Argentina. Se consolida el negocio de los silos

La fabricación de silos metálicos es un rubro en crecimiento. Sin embargo, este año se vendió 10% menos que el año pasado debido a la sequía de enero y febrero. En la década del noventa, cuando el dólar era equivalente al peso, fabricar silos metálicos era más costoso por el precio de la chapa y la competencia con los importados, principalmente de Brasil, España y Estados Unidos, hacía más difícil el negocio. Las estructuras más grandes con capacidad para guardar 1.000 toneladas de granos no se hacían en el país. Hoy la realidad es otra. Las buenas cosechas de los últimos años dieron aire a la industria nacional, que pudieron modernizarse y abastecen con su producción a productores y acopiadores. Los productores compran generalmente silos individuales con capacidad de almacenaje que varía de 100 a 200 toneladas y su precio, según el diámetro, se ubica entre $ 8.000 y $ 15.000 más el impuesto al valor agregado. Los acopiadores demandan estructuras con capacidad para 800 a 1.000 toneladas y los valores van desde $ 45.000 a $ 60.000 más IVA. Las plantas de silos con mecanización también se están vendiendo, aunque menos que hace dos años, comentan los fabricantes. En el sistema de pagos no hay muchas facilidades, el financiamiento todavía no está muy desarrollado, hay descuentos por pago al contado y por entrega, pero se evalúa con la empresa vendedora. Por otra parte, el leasing lo aceptan sólo algunos bancos en función del cliente porque el silo no puede ser prendado. En esta época del año se concentran los mayores pedidos para almacenar soja, aunque las sequías del primer bimestre del año desalentaron la decisión de compras y por eso se registró un 10% menos de ventas que el año pasado. "En enero y febrero se paralizó el negocio, marzo y abril remontó, y mayo viene moviéndose, pero aún es temprano para hacer un análisis. Se trata de un producto estacional y las operaciones comerciales se definen en el primer semestre del año. Nosotros fabricamos silos fijos de 20 a 5.200 toneladas y con base área de 15 a 320 toneladas. Trabajamos sin stock y vendemos un promedio mensual de 60 silos, a veces menos y otras más", cuenta Osvaldo Di Prinzio, director de División Agrícola SA, una empresa que empezó en este rubro en 1990 en la ciudad de Firmat, en el sur de Santa Fe y que luego desarrolló tolvas, mixers y sembradoras, aunque el 60% de su negocio siguen siendo los silos. Sólo en Firmat hay cuatro empresas y en un radio de 60 kilómetros se concentran unas 20, incluyendo talleres, señala Di Prinzio, para dar cuenta del crecimiento de este segmento de la maquinaria agrícola. Desde allí Dasa vende a Santa Fe y Entre Ríos, donde se lo utiliza fundamentalmente para almacenar maíz para alimentar la producción avícola, el norte y centro de Buenos Aires, y Córdoba, el mayor cliente. "Los costos de los fletes para los silos pequeños son de $ 3 por kilómetro. Tercerizamos el montaje en el campo y el transporte, que lo puede elegir el productor o bien contratar una empresa con la que trabajamos nosotros", agrega el directivo de Dasa. Los costos de producción "son buenos", dice Di Prinzio, "están un poco más abajo que Brasil", cuando históricamente fue al revés, incluso más caro que en Europa, pero esta situación se revirtió en 2002. En cuanto a la disponibilidad del insumo, asegura que la materia prima se consigue aunque hay que trabajar con un horizonte de tres meses para hacer los pedidos y el precio sigue el valor del dólar. La rentabilidad del negocio también permitió que se abrieran nuevas puertas para la exportación, como Venezuela, país con el que firmarán un contrato para vender una planta de silos de 6.000 toneladas y también tienen cotizaciones de silos chicos para Bolivia y Paraguay.