Argentina - Tecnologías para la producción lechera

Con el convencimiento de que la realidad de los tambos de hace cinco años no es la misma que la de hoy, y que no la será en el futuro, unas 400 personas asistieron al Congreso Semex 2004, organizado por Semex en La Rural de Palermo y auspiciado por LA NACION y la revista Infortambo. Durante el encuentro, distintos especialistas internacionales brindaron un panorama de las tendencias tecnológicas en varios temas de la actividad lechera. En este sentido, Scott Mc Dougall presentó algunas soluciones reproductivas que se están desarrollando en Nueva Zelanda para los tambos de escala a partir de programas de inseminación a tiempo fijo. El especialista destacó la rentabilidad de estos protocolos de trabajo cuando se trabajan rodeos numerosos y la utilidad en la aplicación de tecnologías sencillas, como la pintura en la cola para ayudar en la detección de celo. Si bien el modelo neozelandés difiere de lo que ocurre en la Argentina, a partir de la estacionalidad de los servicios, la menor producción por vaca y las condiciones corporales que se manejan en las etapas del ciclo de la vaca, a los especialistas argentinos les quedó claro que hay mucho por aprovechar del desarrollo tecnológico logrado por Nueva Zelanda. Por su parte, el español Alfonso Ahedo Fernández, ganadero por vocación, reflexionó sobre el impacto económico de ordeñar buenas vacas. "Hay que definir cuál es la vaca más rentable. Tener buenas vacas es tener animales de alta producción, libres de problemas y que sean capaces de aguantar el mayor número de lactancias", dijo el empresario, que maneja dos tambos con más de 38.000 litros diarios de leche y lactancias de 12.450 litros. Ahedo Fernández también remarcó el valor de las producciones vitalicias en la vaca, ante el aumento del costo de la reposición de la recría y el bajo precio de la vaca de refugo. "Una vaca de matadero cuesta en España 288 dólares y una novilla de reposición, 1947 dólares. Por lo tanto hacen falta 6,7 vacas para reponer una novilla, mientras hace seis años sólo se necesitaban 3,3", explicó. Nadie se sorprendió cuando Tom Byers, experto en calificación de vacas Holstein, hizo pasar al estrado a una vaca para poder explicar la filosofía del balance entre producción y tipo como herramienta de selección. Byers puntualizó los cambios que ocurrirán el próximo año en Canadá con un nuevo programa de clasificación a partir de un acuerdo entre todas las razas lecheras para establecer un sistema único, más confiable, de mayor objetividad y menor costo. Horacio Larrea, quien se desempeña como asesor técnico de Semex Alliance a nivel internacional, destacó las ventajas y desventajas de los cruzamientos en las explotaciones lecheras. A partir de su experiencia con Jersey y Holando, Larrea explicó que no se puede tomar una posición final sobre el tema, porque en la Argentina existen diferentes modelos de producción con distintos manejos. "La adaptabilidad o no de las cruzas depende de los distintos escenarios. Hay que conocer sus probables comportamientos para evitar decepciones y la pérdida de tiempo que puede significar dar marcha atrás", indicó. En tanto, Les Sandles, nutricionista de Australia, comentó los últimos adelantos en la alimentación del ganado lechero para maximizar la producción sobre base pastoril. "La pastura ya no es más la que provee todos los nutrientes, sino una gran base con la cual hay que crear una dieta total que permita ganar dinero a través de altas producciones", afirmó. Finalmente, el español Emilio Duró, especialista en calidad de vida, remarcó: "Hay que trabajar en desarrollar nuestro potencial definiendo qué es lo que queremos hacer y adónde queremos llegar".