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Las decisivas 5 “A”.

Publicado: 17 de marzo de 2017
Por: Ing. agr. Félix Fares
Tiempos complicados si los hubo…
Corren tiempos de turbulencia para las empresas tamberas. Múltiples factores se han asociado, comenzando por el precio, para hacer que las cosas estén complicadas. Algunos pueden alegar que han llegado a estar peores, y se ha podido remontar esa cuesta.
Pero eso no quita que estos tiempos sean de crisis, en realidad una más de tantas que viene teniendo el sector lechero, inexorablemente, con mayor o menor frecuencia, en los últimos años.
Las diferentes realidades o matices de la crisis son tantos como empresas, de modo que las generalizaciones sobre la gravedad exacta de la situación pueden ser relativas, y a veces hasta peligrosas, como toda generalización.
Asumiendo que tanto los parámetros productivos como los reproductivos están en valores razonables, desde la producción individual, la carga, las preñeces, etc., lo cual sería motivo de otro artículo, me quiero detener en aquellos factores que pueden hacer que la situación se torne especialmente crítica.
Es lo que se puede englobar en “las decisivas 5 A” haciendo alusión a los cinco factores que pueden llegar a ser decisivos en momentos como los actuales. Es más, puede ocurrir que haya empresas que desde el punto de vista tanto productivo como reproductivo tengan buenos resultados, incluso brillantes. Pero a la hora de medir cómo se traduce todo eso en lo económico, pueden aparecer entonces sorpresas desagradables, es decir que no necesariamente los buenos resultados se “contagian” a lo económico. Y en eso, estos 5 factores pueden tener mucha relevancia.
Estos factores no necesariamente están presentes en todas las empresas. Ni tampoco son excluyentes. Eso hace que varios puedan estar actuando al mismo tiempo. E incluso que todos estén presentes, lo cual estaría configurando una suerte de “tormenta perfecta”, no solo por la presencia de todos ellos, sino además por la intensidad con que se manifiestan. Pero para no mantener en vilo al lector, pasemos mejor al tema central de este artículo. Luego, a cada empresa le tocará determinar cuáles de ellos están operando y cómo en su caso.
Las 5 A
  • Altos costos de Estructura y administración.
  • Alimentos importados.
  • Alta incidencia de arrendamientos.
  • Altos retiros empresariales.
  • Arrastre de deuda.
 
Altos costos de Estructura y Administración.
Se suele hacer referencia a estos rubros, los de los llamados gastos fijos, pero muchas veces no queda claro a qué se refiere. Dentro de ellos, los items de mayor incidencia son los honorarios de administración, la conservación de mejoras y las inversiones realizadas.
 
Alimentos “importados”
En toda empresa tambera siempre, en mayor o menor medida, parte de los alimentos son importados, es decir comprados, no producidos por la empresa. Eso no incluye entonces a los silos, salvo excepciones. Las empresas que pueden reducir su importación de alimentos, entendida como compra, son aquella que disponen en forma directa o indirecta de los mismos.
En forma directa aquellas que, del tambo, por tener agricultura de cosecha, en este caos maíz, le permite a la empresa contar con el grano, componente fundamental de la dieta.
Y en forma indirecta cuando, por contar con soja, girasol, trigo, le permite llevar a cabo canjes por otros alimentos básicos tales como el afrechillo de trigo, harina o expeller de soja, y expeller de girasol. De modo que corren con condiciones más ventajosas que aquellas empresas que deben comprar estos alimentos, lo cual financieramente complica, además de agregarse un mayor flete y el mayor costo neto de IVA.  
Cuanto mayor sea la proporción de alimentos importados, y más aún en aquellos planteos en que la suplementación tiene alta incidencia en la producción de leche, esta “a” tiene mayor impacto dentro de los costos de alimentación, que constituye el rubro principal.
 
Alta incidencia de arrendamientos
La modificación en las retenciones de los granos y la nueva euforia por la agricultura, ha tenido un efecto de arrastre, como suele suceder, sobre los arrendamientos. Y cuanto mayor sea la proporción de tierra arrendada de la empresa en cuestión, como así también el monto pactado, ello tiene gran influencia sobre los resultados económicos. Pero esto no solamente referido a los llamados arrendamientos internos, sino que en caso de haberse establecido arrendamientos internos, es decir asignándole por parte de los propios dueños un costo de oportunidad por no haber destinado esa superficie para arrendarla a terceros, eso también tiene gran impacto. De modo que puede haber empresas que al fin y al cabo, a pesar de tener gran parte de la tierra propia, están pagando arrendamientos, tanto externos como internos, por la totalidad de la superficie.
 
Altos retiros empresariales
Esta “A” tiene mucho que ver con los llamados arrendamientos internos, pero la menciono aparte además porque en algunas empresas, además de dichos arrendamientos, también se llevan a cabo retiros, que muchas veces no son de acuerdo al resultado obtenido en el ejercicio sino que son fijos, es decir poco o nada negociables, lo cual agrega otro factor que actúa como lastre de los buenos resultados físicos e incluso económicos que pueda tenerla empresa.
 
Arrastre de deuda
Cuando una empresa trae de ejercicios anteriores una deuda importante, sea que va en aumento, se mantiene o va en descenso, pero sigue restando liquidez a su desempeño, se convierte en un factor de peso, A la hora de mediar su incidencia, más allá del monto absoluto, es interesante poder referirla, por ejemplo, a la cantidad equivalente de liquidaciones mensuales de leche, o como porcentaje del activo total pero sin incluir la tierra. Y de allí puede surgir una visión más completa de cuánto está incidiendo. Eso puede hacer la diferencia entre poder salir airosa de la crisis que le toque enfrentar, o quedar en el camino. Como para las otras “A”, a igualdad del resto de los factores, si se consideran dos empresas muy similares en gran parte de sus resultados, pero una con un pasivo “aceptable” y otra con un pasivo ya prácticamente inmanejable (sea por su monto y/o su plazo de pago) resultan ser dos empresas con futuros diametralmente diferentes…
Y en todos los casos, una forma rápida de medir la incidencia de cada una de estas “A” puede ser, por ejemplo, calcular qué porcentaje del ingreso total de la empresa representa cada una de ellas, para compararlo luego con otras empresas o la propia en otros ejercicios.
 
Conclusión
Como hemos visto a lo largo de este artículo, dentro de toda la complejidad del sistema que representa el tambo, hay factores que pueden ser determinantes a la hora de preguntarse si, como se están llevando a cabo las cosas, esta empresa es, tal cual está hoy, viable o no, pregunta incómoda si las hay pero necesaria para ponerlas cosas en su lugar y tomar las acciones que sean necesarias para corregir el rumbo y que, esperando la mejora de precios, se pueda trabajar sobre todo lo que ocurre tranqueras adentro.
El paso siguiente sería en todo caso que cada empresa se plante por qué algunas de estas “A” está teniendo alta incidencia, si hay forma de cambiarlo, y cómo….Para resumirlo, distinguir lo que es negociable de lo que no lo es…
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Autores:
Félix Fares
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Ricardo Lema
22 de septiembre de 2021
Un tema muy interesante , y hay que tomar todos los recaudos, así podremos evaluar si se puede , buena herramienta para los productores hay que poner los números y los pro y lo que se lograr
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