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Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano

Publicado: 28 de marzo de 2016
Por: Leonel Avendaño Reyes a, Francisco Daniel Álvarez Valenzuela a, Abelardo Correa Calderón a, J. Salomé Saucedo Quintero a, Fernando Rivera Acuña a, Francisco Javier Verdugo Zárate a, Carlos Fernando Aréchiga Flores b, Peter H. Robinson† a Instituto de Ciencias Agrícolas, Univ. Aut. de Baja California, b Facultad de Med. Veterinaria y Zootecnia, Univ. Aut. de Zacatecas.† UCCE, Department of Animal Sciences, University of California, Davis, CA, EUA.
Resumen

Con el objeto de evaluar algunas respuestas fisiológicas preparto y productivas posparto, se asignaron 24 vacas Holstein multíparas a dos tratamientos: con (n=12) y sin (n=12) sistema de enfriamiento durante su periodo seco en verano. Vacas enfriadas tuvieron menor (P<0.05) tasa respiratoria (77.5 vs 83.7) y menor (P<0.05) temperatura rectal (39.1 vs 39.3 °C) por la tarde, que vacas no enfriadas. Los niveles de T3 y T4 fueron mayores (P<0.05) en vacas enfriadas sobre no enfriadas (38.0 vs 30.2 y 0.857 vs 0.681 ng/ml, respectivamente). El peso nacimiento fue sólo numéricamente mayor (P=0.421) en vacas con enfriamiento (36.1 vs 34.6 kg). La producción de leche tendió a ser mayor (P=0.144) en vacas enfriadas (28.1 kg) sobre vacas no enfriadas (25.2 kg), mientras que el porcentaje de grasa fue mayor (P<0.05) en vacas enfriadas (3.2 %) sobre vacas testigo (2.9 %); como resultado, la producción de leche ajustada fue mayor (P<0.01) en vacas enfriadas sobre no enfriadas (28.6 vs 25.7 kg). Reproductivamente, sólo la concepción total fue mayor (P<0.05) en vacas enfriadas sobre no enfriadas (100 vs 63.6 %). El grupo no enfriado presentó 42 % de tasa de desecho, y en el grupo enfriado fue de cero. El análisis económico mostró un beneficio de $ 770.50 vaca/año. Estos resultados demuestran que el uso de sistemas de enfriamiento 60 días preparto reduce el estrés calórico en vacas Holstein, y puede impactar positivamente en la productividad posparto, lo cual origina mayores beneficios económicos para el productor.

PALABRAS CLAVE: Ganado lechero, Estrés calórico, Producción de leche, Sistema de enfriamiento.

 

INTRODUCCIÓN
Uno de los principales factores que limitan la eficiencia productiva del ganado lechero en zonas áridas y semiáridas del noroeste de México es el estrés por calor. Altas temperaturas, elevada humedad relativa, o ambas, provocan una reducción en los principales parámetros productivos y reproductivos del ganado lechero, que cuando es sometido a estas condiciones adversas, su temperatura corporal aumenta y se induce una serie de eventos fisiológicos que conducen a una nueva homeostasis y, finalmente, a una reducción en la productividad(1). En situaciones de estrés por calor, algunos de los cambios observados en el ganado son: reducción en el consumo de alimento, disminución de la actividad física en general, búsqueda de sombra o viento, aumento en la tasa respiratoria, incremento en el flujo sanguíneo periférico, sudoración y disminución de la producción(2,3,4).
Considerando que el periodo seco es una etapa de preparación de la vaca para su próxima lactancia y que el pico de producción se alcanza, aproximadamente, a las ocho semanas posparto, la etapa previa al parto toma gran importancia; por tanto, la presencia de estrés térmico en el periodo seco de la vaca lechera puede repercutir negativamente al momento del parto, en el peso al nacimiento de la cría, en características productivas posparto, como el pico de producción y la lactancia completa, así como en el comportamiento reproductivo(5,6,7). El estrés calórico durante el periodo seco también causa cambios en los perfiles hormonales, lo que a su vez produce un efecto negativo en el desarrollo de la glándula mamaria y, finalmente, en la producción de leche posparto(8).
Reproductivamente se ha demostrado que el estrés calórico preparto tiene un efecto residual sobre cambios reproductivos que ocurren en el posparto, ya que puede provocar una involución uterina más retardada, ocasionando un retraso en la presentación del primer calor posparto(9). El uso de modificaciones ambientales durante el verano en explotaciones lecheras es práctica común en zonas con clima cálido, como las localizadas en el norte de México, ya que reduce los efectos del estrés por calor; sin embargo, los escasos estudios en nuestro pais se han centrado en la etapa productiva de la vaca, sin tomar en cuenta el periodo previo al parto(6,10). Un estudio realizado con vacas Holstein en una zona desértica del noroeste de México demostró que el enfriamiento con aspersores y abanicos bajo la sombra del corral durante la etapa inicial de la lactancia, condujo a un aumento de 4 kg/vaca/dia en relación a vacas que sólo tuvieron acceso a sombra en el corral(11). En la misma zona, el enfriar vacas por medio de su humedecimiento durante 2 min dos veces al día durante su periodo seco, produjo una tendencia a incrementar el peso al nacimiento de las crías y a reducir el estrés calórico en los animales(12). Con base en este planteamiento, el objetivo del presente estudio fue determinar algunas respuestas fisiológicas durante el periodo preparto, y respuestas productivas y reproductivas posparto, a un sistema de enfriamiento usado durante el periodo seco, en vacas lecheras Holstein en condiciones de altas temperaturas.
 
