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Agroecosistemas de Guatemala

Publicado: 10 de mayo de 2020
Por: Mario Antonio Alvarez Obregón, Ingeniero Agrónomo. Guatemala
INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo se hablara de los agroecosistemas de Guatemala, para comenzar diremos que en relación a la interacción entre naturaleza y sociedad existen dos grandes corrientes, la egocéntrica, que establece que los ecosistemas naturales tienen un valor intrínseco independientemente que éstos sean de utilidad al hombre; y la antropocéntrica, donde la naturaleza tiene importancia por el valor utilitario o beneficios que proporciona a la sociedad (Sans, 2007).
Si bien es cierto que el estudio de los ecosistemas se enfoca a aspectos físicos, ecológicos, biológicos y estéticos; en los agroecosistemas, los procesos productivos y sociales cobran relevancia por el rol que juega el hombre como ente controlador del sistema en relación a la producción de alimentos, bienes y servicios que demanda la sociedad. Así la transformación que el hombre (sociedad) hace del ecosistema natural para la producción de alimentos hace la diferencia entre los agroecosistemas y ecosistemas naturales (Gliessman, 2002).
Usaremos PERFIL DEL AGRO Y LA RURALIDAD DE GUATEMALA 2014: SITUACIÓN ACTUAL Y TENDENCIAS de los Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (Iarna) de la Universidad Rafael Landívar e Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
MARCO REFERENCIAL
Los flujos, las interrelaciones o los acoplamientos funcionales principales entre los subsistemas de un sistema socioecológico a escala nacional, y las definiciones de cada uno de los subsistemas se describen de la forma siguiente: El subsistema natural. Incluye los bienes y servicios naturales, los procesos ecológicos, las condiciones de soporte vital y la biodiversidad. El subsistema social. Tiene prioridad especial, pues contiene el fin último del desarrollo, esto es, la mejora en la calidad de vida de los seres humanos. El subsistema está definido en sentido amplio, incluyendo las variables de calidad de vida y aspectos demográficos (Iarna-URL, 2015).
El subsistema económico. Incluye la producción y consumo de bienes y servicios, el comercio, el estado general de la economía, la infraestructura y los asentamientos humanos (el ambiente construido), y los desechos generados por el consumo y la producción  (Iarna-URL, 2015).
Como parte del subsistema económico, se resalta la importancia del ámbito tecnológico, el cual hace referencia a todos aquellos procesos y medios utilizados para que los insumos sean transformados en productos  (Iarna-URL, 2015).
Relaciones agricultura-ganadería. Las vinculaciones en un sistema agrícola-pecuario incluyen las actividades de producción de cultivos agrícolas y la cría de animales, pudiendo ser ganado vacuno, bovino, porcino, caprino o avícola. Las áreas destinadas a la producción pecuaria también tienen cultivos agrícolas destinados para la alimentación animal, especialmente pastos cultivados. El sistema tiene múltiples relaciones con factores biológicos, químicos, sociales, económicos, históricos y políticos (Iarna-URL, 2015).
El manejo de un sistema agropecuario considera cuatro factores de control: ubicación, nutrición, reproducción y método y forma de aprovechar el producto (FAO, 1997a). Relaciones agricultura-forestal. La relación agrícola-forestal se refiere a tecnologías y sistemas de uso territorial en los cuales organismos leñosos perennes (árboles, arbustos, palmas, bambú y otros) son usados en la misma unidad de manejo territorial con cultivos agrícolas y/o animales, en alguna forma de secuencia temporal o arreglo espacial (FAO, 2008).
 Esta relación es conocida como agroforestería, la cual se define como aquella en donde existen al menos dos especies de plantas que interactúan biológicamente, al menos uno de los componentes es una planta leñosa, y uno de los componentes es una planta manejada con fines agrícolas (incluyendo pastos) (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, 2001). Relaciones agrícola-hidrobiológicas (Iarna-URL, 2015).
Es un sistema agrícola destinado, tanto a la actividad agrícola tradicional, como a la acuicultura (FAO, 2008). Agricultura y la seguridad alimentaria y nutricional. La agricultura está íntimamente ligada a dos pilares de la seguridad alimentaria y nutricional, estos son: contribuir a la disponibilidad de alimentos para la población y hacer posible el acceso de alimentos. La agricultura representa una de las mayores actividades económicas del país (13.7 por ciento del PIB en 2013). Los ingresos que las familias rurales generan les permiten la compra de alimentos. Los ingresos pueden provenir de empleo como jornaleros o por trabajos en agricultura familiar. Según el Censo Agropecuario de Guatemala 2003, la participación de la agricultura familiar en el empleo agrícola a nivel nacional es de 63 por ciento (Namdar-Irani, 2013, mencionado en Cepal, FAO e IICA, 2014).
