Con la implantación ya casi terminada, estiman que hay 16,1 millones de hectáreas.
Con la siembra de soja prácticamente finalizada en todo el país, los datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que se sembraron 500.000 hectáreas más que en la campaña pasada y que, así, se llegó a una superficie récord que supera las 16 millones de hectáreas.
De esta forma, el principal grano del país, con más del 50% de la superficie implantada, entra de lleno a una etapa productiva en la cual comienzan a definirse los rendimientos, que permitirán saber, además, si la cosecha final será también un nuevo récord, como se pronostica.
Ya se habla de entre 43 y 44 millones de toneladas de soja. Es decir, entre 2 y 3 millones de toneladas por encima de la última cosecha, la de la campaña 2005/2006, que rondó los 41 millones de toneladas.
En concreto, los datos del último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hablan de una superficie sembrada, en la actual campaña, la 2006/2007, de 16,1 millones de hectáreas.
Si se multiplica esa área por 2,7 toneladas por hectáreas (el rinde promedio nacional está en torno a esa cifra, aunque hubo años en lo que se ubicó por encima), se obtiene una producción de 43,5 millones de toneladas.
A pesar de este aumento previsto en la producción, los precios de la soja treparon un 20% si se comparan los de principios del 2006 con los de estos días. La suba siguió la evolución de la oleaginosa en Chicago, donde se incrementó en consonancia con el resto de los granos, principalmente el maíz. Ambos cultivos compiten en área en la preferencia de los "farmers" estadounidenses, que con el maíz también en altos valores se volcarían a sembrar este cereal en forma masiva.
Ayer la soja para venta inmediata en la Argentina cerró a 610 pesos por tonelada, contra 630 a que había cotizado el martes. La baja, que también se verificó en los precios de la soja de la nueva cosecha, fueron atribuidas por algunos operadores consultados por Clarín a las buenas noticias climáticas para la siembra de trigo en EE.UU., que impactaron sobre el resto de los granos.
Así las cosas, la nueva cosecha argentina llegaría con más volumen y mejores precios, que dejarán en las arcas del Estado una mayor recaudación en materia de retenciones. Justamente, en las últimas semanas se habló de un posible incremento en la alícuota que tributa el grano de soja (23,5 por ciento), entre otros productos, aunque la movida no fue aún oficializada.
De todas maneras, los precios índices sobre los que se calculan las retenciones están hoy por encima de los de mercado. La brecha entre ambos ha ido creciendo en los últimos días y los operadores del mercado indican que ese mecanismo ya está implicando una suba implícita de las retenciones que gira en torno al 2 por ciento.
Ahora, las condiciones climáticas serán claves para definir cuán buena será la campaña. Por ahora, las lluvias están acompañando en gran medida en buena parte de las regiones sojeras argentinas, que van desde el sur de la provincia de Buenos Aires hasta la frontera con Bolivia. Si en los próximos meses continúa así, cuando comience a fondo la cosecha, a partir de fines de marzo, los pronósticos de un nuevo récord se podrán confirmar.
