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Estratégias de Inoculación en Soja

Estratégias de Inoculación en Soja

Publicado: 22 de octubre de 2008
Por: Ings. Agrs. Gustavo Ferraris y Lucrecia Couretot, Proyecto Regional Agrícola-CERBAN. Area de Desarrollo Rural INTA EEA Pergamino. Buenos Aires, Argentina
Introducción
El nitrógeno (N) es el nutriente requerido en mayor cuantía por todos los cultivos. Deficiencias de este elemento reducen severamente los rendimientos, al restringir la expansión foliar durante las primeras etapas del ciclo, y afectar la fijación de granos en el período reproductivo. La soja, lejos de escapar a esta tendencia, es una de las especies que mayores cantidades de N necesita acumular durante su ciclo, ya que se trata de un cultivo con elevado contenido de proteína en sus granos. La bibliografía menciona requerimientos que oscilan entre 60 y 80 kg N por tonelada de grano (Andrade et al., 1996; EMBRAPA, 1993; Ferraris, 2001; García, 2000; González, 2000; Scheiner et al., 1999). Para cubrir tal demanda, además de la absorción del nutriente desde el suelo, esta y otras especies de la familia de las Leguminosas han desarrollado el mecanismo de la fijación biológica de N (FBN), a partir de la asociación con bacterias del suelo pertenecientes a la familia de las Rhizobiáceas (Racca, 2002), en el caso de la Soja Bradyrhizobium japonicum.
El objetivo de este ensayo fue evaluar el efecto sobre la nodulación y el rendimiento de diferentes estrategias de inoculación – sobre semilla a la siembra, preinoculado o chorreado en surco- sin o con uso de fungicidas y/o protector. Hipotetizamos que estas estrategias tienen la capacidad para mejorar la nodulación y con ello el rendimiento del cultivo, en comparación con un testigo no inoculado.
Materiales y métodos:
El ensayo se implantó el día 11 de diciembre de 2007 en SD, sobre un trigo cosechado el día anterior. El sitio experimental registra una rotación agrícola continua con varios cultivos de soja en la secuencia. La variedad sembrada fue Nidera A 4613 RG, en hileras espaciadas a 52,5 cm. El sitio experimental fue fertilizado con 120 kg ha-1 de superfosfato simple de calcio (0-9-0-12S) incorporado en bandas al costado de la línea de siembra. La fertilidad del sitio era media, con 2,6 % de MO y 12 mg kg-1 de P Bray.
El diseño del ensayo fue en bloques completos al azar con cuatro repeticiones. Los tratamientos evaluados se detallan en la Tabla 1:

Tabla 1: Tratamientos evaluados en el ensayo

Denominación
Inoculante
Forma
de aplicación
Fungicida
Protector
T1- Testigo
Testigo
T2- Desab Max DS 2 ml/kg semilla
Inoculado dosis simple (DS)
2 ml/kg
T3- Desab Max DD 4 ml/kg semilla
Inoculado dosis doble (DD)
4 ml/kg
T4- Desab Max DS 2 ml/kg + Curasemilla
Inoculado DS + fungicida
2 ml/kg
Si
T5- Desab Max DS 2 ml/kg semilla + Curasemilla + Protector
Inoculado DS + fungicida + protector
2 ml/kg
Si
Si
T6- Preinoculado Desab Max DS 2 ml/kg semilla + Curasemilla + Protector
Preinoculado DS
 2 ml/kg 7 d.a.s.
Si
Si
T7- Inoculado en surco Desab Max 400 ml/ha
Inoculado en surco
400 ml/ha


En el estado V3 se realizó una evaluación de infectividad, considerando infectivas aquellas plantas con más de tres nódulos activos. En R5 se cuantificó el número de nódulos efectivos en raíz principal (RP) y secundaria (RS) y el peso seco (PS) de los nódulos. Asimismo, se pesaron las raíces de estas plantas y se determinó el peso seco de nódulo por unidad de peso de raíz. En el mismo estado, se realizó una estimación indirecta del contenido de N por medio del medidor de clorofila Minolta Spad 502, el cual determina la intensidad de verde mediante una lectura no destructiva. En madurez de cosecha se recolectó una muestra de 3m2, y sobre ella se determinó el rendimiento de grano y sus componentes, peso y número de granos.

Resultados y discusión
Todas las plantas presentaron nodulación plena en V3 (Tabla 2), evidenciando una alta población bacteriana naturalizada en el lote. No se determinaron diferencias significativas (P>0,10) en el número de nódulos en RP y RS, afectado por la variabilidad de estos parámetros (CV de 43,6 y 42,3, respectivamente). Otras variables relacionadas a la nodulación como el PS de nódulos (Figura 2) o el PS de nódulos por unidad de raíz (Tabla 3) tampoco mostraron una tendencia clara. En cambio, los valores Spad presentaron leves diferencias (P=0,08), con el menor valor correspondiendo al testigo.

