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La investigación y la industria del reciclaje de subproductos de origen animal

Publicado: 18 de abril de 2016
Por: Dr. Gary G. Pearl Fats and Proteins Research Foundation, Inc. (Jubilado). Trabajo publicado por gentileza de National Renders Association
Resumen

La FPRF ha sido sinónimo de investigación para la industria del reciclado de subproductos de origen animal. La importancia de la investigación para cualquier industria no debe exagerarse, pero es una necesidad para el reciclaje y los productos reciclados de origen animal. La FPRF ha sido un recurso integral de investigación para todas las industrias pecuarias y está ahora lista para cosas aún más importantes y más productivas conforme avanza hacia el futuro. Un nuevo presidente, el Dr. Sergio Nates, está ansioso y listo para mantener al reciclaje de subproductos de origen animal como el “guarda de la industria pecuaria”. La investigación de la FPRF va a continuar dirigiendo a la industria del reciclaje de subproductos de origen animal y apoyando la integridad de sus procesos y políticas.

 

Introducción
La industria del reciclaje de subproductos de origen animal es una de las industrias más antiguas, tal y como lo describió Frank Burnham en el libro The Original Recyclers (Franco y Swanson, 1996). Su papel en la investigación puede de la misma forma rastrearse al siglo XVIII. Aunque históricamente el proceso crudo de extraer grasa del tejido animal o de las canales con fuego se puede caracterizar como una forma de reciclaje, el reciclaje en sí evolucionó durante el siglo XX como proceso. Sus predecesores comprendían el valor de recolectar el unto de la grasa en la cocción a fuego abierto que acompañaba a las buenas cacerías. Conforme avanzó la evolución industrializada, el valor de estas costumbres tradicionales se modificó hacia sistemas de cocción en recipientes que utilizaban los tres principios básicos del reciclaje de subproductos de origen animal: eliminación del agua, extracción de la grasa de la fracción de proteína y esterilización. El proceso continuó para proporcionar productos que podrían consiguientemente almacenarse y usarse tanto para beneficios de mantener la vida, como de mejorarla. El avance que trajo la industria del reciclaje de subproductos de origen animal del proceso de fuego abierto a los sistemas modernos electrónicamente controlados y monitoreados de las plantas de hoy en día, estuvo impulsado por una serie de factores, pero la investigación ha probado ser una influencia consistente y significativa.
Como la industria pecuaria evolucionó hacia las unidades de producción animal que sustituyeron en gran medida la cacería para conseguir carne, leche, huevos y pieles, la evolución de cómo ser más productivos y más eficientes, ha sido el principal motivo para llevar la moderna industria pecuaria al presente. Las investigaciones han influido en casi todos los aspectos de la industria pecuaria en su avance hacia los estándares de hoy en día. El recuento histórico de la relación simbiótica de la industria del reciclaje de subproductos de origen animal con todos los segmentos de la industria pecuaria, es más evidente en la búsqueda por mantener la carne, leche, huevos, fibra y ahora la bioenergía hasta arriba en la cadena de producción agrícola. Las investigaciones han hecho contribuciones muy importantes para guiar la producción y el procesamiento de los productos reciclados de origen animal y en ayudar a la producción de los alimentos de origen animal para consumo humano, más seguros, más económicos y más sanos en el mundo. La investigación va a continuar siendo un componente activo en guiar a la industria del reciclaje de subproductos de origen animal hacia su papel futuro como parte vital e integral de la industria pecuaria sustentable.