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio y animales experimentales
El estudio se realizó en la Unidad experimental de bovinos de leche, del Instituto de Ciencias Agrícolas, de la Universidad Autónoma de Baja California, en el Ejido Nuevo León, Baja California, 42 km al SE de Mexicali, Baja California, México (32° 24’ N y 115° 11’ O, altitud 8.7 msnm). El clima es tipo desértico y en verano se caracteriza por ser cálido, muy seco, con temperaturas promedio máximas y mínimas entre 43 y 16 °C, respectivamente, alcanzando hasta 52 °C. La precipitación pluvial promedio anual es de 85 mm(13). Se utilizaron 24 vacas Holstein, multíparas (entre dos y seis partos) que 60 días previos a su fecha probable de parto se asignaron a uno de dos tratamientos de acuerdo con su condición corporal: a) grupo testigo (n=12), que tuvo acceso sólo a sombra en el centro del corral (SS), y b) grupo experimental (enfriado) (n=12), que tuvo acceso a un sistema de enfriamiento instalado bajo la sombra, en la parte central del corral (SE). El material de las sombras de los corrales fue lámina galvanizada y su orientación norte a sur, con una altura de 3.20 m. La dimensión de los corrales fue 18.5 x 16 m
Las vacas pasaron su periodo seco durante los meses más calientes del año, distribuyéndose el inicio del periodo seco en las vacas de la siguiente forma: cuatro en junio (dos SE y dos SS), diez en julio (cinco SE y cinco SS), ocho en agosto (cuatro SE y cuatro SS), y dos a principios de septiembre (una SE y una SS), de manera que 6 vacas parieron en agosto, 12 en septiembre y 6 en octubre. La cantidad de alimento proporcionado a los grupos experimentales fue la misma, suministrándose dos veces al día una ración integral que incluyó: 65 % heno de alfalfa, 15 % de grano de trigo molido, 15 % de paja de trigo, 3 % de salvado y 2 % de premezcla de vitaminas y minerales. Esta ración proporcionó 15.8 % de PC y 1.26 Mcal ENL/kg de MS. Las vacas tuvieron agua a libre acceso en el corral. Los animales fueron alojados en sus respectivos corrales desde los 60 días previos a su fecha de parto hasta la ocurrencia de éste. Después del parto, todas las vacas pasaron a un mismo corral abierto, acondicionado sólo con sombra, recibiendo la misma ración para vacas en inicio de la lactancia: 60 % forraje a base de alfalfa y 40 % de concentrado lechero. Las vacas se ordeñaron dos veces al día (0500 y 1700). En la sala de espera, previo a la ordeña, se instalaron válvulas aspersoras de agua para refrescar a las vacas antes de ser ordeñadas y disminuir el estrés por calor.
Sistema de enfriamiento
El sistema de enfriamiento utilizado consistió en dos abanicos de 90 cm de diámetro con motor de 1/2 HP y separados 3 m uno de otro. Frente a los abanicos se instaló una manguera con seis válvulas aspersoras de agua que emitieron una gota fina sobre el ambiente en este corral. La cantidad de agua emitida por cada válvula fue de 1.9375 L/h, lo cual totaliza 11.625 L/h en las seis válvulas usadas, y de 23.25 L/h en los dos abanicos. El sistema de enfriamiento se colocó debajo de la sombra en su lado Oeste, a 3 m sobre el nivel del piso. El sistema operó automáticamente 8 h diarias (1000 a 1800).
Variables medidas
La temperatura ambiente y la humedad relativa se registraron diariamente, y se estimó el índice temperatura-humedad (ITH) de acuerdo con la fórmula(14):
ITH = 0.81 TA + HR (TA – 14.4) + 46.4
Donde: ITH=índice temperatura-humedad; TA=temperatura ambiental (°C); HR = humedad relativa (%).
