Completando el ciclo de la ganadería bonaerense

Son las 9 de la Mañana en Bolivar, en el centro de la provincia de Buenos Aires, unos veinte profesionales del INTA se juntan en la oficina local del instituto, es un encuentro planificado, como varios que vienen teniendo desde hace unos 6 años. Trabajan en ganadería en toda la región. Hoy tienen pensado hacer un ensayo. Harán una recorrida por un campo de la zona y se pondrán en la piel de un productor ganadero. Piensan en una nueva propuesta. Reunir a los productores en recorridas por establecimientos ganaderos de la zona para formular juntos un diagnóstico del campo visitado. Quieren ver en terreno como funciona la idea. Tienen un trayecto recorrido. Cuando comenzaron a trabajar juntos advirtieron que ponían en práctica acciones muy similares en distintos puntos de la provincia, decidieron potenciarlas generando propuestas en conjunto. Evaluaron la realidad productiva de la ganadería regional y afinaron una propuesta: el Ciclo Completo Eficiente. Una idea interesante y acotada para fortalecer y aprovechar la forma de hacer ganadería en la mayoría de los pequeños y medianos establecimientos. Del trabajo en equipo también nació la idea de hacer giras ganaderas. Encuentros con productores en establecimientos que ponían en práctica planteos de Ciclo Completo Eficiente en toda la región. La Gira Ganadera, así se denominaron los encuentro, tuvieron una edición por año. Desde el 2008 hasta el 2011 y participaron de ella más de 1100 productores.

 

En los encuentros, los productores ganaderos se presentaban, conversaban entre ellos, destacaban lo que les parecía práctico y aplicable y aportaban algún comentario sobre cuestiones que ellos resolverían de otra manera. Estas conversaciones quedaron dando vueltas entre los profesionales del INTA y a la última edición de la Gira en el 2011 le dieron una nueva vuelta de tuerca. Decidieron incorporar un pequeño taller, para trabajar en grupo con los asistentes al final de cada encuentro. Aunque al principio los organizadores dudaban del interés que despertaría la propuesta, los productores se entusiasmaban en todos los casos. Conversaban animados sobre los que habían visto en el campo, se sentaban es círculos en el pasto o en sillas a la sombra, tomaban mate y tomaban nota, y al final se reunían todos nuevamente y surgían intercambios enriquecedores. Todos terminaban muy agradecidos, el propietario y los asesores de los establecimientos, los participantes y los profesionales del INTA.

 

Una pregunta quedo dando vueltas después de la experiencia: ¿cómo hacemos para profundizar esto? para afianzar los vínculos, para encontrarse más entre todos. En eso está el equipo del INTA. La idea de los diagnósticos participativos formulados en situación, viendo el campo, conversando con el productor y sus asesores técnicos, preguntando por qué hace tal o cual cosa, por qué tomó una decisión y no la que teóricamente creemos que sería mejor, es el núcleo de la propuesta que va tomando forma.

 

“Tenemos vínculos fuertes con muchos productores que fuimos conociendo en este tiempo. La mayoría se inclinó por nuestra propuesta de Ciclo Completo Eficiente y cómo decimos entre nosotros, tienen ganas de más. Queremos trabajar con esas ganas, queremos convertir esas ganas es trabajo, en apoyo para ellos y en multiplicación para los que se quieran acercar a esta propuesta” relató Daniel Méndez del INTA de General Villegas, coordinador de este proyecto y de este colectivo de ingenieros, veterinarios y también comunicadores sociales que trabajan desde el INTA para la ganadería en el Norte de Buenos Aires.

 

El grupo continúa la reunión, ahora en el campo de un productor que hace Ciclo Completo, caminan junto al asesor del establecimiento. Las conversaciones siguen. Quedan muchas ideas dando vueltas y mucho entusiasmo para lo que viene.

 

 

 

Este mismo equipo de técnicos del INTA se encuentra organizando una jornada importante en Buenos Aires. Será la excusa de cierre de una etapa, de cierre parcial porque el proyecto sigue creciendo. Los ganaderos lo aprovecharán planteando un encuentro potente con disertantes destacados a nivel nacional y con las propuestas  del Ciclo Completo Eficiente. También estarán presentes los productores, que tendrán panel propio para compartir sus experiencias y sus logros. Inteligencia Ganadera (así se llamará el evento) viene ambiciosa, será en la calle Corrientes, en el Paseo la Plaza y aspira congregar a más de 500 asistentes.

 

 

El Ciclo Completo Eficiente es la alternativa que el INTA viene impulsando en la región y propone 4 ejes técnicos para alcanzar una ganadería eficiente y complementaria con la agricultura. 

 

 

Gráfico 1: Comparación de resultados económicos (Margen bruto, $/ha) para diferentes alternativas de planteos ganaderos.

 

 

Para llegar a un Ciclo Completo Eficiente existen 4 prácticas que cualquier productor puede realizar, con las diferencias lógicas de cada establecimiento y zona. No se trata de pasos, se puede comenzar por cualquiera, ni de recetas, en la medida que tienen variantes, pero sí de tecnologías de procesos que, bien ajustadas, pueden hacer de la ganadería una actividad mucho más eficiente y predecible. El primero de los cuatro ejes es el forraje. Una mejora en la producción de pasto y su utilización es la herramienta más económica para aumentar la producción y el resultado total de la empresa ganadera. Para mejorar la base forrajera es necesario que el productor conozca sus ambientes, el potencial y las restricciones de los suelos.

 

Contar con información sobre los tipos y propiedades químicas de los suelos donde se implantarán las pasturas es fundamental.

 

Muchos planteos ganaderos muestran como generalidad un desaprovechamiento del potencial de forrajes que podrían producir. Según estimaciones del INTA, siguiendo este esquema podría alcanzarse un incremento potencial de un 67% con respecto a la producción promedio actual.

 

 

 

 

El destete precoz es el segundo de los ejes. Aporta al sistema la posibilidad de optimizar la carga y ganar campo. Lejos de ser una práctica acotada a los momentos de falta de pasto, el impacto de su implementación se da simultáneamente en el rodeo (al reducir el tiempo entre el primer celo y la próxima parición, generar períodos de servicios más cortos y pariciones más concentradas) y sobre el campo (al liberar superficie que permite aumentar la carga general y mejorar la nutrición de vaquillonas y vacas CUT).

 

El tercero es la recría en pastoreo con silo. Con el uso de silaje se pueden equilibrar las fluctuaciones de la producción de pasto, manejando cargas altas constantes. Así se mejora la eficiencia del pastoreo, al equilibrar el crecimiento y el consumo de pasto. Se recomienda el silo de maíz o sorgo, que asegura una alta producción en Kg MS/ha. En general más alta que la que se obtiene con henos en la región.

 

El cuarto y último de estos ejes es el engorde a corral: incorporar corrales de terminación permite liberar superficie de campo para el nuevo ciclo y acotar el período de engorde a 60/70 días. También contribuye a lograr un buen grado de terminación; cambiar animales de categoría de venta para obtener mejores precios y vender en los mejores momentos de precios estacionales o coyunturales. Se apunta a realizar un uso estratégico de los corrales manejando un período de encierre que no supere los 60 días. con una buena eficiencia de conversión.