Tabla 2: Infectividad en V3, número de nódulos por planta en tallo principal (TP) y tallo secundario (TS), peso seco (PS) total de nódulos por planta, peso seco (PS) de raíces, nodulación específica (mg nódulo / mg raíz)  e intensidad de verde (unidades Spad) de los tratamientos evaluados en el ensayo. Evaluación de estrategias de inoculación en Soja. Wheelwright, campaña 2007/08.

Tratamientos
Infectividad V3
Nº Nódulos x planta     
RP
Nº Nódulos x planta     
RS
PS nod x planta *
PS
x raíz *
g nódulo / g de raíz *
Unidades Spad
T1- Testigo comercial
100
14,3
30,5
1,40
2,8
0,506
45,3
T2- Desab Max DS 2 ml/kg semilla
100
16,5
15,3
0,90
2,3
0,397
46,2
T3- Desab Max DD 4 ml/kg semilla
100
15,7
33,4
1,30
3,0
0,438
47,2
T4- Desab Max DS 2 ml/kg + Curasemilla
100
16,3
31,8
1,30
2,4
0,549
45,9
T5- Desab Max DS 2 ml/kg semilla + Curasemilla + Protector
100
19,3
39,5
1,60
3,7
0,436
47,0
T6- Preinoculado Desab Max DS 2 ml/kg semilla + Curasemilla + Protector
100
22,7
25,5
1,10
2,3
0,478
45,9
T7- Inoculado en surco Desab Max 400 ml/ha
100
30,0
34,0
1,10
2,4
0,458
46,4
Valor de P
1,00
0,248 n.s.
0,306 n.s.
0,083
CV (%)
0 %
43,6 %
42,3 %
1,7 %

* Determinados en el bloque 1

Aunque no se evidenció una relación directa entre rendimiento y nodulación, los tratamientos con doble dosis (T3) o protector (T5) alcanzaron buenos parámetros de nodulación (Figura 1) que se reflejaron después en altos valores de productividad (Figura 2).

Estratégias de Inoculación en Soja - Image 1
Figura 1:Número de nódulos por planta en raíz principal (RP), raíces secundarias (RS) y peso seco de nódulos por planta en el estadío R5 como resultado de diferentes estrategias de inoculación en Soja. Wheelwright, campaña 2007/08.

Los rendimientos difirieron significativamente entre sí (P=0,07). Los tratamientos con uso de protector (T5) o doble dosis (T3) fueron los de mejor comportamiento. Estos, y los tratamientos de surco (T7) y Rizopack (T8) superaron significativamente al testigo (T1) (Figura 2). Aún con el uso de protector, para la misma dosis de inoculante y fungicida, en este ensayo el tratamiento a la siembra (T5) se comportó mejor que el preinoculado (T6).

Estratégias de Inoculación en Soja - Image 2
Figura 3:Rendimiento como resultado de diferentes estrategias de inoculación en Soja. Wheelwright, campaña 2007/08. Letras distintas en las columnas indican diferencias significativas entre tratamientos. Las barras verticales representan la desviación Standard de la media.

Conclusiones:
  • No se determinaron diferencias significativas en parámetros de cultivo tales como número de nódulos en RP, RS, PS de nódulos por planta, PS de raíces, o nodulación específica, medida en mg nódulo / mg raíz. La intensidad de verdor reflejó una ventaja a favor de los tratamientos inoculados frente al testigo.

  • Algunos tratamientos se destacaron del resto. Duplicar la dosis o usar protector incremento significativamente los rendimientos, al igual que la inoculación en el surco. Estos tratamientos alcanzaron a su vez buenos índices de nodulación, y parecerían ser los más efectivos para maximizar la eficiencia de la FBN y los rendimientos.

Referencias:

Andrade, F., H. Echeverría, N. González, S. Uhart, y N. Darwich. 1996. Requerimientos de Nitrógeno y Fósforo de los cultivos de Maíz, Girasol y Soja. Boletín técnico Nº 134.  INTA EEA Balcarce, 17 p.

Diaz Zorita, M; R. Baliña y M. Fernández Canigia. 2004. Inoculación con Bradhyrizobium japonicum en cultivos de Soja. pp 7-12. En: Campaña 2003-04. Resumen de resultados de investigación y desarrollo aplicado. Nitragin Argentina S.A.

EMBRAPA. 1993. Centro Nacional de Pesquisa da Soja. Recomendações técnicas para a cultura da soja no Paraná. 1993/94. Londrina: OCEPAR/EMBRAPA - CNPSo, 128p. (Embrapa-CNPSo. Documentos, 62).

Ferraris, G.N. 2001. Nutrición: La cosecha que se lleva el carretón del lote. Revista Fertilizar, VI(24): 28-29.