Los valores de ITH se construyeron considerando las temperaturas máximas y mínimas promedio. Las variables medidas durante los 60 días preparto fueron: temperatura rectal (TER) y tasa respiratoria (TAR) dos días por semana, una vez por la mañana (0930) y otra vez por la tarde (1430) en cada día de muestreo. La TER fue medida usando termómetros electrónicos manuales con sensor (Modelo 15-600-000, Mabis Health Care Inc.) colocados a una profundidad aproximada de 8 cm dentro del recto de cada vaca. La TAR se midió observando el número de movimientos del espacio intercostal por 60 seg. La condición corporal (CC) se midió dos veces por semana, tomando como medida final el promedio de las calificaciones de tres personas distintas, utilizando el procedimiento donde 1 corresponde a una vaca extremadamente delgada y 5 a una vaca extremadamente obesa(15).
Durante los últimos 30 días preparto se tomaron muestras de sangre semanalmente de cada vaca por punción de la vena coccígea, se centrifugaron a 300 xg durante 20 min a 4 °C. Los sueros se conservaron a –15 °C hasta determinar por radioinmunoensayo(16) los niveles de hormonas tiroxina (T4) y triiodotironina (T3). Las variables productivas posparto medidas fueron: peso de las crías al nacimiento (PCN), producción de leche promedio una vez por semana hasta la octava semana posparto (PL), producción de leche promedio ajustada al 3.5 % de grasa (PLA) en el mismo periodo. En el momento de la ordeña, por la mañana y por la tarde, se colectó una muestra de leche para su análisis del porcentaje de grasa y proteína (GRL y PRL) en leche en ese mismo periodo, los cuales se realizaron por el método Gerber(17) y Kjeldahl(18) respectivamente. La variable PCN se ajustó por la altura a las caderas, tratando de reducir variación por el tamaño de los animales(19). Las variables reproductivas medidas fueron días a primer servicio (DPS), servicios por concepción (SPC), días abiertos (DA), concepción a primer servicio (CPS), concepción total (CT) y, finalmente, el porcentaje de vacas desechadas al final de esa lactancia (DFL). La CT se midió a los 250 d posparto. Una vaca del grupo testigo murió después del parto, por lo que no se contó con su información posparto.
Análisis estadístico
Las variables preparto (TAR, TER, CC, T3, y T4) y posparto (PL, PLA, GRL, y PRL) medidas durante el transcurso del tiempo se analizaron mediante un diseño en bloques al azar con mediciones repetidas utilizando los comandos “Repeated” y “Random” dentro del procedimiento “Mixed” del programa estadístico SAS(20). La condición corporal inicial se usó como criterio de bloqueo. El modelo estadístico incluyó los efectos fijos de bloque, tratamiento, semana y la interacción semana con tratamiento. Como efecto aleatorio se utilizó vaca anidada en tratamiento, el cual fue usado para las pruebas de F. Se probaron distintas estructuras de covarianza y la de valor más cercano al cero (según los criterios de información Akaike y Bayesiano) fue elegida, resultando la estructura de covarianza de mayor ajuste la Autoregresiva de Primer Orden(21). Las variables medidas una sola vez (PCN, DPS, SPC y DA) se analizaron mediante el procedimiento “Mixed” de SAS con un modelo de bloques al azar(22). Las variables medidas como porcentajes (CPS, CT y DFL) se analizaron mediante la prueba de Ji-cuadrada o exacta de Fisher, cuando fue necesario(22). Todos los análisis se realizaron utilizando el programa estadístico SAS, versión 9.1.2(20).
 
