El ombligo es la puerta para la entrada de la contaminación al organismo del potrillo. Teniendo en cuenta que en las primeras horas de vida y durante los primeros meses, este pasa gran parte del día echado y el ombligo se encuentra en contacto con la superficie del potrero. El uso diario de desinfectantes, como el Yodo, es la práctica más adecuada para la desinfección y sellado del mismo.
Hay que tener mucho cuidado al elegir el desinfectante a utilizar, ya que si este es muy fuerte e irritante, la respuesta inflamatoria del ombligo al producto será un sitio adecuado para la colonización bacteriana y se nos presentará la inflamación e infección y supuración del ombligo (onfaloflebitis), comprometiendo la vida del animal