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Fracciones de la materia orgánica y calidad de suelos en sistemas integrados de producción (cultivos y ganadería) en el cerrado brasileño

Publicado: 2 de septiembre de 2014
Por: Julio Salton y Tomazi, M. Embrapa Agropecuária Oeste, Brasil.
RESUMEN
Las zonas agrícolas del bioma Cerrado son las responsables por gran parte de la producción agrícola en Brasil. En esta región, a pesar de los avances tecnológicos, sigue habiendo situaciones de manejo inadecuado del suelo y la degradación de las pasturas, lo que ha dado lugar a frustraciones frecuentes de los cultivos de granos por la ocurrencia de cortos períodos de sequía en la estación lluviosa y los bajos niveles de productividad de la ganadería. Una de las formas que ha sido recomendada para hacer frente a esta situación, es la adopción de sistemas de siembra directa y la integración de los cultivos anuales y ganado de carne. Al intensificar los cultivos, que incluyen diferentes actividades como la ganadería en las zonas de cultivos, o viceversa, hay un aumento de la complejidad de los sistemas de producción, y por lo tanto, las condiciones de mayores flujos de energía y materia para el sistema suelo. Este sistema presenta calidad cuando sus atributos físicos, químicos y biológicos están dispuestos en un alto nivel de ordenación. Este estado de organización se consigue mediante la entrada y acumulación de compuestos orgánicos a través de cultivo de plantas, que interactúan y proporcionan la formación de estructuras cada vez más grandes y más complejas - macroagregados del suelo.

El funcionamiento del sistema suelo depende de las condiciones iníciales, la magnitud y la continuidad de los flujos de materia y energía, la interacción entre los subsistemas químicos, físicos y biológicos y los de planta, los sistemas atmosféricos y el hombre y el tiempo de uso de estos sistemas. Por lo tanto, los sistemas de producción que resultan en aumento de los niveles de materia orgánica del suelo (MOS) se han indicados como más sostenibles, ya que este componente se relaciona a muchos aspectos de calidad y del medio ambiente, convirtiéndose así en un importante subsidio a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas. Una dificultad que enfrentan los técnicos y productores es la obtención de una forma sencilla de evaluar la calidad de las prácticas de gestión utilizados y observar posibles mejoras derivadas de estas prácticas. Como la mayor complejidad y los niveles de organización de los sistemas agrícolas están relacionadas con los flujos de energía y materia que se aportan al mismo, el control del contenido y la calidad de MOS puede ser utilizado como indicadores de los cambios en la calidad del sistema en el tiempo.

El uso del fraccionamiento físico por tamaño de las partículas, obteniendo el contenido de C en la fracción de materia orgánica particulada (lábil) y en la fracción de materia orgánica asociada a la parte mineral (no lábil), es un método relativamente simple y han mostrado resultados satisfactorios en el control de los sistemas de uso del suelo, en diferentes tipos de ambiente, de suelo y de los cultivos con la detección de cambios en los sistemas en corto espacio de tiempo. A partir de la información del contenido de carbono en las fracciones de la MOS es posible utilizar índices de calidad del suelo, lo que ha demostrado potencial para su uso a gran escala como criterio para el ordenamiento de uso de la tierra.
PALABRAS CLAVE
Pasturas, Soja, Siembra directa
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Autores:
Julio Salton
Embrapa
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