Figura 1. Promedios de temperatura ambiental y humedad relativa durante el periodo experimental
Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano - Image 1
 
Figura 2. Indices de temperatura-humedad máximo y mínimo durante el periodo experimental
Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano - Image 2
 
Análisis económico
El análisis económico se realizó utilizando el modelo descrito por Daugherty(23), el cual contempló los costos por la adquisición del equipo (inversión inicial), costos por gastos de mantenimiento, costos por consumo de agua y energía eléctrica y amortización anual de la inversión inicial. Los costos por inversión inicial incluyen la adquisición de los abanicos y los gastos derivados de su instalación, los cuales a su vez involucran la adquisición del material eléctrico (cable, centros de carga a prueba de agua, transformador, tubo eléctrico de pared gruesa, reloj regulador y otros accesorios) e hidráulico (tubo pvc cédula 40, coples, depósito de agua, etc.), además de la bomba de presión, filtros internos y externos. El beneficio se obtuvo de la diferencia obtenida en producción de leche a las ocho semanas (1.7 kg) a favor del grupo enfriado, extrapolando a partir de este valor la producción de la lactancia ajustada.
 
Cuadro 1. Medias mínimo cuadráticas, errores estándar (SE) y valores de probabilidad en variables fisiológicas registradas durante el periodo seco en vacas Holstein con y sin sistema de enfriamiento
Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano - Image 3
 
Cuadro 2. Medias mínimo cuadráticas, errores estándar (SE) y valores de probabilidad en variables productivas registradas posparto en vacas Holstein con y sin sistema de enfriamiento
Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano - Image 4
 
RESULTADOS
Variables climáticas
El periodo experimental incluyó desde las últimas dos semanas de junio hasta la primera de septiembre. Las temperaturas y humedades mínimas y máximas registradas durante el periodo de estudio fueron 19 y 48 °C y 20 y 52 % respectivamente (Figura 1). Los ITH calculados durante las 15 semanas de duración del experimento se muestran en la Figura 2, siendo los meses más cálidos julio, agosto y septiembre.
Tasa respiratoria, temperatura rectal y condición corporal
El análisis de mediciones repetidas en las variables preparto (TAR, TER, CC, T3, y T4) mostrado en el Cuadro 1 muestra que el efecto de la interacción tratamiento con semana no fue significativo. El efecto de semana fue significativo (P<0.05) en todas las variables, lo que indica que existieron diferencias entre los tiempos de muestreo realizados para cada variable. Los promedios de TAR y TER obtenidos por la mañana no presentaron diferencias, mientras que por la tarde, cuando el sistema había operado durante cuatro horas, la diferencia fue significativa (P<0.05) para las dos variables, lo que indica que, en promedio, el sistema de enfriamiento redujo estas constantes fisiológicas durante las horas más calientes del día. Los promedios de CC preparto fueron similares en vacas con o sin sistema de enfriamiento.
Niveles hormonales
Se observa que las vacas del grupo enfriado (T3: 0.857 ng/ml y T4: 38.05 ng/ml) presentaron mayor concentración promedio (P<0.05) de estas dos hormonas en el periodo total que el grupo de vacas testigo (T3: 0.681 ng/ml y T4: 30.24 ng/ml) (Cuadro 1).
Variables productivas
El promedio de PCN (Cuadro 2) fue sólo numéricamente mayor (P=0.421) en el grupo enfriado sobre el grupo testigo (36.1 vs 34.6 kg). El promedio de producción de leche hasta la octava semana posparto fue sólo numéricamente mayor (P=0.144) en el grupo enfriado (28.1 kg) sobre el grupo testigo (25.2 kg). Sin embargo, el contenido de grasa en leche fue mayor (P<0.05) en el grupo enfriado (3.2 %) que en el grupo testigo (2.9 %), diferencia que se refleja en la producción de leche ajustada al 3.5 %, donde el grupo testigo tuvo una producción de 25.7 kg menor (P<0.01) que el grupo enfriado (28.6 kg). No se detectaron diferencias en el promedio de proteína en leche, con valores de 3.0 y 3.2 % en los grupos testigo y enfriado, respectivamente.
Variables reproductivas y tasa de desecho
No hubo diferencias (P>0.05) en las variables DPS, SPC, DA y CPS entre tratamientos (Cuadro 3). Además, no se observa un comportamiento reproductivo consistentemente positivo en las vacas sujetas al SE. Sin embargo, es importante notar que al final del experimento todas las vacas del grupo enfriado resultaron preñadas, mientras que en el grupo testigo sólo 7 de las 11 vacas resultaron gestantes (P<0.05). Por otro lado, al final de la lactancia, del total de 12 vacas, 5 fueron desechadas del grupo testigo, mientras que en el grupo enfriado no se desechó ninguna vaca (testigo: 41.7 % y enfriado: 0 %; P<0.05). En los criterios para el desecho de las vacas en el grupo testigo, dos fueron por baja producción de leche en la lactancia (< 4500 kg), dos por alto número de servicios por concepción (> 5) y una que murió al momento del parto. Los criterios del desecho fueron establecidos por el encargado de la Unidad Experimental.
 
