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Argentina - Efectos del consumo de fibras solubles e insolubles en lechones

Publicado: 12 de enero de 2022
Fuente: Universidad Nacional de La Plata / Engormix.com
Hasta hace unos años, se consideraba que la fibra era un factor negativo en los alimentos para lechones en primeras edades. Los alimentos de iniciación existentes en el mercado poseen por lo general bajos contenidos de fibra bruta y el cambio de un alimento a otro con mayor contenido fibroso resulta a menudo en reducción del consumo, una menor digestibilidad de nutrientes y un aumento en la incidencia de episodios diarreicos. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que no siempre la fibra es la culpable de esta clase de procesos, siendo en varios países una práctica cada vez más frecuente incluir fibras solubles e insolubles en alimentos balanceados para lechones con el objetivo de reducir la problemática digestiva en destetes y transiciones.
Debido a las nuevas disposiciones que rigen en la Unión Europea con respecto al uso de antibióticos como promotores de crecimiento en animales, en los últimos años ha habido creciente investigación con el objetivo de de desarrollar alternativas que otorgaran efectos similares en performance y tasas de crecimiento. Se ha propuesto que los mecanismos subyacentes a la promoción del crecimiento están relacionados con intervenciones de los mismos a lo largo del tracto gastrointestinal y más exclusivamente en el colon, a niveles bacteriológicos, fisiológicos e inmunológicos.

Muchos estudios intentan dirigir los esfuerzos no solo en concluir cuál sería el tipo de fibra con más aptitudes para ser utilizado en animales jóvenes, sino también en los porcentajes de inclusion más adecuados y en la duración del suministro.
Esta introducción es parte del trabajo "Efectos del consumo de fibras solubles e insolubles en lechones" presentado por la Ing. Química Micaela Paola Bellacci para su Especialización en Nutrición Animal  de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (FCV-UNLP) bajo la tutoría del Dr. Sebastián Picco. Allí se desarrollan, entre otros temas: La etapa crítica: el destete; La integridad intestinal mediada a través de la dieta; La clasificación de la fibra; La flora intestinal del lechón; Los ácidos grasos volátiles; y Fibra en dietas postdestete: argumentos para justificar o desalentar su uso.
La autora señala que los Objetivos del trabajo presentado fueron:
  • Profundizar los conocimientos acerca de cómo los complejos procesos desarrollados en el interior del tracto gastrointestinal, incitados por el empleo de fibra en el alimento, se relacionan con los efectos observables en el desempeño general del lechón.
  • Analizar cuáles son las condiciones y los factores externos (edad del animal, estado sanitario, presencia/ausencia de desafíos inmunitarios) que más influencia podrían ejercer sobre el éxito de la incorporación de la fibra en las dietas para lechones.
  • Evaluar qué clases de fibra son las que verdaderamente pueden llegar a manifestar efectos positivos mensurables sostenibles a largo plazo en la performance de los lechones y estudiar cómo se vinculan estos resultados con sus características fisicoquímicas.
En sus conclusiones, la Ing. Micaela Paola Bellacci señala que un aspecto de relevancia con respecto al empleo de fuentes fibrosas en las dietas es que formular alimentos en base al concepto de “fibra bruta” puede resultar engañoso. Se debería elegir llevar a cabo la formulación según los modos de acción específicos dentro del cuerpo del animal (capacidad de retención de agua, tiempo de tránsito digestivo, grado de fermentación y porcentaje de inclusión) o respuestas propias (demostradas) frente al tipo de fibra a incluir. Al decidir utilizar en la formulación una determinada fuente fibrosa, se debe tener en cuenta que la fibra dietética puede influir en la fisiología del intestino del cerdo, ya sea directa o indirectamente, modificando el perfil de la microbiota local. Sin embargo, los efectos finales sobre este perfil también dependen de las características fisicoquímicas de la fibra, las cuales podrían afectar el sitio y la cinética de la digestión a lo largo del tracto gastrointestinal. Además, no todos los estudios han relacionado una mayor fermentación instestinal de la fibra con resultados beneficiosos en la performance de los lechones, particularmente los desarrollados en base a fibras muy fermentables, solubles y viscosas.
Según los ensayos citados, parece ser que la inclusión de cantidades moderadas de fuentes de fibra insoluble en dietas para cerdos jóvenes con comprometido estado higiénico y de salud podría reducir la incidencia de diarrea postdestete durante las primeras 2 semanas. Estas fuentes de fibra deberían ser incluidas en la dieta preferentemente con tamaño de partícula grueso. Una vez que los cerdos se adapten a los alimentos sólidos, cantidades más altas de las fuentes de fibra solubles y fermentables pueden incluirse gradualmente en la dieta para promover la fermentación saludable de nutrientes no digeridos y para conseguir una mejor absorción de AGCCs a través de la mucosa del colon. Se debe tener en cuenta que en condiciones de higiene deficientes, el nivel de fibra fermentable y el contenido de PC de las dietas postdestete debe limitarse para evitar disbiosis intestinal, que podría incrementar el riesgo de contraer diarrea. Lo recomendable podría ser el empleo de un nivel moderado de proteína cruda, por ejemplo 19%, en conjunto con pulpa de remolacha o inulina, con adición también de salvado de trigo. En este aspecto, se podría plantear la posibilidad de obtener una suerte de “sinergia”, para alcanzar mejores parámetros de performance, mediante el empleo simultáneo de fuentes de fibra fermentables y no fermentables en la dieta.

