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Almacenamiento Hermético in vitro de granos, Estudios

Publicado: 17 de mayo de 2015
Por: Dario Carlos Ochandio; José Massigoge (INTA EEAI Barrow), Claudia Castellari (Facultad de Ciencias Agrarias, UNMdP). Tres Arroyos, Buenos Aires, Argentina.
Resumen

Argentina almacena gran parte de su producción granaria en silo bolsas (sistema de almacenamiento hermético). En el año 2012 la producción total de granos fue de 91 millones de toneladas, y alrededor del 30-35% se almacenó en bolsas plásticas generando una atmosfera modificada.

Si bien trabajos científicos determinaron la tasa de respiración de diferentes granos, no existe información suficiente en la literatura para determinar si, existe variabilidad intraespecífica en la tasa de respiración.

El objetivo es este trabajo fue determinar si existe diferencia en la respiración de los distintos cultivares de avena, canola, girasol, maíz, soja y sorgo expuestos a la misma temperatura y almacenados con humedad de comercialización, y determinar si durante el periodo de almacenaje se modifican los parámetros bioquímicos de los granos.

El ensayo se realizó en la Estación Experimental Agropecuaria Integrada Barrow del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Se utilizaron granos de avena, canola, girasol, maíz, soja y sorgo cosechados durante la campaña 2013. Para cada uno de los granos se utilizaron 3 materiales genéticos diferentes. Se acondicionaron los granos a humedades de recibo, según las normas de comercialización. Se prepararon jarras herméticas de vidrio con avena, canola, girasol, maíz, soja y sorgo. A cada una de las jarras se las expuso a 25°C en cámara durante un período de 200 días, donde se midió la concentración de dióxido de carbono (CO2) cada 20 días. Además, a cada uno de los materiales genéticos, se le midió proteína bruta (PB), almidón, extracto etéreo (EE) y carbohidratos solubles en agua (CSA) al inicio y al final del ensayo.

La evolución de la concentración de CO2 no fue sustancialmente diferente entre cultivares (entre 1 y 2 puntos porcentuales) para soja, sorgo, maíz, avena y canola, lo cual indicaría que la tasa respiratoria no tiene una gran variabilidad entre los cultivares evaluados. Por el contrario, para el caso del girasol, se encontraron diferencias de hasta 20 puntos porcentuales, lo cual indica que hubo diferencias importantes en la tasa respiratoria.

La PB promedio aumentó al final del periodo de almacenaje para canola, maíz sorgo y soja, y disminuyó para avena y girasol. El almidón promedio disminuyó al final del periodo para maíz, sorgo y soja, sin embargo aumentó para avena. El EE promedio disminuyó en canola y soja, se mantuvo constante en girasol y aumentó en avena, maíz y sorgo. Los CSA promedio disminuyeron en todos los granos evaluados.

Palabras claves: Concentración de CO2, Almacenaje, Microorganismos, Parámetros bioquímicos, Argentina.

1. INTRODUCCIÓN
El almacenamiento hermético consiste en almacenar el producto en una estructura sellada para generar una atmósfera modificada reduciendo la concentración de O2 y aumentando la concentración de CO2 (Navarro y Donahaye, 2005). Esta particular condición gaseosa tiene beneficios en la conservación del producto, que van desde el control de plagas (insectos y ácaros) y la reducción de la actividad microbiana, en particular la de los hongos filamentosos, hasta la disminución de la actividad metabólica de la propia semilla. Como resultado general se observa una mejor calidad final del producto almacenado en un sistema hermético comparado con el producto almacenado en un sistema convencional.
En el año 2012 la producción total de granos fue de 91 millones de toneladas, y alrededor del 30-35% se almacenó en bolsas plásticas herméticas que son clasificadas como un sistema de almacenamiento hermético de atmósferas modificadas.
Desde hace 5 años entre 25 y 33 millones de toneladas de grano son almacenadas en bolsas plásticas en Argentina cada año (incluyendo maíz, soja, trigo, girasol, cebada cervecera, canola, semilla de algodón, arroz, lentejas, sorgo, porotos) e incluso se acopió fertilizantes.
Bartosik et al. (2008) estudiaron los aspectos relacionados al efecto del almacenamiento de granos secos y húmedos sobre la calidad de trigo, maíz, soja y girasol durante 180 días en bolsas plásticas herméticas incluyendo la concentración de gases (CO2), en líneas generales, concluyen que el almacenamiento de grano seco es muy seguro, mientras que el almacenamiento de grano húmedo resulta en una eventual pérdida de calidad que se acelera con al aumento de la temperatura ambiente (incrementando la concentración de CO2). Posteriormente, se estudió el efecto del almacenamiento de cebada (Ochandio et al., 2009; Cardoso et al., 2010; Massigoge et al., 2010; Bartosik et al., 2012) y canola (Ochandio et al., 2010) en bolsas plásticas herméticas y se llegó a conclusiones similares.
Sin embargo, no hay información suficiente en la literatura para determinar si, existe variabilidad intraespecífica en la tasa de respiración.
El objetivo principal de este trabajo fue determinar si existe diferencia en la respiración de los distintos cultivares de avena, canola, girasol, maíz, soja y sorgo expuestos a la misma temperatura y almacenados a humedad de comercialización y determinar si durante el periodo de almacenaje se modifican los parámetros bioquímicos de los granos (hidratos de carbono, proteínas y lípidos). Por otro lado, se planteó determinar la carga inicial de hongos filamentosos y levaduras asociados a cada uno de los cultivares evaluados.
 