Cuadro 3. Medias mínimo cuadráticas, errores estándar y porcentajes de parámetros reproductivos en vacas Holstein con y sin sistema de enfriamiento en el periodo seco
Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano - Image 5
 
Análisis económico
La inversión inicial consideró $ 1,500 por costo del sistema por vaca (Cuadro 4). Se consideran seis meses de altas temperaturas en la zona, lo que equivale a 183 días de trabajo del sistema de enfriamiento, periodo en el cual se tienen vacas secas. El costo por mantenimiento de equipo se estimó en 3 % del costo de la inversión inicial, lo que representó $ 45. El costo de energía eléctrica se obtuvo de acuerdo con el gasto de electricidad por el motor de 0.5 HP usado en el sistema (0.375 kw/h/abanico). Los costos de electricidad y agua por vaca por año fueron $ 226.62 y $ 18.43 respectivamente, que representan valores actuales de la zona de estudio. Además se estimó el costo de amortización anual del equipo considerando su vida útil de 12 años que fue de $ 125. Finalmente, el costo total por el uso del sistema de enfriamiento por vaca en el verano 60 días preparto fue de $ 415.06. El beneficio por el uso de este sistema provino de la mayor producción de leche (338.7 kg de leche por lactancia por vaca) que representó una ganancia bruta de $ 1185.45. La diferencia costo-beneficio fue $ 770.39 neto/vaca/año por uso del sistema de enfriamiento. Si efectivamente se considera que la tasa de desecho en vacas sin sistema de enfriamiento durante el verano puede ser mayor que el de vacas sujetas a estas modificaciones ambientales físicas junto con el precio de la vaquilla al parto, los beneficios pueden aumentar considerablemente desde el primer año de uso del sistema.
 
Cuadro 4. Costos de producción y beneficio económico del uso de sistemas de enfriamiento en vacas Holstein con estrés calórico en el periodo seco
Evaluación de un sistema de enfriamiento aplicado en el periodo seco de ganado lechero durante el verano - Image 6
 
