Cuba – La tabaquina: Una experiencia que se generaliza como antigarrapaticida
Publicado:23 de noviembre de 2004
Fuente:Adelante
Un médico veterinario en una empresa pecuaria de Camagüey comenzó a aplicar esta sustancia en los baños antigarrapaticidas con excelentes resultados en sustitución de productos convencionales.
La falta de productos convencionales para la aplicación de baños antigarrapaticidas de la masa vacuna inquietó en la empresa pecuaria Esmeralda al médico veterinario Ismael Cardoso Conde, quien optó por ensayar clínicamente con tabaquina para comprobar la efectividad de la sustancia.
Era un imperativo buscar alternativas porque las garrapatas son trasmisoras de enfermedades hemoparasitarias, como la babiosis y la anaplasmosis, que provocan anemia, fiebre alta, ictericia, palidez en la mucosa, incluso, puede desencadenar la muerte de los animales.
Primero comprobó, a baja escala, que daba resultado y después introdujo la tecnología en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) “Victoria de Girón”, entidad con 4 000 ejemplares bovinos, procedimiento que luego transfirió al resto de las unidades pecuarias de Esmeralda y hoy se difunde en la provincia de Camagüey y en diferentes provincias del país como Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Guantánamo y Las Tunas.
La tabaquina se obtiene de desperdicios de la producción tabacalera o de la propia cosecha de esta planta: matas, hojas o venas que son molidas y situadas en los bañaderos en una fórmula de 2,3 kilogramos por cada mil litros de agua, mantenida en reposo durante 72 horas en que los principios activos están disueltos y actúan sobre el arácnido.
Cardoso explica que hay dos opciones de baño: por inmersión, o aplicando directamente la tabaquina, natural o hervida, sobre la superficie corporal con una fumigadora, sin que reste efectividad en eliminar este perjudicial animalito que se adhiere en la piel.
Camagüey posee más de 200 bañaderos y en 89 se ha generalizado esta práctica, con una masa total de 46 mil cabezas. Es importante la observación que hace el autor de este trabajo que obtuvo categoría de Relevante en la XV edición territorial del foro de ciencia y técnica, amplio movimiento de masas para la creación e invención en busca de soluciones a los problemas que se presentan.
“La tabaquina es un producto natural, no tóxico a las personas, a los animales, no necesita un antídoto, no afecta el medio ambiente y los resultados son similares a los logrados con las sustancias convencionales, como el Esteladón”.
El costo es bajísimo. En cambio, el consumo anual de Esteladón en la empresa pecuaria de Esmeralda ascendía a 400 litros, con un costo de 4 400 pesos, en moneda nacional, y 4 100 en divisas, cifra que se multiplicaba en más de quince veces en la provincia de Camagüey.
La experiencia referida arroja que los baños se hacen más espaciados, entre 90 y 120 días en adelante, y que las muertes por enfermedades hemoparasitarias se reducen sensiblemente, cuestión que necesita la economía del país para mantener estable la reproducción ganadera y que crezcan la producción de carne y leche.
Ismael Cardoso recomienda una sola cosa: observar las normas técnicas, recogidas en el instructivo para no alterar la efectividad del producto y asegura que lo único que puede limitar la generalización de la tabaquina en el país es la voluntad del hombre “si de verdad se quiere y todos nos ponemos a bañar los animales con ella, veremos los beneficios”.
