Unión Europea - Nuevas medidas contra fraudes alimentarios tras Caso de fipronil

Los países de la Unión Europea (UE) y la Comisión Europea (CE) pactaron hoy una veintena de medidas concretas para reforzar la acción comunitaria contra fraudes alimentarios como el del insecticida fipronil, hallado este verano en huevos y carne de pollo procedentes principalmente de Holanda y Bélgica.

"El fraude alimentario está en el centro de las discusiones de la UE. Hemos hecho un balance y reflexionado sobre las lecciones aprendidas", indicó en rueda de prensa el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, tras una reunión de alto nivel con representantes de los Estados miembros.

Estas medidas contemplan desde la posibilidad de establecer un funcionario responsable de seguridad alimentaria en los socios comunitarios hasta ejercicios para probar las capacidades de los países ante crisis.

El escándalo del fipronil estalló a principios de agosto, cuando Holanda y Bélgica recomendaron retirar algunas partidas de huevos, aunque la detección de esta sustancia, prohibida a nivel europeo en la cadena alimentaria, se produjo varios meses antes.

En la reunión se puso de manifiesto la necesidad de mejorar la comunicación entre los Estados miembros y buscar un enfoque más coherente y coordinado para el futuro a fin de evitar que ocurran incidentes tales como el del fipronil, ya que éstos dañan la confianza del público en la seguridad alimentaria y eventualmente pueden llevar a la destrucción de la confianza en la industria alimentaria en particular.

Se identificaron varias acciones estratégicas y sistemáticas necesarias a nivel de los Estados miembros y de la UE, entre las cuales destacan:

• Mejorar la comunicación de riesgos entre los Estados miembros y la Comisión, asegurándose de que ésta llegue al público en general de forma más coherente y rápida.
• Reducir la brecha entre el uso del Sistema de Alerta Rápida para alimentos y piensos (RASFF) y el Sistema Administrativo y de Cooperación (AAC). Estos sistemas son potentes y se necesita optimizar su eficacia.
• Establecer un «oficial de seguridad alimentaria» en cada Estado miembro para asegurarse de que la información fluya tan rápida y eficientemente como sea posible.
• Creación de capacidad de reacción, incluyendo formaciones y ejercicios periódicos de crisis.

Preservar la salud pública y la inocuidad de los alimentos es una responsabilidad colectiva. El amplio suministro de alimentos plantea retos que obligan a mantener un sistema de detección de fraude alimentario fuerte y eficiente y procedimientos y para comunicarse y cooperar en todos los niveles.

Conclusiones de la Conferencia Ministerial sobre el seguimiento del incidente del fipronil Bruselas, 26 de septiembre de 2017 (En ingles)