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Comportamiento social y sexual de cerdos machos castrados quirúrgicamente y cerdos castrados inmunológicamente

Publicado: 9 de diciembre de 2014
Por: Verónica Rocha; Olmos, J.M.; Romat, D.; Lopez Pinard, G.; Etchemendy Ratto, R.; Lorenzo R. Basso; Pereyra, A.M. Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
INTRODUCCION
A fin de facilitar el manejo, impedir el desarrollo de conductas sexuales o agresivas y principalmente prevenir el olor sexual en las carnes, los cerdos machos son castrados (Comisión Europea, 2010), en las primeras semanas de vida. El método tradicional de castración, en Argentina, ha sido quirúrgico sin anestesia ni analgesia. Prunier et al. (2006) indican que la castración quirúrgica es una práctica dolorosa y que causa estrés. La alternativa a esta práctica, ha sido la utilización de dos dosis de una vacuna que estimula el sistema inmune para producir anticuerpos específicos contra el factor liberador de gonadotropinas (GnRH). La primera dosis sirve para preparar al sistema inmune, en tanto la segunda dosis es la que provoca la reacción inmunológica e inhibe el funcionamiento de los testículos. Baumgartner et al. (2010) encontraron que hasta la segunda dosis los cerdos inmunocastrados son más activos y presentan un comportamiento social más acentuado, incluyendo agresiones y montas, que los cerdos castrados quirúrgicamente. El objetivo de este trabajo fue comparar el comportamiento social y sexual de cerdos castrados quirúrgicamente (T1) y cerdos vacunados con un factor de liberación de gonadotropina (T2).
 
MATERIALES Y MÉTODOS
Los datos de este trabajo pertenecen a un estudio más amplio realizado en un establecimiento comercial de la zona centro de la Provincia de Buenos Aires. La población de 160 lechones provenientes de los partos de una banda semanal de 33 madres fueron asignados aleatoriamente a los tratamientos: machos castrados quirúrgicamente (T1) y machos castrados inmunológicamente (T2). Los lechones asignados al T1 se castraron quirúrgicamente en la 2da semana de vida, quedando los lechones del T2 enteros para la posterior inmunocastración en las semanas 13 (1ra dosis) y 18 (2da dosis) de vida, respectivamente. Al destete se dividieron los animales de acuerdo a su tamaño en 4 corrales de 20 individuos cada uno. Las observaciones de comportamiento fueron realizadas en 3 jornadas: I) semana 12 de vida; II) semana 17 de vida y III) semana 23.
En cada jornada se eligieron al azar 8 capones, se observó y registro el comportamiento social (estar de pie, caminar, estar acostado, comer, estar sentando, jugar) 8 veces durante 2 minutos en tres franjas horarias (A=8:00 – 10:15 hs; B=13:15 – 15:30 hs y C=18:15 – 20:30 hs). Las frecuencias de intentos de monta, montas y peleas se registraron para todos los animales de todos los corrales, durante el tiempo total de observación. El análisis de los datos se realizó utilizando la prueba de homogeneidad de Chi-Cuadrado, a fin de comparar los dos tratamientos (P<0,05) a través de las tres jornadas.
 
RESULTADOS
Las frecuencias observadas de caminar, jugar, estar de pie, y por lo tanto estar sentando, difirieron significativamente (P<0,05), mientras que las actividades de comer y estar acostado no difirieron significativamente (P>0,05) entre los dos tratamientos, para las tres jornadas. Para las frecuencias de Intentos de monta se registraron diferencias significativas (P<0,05) entre los dos tratamientos para las jornadas I y II, ya que no hubo registros en la jornada III, siendo el 90% de los intentos de monta en la primer jornada y del 6% en la segunda para los animales del T2. Con respecto al número de Montas, los animales del T1 no montaron en ninguna fecha, mientras que en los del T2, el 92% montó en la primer jornada, el 4% en la segunda y 4% en la tercera. El 86% de las Peleas correspondieron al T2 de la jornada I, y a partir de la jornada II las peleas disminuyeron al 5% en ambas jornadas; mientras que los animales del T1 solo mostraron algo de actividad (3%) en la jornada II, siendo estas diferencias no significativas (P>0,05).
 
DISCUSIÓN
De los resultados se desprende que los animales del T2, a partir de la primera dosis de la vacuna con un factor de liberación de gonadotropina (GnRH) se comportan de manera similar a los animales del T1. Para el comportamiento social, en las actividades de caminar y jugar en la tercera jornada, se observa menor movimiento en los animales del T2. Con respecto al comportamiento sexual se puede concluir que los animales del T2, a partir de la primera dosis, disminuyeron su actividad, siendo similar a la del T1, en la etapa final de terminación. Desde el punto de vista del comportamiento, la castración inmunológica puede presentarse como una alternativa viable, ya que evita el procedimiento quirúrgico y no obstaculiza el desarrollo de las actividades del establecimiento comercial.
 
BIBLIOGRAFÍA
Baumgartner, J. et al (2010). Applied Animal Behaviour Science 124:28–34. Comisión Europea (2010). Declaración europea sobre alternativas a la castración quirúrgica de los cerdos. [en línea]. [consulta: 06 de Junio 2013]. Disponible:<http://ec.europa.eu/food/animal/welfare/ farm/docs/castration_pigs_declaration_es.pdf> Prunier, A. et al. (2006). Animal Welfare, 15: 277289.
Contenido del evento:
Temas relacionados:
Autores:
Veronica Rocha
Asociación Ingenieros Zootecnistas de Argentina
Lorenzo Basso
Universidad de Buenos Aires
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Julian E. Bueno Bohorquez
25 de febrero de 2015
Por que se aplica esa vacuna a esa edad tan tardía? No es mas fácil vacunar cuando los lechones tienen pocos días de nacido para el manejo? C esa vacuna es muy peligrosa para el personal? Gracias...
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