Suelos con historia de inundaciones, Recomnedaciones
Publicado:11 de octubre de 2012
Fuente:Barenbrug Palaversich
Suelos inundados: claves para elegir el inoculante adecuado
Suelos que han sufrido anegamientos pronunciados han favorecido el desarrollo de microorganismos anaerobios y ejercido una presión negativa sobre la población natural de rizobios. Es importante reponer la población fijadora de nitrógeno a fin de recuperar el equilibrio microbiano edáfico. En el otoño e invierno muchos lotes sufrieron excesos de agua que provocaron condiciones de anaerobiosis con los siguientes efectos:
Alta mortalidad de rizobios y bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR) naturalizadas en el suelo.
Desplazamiento del equilibrio de la comunidad microbiana del suelo favoreciendo aquellos microorganismos adaptados a la anaerobiosis
Lavado de nutrientes solubles y móviles en el suelo, tales como el nitrógeno, azufre y potasio, determinando reducciones significativas en su disponibilidad para los siguientes cultivos
Oportunidades:
Satisfacer una alta proporción de los requerimientos de nitrógeno de la soja por fijación biológica de nitrógeno.
Favorecer el desarrollo temprano de un sistema radicular extendido que haga posible una eficiente utilización de los nutrientes disponibles en el suelo.
Promover una rápida y uniforme implantación del cultivo protegiendo la semilla, a las plántulas y al cultivo de las enfermedades causadas por hongos del suelo, transmitidos por semilla o que se multiplican durante el almacenaje.
Recomendaciones:
Utilizar inoculantes con alta concentración de cepas seleccionadas, competitivas, infectivas y eficientes y que garanticen la máxima supervivencia de la bacteria durante el proceso de inoculación.
Cuando los suelos permanecieron saturados por más de una semana, aplicar doble dosis de inoculantes para asegurar una rápida reintroducción de los rizobios en el suelo.
La co-inoculación con rizobios y bacterias PGPR (formulación Turbo) determinará ventajas en inicio de la nodulación, aporte temprano de nitrógeno y en eficiencia de uso de los nutrientes disponibles.
Cuando los tiempos proyectados entre inoculación y siembra sean superiores a un día o cuando se prevén condiciones ambientales adversas a la siembra, usar formulaciones de pre- inoculación con protectores bacterianos que aseguran una alta carga de rizobios sobre la semilla hasta la emergencia de la radícula.
Para prevenir problemas de enfermedades del almacenamiento y de otras que se propagan por semilla, usar en todos los casos fungicidas de contacto y sistémicos de amplio espectro y baja fitotoxicidad sobre la semilla, tales como Tiram y Carbendazim.
En siembras tempranas o en lotes con altos contenidos de agua a la siembra, aplicar tratamientos de semilla que incluyan Metalaxil-M para prevenir problemas de implantación por damping-off.
La utilización de packs con inoculantes combinados (formulación Turbo; rizobios + PGPR) y fungicidas es una opción sencilla y práctica para solucionar simultáneamente los desafíos que plantea esta nueva campaña sojera.