidos inoculantes tradicionales (bradyrhizobium japonicum) hasta los inoculantes combinados con microorganismos promotores del crecimiento Turbo (Bradyrhizobium - Pseudomonas- Azospirillum), todos ellos con una nueva tecnología de formulación Bioprotectora (TBP) que protege y prolonga la vida de la bacteria, acelerando la nodulación. A esto sumamos una amplia línea de packs con diversos fungicidas y protectores especialmente desarrollados para adaptarse y satisfacer las necesidades de cada usuario, asegurando el máximo aporte de nitrógeno en cada situación.