DISCUSIÓN
Variables climáticas
Las condiciones climáticas de la zona de estudio se consideran extremas durante el verano, ya que el promedio de temperaturas máximas no disminuyó de 40 °C durante el periodo estudiado. De la misma forma, el ITH máximo observado durante el experimento fue de 94.3 unidades y la mayor parte del tiempo fue superior a 72 unidades, valor que es considerado como punto crítico en el cual el estrés calórico afecta a la vaca, por lo que el grado de estrés calórico se clasificó como severo(24). De acuerdo con estas variables climáticas, las vacas obtuvieron mayor ganancia de calor del ambiente de lo que pudieron perder, lo cual ocurrió a lo largo del periodo de estudio. El promedio de humedad registrado durante el estudio fue de 36 %, lo que ayudó a la pérdida de calor por medios evaporativos en los animales, ya que el tipo de sistema de enfriamiento utilizado es efectivo en zonas con baja humedad relativa.
Tasa respiratoria, temperatura rectal y condición corporal
Estudios sobre estrés calórico en ganado indican que cuando la tasa respiratoria oscila entre 20 y 60 resp/min, el animal se encuentra en condiciones termoneutrales; sin embargo, cuando aumenta de 80 a 120, la vaca se encuentra sujeta a estrés calórico de moderado a severo(25,26). La similitud en los valores de TAR y TER registrados durante la mañana, tanto semanalmente como en el promedio del periodo experimental, se atribuye a que durante la noche y en las primeras horas del día las condiciones climáticas fueron favorables para disipar el calor corporal en los animales adquirido durante las horas calientes del día. Esto se basa en los valores mínimos del ITH presentados en la Figura 2, ya que se observa que en 5 de las 15 semanas de estudio se registraron índices mínimos por debajo de 72 unidades, lo cual ocurrió en las primeras horas del día (entre 0200 y 0500), por lo que los valores de estas dos variables fisiológicas a las 0930 fueron muy semejantes y por debajo del límite inferior del estrés por calor en vacas lecheras. Por otro lado, los promedios semanales de TAR y TER por la tarde fueron similares, excepto por dos semanas de las ocho medidas para cada variable; sin embargo, en promedio, el grupo testigo presentó una TAR (83.7 resp/min) y TER (39.3 °C) por encima del límite que considera la presencia de estrés calórico moderado, mientras que las vacas sometidas al sistema de enfriamiento presentaron promedios de TAR (77.5 resp/min) y TER (39.1 °C), ligeramente menores que el grupo testigo. Considerando que al momento de la medición de estas variables fisiológicas por la tarde (1430) el sistema de enfriamiento había operado ya por 4 h 30 min, y a que a esta hora del día las condiciones climáticas fueron muy cercanas a su pico máximo del día (1530), estos resultados sugieren que el sistema de enfriamiento utilizado fue efectivo en relación a la reducción del estrés por calor en comparación con las vacas sin este sistema(1,27).
Un estudio señala que el efecto combinado de bajas reservas corporales y un bajo consumo de alimento en condiciones de estrés calórico fue evidente cuando vacas presentaron CC al parto menor a 2.5(27). A pesar de estos resultados se ha sugerido que la CC ideal para una vaca durante su periodo seco es de 3.75(15), lo que indica que las vacas del presente estudio iniciaron su periodo seco con una CC ligeramente elevada.
Niveles hormonales
La disminución en la concentración de hormonas tiroideas T3 y T4 se ha observado en ganado sujeto a altas temperaturas, lo cual indica disminución en la función de la glándula tiroides en condiciones de estrés calórico(28). Esta reducción también se relaciona con el crecimiento de tejidos maternales como la glándula mamaria y la placenta, ya que la actividad de estas hormonas está directamente relacionada con el desarrollo mamario y la lactogénesis, pudiendo afectar el crecimiento fetal en su etapa final y la función de la glándula mamaria posparto(29). En un experimento donde se relacionó época del año con hormonas tiroideas, los valores de T4 variaron en un rango de 48.6 y 39.7 ng/ml para invierno y verano respectivamente, mientras que las concentraciones de T3 se localizaron en un rango de 1.04 y 0.79 ng/ml para invierno y verano, respectivamente, los cuales coinciden con los encontrados en el presente estudio(30). Se ha observado que las concentraciones de hormonas tiroideas en vacas lecheras varían inversamente con la temperatura ambiental, ya que vacas secas expuestas a 32 °C resultaron con reducidos niveles séricos de T3 y T4, lo cual apoya la teoría de que la tasa de secreción de estas hormonas tiroideas se reduce en el verano(31). La secreción de hormonas tiroideas también se relaciona con la nutrición en presencia de estrés calórico, destacando que en el periodo seco también se presenta el fenómeno de bajo consumo de alimento, lo cual provoca un balance de energía negativo, que, a su vez, ocasiona una disminución en la secreción de las hormonas tiroideas(32,33).