Ferraris, G. 2006. Contribución del N inorgánico y de la FBN a la nutrición nitrogenada de soja en Argentina. pp  80-96. En: Experiencias en Soja 2006. Proyecto Regional Agrícola. Area de Desarrollo Rural EEA Pergamino y General Villegas. 301 p.

Ferraris, G. y L Couretot. 2006. Evaluación de nuevos desarrollos en inoculación en soja. Campaña 205/06. pp  75-79. En: Experiencias en Soja 2006. Proyecto Regional Agrícola. Area de Desarrollo Rural EEA Pergamino y General Villegas. 301 p.

García, F. 2000. Requerimientos nutricionales de los cultivos. En: Jornada de actualización técnica para profesionales "Fertilidad 2000", pp 40-43. INPOFOS, Rosario.

González, N. 2000. Inoculación e inoculantes. Fertilizar, V (21): 18-21.

Gutierrez Boem, F. y J. Schainer. Soja. Pp 283-300. En: H. Echeverría y F. García (eds) Fertilidad de Suelos y Fertilización de cultivos. Agroeditorial, Bs As. 525 p.

Racca, R. 2002. Fijación biológica del nitrógeno. En: Actas 1er Simposio de Fertilidad de Suelos y Fertilización en Siembra Directa. X Congreso Nacional de AAPRESID. pp 197-208.

Scheiner, J., R. Lavado y F. Gutiérrez Boem. 1999. Dinámica de la absorción de nutrientes en un cultivo de Soja. En: Mercosoja 99: Resúmen de trabajos y conferencias presentadas, pp 6-8. Rosario.

Temas relacionados
Autores:
Gustavo Néstor Ferraris
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Lucrecia Couretot
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Francisco Rodrigo Herrera Ramirez
24 de marzo de 2009
Basado en el articulo es importante poner a consideracion de los foristas la siguiente inquietud : Mi amigo rafael echeverri considera que en su practica en los estados unidos ha realizado fertilizaciones con bacterias en diversos cultivos, considerando reinoculaciones localizadas en los diversos predios, tomando bacterias de los alrededoras del cultivo y del anterior cultivo en las zonas mas productivas al considerar que en muchas inoculaciones el crecimiento bacterial ha sido efectivo y por tanto las bacterias se han especializado en el area ha fertilizar pudiendo entonces recurrir a su propio terreno como semillero de bacterias para las proximas inoculacionesademas comenta que con el uso de aireadores y un buen medio de cultivo para incrementar la multiplicacion de sus propiasl bacterias aclimatadas a su predio mejora los rendimientos de los cultivos inoculados. la practica puesta a consideracion pudiera experimentarse en nuevos predios. mil gracias.
Leonel Soda
15 de noviembre de 2008
Respecto al articulo quiero dejar mi escasos conocimientos: 1) Los aportes de nitrogeno por FBN en leguminosas varian entre un 25-90[percent] segun la especie que se trate ( Soja, Alfalfa, Etc.), la tecnologia de inoculacion (Como se demostro en el articulo, atraves de semillas inoculadas o en surco), las condiciones ambiantales. 2) La FBN aumenta su eficiencia cuando disminuye los nitratos disponibles en el suelo. A la planta le es mas facil energeticamente tomar los nitratos directamente del suelo que a travez de simbiosis con bacterias fijadoras de nitrogeno. 3) Es de gran importancia REINOCULAR anualmente los lotes donde se cultive leguminosos de manera de alterar positivamente el equilibro de competencia entre cepas de bacterias fijadoras con distintas capacidades de nodulacion. Las empresas de inoculantes continuamente estan trabajando para mejor las cepas, asi inoculando con bacterias mas eficientes en la nodulacion y por lo tanto en la FBN se aumentaran los rindes de manera sustentable y economicamente viable.
Gerardo Garcia
26 de marzo de 2009
Seguramente que es muy importante el tipo de suelo y la zona, colombia me imagino mayor cantidad de materia organica, mayores precipitaciones, que por ej. la zona region pampeana o pampa subhumeda de Argentina, donde la utilizacion de protector es fundamental. En el informe se ve claramente que el uso de protector fue el que mejor resultado dio a pesar que estaba hecho con funguicida. Los periodos secos acompañados de altas temp. afectan de manera muy negativa a la supervivencia de las bacterias en la rizosfera.
Golver Abarca
Golver Abarca
23 de marzo de 2009
Estimado Leonel te felicito por tu artículo, ya que estas aportando con una experiencia muy importante para ponerla en práctica en el desarrollo de la agricultura, especialmente en la producción de leguminosas, mi preocupación es, si en este caso tiene que ver el tipo de suelo, la humedad , temperatura y la cantidad de materia orgánica disponible en el mismo, ya que son factores muy importantes para el desarrollo y producción de los cultivos, me gustaría que en un próximo artículo nos aclares este punto. saludos Golver
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