Relación entre agricultura, energía y emisiones. La relación agricultura-energía puede analizarse como un sistema demandante de energía. Requiere de fuentes de energía para el proceso de crecimiento de las plantas. La agroindustria también requiere de estas fuentes para el proceso de transformación de los productos provenientes de la agricultura, que va desde el uso de maquinaria, hasta la fuerza de otros elementos utilizados para generar energía, como el agua, el aire o el sol. La bioenergía (o energía procedente de la biomasa) comprende todas las formas de energía derivadas de combustibles orgánicos de origen biológico (biocombustibles). Incluye tanto los cultivos destinados a producir energía, como las plantaciones polivalentes y los subproductos (residuos y desechos). Se puede considerar a la biomasa como una forma de energía solar transformada (FAO, 2001).
La agroindustria produce energía por medio de biomasa, generando también energía eléctrica. Por ejemplo, el bagazo de la caña durante el año 2010 aportó una generación bruta de 1,558.1 GWh para el Sistema Eléctrico Nacional (MEM, 2011). Las emisiones del sector agrícola son los residuos que se depositan en el suelo, en el aire o en el agua. Se incluyen en esta categoría la quema de residuos agrícolas, la gestión de estiércol, los fertilizantes sintéticos o estiércol (se depositan en el suelo) y la fermentación entérica (Iarna-URL, 2015).
El Iarna-URL, partiendo del enfoque territorial y del sistema socioecológico, propuso una tipificación de territorios para Guatemala (Iarna-URL, 2014). La estratificación de territorios considera el marco legal de fomento a la descentralización, la participación ciudadana y la gestión municipal, y es un punto de partida para promover políticas públicas desde lo local, fortalecidas con la participación ciudadana. Esta tipificación de territorios será utilizada en este documento para analizar críticamente la situación del agro y la vida rural en Guatemala (Iarna-URL, 2015).
Los pasos desarrollados para la definición de las unidades territoriales fueron los siguientes: a) selección de variables a nivel de municipio, acorde al modelo socioecológico; b) análisis de las variables seleccionadas, definiendo los factores principales que sintetizan la variabilidad de las unidades muestrales (municipios); c) análisis de conglomerados (clúster) para definir grupos territoriales; d) validación de los territorios en visitas de campo; y e) descripción de las variables significativas en los territorios  (Iarna-URL, 2014).
Siendo estos:
Territorio 1. Altiplano noroccidental. Es un territorio con altos niveles de pobreza y alta proporción de población indígena. Está conformado por 69 municipios. Es el territorio con los índices de desarrollo humano y económico más bajos. Entre sus principales características se pueden mencionar, en lo social: agrupa a los municipios con los índices más altos en analfabetismo (35 por ciento), altos problemas alimentarios (índice de seguridad alimentaria y nutricional de 0.79), y gran porcentaje de población en pobreza (74 por ciento). Agrupa a los municipios con mayoría indígena (92 por ciento). En lo económico, la principal fuente de ingresos es la agricultura (67.5 por ciento). En lo institucional, tiene una densidad baja de carreteras asfaltadas (0.08 km de asfalto por km2) y presenta uno de los menores índices de delincuencia (1.83 robos por 10,000 habitantes) (Iarna-URL, 2015).
Territorio 2. Franja Transversal del Norte. Está conformado por 24 municipios que comparten indicadores similares. Por ejemplo, en los aspectos sociales presentan el mayor índice de analfabetismo a nivel nacional (37 por ciento), altos niveles de problemas alimentarios (índice: 0.58). Son territorios con el mayor porcentaje de población rural (83 por ciento) y con la mayoría de población indígena (82 por ciento). Con relación a los indicadores económicos, la agricultura es la principal fuente de ingresos (78 por ciento). En lo institucional, tiene un nivel bajo de densidad vial (0.02 km de asfalto por km2) y presenta el nivel más bajo en robos (1.82 robos por cada 10,000 habitantes). En lo ambiental, cabe resaltar que tiene alta disponibilidad hídrica en el territorio (Iarna-URL, 2015).