 
Investigación
La investigación se describe como la búsqueda diligente, la investigación científica y el estudio para descubrir nuevos hechos. De esta manera, “si sólo se considera lo que es, tal vez nunca se logre saber qué será” (Anónimo). En la actualidad, la investigación ha avanzado del proceso básico de prueba y error. Una idea tenía éxito si uno podía demostrar que funcionaba una teoría o incluso una idea. La ciencia y el proceso de investigación se han convertido en un proceso más bien preciso. Los requisitos están ahora muy bien articulados y para una publicación científica de referencia, el informe de la investigación debe someterse a un estricto proceso de revisión arbitrada. Aunque el proceso de investigación varía sustancialmente, para que sea efectivo debe de contener componentes básicos. Debe establecerse un objetivo que vaya de acuerdo con la hipótesis. También se debe desarrollar un plan o protocolo para resolver el problema o hipótesis identificada. El plan se implementa para desarrollar datos que se puedan evaluar científica y estadísticamente. La duplicación o replicación de los parámetros exactos de tratamiento debe ser suficiente para evaluar una interpretación estadística de los datos resultantes. De esta manera, los principios de un buen diseño experimental para la investigación en ciencias animales se basa en libros de texto estándar que describen el diseño y el análisis de experimentos. La American Society of Animal Science (ASAS) ha publicado Techniques and Procedures in Animal Science Research como una ayuda que guía el proceso (ASAS, 1969 - 1998). Esta revisión simplista del proceso altamente científico de establecer conclusiones de investigación proporciona oportunidades para preguntas de interpretación o aplicación. Hay muchos ejemplos como tales que pertenecen a la investigación animal, de los cuales se van a hablar más adelante en este capítulo. Sin embargo, es un hecho que los resultados de investigación y su interpretación e implementación crean obsolencia y cambios en nuestras vidas de todos los días. Es importante hacer notar que en conjunto, más del 80% de la mayor eficiencia y avances en la productividad general en la industria agropecuaria estadounidense se puede atribuir directamente a la investigación y su aplicación.
 
Perspectiva histórica
La formalidad de la investigación animal no siempre ha estado claramente articulada como los métodos científicos modernos del 2006. El desarrollo de los requerimientos de nutrientes ha sido un proceso perpetuo sujeto a interpretación, inclusión de factores de seguridad y sesgos personales sustanciales. Ha tenido una evolución similar en todas las especies. Asimismi, la correspondencia de las especificaciones de nutrientes a los requerimientos establecidos o que se cree que ya están establecidos ha sido un proceso que ha requerido de múltiples interpretaciones.
El método “científico” real de los primeros proyectos de nutrición animal se puede describir como una observación y demostración astuta, cuando se compara con las normas de investigación de hoy en día. Como una perspectiva histórica, el Dr. George Fordyce de Inglaterra en 1791 fue el primero en usar un experimento con grupo control para documentar la necesidad de la suplementación de calcio en las gallinas ponedoras para producir huevos con cascarones que no se rompieran fácilmente en el nido. Cien años después, el Profesor C.S. Plumb en la Universidad de Purdue informó del primer experimento para demostrar el crecimiento acelerado que ocurría cuando se utilizaban proteínas animales para suplementar los alimentos de maíz que hasta ese momento habían sido la dieta estándar para los cerdos en crecimiento y finalización en el medio oeste de Estados Unidos. Fue un evento histórico y abrió la arena de la investigación en la nutrición de proteínas. Los primeros estudios utilizaron proteínas animales en gran medida, lo que consistía en fuentes de carne y leche. Los suplementos de origen vegetal comprendían las leguminosas altas en fibra que precedieron al advenimiento de la evolución de las oleaginosas que ahora predomina el mercado de ingredientes de proteína. Las demostraciones de los beneficios de las proteínas animales fueron comunes. El libro de Feeds and Feeding de Morrison se publicó por primera vez en 1898, el cual tuvo una amplia acogida por parte de los ganaderos y profesores prácticos, así como profesores y estudiantes de zootecnia (Morrison, 1957). La primera edición la escribió Dean William Arnon Henry de la Universidad de Wisconsin. Se proporcionaron volúmenes de ediciones anuales o bianuales con datos científicos actualizados. Numerosas revistas veterinarias de principios del siglo XX hacen referencia a las cualidades preventivas de la proteína animal y de la carne para muchas enfermedades y condiciones en animales, tales como el canibalismo en pollos confinados. A pesar de las protestas actuales contra los sistemas confinados de alojamiento que se usan hoy en día, fue necesario encerrar a las aves como protección de los predadores, incluso en aquellos días. El picoteo de las plumas y otras condiciones de canibalismo se informaron que podían prevenirse a través de proveer pedazos de carne suspendidos en alambres para que las aves picotearan. El libro de The Practical Stock Doctor, con derechos de autor de 1904, hace referencia al uso de manteca, tankage y leche descremada en muchos de los remedios para muchas de las enfermedades descritas (Waterman, 1904).
