En el reciente Taller Internacional sobre Leche de Adisseo, el Dr. Chuck Schwab, profesor Emérito de la Universidad de New Hampshire y propietario de Schwab Consulting, presentó nuevas perspectivas sobre cómo alcanzar el rendimiento ideal del hato mediante el equilibrio de los niveles de aminoácidos en las dietas. El evento, que se celebró en abril en China, ofreció actualizaciones y nuevas soluciones para los productores de leche. Uno de los principales temas de debate durante el evento fue el beneficio que brinda la suplementación con metionina, nutriente esencial para los animales.
El Dr. Schwab recordó a los productores de leche que, mientras los microorganismos ruminales necesiten proteínas degradables en el rumen, las vacas necesitan aminoácidos. Por lo tanto, una buena dieta tiene que satisfacer los requerimientos tanto de los microorganismos ruminales como de la vaca. Las vacas utilizan aminoácidos de tres maneras: en la síntesis proteica, la regulación metabólica y la formación de compuestos nitrogenados no proteicos.
Las vacas lecheras obtienen aminoácidos absorbibles de la proteína microbiana (por lo general, un 50% o más), la proteína no degradable en el rumen (por lo general, menos del 45%) y la proteína endógena (cerca de unos 5%).
De los 20 aminoácidos que utilizan las vacas, 10 son esenciales. Esto significa que es necesario un aporte adecuado de dichos aminoácidos por intermedio de las proteínas microbianas y la nutrición, pues los animales no pueden sintetizarlos. Entre los 10 aminoácidos esenciales (AAE), se destacan la metionina y la lisina, que son los primeros AAE limitantes y suelen ser los primeros AAE cuyos requerimientos no atienden adecuadamente la dieta, de tal modo que serán los primeros aminoácidos en limitar la producción y el rendimiento de las vacas.
El Dr. Schwab recomienda el uso de aminoácidos protegidos de la degradación ruminal, para asegurarse de que la falta de metionina o lisina no limitará ni la producción ni el rendimiento. Estimula a los nutricionistas a que utilicen selectivamente suplementos proteicos y aminoácidos protegidos para satisfacer de forma más eficiente y económica los requerimientos nutricionales de los animales, sin malgastar aminoácidos.
Recalca, asimismo, que, antes de usar un aminoácido protegido, el productor debe cerciorarse de su biodisponibilidad: de qué proporción del aminoácido suplementado absorbe el organismo del animal. Esto puede lograrse mediante una revisión de la bibliografía. El Dr. Schwab sugiere que se dedique especial atención a los resultados del trabajo que se llevó a cabo con el método dosis-respuesta para determinar aminoácidos libres en el plasma, bajo la dirección de investigadores de la Universidad de New Hampshire. Dicho trabajo recibió un reconocimiento por su precisión en la determinación de la biodisponibilidad.
El Dr. Schwab señala que se necesita investigar más para definir el perfil ideal de aminoácidos que se absorben en diferentes etapas de la lactancia y los niveles de producción.
Pronostica, asimismo, que la nutrición con proteínas y aminoácidos seguirá evolucionando para satisfacer los requerimientos de los animales más eficientemente mientras, a la vez, permite la inclusión de niveles más bajos de proteína bruta en la dieta. Por ejemplo, trabajos actuales de investigación señalan que la metionina tiene funciones que van más allá de ser un substrato para la síntesis de proteínas. El papel de la metionina es importante en la producción, la salud y la reproducción de los animales. La metionina no solo aumenta la síntesis proteica sino que también afecta los niveles de antioxidantes, la función hepática, el sistema inmunológico, la metilación del ADN y las histonas, y la expresión génica.
Directrices para el balanceo de aminoácidos, según el Dr. Chuck Schwab
1. Diseñar la dieta con una mezcla de alimentos fermentables de alta calidad y fibras físicamente eficaces para optimizar la función ruminal, maximizar el consumo de alimento balanceado y el rendimiento de la proteína microbiana.
2. Suplementar la alimentación con cantidades adecuadas de proteína degradable en el rumen para optimizar la función ruminal, maximizar el consumo de alimento balanceado y alcanzar los niveles deseados de nitrógeno ureico en la leche. Los niveles de nitrógeno ureico en la leche son una herramienta para evaluar la adecuación y el balance de proteína degradable en el rumen, así como la energía de fermentación ruminal.
3. Incluir en la dieta proteínas con alto contenido de lisina, en su preferencia combinadas con una lisina comprobadamente protegida de la degradación ruminal, con miras a lograr un nivel de lisina en la proteína metabolizable que se acerque a la concentración ideal.
4. Utilizar un suplemento de metionina protegida para alcanzar la relación óptima lisina- metionina en la proteína metabolizable. Ajustar el nivel suplementado con base en el rendimiento del hato para producir concentraciones máximas de proteína de leche.
5. Limitar la suplementación de proteína no degradable en el rumen a lo estrictamente necesario. Luego del pico de lactancia, resulta común tener reducciones del 1-2% de unidades de materia seca mediante el balanceo de AA.