31 de mayo de 2008
Estimado Erick Alvarado
Existe una gran cantidad de tipos de herraduras. Paso a comentarle acerca de la herradura más usada para trabajo o paseo.
Esta herradura es apta para todo tipo de caballos. Por exigencias de determinadas disciplinas se utilizan herraduras que se adapten a la situación.
La carrera exige un tipo liviano y con agarre, dependiendo también si es durante el entrenamiento o durante la carrera propiamente dicha.
El Polo exige una herradura liviana con mucho agarre y con un taco, de quita y pon o no, en el talón externo de las patas. En zonas de mucho hielo se busca una herradura que soporte el desgaste y que tenga tacos en sus talones, con el fin de evitar el deslizamiento lateral y frontal.
El salto necesita apoyo y, por otro lado, una buena ergonomía, con el fin de aliviar las exigencias al pie.
Y así, cada disciplina exige algo diferente.
Pero hablando de una herradura estándar, para caballos de trabajo, paseo, etc. se busca que la herradura soporte los 45 días de desgaste, que sea forjable en frío en el yunque, es decir, no demasiado dura o acerada. El espesor normal es de 8 mm. este espesor permite contar con un peso razonable. Su ancho puede variar entre 1.5 o 2 cm.
Lo más importante es que cuente con buena distribución de claveras. Las claveras son los agujeros por donde pasará el clavo, actualmente vienen con 8, con el fin de que el herrador pueda elegir. Idealmente se deben utilizar las 6 de adelante. Las dos últimas de estas 6 debe llegar hasta la mitad del casco, es decir, hasta 1,5 cm. por detrás del vértice de la ranilla.
Las 7º y 8º se utilizan en situaciones puntuales, donde alguna delantera no se puede usar o cuando realmente es necesario colocar los 8 clavos. Clavar más atrás de la mitad del casco significa impedir la natural dilatación horizontal del pie, parte del aparato amortiguador del mismo.
Es importante también, que la contra estampa de la clavera, es decir, el orificio que se ve en la cara superior de la herradura, que toma contacto con el casco, se encuentre a unos 6 mm del borde externo. Si se aloja más adentro, o al centro de la pletina, se corre el riesgo de que el clavo llegue a las partes sensibles del pie. Una muy buena herradura, cuenta con la primera contraestampa ubicada a 7-8 mm del borde externo y la última a 5-6 mm, esto es debido a que hacia atrás, la pared es más delgada.
La estampa debe ser rectangular, como la cabeza de un buen clavo, para otorgar un buen calce de éste último. Por otro lado, debe ser de un tamaño acorde a un clavo acorde. En caballos de pies tamaño estándar, hablamos de un clavo del tipo E4. El clavo E5 se usa para cascos ya más grandes. El clavo E3, para caballos de pies pequeños.
Una buena estampa permite que el cuello del clavo permita alojarse en la unión del casco y la herradura, sin juego. Ya que es el cuello del clavo lo que debe soportar las fuerzas transversales de la herradura sobre el casco. Es la parte más firme del clavo.
Si la herradura cuenta con bordes redondeados, mejor. Esto permite una mejor salida del pie al despegar. Aunque son accesorios que debe hacer el herrador de acuerdo al caso, forjando en el yunque.
La forma es relativa. La fábrica realiza herraduras con forma estándar. Casi circulares las de mano y casi ovaladas las de pata. Pero es el herrador quien, luego, en todos los casos, debe adaptar, en el yunque, la forma de la herradura a la forma del casco desvasado o normalizado. La fábrica no puede abarcar o responder por todas las formas de pies existentes.
En un mismo juego, de cuatro herraduras, deberían de ser las manos un nº más grande que las patas. Debido a que en un mismo caballo, las manos son más grandes que las patas.
En caso de que desee saber algo más puntual, se puede seguir analizando cada tipo.
Le envío un cordial saludo
Daniel Anz