Hoy en día, hay innumerables revistas, tanto de ciencias animales como de ciencias veterinarias, que han continuado relatando el refinamiento de los requerimientos nutritivos de los animales. Estas revistas han sido históricamente prolíficas en añadir ciencia con cada nuevo volumen. Combinadas, sin duda hay más volúmenes publicados en nutrición animal que ninguna otra materia. La American Dairy Science Association se fundó en 1906, seguida de la formación de la American Society of Animal Science y la Poultry Science Association en 1908. Estas asociaciones o sociedades se reunieron en 1998 como la Federation of Animal Science Societies para representar a las sociedades miembro como un enlace científico. Las revistas, la sección y las reuniones nacionales proporcionadas por estas organizaciones, han sido las principales fuentes para el establecimiento de los requerimientos de nutrientes animales. El National Research Council de la National Academy of Sciences de manera rutinaria han publicado informes por especies que resumen el conocimiento de los requerimientos de nutrientes y las características nutricionales de las fuentes de nutrientes (NRC, 2006).
De esta manera, la investigación basada en principios científicos ha guiado a la industria pecuaria a través de un periodo arcaico a las normas de hoy en día, en las que Estados Unidos está produciendo ahora un número mucho mayor de animales para carne, leche, huevos, fibra y bioenergía con menos del uno por ciento de su población comparado con el 80 por ciento cuando se fundó el país.
 
Los años de formación de la FPRF
La Fats and Proteins Research Foundation, Inc. (FPRF), se encuentra ahora en su 44o año de servicios de investigación y técnicos para la industria del reciclaje de subproductos de origen animal. La FPRF, cuyos estatutos se aceptaron formalmente como una fundación el 20 de junio de 1962, ha terminado más de 570 proyectos de investigación individuales e innumerables manuscritos técnicos y científicos en apoyo al reciclaje de subproductos de origen animal y a sus productos. La FPRF tal vez es tan bien conocida por su acrónimo como por su nombre oficial. Es un reconocimiento adquirido a través de la colaboración cercana con la comunidad científica y por financiar proyectos de calidad.
La investigación de productos animales reciclados previamente estaba patrocinada bajo la dirección del Comité de Investigación de la National Renderers Association (NRA). Este comité fue la inspiración de Robert J. Fleming en 1959 para el desarrollo de un concepto de fundación para dirigir las iniciativas de investigación de la industria. La formación y financiamiento inicial de la fundación se atribuye a la visión de Bob Fleming, de National By-Products, Inc., y a Charles L. Haussermann Jr., de Darling Delaware Company, Inc. Esto es indicativo del cambio, pero es irónico que estas dos compañías se fusionaran en una sola en 2006.
La visión de que la investigación infunde un modelo de negocios diferente en comparación con otras funciones organizativas, inspiró la formación de la fundación. La FPRF fue fundada con una misión específica de investigación y educación, además de que en sus propios estatutos cuenta con una referencia de no llevar a cabo cabildeo. El éxito de la acción de los fundadores de la FPRF es evidente cuando uno revisa los criterios científicos y entiende que los requerimientos de investigación los tengan que aceptar revisores de las revistas y los usuarios finales. Se formó el 23 de octubre de 1962 un comité de investigación. El Dr. Fred D. Bisplinghoff, de Faber Industries, Inc., fue miembro por estatutos del comité. El Dr. Bisplinghoff es miembro vitalicio actual del Comité de Investigación de la FPRF, quien ha fungido como su presidente y director de servicios técnicos de 1988 a 1993.
No es posible revisar cada uno de los campos de investigación en que la fundación se ha dedicado durante sus actividades, ni tampoco es posible reconocer a todos los contribuyentes del comité de investigación o la multitud de científicos e investigadores que han formado parte de la historia de la fundación. Sin embargo, durante el inicio de la década de 1960, las grasas animales atrajeron una atención importante. La exploración en aspersores de herbicidas, intentos de modificar los ácidos grados saturados y el sebo, la deshidratación de las grasas saturadas y el uso de las grasas animales como agentes impermeabilizantes para el cemento, encabezaron las aprobaciones de los proyectos de investigación. Los estudios de disminución del olor también tuvieron proyectos de alta prioridad. Había en operación una planta piloto en Theobald Industries que la usó el Battelle Institute para la investigación de la diminución del olor. La fundación más tarde adquirió una patente pade un olfatómetro para medir los componentes e intensidad del olor (FPRF, 1965).
A finales de la década de 1960, seguían siendo prioritarios los proyectos que se enfocaban al olor y a los usos alternativos del sebo. Es interesante hacer notar que al principio se rechazó una propuesta de proyecto para estudiar el uso del “Ozono como control del olor”, no obstante en 2002 se terminó un proyecto de la FPRF de la Dra. Annel Greene de Clemson University, el cual se enfocaba al mismo objetivo. A finales de la década de 1960, se atrajo la atención de la posible contaminación por Salmonella y plaguicidas de los productos reciclados de origen animal, por lo que se estimuló la investigación en estas áreas. Continua la investigación para mejorar nuestra comprensión y control sobre los riesgos químicos y biológicos de seguridad del producto hoy en día.