Peso de las crías al nacimiento
Aproximadamente 60 % del crecimiento fetal del bovino se presenta en los últimos 90 días de gestación, por lo que la exposición a altas temperaturas en este periodo puede tener efectos negativos importantes en el crecimiento de la placenta y del feto, así como en la viabilidad del feto y el recién nacido(6,28). Esto implica que vacas en condiciones de estrés calórico tienden a parir crías con bajos pesos al nacimiento. Es importante notar que a pesar de utilizar diferentes modificaciones ambientales, la mayoría de las investigaciones relacionadas con la disminución del estrés calórico preparto encontraron resultados satisfactorios en PCN utilizando alguna modificación ambiental en su último tercio de la gestación, como el uso de sombras(8). El baño de vacas dos veces al día mejoró en 3.2 kg el PCN sobre vacas no bañadas en los últimos 60 días antes de la fecha de parto(12) y el uso de un sistema de enfriamiento basado en aspersores y abanicos mejoró esta misma característica en 2.6 kg en vacas sujetas a este sistema sobre vacas sólo con sombra durante el periodo seco(34). Vacas Holstein que tuvieron su periodo seco en verano y fueron sometidas a un sistema de enfriamiento en este periodo, parieron crías con un peso de 34.5 a 45.4 kg, los cuales son similares a los pesos de las crías encontrados en este trabajo cuando las vacas en el mismo periodo estuvieron bajo un sistema de enfriamiento(35). Los valores observados de hormonas tiroideas apoyan la tendencia observada en la variable PCN, lo que podría indicar que existe una estrecha relación positiva entre los niveles plasmáticos de estas hormonas y el PCN.
Producción de leche y porcentajes de grasa y proteína en leche
El estrés por calor durante el periodo seco puede provocar cambios endocrinos importantes, como alteraciones de hormonas tiroideas, que pueden tener un impacto negativo en la producción láctea del siguiente parto(5,6,36). Algunos estudios han relacionado el peso de las crías al nacimiento con la producción de leche posparto, observando mayor producción de leche en vacas que parieron crías con mayor peso. En respuesta a la sombra durante el periodo seco, se observó aumento de 4 % en la producción de leche a los 100 días de producción posparto, valor que se incrementó a 12 % considerando la lactancia a 305 dias(8). Asimismo, se observó incremento de 8.5 % en la producción de leche a los 150 días en vacas sometidas a un sistema de enfriamiento durante su periodo seco sobre vacas testigo(34). En condiciones de altas temperaturas y baja humedad, se ha observado también una tendencia a mejorar la producción de leche de vacas sometidas a un sistema de enfriamiento durante su periodo seco que vacas sin acceso a este sistema, ya que es posible establecer que vacas lecheras con elevada producción de leche al inicio de su lactancia fueron precedidas de becerros con tendencias a mayor peso al nacimiento, lo que pudo provocar una mayor secreción de hormonas que se encuentran estrechamente relacionadas con la síntesis de leche(37). Se ha observado un incremento hasta de 157 kg de leche en la lactancia total en vacas que tuvieron su periodo seco en verano y fueron sometidas a un sistema de enfriamiento(31).
En el presente estudio, la diferencia en contenido de grasa en leche y la producción de leche ajustada a 3.5 % de grasa fue mayor en favor de los animales enfriados, lo que refleja una tendencia a mejorar estos parámetros productivos como resultado del enfriamiento durante el periodo seco; esta diferencia puede ser mayor si se proporciona enfriamiento durante la etapa inicial de la lactancia, cuando el pico de producción de leche está en su máximo nivel(38,39). Una disminución en GRL ha sido observada en vacas Holstein en condiciones de estrés calórico; esta depresión es asociada a un menor consumo de forraje, lo que a su vez conduce a un cambio en la proporción de ácido acético:ácido propiónico, con la consecuente baja en el porcentaje de grasa en leche(40,41).
Variables reproductivas y tasa de desecho