2. MATERIALES Y METODOS
El ensayo se realizó en la Estación Experimental Agropecuaria Integrada (EEAI) Barrow del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
Se utilizaron granos de avena, canola, girasol, maíz, soja y sorgo cosechados durante la campaña 2013 en la EEAI Barrow. Para cada uno de los granos se utilizaron 3 materiales genéticos diferentes. Las variedades de avena utilizadas fueron Maná, Calén y Maja, las variedades de soja usadas fueron Don Mario DM 3810, Nidera N4009 y LDC (Louis Dreyfus Commodities) semillas LDC 4,9, los 3 cultivares de canola fueron Sursem SRM 2580, Al High Tech Primus y Quality Crops Vectra, los 3 cultivares de sorgo utilizados fueron Dow Agroscience MS 108, Argenetics semillas Malón y Advanta ADV 114. También se utilizaron 2 híbridos de maíz Nidera AX 886, Pioneer P1979R, 3 híbridos de girasol Monsanto DK 39450P Syngenta Syn 3840 y Pioneer P20.
Se acondicionaron los granos con técnicas de secado y rehumedecimiento controladas a humedades de recibo de almacenamiento según las normas de comercialización siendo la humedad alcanzada para avena 14%, para canola 8,5%, para sorgo 15%, para soja 13,5%, para girasol 11% y para maíz 14,5% (MAGyP 1994, 2008, 2011). La humedad se determinó mediante el método gravimétrico de estufa (ASABE S 532.2, 2003).
Posteriormente las muestras de granos acondicionadas se colocaron en jarras herméticas de vidrio (volumen de 0,660 litros) con 300 g de avena, 400 g de canola, 300 g de girasol, 450 g de maíz, 450 g de soja y 450g de sorgo. Se realizaron para cada una de las variedades tres repeticiones. A cada una de estas jarras se las expuso en cámara a 25ºC de temperatura.
Antes de comenzar el almacenamiento se realizó la cuantificación de la biota fúngica presente en cada uno de los cultivares de las especies evaluadas. Dicho análisis se realizó en el laboratorio de Hongos de Suelos y Alimentos de la EEA Balcarce del INTA. Para el mismo se emplearon las técnicas de recuento directo en placa (Pitt y Hocking, 1997) a partir de diluciones seriadas al décimo, utilizando como solución diluyente agua de peptona (0,1%) y siembra en superficie en medio de cultivo agar papa glucosa (2%, Britania).
Al inicio y al final del ensayo para cada uno de los materiales genéticos, se determinó la proteína bruta (PB), el almidón, el contenido de aceite (% de materia grasa o extracto etéreo) y los carbohidratos solubles en agua (CSA). La PB se determinó por combustión de la muestra en atmósfera de oxígeno ultrapuro en un equipo LECO FP 528 (origen USA) (Horneck y Miller, 1998). El contenido almidón se calculó por hidrólisis enzimática y posterior determinación de glucosa (MacRae y Armstrong, 1968). Para determinar el E.E. (extracto etéreo) se extrajeron los lípidos usando éter de petróleo. Se determinó la pérdida de masa de una muestra encapsulada en una bolsita filtrante a la que se le extrajeron los lípidos. La muestra debe estar libre de agua. Se utilizó un extractor de lípidos Ankom XT10 de Ankom Tech (AOCS, 2004). Los CSA se determinaron por colorimetría con reactivo de antrona (Morris, 1948).
Cada 20 días aproximadamente se midió la concentración de CO2 dentro de las jarras herméticas para ello se utilizó un analizador rápido de gases (Check point, PBI-DanSensor, origen Dinamarca).
 
