Argentina - Isoca en Soja, Sistema de Alerta INTA Pergamino

Pueden ser graves los efectos de la medidora

Habíamos alertado casi tres semanas atrás que la "isoca medidora" Rachiplusia nu incrementaría significativamente su población y por ende su incidencia en lotes de soja, y se mencionaba: "dentro de las próximas semanas se presentarán poblaciones con distintas intensidades en muchas zonas donde aún no apareció la plaga o se incrementará en forma significativa en aquellas donde ha iniciado su presencia" (aviso de alerta del 16 de enero), sumado al aviso de una nueva generación de bolillera Heliotis gelotopoeon, la cual todavía sigue mereciendo la mayor cantidad de aplicaciones de insecticidas, así como el agravamiento de la situación por trips y arañuelas en muchas zonas.

En cuanto a defoliadoras, el mes de febrero se caracterizará por los ataques de medidora en gran parte del área pampeana, cuyo impacto tendrá mayor intensidad en Córdoba, Santa Fe, este de La Pampa, norte y oeste de la pcia de Buenos Aires y sur de San Luis.

La única posibilidad que este impacto no llegue a niveles dramáticos, sobremanera frente a un estado del cultivo generalmente muy limitado en su área foliar producto de la seca, sería que se desarrollen de manera rápida y efectiva la población de enemigos naturales, situación difícil de darse si no cambiaran drásticamente las condiciones de estres hídrico y de baja humedad en suelo y ambiente.

Es por todo ello que el cuadro de situación es para nada tranquilizador, máxime que por las condiciones generales del cultivo, la soja no tiene capacidad de tolerar una defoliación salvo excepciones zonales, mucho más allá del 10% de su ya reducida área foliar.

De presentarse esta defoliadora en forma generalizada, según se prevee si no hubiese un importante freno de parte de los enemigos naturales, traerá aparejado un problema sintomático que se pone de manifiesto en estos casos, que es la dificultad de conseguir en forma rápida y "oportuna" el servicio de aplicación debido a una muy alta demanda.

Siempre que esto se ha dado en el pasado (durante varias campañas anteriores), aparecen en forma conjunta dos hechos que quizás por una "rara casualidad" vienen asociados a la muy alta demanda y urgencia de aplicaciones masivas, que son: las aplicaciones aéreas de insecticidas con bajo volumen de agua, y una "resistencia" de la plaga, tan supuesta como enfáticamente esgrimida...

Esperemos que ello no ocurra, es decir, esperemos no tener ataques de defoliadoras con muy altas poblaciones y menos en forma generalizada, a fin de no sufrir las consecuencias y a su vez de no quedar "envuelto" en un problema de falta de oportunidad en los tratamientos y deficiencias en el control, principalmente a causa de deficiencias en las aplicaciones y no de la supuesta resistencia de la plaga, "quien" por no haber aprendido a hablar...
siempre "carga con el muerto".

Pero si ocurrieran los temidos ataques masivos, no debemos "esperar" (actitud pasiva implícita) sino "actuar" y preventivamente en ese sentido. Cómo se puede actuar?
En primer lugar, no hay que llegar hasta último momento para solicitar el servicio de aplicación habiéndose ya sobrepasado una situación "crítica" para el cultivo, ya que con cualquier mínima demora habrá un daño que la soja muy probablemente no será capaz de compensar, más allá de quedarnos con turnos de aplicación bastante alejados de lo inmediato.

Y segundo, tomar las medidas del caso -en cuanto a evitar la evaporación de las gotas de aplicación- usando aceite en la cantidad por hectárea que realmente corresponda, ya sea en aplicaciones aéreas como para las terrestres.

Tengamos en cuenta que en días parcial o totalmente soleados (la gran mayoría de los días que tuvimos en enero), ya a partir de las 8:30 hs de la mañana se registran valores inferiores al 55 % de humedad ambiente (60% es el valor crítico indicativo, por debajo del cual es necesario el agregado de aceite en las aplicaciones a fin de reducir significativamente la evaporación). Y lo que es más importante, esta situación negativa para las aplicaciones de plaguicidas diluídos en agua va empeorando y suele permanecer por debajo del valor crítico mencionado hasta bien pasadas las 19:00 hs. No son sólo los horarios de la "siesta" los perjudiciales.

En suma, podemos y si es necesario debemos aplicar en la mayor parte del día, siempre y cuando tomemos los "recaudos" a fin de evitar que nuestro insecticida o fungicida se transforme en una minipartícula de polvo antes de llegar al cultivo, o bien, que si ésta llega al cultivo lo deseable sería que sea en el nuestro...


Anticarsia en soja

Por si no fueran pocos los efectos pasados y presentes de plagas como la bolillera, la cual estuvo acompañando al cultivo de soja desde casi su misma implantación en la región pampeana, más lo que se prevee con medidora para el corto y mediano plazo, lamentablemente también se deberá afrontar el riesgo del incremento de Anticarsia gemmatalis, la oruga de las leguminosas. Este "bonus en contra" podría hacer que la profunda debilidad productiva en muchas zonas sojeras tenga que enfrentar situaciones más que críticas y muy difíciles de sobrellevar si no hubiere un rápido cambio climático que favorezca a la acusiante necesidad hídrica del cultivo.

La condiciones predisponentes para Anticarsia de altas temperaturas estuvieron dadas, y es de esperar que su presencia vaya en un lento incremento durante las próximas semanas. En muchas zonas estará presente en el cultivo junto a medidora, aunque comparativamente en bajas poblaciones, por el momento. Seguramente que esta plaga hará sentir sus efectos con mayor gravedad hacia fines de febrero y fundamentalmente en marzo sobre soja de segunda o de siembras tardías, siendo Córdoba y Santa Fe, así como Entre Ríos y el este de la pcia de Buenos Aires -con alta intensidad en los Partidos linderos al río Paraná- las zonas que potencialmente sean más afectadas.