Vacas sin sombra al final de la gestación presentaron menor volumen ovárico y menor porcentaje de ovarios con cuerpo lúteo en comparación de vacas con sombra en la misma etapa; sin embargo, los días al primer estro, DA y SPC fueron similares(9). Cabe mencionar que algunas variables reproductivas ocurrieron hasta 100 días después del parto, y considerando que el enfriamiento ocurrió 60 días antes del parto, su efecto pudo ser nulo. A esto se atribuye que los resultados no muestren una tendencia definida, ya que incluso utilizando sistemas de enfriamiento posparto, otros estudios señalan variación en los parámetros reproductivos. En este estudio, las vacas testigo tendieron a presentar menor DPS y DA promedio, pero más SPC promedio, aunque esta última presentó gran variación en las vacas testigo. En condiciones termoneutrales, el balance de energía positivo puede iniciar a partir del día 42, por lo que vacas del grupo enfriado pudieron experimentar un menor periodo de balance de energía negativo e iniciar su actividad lútea y balance de energía positivo en menor tiempo. En este sentido, uno de los efectos del estrés calórico en la vaca lechera es la reducida tasa de concepción debido a una baja fertilización posinseminación y alta mortalidad embrionaria temprana(9,42).
Los resultados sobre la tasa de desecho obtenidos en el presente estudio coinciden con otros estudios(37,39), ya que se notifica un mayor número de vacas desechadas en grupos sin y con sistema de enfriamiento por razones similares a las indicadas en el presente estudio. Sin embargo, debido a que el periodo que comprendió el enfriamiento es reducido y que la ocurrencia del desecho fue de entre 10 y 12 meses después del enfriamiento, las causas no pueden atribuirse sólo al uso del sistema de enfriamiento. Es decir, distintos factores ambientales pudieron conducir al desecho de los animales. Es importante destacar el intenso y prolongado estrés calórico al que se someten vacas Holstein en el valle de Mexicali, ya que existe mortalidad por este efecto, y además la inseminación artificial se omite de junio a septiembre (comunicación personal Asoc. Gan. Local de Prod. Leche de Mexicali, A.C.). Por tanto, este ambiente adverso para vacas Holstein, cuyo origen genético son climas fríos, hace que los sistemas de enfriamiento sean una necesidad no sólo antes, sino también después del parto, cuando ocurren eventos productivos y reproductivos de gran importancia.y además la inseminación artificial se omite de junio a septiembre (comunicación personal Asoc. Gan. Local de Prod. Leche de Mexicali, A.C.). Por tanto, este ambiente adverso para vacas Holstein, cuyo origen genético son climas fríos, hace que los sistemas de enfriamiento sean una necesidad no sólo antes, sino también después del parto, cuando ocurren eventos productivos y reproductivos de gran importancia.
Análisis económico
Una evaluación económica de un sistema de enfriamiento en esta misma zona durante el verano para ganado lechero en producción describe que vacas lecheras sujetas a este sistema produjeron 4 kg de leche más que vacas sólo con sombra, estimando una ganancia de $ 91.14 durante el primer año de uso del sistema de enfriamiento, la que aumenta a partir del segundo año a $ 1421.40(11). Entre temperaturas de 35 y 40 °C, este sistema puede producir beneficios hasta de $ 590/año, mientras que con temperaturas mayores a 40 °C, la ganancia puede ascender hasta $ 742/año, siempre y cuando la humedad relativa no sea mayor a 30 %(22). Un estudio realizado durante el verano sobre el uso de un sistema de enfriamiento con vacas en producción informó una ganancia de 2.24 dólares/día en favor de las vacas enfriadas con este sistema(39). Por tanto, el uso de sistemas de enfriamiento a base de abanicos y aspersores en los sistemas de producción lechera de las regiones áridas en el mundo puede ser una opción de manejo ambiental a considerarse en la producción intensiva de leche.
 
CONCLUSIONES E IMPLICACIONES
Se concluye que el uso de un sistema de enfriamiento basado en abanicos y aspersores 60 días antes del parto, reduce el estrés por calor durante este periodo, de acuerdo con los valores de tasa respiratoria, temperatura rectal y perfiles de hormonas tiroideas, y puede mejorar características productivas posparto como el contenido de grasa en leche y la producción de leche ajustada. El análisis económico de este sistema de enfriamiento muestra que los beneficios por la adopción de esta práctica de manejo ambiental en establos lecheros localizados en zonas desérticas pueden ser obtenidos a partir del primer año de su uso.
 
LITERATURA CITADA
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El presente artículo corresponde a parte de la tesis de Maestría en Ciencias en Sistemas de Producción Animal del MVZ Fernando Rivera Acuña.
Fuentes de Financiamiento: 6ta. Convocatoria Interna de Apoyo a Proyectos de Investigación, DGIP-UABC; Proyecto de Instalación CONACYT I33476-B.
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Autores:
Leonel Avendaño Reyes
Universidad Autónoma de Baja California (UABC)
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J. Salomé Saucedo Quintero
Universidad Autónoma de Baja California (UABC)
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