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La determinación de la carga microbiana inicial mostró valores que oscilaron entre 5 x 102 UFC/g para soja y 1,30 x 105 UFC/g para girasol (Tabla 1). Los recuentos de la micobiota total asociada a granos de maíz y soja, previo a su almacenamiento, fueron similares a la bibliografía consultada (Castellari et al., 2013 y Ochandio, 2014). Para el resto de los granos no se han reportado recuentos que permitieron discutir los valores determinados. Por otro lado se determinó que la fecha de cosecha pudo tener influencia en la carga microbiana que acompañó a girasol ya que la temperatura del mes de febrero en la que los granos fueron recolectados estuvo dentro del rango óptimo para el desarrollo microbiano. En cambio, para soja cuyo tiempo de cosecha fue en mayo, los valores de recuentos fueron los más bajos, posiblemente influidos por las menores temperaturas. Si se comparan dichos recuentos con maíz, cosechado en el mismo período, se puede inferir que la composición del grano, con alto contenido de carbohidratos favoreció los mayores valores. Soja posee una composición de grano con alto contenido de proteínas, sustrato poco favorable para el desarrollo de hongos.
En el caso particular de colza y sorgo, los menores tamaños de la semilla, puede influir en mayores recuentos observados por presentar en un gramo mayor superficie de colonización por parte de la micobiota acompañante.
La micobiota asociada a los granos estuvo constituida principalmente por especies del género Penicillium. En maíz y colza se aislaron además especies de Fusarium y Aspergillus y en girasol se identificaron también Fusarium sp. y Eurotium sp. Conocer la carga microbiana de los granos a almacenar en silo bolsa es muy importante para poder predecir la concentración de CO2 generada y que puede ser atribuida a los 2 componentes bióticos (granos y microorganismos).