Con todas las dificultades para describir la cantidad y tipos de fibra presentes en las materias primas, quizás utilizando una fuente purificada como aditivo sería más fácil estudiar y obtener conclusiones más certeras acerca del desempeño de la fuente fibrosa en el cuerpo del animal, especialmente en lechones recién destetados, ya que su estado general de salud se encuentra comprometido por la transición a la dieta sólida y el estrés que esto conlleva.

Los efectos de las fibras dietéticas purificadas sobre la función intestinal pueden ser o no similares a los de las fibras intactas de alimentos integrales. Probablemente esto se deba, al menos en parte, a interacciones entre la fibra y el almidón, y a la presencia de sustancias asociadas a la fibra, como los fitatos o las lectinas, y otros antinutrientes particulares de cada ingrediente. Existen varios productos en el mercado que proclaman beneficios para la salud y el rendimiento de los cerdos. Las combinaciones de fibras fermentables y no fermentables también están disponibles, ofreciendo efectos prebióticos, además de mejoras en la calidad de la materia fecal, un objetivo que hoy en día está siendo enaltecido por la instauración de una mayor conciencia ambientalista. Muchos de estos productos en base a fibras purificadas han sido probados in vitro e in vivo para demostrar sus beneficios y dar confianza acerca de su eficacia. Las fibras funcionales en forma concentrada tienen el beneficio adicional de que sus tasas de inclusión son relativamente bajas (0,1-2%), por lo que es fácil utilizarlas en la dieta o premezcla sin diluir los niveles de nutrientes. Esto es particularmente importante en el caso de las dietas de los lechones. El empleo de estos ingredientes funcionales se convierte en una cuestión de costo y conveniencia. Cabe aclarar que, a la hora de probar una determinada fuente fibrosa en la dieta, en particular del tipo soluble, se debería tener en consideración que el peso vivo puede no ser un parámetro de crecimiento preciso debido a que distintos niveles de suplementación y diferentes clases de fibra dietética pueden incrementar el tamaño del TGI (en detrimento quizás del peso tisular) y el contenido digestivo del mismo en forma considerable, especialmente en lechones, en los cuales existe un rápido desarrollo intestinal.
A partir de los estudios analizados, también se puede concluir que en el salvado de trigo, al igual que en la fibra de guisante, existen componentes fácilmente utilizados por las Bifidobacterias y los Lactobacilos. Por el contrario, existen componentes empleados más eficientemente por E. coli en la fibra proveniente de la soja. La flora intestinal parece responder y modificarse de acuerdo a la presencia de sustratos específicos de preferencia de las bacterias residentes. Por otro lado, diversos autores mostraron que la suplementación con salvado de trigo eleva la integridad de la mucosa ileal mediante la mejora (incremento) en la relación entre la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas, de acuerdo con estudios previos que muestran que los cerdos alimentados con dietas con alta cantidad de fibras insolubles podrían estar mejor protegidos contra bacterias patógenas como consecuencia del aumento de la longitud de las vellosidades. Otros ensayos también han confirmado que una menor relación entre la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas se asocia con desafíos microbianos y componentes antigénicos presentes en el alimento. Parece ser que existe una interacción entre el perfil bacteriano de la flora intestinal y el desarrollo de un episodio diarreico.

Los efectos fisiológicos de la inclusión de fuentes de fibra insolubles o inertes en las dietas de cerdos postdestete parecen también estar relacionados, en parte, con un mayor consumo de alimento y un mejor desarrollo del TGI. Las fuentes de fibra insolubles disminuyen el tiempo de retención digestivo en el instestino distal, reduciendo la proliferación de patógenos en ese sector. Este descubrimiento tiene quizá su mayor relevancia en la etapa de anorexia por la que atraviesa el lechón a partir del destete.

Además, otra razón por la cual las fuentes de fibra insoluble podrían reducir el recuento de E. coli presente en el intestino, es gracias al efecto físico directo de estos ingredientes en el bloqueo de la adhesión de esta bacteria a los receptores de la mucosa de los cerdos. La inhibición de la adhesión bacteriana a través de análogos de los receptores es una terapia anti-adhesiva eficaz a menudo utilizada en la práctica. En este sentido, aquellos ingredientes que se asemejan a los receptores de acogida podrían interrumpir la adherencia de las bacterias a la mucosa intestinal.

Hoy en día, se está dejando de considerar a la fibra como un antinutriente, y a partir de sus características fisicoquímicas y de la edad y el estado sanitario del animal, se pueden obtener ciertos beneficios gracias a su funcionalidad.

El trabajo completo esta publicado en SEDICI, Servicio de Difusión de la Creación Intelectual que es el Repositorio Institucional de la Universidad Nacional de La Plata, un servicio libre y gratuito creado para albergar, preservar y dar visibilidad a las producciones de las Unidades Académicas de la Universidad. Para acceder a él haga CLICK en: Efectos del consumo de fibras solubles e insolubles en lechones
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Universidad Nacional de La Plata / Engormix.com
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