Territorio 3. Disperso en el norte, oriente y sur. Agrupa a catorce municipios con indicadores similares, pero separados geográficamente. En lo social se caracterizan por tener indicadores intermedios de analfabetismo (26 por ciento), dos tercios de la población vive en áreas rurales (67 por ciento) y la proporción de población indígena es baja (14.7 por ciento). En aspectos económicos, el 60 por ciento de la población depende de la agricultura. En lo institucional, presenta bajos niveles de densidad vial (0.06 km de asfalto por km2) y el índice de robos es de 10.32 por cada 10,000 habitantes. Este territorio presenta valores intermedios en una o más de las variables estudiadas en todos los subsistemas estudiados. En tal sentido, se puede afirmar que el mismo ya no es uno de los territorios con el más bajo ni mayor desempeño de los subsistemas social y económico, más bien es intermedio. Sin embargo, además de su dispersión geográfica (nueve departamentos), destaca la baja población indígena, cercana al 15 por ciento (Iarna-URL, 2015).
Territorio 4. Concentrado en el sur y disperso en el altiplano. Se agrupan en este territorio 41 municipios, dispersos geográficamente en el sur y occidente del país. Se caracterizan en lo social por niveles bajos de analfabetismo (24 por ciento), situación alimentaria intermedia (0.38), con población predominantemente rural (68 por ciento) y con los más bajos índices de población indígena (12 por ciento). En lo económico, este territorio depende de los ingresos agrícolas (75 por ciento de la población se dedica a esta actividad). En lo institucional, tiene un bajo índice de densidad vial (0.06 km por km2) y una tasa intermedia de robos (3.19 por cada 10,000 habitantes). Territorio 5. Oriente. Agrupa a 59 municipios, siendo el segundo territorio con mayor número de municipios. Incluye municipios del corredor seco, agrupando a los que tienen menor disponibilidad hídrica. En cuanto a los indicadores sociales, se caracteriza por niveles intermedios de analfabetismo (21 por ciento), situación alimentaria intermedia (índice: 0.31) y un 61 por ciento de la población en el área rural. Presenta también un porcentaje bajo de población indígena (13 por ciento). En lo económico, el 55 por ciento de la población depende de los ingresos agrícolas y un 12 por ciento está relacionado con el comercio. En lo institucional, tiene una densidad vial intermedia (0.12 km asfaltados por km2) y una tasa intermedia de robos (5.99 por cada 10,000 habitantes) (Iarna-URL, 2015).
Territorio 6. Altiplano occidental, urbano, con inseguridad alimentaria. Agrupa a 26 municipios de occidente, cuyos indicadores sociales y de desarrollo humano son intermedios. Presenta tasas de analfabetismo de 24 por ciento, población rural media (41 por ciento) y alto porcentaje de población indígena (93 por ciento). En lo económico, resalta que son territorios cuya dependencia de la agricultura ha bajado (50 por ciento) y el ingreso por comercio ha subido (14 por ciento). En lo institucional, presenta una mayor densidad vial (0.19 km asfaltados por km2) y tasas de 3.34 robos por  cada 10,000 habitantes (Iarna-URL, 2015).
Territorio 7. Suroccidente. Agrupa a 51 municipios en la costa sur, con indicadores de desarrollo humano intermedios. En los indicadores sociales destacan tasas de analfabetismo del 24 por ciento, situación alimentaria media (índice de 0.50), 62 por ciento de población rural y un 36 por ciento de población indígena. En lo económico, un 59 por ciento de los ingresos provienen de la agricultura y un 11 por ciento del comercio. En cuanto a lo institucional, presenta 0.16 km de carretera asfaltada por superficie y una tasa de robos de 5.65 por cada 10,000 habitantes (Iarna-URL, 2015).