Tabla 1. Carga microbiana expresada en UFC (totales) por gramo de cultivo para cada uno de los cultivares evaluados.
Almacenamiento Hermético in vitro de granos, Estudios - Image 1
En cuanto a la concentración de CO2 generada siempre se incrementó hasta llegar a un máximo y luego se mantuvo a medida que avanzó el tiempo de almacenaje para todos los granos, excepto para girasol donde se alcanzó un máximo a 100 días y luego descendió en los tres cultivares (figuras 1, 2 y 3). Posiblemente dicho descenso en la concentración de CO2 de deba a la adsorción del CO2 por parte del grano. Hay evidencias que granos de oleaginosas pueden adsorber CO2, particularmente en aquellos donde el contenido de fibras es elevado (Yamanoto y Mitsuda, 1980; Alagusundaram et al., 1996).
Las mayores concentraciones de CO2 alcanzadas fueron para los granos de girasol, donde se midieron concentraciones por encima de 30% y 50% según los cultivares. Las menores concentraciones máximas fueron medidas en granos de sorgo con valores entre 9 y 11% según los cultivares.
Almacenamiento Hermético in vitro de granos, Estudios - Image 2
Almacenamiento Hermético in vitro de granos, Estudios - Image 3
En la figura 1 se puede ver para maíz que luego de 100 días de almacenaje se alcanzaron las máximas concentración de CO2 con valores aproximados de 16,5 y 15,5% para ambos cultivares evaluados. Dichos valores son similares (16%) que los observados por Weinberg et al. (2008), pero dichos valores se alcanzaron en un mayor tiempo de almacenamiento, lo que es lógico del punto de vista biológico ya que dichos autores utilizaron maíz a 14% de humedad pero almacenado a 30ºC. En la misma figura para soja se alcanzó un máximo de concentración de CO2 de 17,5 o 16,5% según los cultivares evaluados a los 140 días de almacenaje. Dichos valores son menores a los observados por Ochandio et al., (2012) para soja 17% de humedad y 35ºC (21-22%) en 80 días de almacenaje y mayores a los observados por dichos autores para 13% de humedad y 35ºC (11-12%) en 200 días de almacenaje.
En la figura 2 se puede apreciar en sorgo que luego de 120 días de almacenaje se alcanzaron las máximas concentraciones de CO2 con valores de entre 9 y 11% según los cultivares. Para canola en la misma figura se llegó a un máximo de concentración de CO2 luego de 250 días de almacenaje con valores entre 22 y 18% según los cultivares.
En la figura 3 se puede ver que para avena luego de 240 días de almacenaje se alcanzaron las máximas concentraciones de CO2 con valores de entre 18 y 19% según los cultivares. Al cabo de 40 días la avena presentó valores superiores a los demas granos evaluados, posiblemete de deba a la proporcion de CSA, la degradacion es mas rapida y se alcanzan mayores valores de CO2 en menor tiempo. En la misma figura para girasol donde se alcanzó a un máximo de concentración de CO2 con valores entre 50 y 30% según los cultivares luego de 100 días de almacenamiento, donde posteriormente fue descendiendo y estabilizarse en valores entre 30 y 23 según los cultivares.
En líneas generales se puede decir que las concentraciones de CO2 generadas no fueron sustancialmente diferente entre cultivares (entre 1 y 2 puntos porcentuales) para soja, sorgo, maíz, avena y canola, lo cual indicaría que la tasa respiratoria no tiene una gran variabilidad entre los cultivares evaluados. Por el contrario, para el caso del girasol, se encontraron diferencias de hasta 20 puntos porcentuales, lo cual indica que hubo diferencias importantes en la tasa respiratoria.
Estas diferencias en girasol no pudieron ser explicadas por la mayor carga microbiana ya que el cultivar que menor carga tiene (SYN 3840) no fue el que menor concentración de CO2 presentó, contrariamente a lo esperado el que mayor carga microbiana presentó dentro de los girasoles (DK39450P) fue el que menor concentración de CO2 alcanzó. Dichas diferencias podría ser explicadas por el hecho que los cultivares presentaron diferentes porcentajes de aceite (Tabla 2). La cantidad de aceite de un material afecta el contenido de humedad de equilibrio por lo que, a una misma humedad de grano, los materiales con mayor contenido de aceite resultan con una humedad relativa de equilibrio mayor (SYN 3840), mientras que aquellos con menor contenido de aceite resultan con una humedad relativa de equilibrio menor (DK 39450P), y por lo tanto una menor actividad biológica que podría resultar en una menor concentración de CO2.
Almacenamiento Hermético in vitro de granos, Estudios - Image 4
En la tabla 3 se pueden apreciar los cambios bioquímicos que se produjeron durante todo el periodo de almacenaje para cada uno de los granos de los cultivos. Se infirió que los cambios que se produjeron son dependientes de cada cultivo y de cada parámetro evaluado.
Almacenamiento Hermético in vitro de granos, Estudios - Image 5
Los granos de avena mostraron un descenso similar en PB y carbohidratos solubles y un aumento en almidón y contenido de aceite durante todo su periodo de almacenaje. Por lo que podemos inferir que se consumieron los carbohidratos solubles y las proteínas por parte de los granos de avena y microorganismos asociados durante el almacenaje. El aumento tanto en almidón como en el contenido de aceite podría ser atribuido a la disminución del contenido total de materia seca.
En los granos de canola se vio un descenso mínimo en los carbohidratos solubles y en el contenido de almidón y descenso muy marcado en el contenido de aceite durante el almacenamiento. Por lo que podríamos deducir que los granos de canola se están consumiendo los aceites en su mayor proporción. El aumento en el contenido de PB podría ser atribuido a la disminución en la muestra del contenido total de materia seca.
Los granos de soja mostraron un descenso en el contenido de mínimo en el contenido de almidón y descenso mayor en contenido de aceite y carbohidratos solubles durante el almacenaje. Por lo que podemos inferir que en su mayor proporción se estarían utilizando como sustrato por los granos y los microorganismos los carbohidratos y los aceites. El aumento en el contenido de PB podría ser atribuido a la disminución en la muestra del contenido de materia seca total. Bhattacharya y Raha (2002), encontraron en soja almacenada en bolsas de yute una reducción muy importante en los hidratos de carbono, una reducción mucho menor en el contenido de aceite y proteínas.
En los granos de sorgo se observó un descenso en el contenido de almidón y un descenso muy importante en el contenido de carbohidratos solubles en el periodo de almacenamiento. Por lo que podemos deducir que se estarían utilizando como sustrato por los granos y los microorganismos presentes los hidratos de carbono. El aumento en el contenido de PB y en aceite podría ser atribuido a la disminución en la muestra del contenido total de materia seca. Los granos de girasol mostraron un descenso en el contenido de PB y en el contenido de carbohidratos solubles en el periodo de almacenaje. Por lo que podemos inferir que en su mayor proporción se estarían utilizando como sustrato por los granos y los microorganismos las proteínas y los hidratos de carbono. El contenido de aceite se mantuvo constante. 
En los granos de maíz se observó un descenso menor en el contenido de carbohidratos solubles y un descenso mayor en el contenido de almidón. Por lo que podríamos deducir que se estarían utilizando como sustrato por los granos y los microorganismos hidratos de carbono en su mayor proporción. El aumento en el contenido de PB y aceite podría ser atribuido a la disminución del contenido total de materia seca. Coincidentemente Bhattacharya y Raha (2002), encontraron en maíz almacenado en bolsas de yute una reducción muy importante en los hidratos de carbono, además encontraron una reducción menor en el contenido de proteínas.
 