En la década de 1970, con el incremento en el uso de las grasas animales como ingredientes de alimentos balanceados, así como el avance de la nutrición de los aminoácidos (AA) llegaron nuevas oportunidades de investigación. Se realizaron estudios sobre sustitutos lácteos para becerros, bagres y aminoácidos digestibles. La competencia del advenimiento del concepto del maíz-soya puso en riesgo el uso de los subproductos de origen animal en los alimentos para cerdos a favor de la simplicidad de mezclar en la granja el maíz local, la harina de soya y un pequeño paquete de vitaminas y minerales para entrar a la era de la “planta de mezclado”. Se inició una mejor atención a los estudios de nutrición porcina, ya que los proveedores de ingredientes de proteínas animales se preguntaban entonces con frecuencia sobre el contenido y digestibilidad de aminoácidos. Los proyectos de investigación dirigida con estudios de nutrición animal básica son, y continuarán siendo necesarios para estar al mando de la posición en el mercado en las dietas de todas las especies. Bajo la guía del comité de investigación de la FPRF, actualmente hay una serie de proyectos multiespecies que se están realizando para enfocarse a estos objetivos.
La década de 1970 también atrajo el interés en el mejoramiento del contenido de energía de las dietas de la mayor parte de las especies animales. Las grasas animales contribuyen con 2.6 a 3.8 veces el valor calórico metabolizable en comparación con el maíz, atributo que encabezó la investigación que se dirigió a estos usos. La vaca lechera, la cerda lactante, la gallina ponedora, pollos de engorda y el ganado de engorda tanto estabulado como no estabulado, fueron los objetivos de los proyectos de investigación de la utilización de grasas animales. Los beneficios de alimentar grasas se expandieron posteriormente hacia los equinos, animales de compañía y las especies acuícolas.
La industria del reciclaje de subproductos de origen animal respondió al suministrar almacenamiento de grasa en la granja con sistemas que la enviaban directamente a las dietas preparadas en la granja. El desarrollo de las “grasas secas” trajo numerosos nuevos productos al mercado. Para la década de 1980, los proyectos de investigación estaban altamente orientados hacia los temas nutricionales. La fundación se organizó en cuatro subcomités: grasas, proteína, proyectos especiales y nutrición. Como se hace notar en el capítulo de la nutrición de rumiantes de este libro, la investigación que demostró los beneficios de la proteína de “sobrepaso” para el rumiante proporcionó nuevos usos y productos innovadores para los ingredientes de proteína animal. La fundación estuvo sumamente involucrada en apoyar la investigación que traía importantes avances en la compresión de los misterios de muchos de los procesos digestivos del rumiante. Los proyectos fundados por la FPRF de numerosos líderes de investigación en la nutrición de rumiantes han ayudado a llevar al concepto de la proteína de “sobrepaso” a aquéllos que ahora incorporan los modelos matemáticos para predecir fracciones de proteína y componentes amino degradables y no degradables, y sus disponibilidades digestibles. Desafortunadamente, muchos de esos beneficios en la nutrición de rumiantes proporcionados por los coproductos animales se eliminaron y se pusieron en riesgo de manera crítica a través de la reglamentación de alimentos de 1997 de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en el que se restringe el uso de proteínas de rumiantes y la subsiguiente reacción reglamentadora y del consumidor.
 
La investigación y la última década
La década de 1990 trajo nuevos desafíos, pero también, como siempre, nuevas oportunidades para la industria pecuaria y la industria del reciclaje de subproductos de origen animal. Fue un periodo en el que se exacerbó la intensidad de las preocupaciones de la seguridad alimentaria. La epidemia de la encefalopatía espongiforme bovina (BSE) en el Reino Unido impulsó reacciones de miedo, percepciones, mitos, procesos reuglatorios, programas de mercadeo oportunistas y mejores actividades de los defensores de los derechos animales, que hasta entonces no tenían precedentes. Varias fuerzas han sido proactivas en contrarrestar estas influencias intensificadas. Es muy evidente que la investigación y la ciencia han proporcionado papeles positivos; sin embargo, es muy difícil contrarrestar el miedo y las percepciones. No obstante, estas influencias han afectado el enfoque de la FPRF.