Territorio 8. Petén. Agrupa a nueve municipios de dicho departamento, los cuales presentan el mayor porcentaje de recursos forestales. Los indicadores sociales se caracterizan por tasas de analfabetismo del 25 por ciento, mejores condiciones alimentarias (índice de 0.27), alta población rural (73 por ciento) y 29 por ciento de población indígena. En lo económico destaca que el 71 por ciento de los ingresos son agrícolas, con un 6 por ciento de comercio. En lo institucional, presenta índices de densidad vial baja (0.02 km de carretera asfaltada por km2) y tasas de robo de 7.19 por cada 10,000 habitantes. Territorio 9. Urbano y periurbano. Agrupa a 35 municipios ubicados en la periferia de las zonas urbanas del país. Entre los indicadores que lo caracterizan, puede mencionarse que presentan bajas tasas de analfabetismo (14 por ciento), situación alimentaria intermedia (índice: 0.35), población urbana  (74 por ciento) y población indígena media (43 por ciento). En lo económico, depende de los ingresos de la industria y del comercio (80 por ciento). En cuanto a lo institucional se refiere, presenta una tasaalta de densidad vial (0.26 km asfaltados por km2) y es un territorio con altas tasas de violencia, pues presenta 14.9 robos por cada 10,000 habitantes. Territorio 10. Metropolitano. Agrupa a los municipios de Guatemala, Mixco y Villa Nueva. Este territorio se caracteriza por tener las tasas más bajas de analfabetismo (7.6 por ciento), los mejores índices de seguridad alimentaria, el menor índice de población rural (7 por ciento) y la población indígena más baja (9 por ciento). En lo económico, el 97 por ciento de los ingresos provienen de la industria y el comercio. En cuanto a lo institucional, presenta la densidad vial más alta (0.43 km de asfalto por km2) y la tasa más alta de robos (53.7 por cada 10,000 habitantes). En cuanto a indicadores ambientales, este territorio presenta niveles críticos de disponibilidad de agua, y sus recursos forestales se depredan peligrosamente (Iarna-URL, 2015).
 
Agroecosistemas de Guatemala - Image 1
 
 
Agroecosistemas de Guatemala - Image 4
Discusión
Nuestro país poses un varios y diferentes agroecosistemas en una gama tan amplia que podemos decir que en nuestro país se puedes virtualmente sembrar cualquier cultivo y por ello tenemos un amplio número de especies en la flora y fauna de casi todo el continente, lo que nos lleva a la interrogante estamos ¿aprovechando bien los recursos naturales que poseemos?
A mi criterio no hemos respetado la vocación de nuestros agroecosistemas, el último ESTUDIO DE USO Y CAPACIDAD DEL SUELO dio como resultado que la única área con vocación agrícola era la costa sur, esto basado en diferentes características edáficas y climáticas. Por lo que se haría necesario un nuevo estudio para determinar si realmente se sigue usando este resultado o debemos hacer los cambios necesarios.
Aunque con la tecnología actual podríamos mitigar los resultados adversos y de esta forma poder mejorar la explotación de los recursos con los que se cuenta, de una forma más eficiente y racional.
  • Bentley, J. W. y Andrews, K. L. (2011). Los dos saberes. La sinergia entre los saberes científicos y locales: Un diálogo entre técnicos agropecuarios y productores para mejorar la extensión e investigación en Guatemala. Guatemala: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (CIDA).
  • Fradejas, A. A.; Alonzo, F. y Dürr, J. (2008). Caña de azúcar y palma africana: combustibles para un nuevo ciclo de acumulación y dominio en Guatemala. Guatemala: Instituto de Estudios Agrarios y Rurales (Idear) y Coordinación de ONG y Cooperativas (Congcoop).
  • Hobbs, P. R. (2007). Conservation in agriculture: what is it and why is it important for future sustainable food production? Journal of Agricultural Sciences 145, 127-137.
  • Iarna-URL (Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad Rafael Landívar). (2006). Distribución sectorial del crecimiento del empleo en el altiplano guatemalteco (Serie documentos técnicos 17). Guatemala: Autor.
  •  Iarna-URL (Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad Rafael Landívar) (2012). Perfil Ambiental de Guatemala 2010-2012. Vulnerabilidad local y creciente construcción de riesgo. Guatemala: Autor.
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  • Robertson, G. P. & Swinton, S. M. (2005). Reconciling agricultural productivity and environmental integrity: a gran challenge for agriculture. Frontiers in Ecology and the Environment 3(1), 38-46 
  • Gliessman, S. 2002. El concepto de agroecosistemas. In: Introducción a la Agroecología. McGraw Hill. pp: 17-28.
  • Sans, F. 2007. La diversidad de los agroecosistemas. Ecosistemas 16(1):44-49.
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Autores:
Finca El Bajio
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