4. CONCLUSIONES
Soja presentó la menor carga fúngica inicial asociada y el único grano en que no se aislaron especies de Fusarium o Aspergillus potenciales productoras de micotoxinas. Maíz y girasol presentaron las mayores cargas iniciales de hongos filamentosos y levaduras.
Las concentraciones de CO2 generadas no mostraron diferencias substanciales entre los cultivares (entre 1 y 2 puntos porcentuales) para soja, sorgo, maíz, avena y canola, lo que indicaría que la tasa respiratoria no tiene una gran variabilidad entre los cultivares evaluados.
En girasol se encontró diferencias entre los cultivares de hasta 20 puntos porcentuales en las concentraciones de CO2, lo cual indica que hubo diferencias importantes en la tasa respiratoria. Dichas diferencias entre cultivares pueden ser explicadas por el hecho de contener un diferente porcentaje de aceite.
Se dedujo que se está utilizando como sustrato respirable en su mayoría por los granos y microorganismos de avena carbohidratos y proteínas, por los granos de canola aceites (lípidos), por los granos de soja hidratos de carbono y aceites, por los granos de sorgo y de maíz hidratos de carbono y por los granos de girasol proteínas e hidratos de carbono.
 
5. REFERENCIAS
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MacRae, J.C.; Armstrong,D.G. 1968. Enzyme method for determination of alpha-linked glucose polymers in biological materials. J.Sci.Food Agric. 19 pp. 578-581.
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Massigoge, J.; Cardoso, L.; Bartosik, R.; Rodriguez, J.; Ochandio, D. 2010. Almacenamiento de cebada cervecera en silos bolsa. 9º Congreso Latinoamericano y del Caribe de Ingeniería Agrícola - CLIA 2010 39º Congresso Brasileiro de Engenharia Agrícola CONBEA 2010. Vitória, Espírito Santo, Brasil. En CD. Morris, D.L.1948. Quantitative determination of carbohydrates with Dreywood’s anthrone reagent. Science, 107:254-255.
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Autores:
Dario Carlos Ochandio
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Claudia Castellari
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Ricardo Luis Carranza
4 de diciembre de 2019
Muy buen informe !!! Hace mucho tiempo que los productores graneros deberían haber sabido que el uso del Silo Bolsa, no solo implicaba una buena opción en la reducción de los costos de almacenamiento en Centros de Acopio; en los costos de los fletes tanto en corta y/o larga distancia; en la oportunidad de venta de acuerdo a la evolución de los precios; etc. Nuestra producción de granos es cada vez mas importante en cantidad, por lo que resulta importantísimo ocuparnos de su calidad. En cuanto a la cantidad, la que de hecho en algún lugar hay que guardarla, la solución encontrada a sido los Silo Bolsa, creados originalmente para forraje. En cuanto a la calidad, sabemos que el "principio" para la conservación de los granos guardados es que estén "secos, limpios y fríos". Este "principio", no es aplicable cuando llenamos los Silo Bolsa durante la cosecha, ya que los mismos llegan sucios, calientes y, en muchos casos, húmedos. Esta es la razón por la que los Silo Bolsa deben ser perfectamente herméticos no solo en su armado, sino durante su mantenimiento. Existen en el mercado Cintas y Parches, como las Agro Adhesivo, para este propósito. Las mismas otorgan un cierre y reparación con absoluta hermeticidad y fácil colocación. Con gusto ofrezco asesoramiento sobre las mismas. Saludos. +5493467-635279
CARLOS ARROYO
23 de abril de 2016
https://www.youtube.com/watch?v=Msrsspkifg8 Miren este video, para el almacenamiento, recoleccion y transporte
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