Historia e importancia de la Sanidad Vegetal. Afectaciones por plagas en el cultivo del trigo (Solanum Lycopersicum.) en el cono sur de América

El tomate llegó a Europa a comienzos del siglo XVI de la mano de los conquistadores españoles. Los Mexicas o aztecas lo conocían como xictomatl, fruto con ombligo. Si bien ambos centros de origen del tomate cultivado, Perú y México, han sido postulados y se ha proporcionado evidencia en uno u otro sentido, no existen pruebas concluyentes que apoyen de manera incontrovertida uno de tales sitios como el lugar donde el tomate ha sido domesticado a partir de su ancestro silvestre. Más aún, puede ser que este cultivo haya sido domesticado independientemente por las culturas precolombinas que habitaban lo que actualmente es México y Perú.

La producción mundial de tomate, tanto fresco como procesado, alcanzó 108 millones de toneladas en el año 2002, lo que implica un crecimiento del 291% sobre el total producido en el año 1961. En el mismo período 1961-2002, el rendimiento promedio mundial del tomate por unidad de superficie incrementó un 64%, llegando a las 36 tn/ha. La mayor parte del incremento de la producción se concentró en Asia, región que participó con un 50% de la producción global en 2002.

 Entre las principales plagas que afectan a este cultivo se encuentra: Acaro blanco (Polyphagotarsonemus latus), Acaro del bronceado (Aculops lycopersici), Falso medidor (Trichoplusia ni), Gusano de la mazorca del maíz (Helicoverpa zea), entre los cuales tienen un alto efecto nocivo elevado sobre la producción del mismo

Profundizar en el desarrollo histórico de la Sanidad Vegetal, en el mundo, y en Cuba.

Profundizar en el conocimiento de los diferentes niveles poblacionales de los organismos nocivos, y su relación con el problema de las plagas y las pérdidas originadas en las plantas de cultivo

Este recurso enumera eventos claves en la historia de la gestión de plagas. Una perspectiva histórica es importante para una comprensión completa de cualquier tema y la gestión de plagas no es una excepción. Siempre hay lecciones que aprender de la historia, aunque con demasiada frecuencia pasan desapercibidas y desatendidas porque rara vez se les enseña como parte del tema de la gestión de plagas en nuestras escuelas y colegios. El breve esbozo de los acontecimientos clave en la historia de la gestión de plagas que se presentan aquí proporcionan un marco en el que colgar otros conocimientos, hechos y cifras.

Las plagas no existieron siempre, sino que surgen con la agricultura. En un ecosistema natural todos los organismos vivientes se encuentran en un armonioso equilibrio (equilibrio biológico), logrado a través de la compleja interacción de diversos factores. La acción combinada de los factores bióticos y abióticos así como de factores dependientes de la especie, hacen que se logre la llamada Posición de Equilibrio General (PEG), que se define como la densidad promedio de la población durante un lapso considerable, en ausencia de un cambio ambiental permanente. Cada especie está sometida a un determinado grado de control natural.

Cuando se incrementan las poblaciones de un organismo, se puede llegar a alcanzar el Nivel de Daño Económico (NDE), esto es, el nivel poblacional que es capaz de provocar pérdidas de un valor similar al costo de las medidas necesarias para preve­nirlas. Cuando un organismo alcanza dicho nivel estamos en presencia de una plaga.

El Umbral Económico (UE) se define como la densidad de población a la cual se deben iniciar las medidas de control para preve­nir un incremento de dicha población, evitando que alcance el nivel de daño económico. El umbral económico es un nivel inferior al Nivel de Daño Económico, tanto que permite disponer de un tiempo para implementar las medidas de control y que éstas tengan efecto, sin que el cultivo sufra pérdidas apreciables.

Figura 1. Niveles de población de un organismo nocivo en un ecosistema

a) Plagas claves: Son las poblaciones que en forma persistente superan los niveles económicos debido a la ausencia o baja eficiencia de los factores reguladores o controladores.

b) Plagas secundarias: Son poblaciones establecidas que bajo condiciones normales no ocasionan daño de importancia económica, debido a la acción reguladora de los factores bióticos y/o abióticos, por las características genéticas del hospedante o por el bajo potencial biótico de la especie plaga. Es este caso es característico que la posición de equilibrio general se ubica por debajo de los niveles de daño económico. Bajo la acción de los plaguicidas se pueden afectar las poblaciones de sus reguladores y se rompe la posición de equilibrio general, llegando a niveles que causan daños económicos.

c) Plagas potenciales: Son poblaciones que causan daños de importancia económica en una región y que aún no se han establecido en la región considerada.

d) Ocasionales: Son poblaciones establecidas en un área, cuyas poblaciones al fluctuar, superan en ocasiones los límites económicos, debido a la desestabilización de los factores reguladores.