Debe reconocerse la realidad de las influencias que todas estas cuestiones tienen sobre un programa de investigación. En la última década, la FPRF ha terminado, iniciado o colaborado en aproximadamente 200 proyectos de investigación. Casi todos estos proyectos han resultado en publicaciones arbitradas y en contribuciones significativas para las numerosas conferencias de nutrición y científicas que se realizan cada año. Los objetivos y las prioridades de los proyectos se han alterado en la última década. A mediados de la década de 1990, la fundación estableció una política para dirigir 75 por ciento de sus recursos a proyectos de objetivos que no estaban enfocados a alimentos para consumo animal o humano, pero reservaron el 25 por ciento para los estudios de nutrición multiespecies. Esta agenda de investigación prestó atención especial a los asuntos de bioseguridad, a aplicaciones de nuevos usos, acuicultura y bioenergía.
La FPRF se involucró en cooperar con el National Soydiesel Development Board en 1992, que posteriormente se le cambió el nombre a National Biodiesel Board. La industria del biodiesel se ha expandido espectacularmente, no sólo en Estados Unidos, sino internacionalmente. Además, la demanda de combustibles alternativos y la impulsores económicos de la energía han motivado la necesidad de las investigaciones en biocombustibles. En un proyecto en la Universidad de Georgia, la FPRF proporcionó grasas animales y grasas de restaurante y aceites de cocción reciclados para calentar el campus durante el invierno de 2002, lo cual proporcionó datos importantes para las comparaciones de las emisiones y energía con los combustibles fósiles. La FPRF se ha convertido en el centro de intercambio de información para el informe final resultante y su interpretación (Adams, 2002). Un volumen significativo de la producción de grasa total de la industria del reciclaje se utiliza ahora como biocombustible.
El biodiesel, en su relación con la industria del reciclaje de subproductos de origen animal, se merece en realidad un libro en sí mismo. El número de plantas que producen biodiesel se está expandiendo rápidamente, y también se está expandiendo la disponibilidad de éste. Aunque la mayor parte de las plantas actuales están estructuradas para usar aceites vegetales, numerosas compañías de reciclaje, tanto en Estados Unidos como en Canadá, han invertido o están considerando fuertes inversiones en las instalaciones de producción de biodiesel. Griffin Industries, Inc. fue la primera compañía de reciclaje estadounidense en construir una planta y producir biodiesel en la localidad de Butler, Kentucky, en 1998. Se debe reconocer a la American Soybean Association (ASA) por dedicar los principales recursos para las iniciativas de biodiesel. Los objetivos de la FPRF y de la industria de reciclaje de subproductos de origen animal han sido para apoyar especificaciones de la materia prima, reglamentaciones y legislativas neutrales. Las acciones legislativas para retener la paridad entre las materias primas han sido una cuestión constante y no siempre han resultado en la igualdad que se merecen las grasas y los aceites animales reciclados. Los procesos técnicos y los datos analíticos proporcionan seguridad de que las materias primas lípidas de la industria del reciclaje pueden resultar en la producción de biodiesel de calidad, que cumpla con los actuales requisitos de la Norma D6751 de la American Society for Testing and Materials (ASTM). Los biocombustibles derivados de las grasas animales no han sido inmunes a asuntos de bioseguridad similares tan conocidos para los productos reciclados. Sin embargo, ya se han tratado las preguntas con respecto a cualquier influencia de la BSE, de otras encefalopatías espongiformes transmisibles (TSE) y de tóxicos que ´pudieran tener sobre la seguridad del biodiesel o biocombustible. La FPRF Directors Digest No. 329 proporciona un resumen de estas interrogantes (Pearl, 2004). Además, una amplia revisión de literatura realizada en Clemson University lleva a conclusiones de riesgo de bioseguridad sumamente bajo en total (Greene y Dawson, 2005).
La producción de la industria del reciclaje de subproductos de origen animal de materias primas lípidas se aproxima casi a una tercera parte de todas las grasas y aceites que actualmente se producen en Estados Unidos y Canadá. Las fuentes alternativas de combustibles y energéticos van a continuar siendo una oportunidad no solo nacional, sino una en que todo el mundo debe enfocarse de manera más activa. Los coproductos animales reciclados están posicionados para seguir siendo un importante contribuyente de las necesidades de energía alternativa de Estados Unidos.