Los datos de producción de la superficie cosechada, el rendimiento por unidad de superficie y la producción total de los once cultivos investigados se basan en los datos de la FAO dados por país para los años 2003 a 2005 (FAO, 2006). El promedio de tres años se utilizó para cálculos adicionales.

Se han estimado pérdidas de cosechas antes de la cosecha debido a malas hierbas, plagas animales (=artrópodos, nematodos, mamíferos, babosas y caracoles, aves), patógenos y virus a partir de datos de la literatura. Los datos primarios sobre la situación de pérdida de cosechas, así como las estimaciones de pérdidas por grupo de plagas, han sido publicados por Oerke et al. (1994).

Cuando fue necesario, las pérdidas de los cultivos se calcularon como la diferencia entre el rendimiento disponible y el rendimiento alcanzable (rendimiento sin la aparición de plagas, Figura 2; F 1).

 [F 1] tasa de pérdida [%] = (rendimiento no infectado - rendimiento infectado) / rendimiento no infectado x 100

Se han diferenciado dos tipos de pérdidas: el potencial de pérdida de las plagas incluye las pérdidas sin protección física, biológica o química de los cultivos utilizando la misma intensidad de producción de cultivos (fertilización, riego, cultivares, etc.). Las pérdidas reales comprenden las pérdidas de cosechas a pesar de la práctica actual de protección de cultivos. En estudios de escenarios sobre la importancia de los productos de protección de cultivos sintéticos, se calculó la eficacia de la práctica actual de protección de cultivos como el porcentaje de pérdidas potenciales evitadas.

En la primera etapa se estimaron los índices de pérdida [%] de patógenos (hongos y bacterias), virus, plagas animales y malas hierbas en los datos de la literatura que a menudo son monofactoriales (= las investigaciones dan solamente información sobre un grupo de plagas) en la mayoría de los casos . Las tasas de pérdida totales (potencial de pérdida total y pérdidas reales totales, respectivamente) se calcularon utilizando las tasas de pérdida individuales para los cuatro grupos de plagas según Padwick (1956, F2).

[100] (100 - lrP) (100 - lrW) / 106], [100]

Con lrP, lrV, lrAP y lrW: tasa de pérdida debida a agentes patógenos, virus, plagas de animales y malezas, respectivamente.

La contribución de los grupos de plagas a la tasa de pérdida total se recalculó como la participación en la suma de las tasas de pérdidas individuales (fórmula F 3) e indica el porcentaje de rendimiento alcanzable perdido debido al grupo de plagas en presencia de todos los grupos de plagas:

[F3] [%] = (lrX / (lrP + lrV + lrAP + lrW)) x lrtCon lrX = tasa de pérdida de plagas (patógenos de grupo, virus, plagas de animales y malezas, respectivamente, enfoque monofactorial)

El rendimiento alcanzable se calculó de acuerdo con la fórmula F $ 4 $:

[F 4] rendimiento alcanzable = rendimiento real x 100 / (100-tasa de pérdida total real)

Usando el rendimiento alcanzable como punto de referencia, el rendimiento sin protección del cultivo (= rendimiento primitivo) viene dado por la fórmula F5:

[F5] rendimiento sin protección = rendimiento alcanzable x [(potencial total de pérdida de 100) / 100]

Las pérdidas de producción se calcularon a partir de las pérdidas de rendimiento promedio utilizando la superficie cosechada. Las estimaciones de pérdidas para las regiones de producción y las cifras mundiales se calcularon después de resumir los datos absolutos sobre la producción y las pérdidas de cada país, por región y en todo el mundo, respectivamente.

El impacto económico del potencial de pérdidas de las plagas, así como las pérdidas reales de los cultivos se han comparado para los niveles regionales de rendimiento en términos monetarios, calculando la pérdida monetaria promedio por unidad de área debido a los grupos de plagas. Los precios de los cultivos se adoptaron a partir de los valores del comercio internacional para el último trienio 2002-2004 publicado por la FAO (2006). Los precios al productor se situaron en el 80% de los precios medios del comercio mundial en ese período. Se hicieron excepciones a las patatas y los tomates, cuyos precios se fijaron en el 60% de los precios del comercio mundial, debido a la elevada proporción de material de siembra ya los tomates destinados a la elaboración, respectivamente. Los precios utilizados para los cálculos se dan en la Tabla 1.

Tabla 1: Precios de los cultivos utilizados en el cálculo de las pérdidas monetarias debidas a plagas en la producción agrícola.