La investigación abocada a la seguridad microbiana de los productos reciclados de origen animal ha sido evidente a lo largo de la historia de la FPRF. Más recientemente, un estudio de la Universidad de Illinois realizada por el Dr. Fred Troutt validó la efectividad del proceso de esterilización del reciclaje adecuado. Para realizar este estudio, cooperaron 17 plantas de reciclaje con el Dr. Troutt, sus asociados y la FPRF (Troutt et al., 2001). Continúa la investigación en el Animal Co-Products Research and Education Center (ACREC) para tratar este tema. Se espera que se pueda planear en el futuro cercano la construcción de una planta piloto de reciclaje de subproductos de origen animal.
Para cumplir con las prioridades de investigación ajustadas de la FPRF, continuó en la década de 1990 con los estudios tradicionales de nutrición, pero con una prioridad más enfocada. El trabajo financiado en acuicultura se expandió a un programa internacional. Se terminaron proyectos o están en desarrollo en China, Vietnam, Canadá, Reino Unido y en numerosas instalaciones de investigación en Estados Unidos en una gran variedad de especies pisícolas y de mariscos. La acuacultura se ha proyectado que sea una importante oportunidad para los ingredientes derivados de animales para alimentos balanceados. Sin embargo, el crecimiento de la acuicultura en Estados Unidos no ha mantenido el mismo ritmo que el resto del mundo. Las importaciones de mariscos en Estados Unidos están ahora en tercer lugar en el balance comercial, detrás del petróleo y los automóviles. De esta manera, el mercado mundial y las proyecciones de mercado a corto plazo para la producción acuícola deben dirigirse al segmento internacional, al tiempo que no se deben de ignorar el crecimiento más lento de la industria en Estados Unidos.
La diversidad de proyectos se pueden ver al revisar la lista de los proyectos terminados y aquéllos que están en desarrollo en la página web de la FPRF, www.fprf.org . Los proyectos han servido a la industria muy bien para poder cumplir con las necesidades actuales del mercado, el desarrollo de nuevos mercados y las necesidades regulatorias y legislativas. Es probable que en el futuro vaya a ser necesaria la continua diversidad. Sin embargo, el desarrollo de ACREC como un bien de investigación adjunto y complementario, con su misión enfocada suplementada con los estudios de nutrición animal también enfocada, va a posicionar a la FPRF muy bien en el futuro para poder cumplir los deseos y las necesidades de la industria del reciclaje de subproductos de origen animal.
 
Investigación y vigilancia de la BSE
En acontecimientos que conducen a y la promulgación de la regla de alimentos de 1997, la FDA reconoció que numerosos hechos científicos necesarios no estaban y aún no están disponibles con respecto a las TSE, incluyendo la BSE. El Dr. Stephen Sundlof, Director del Center for Veterinary Medicine (CVM), dijo que “la investigación de los estudios independientemente validados sobre la etiología, patógenos y transmisión de las TSE sería de ayuda para la FDA, así como para otros gobiernos, ya que cada uno de nosotros hace esfuerzos para reducir el riesgo de las enfermedades TSE en el hombre y animales. De manera más importante desde la perspectiva de las medidas eficaces regulatorias y de hacer valer la ley, es que hay una gran necesidad de más conocimientos científicos sobre el ensayo del agente(s) en los alimentos para consumo humano y animal, de un ensayo confiable para la proteína específica en la harina de carne y hueso, de procesos de fabricación que destruyan o de otra manera desnaturalicen el agente(s) de la enfermedad y pruebas para el diagnóstico de la enfermedad TSE en animales vivos” (Sundlof, 1997). Aunque hay un fuerte apoyo para la investigación en todas las áreas antes mencionadas, hay pocas respuestas que se hayan producido en la década que acaba de pasar. Sin embargo, en respuesta a la necesidad, la FPRF estableció un equipo internacional para desarrollar un protocolo para la investigación sobre la inactivación en 1997. Se diseñó un estudio y se apoyó ampliamente por parte de diferentes agencias y organizaciones. Hubiera sido una inversión de mucho valor para todos en la industria pecuaria, pero no se financió, otro ejemplo de las oportunidades perdidas en la investigación.
La industria del reciclaje de subproductos de origen animal ha sido un importante contribuyente para el mejoramiento al programa de vigilancia de BSE del Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS). Ha cooperado en toda su capacidad para adquirir datos de vigilancia, especialmente para los animales muertos en granja y los no ambulatorios de alto riesgo. El número de cerebros de ganado que se han examinado ha sido impresionante en el transcurso de los últimos dos años. Sin embargo, la necesidad de un programa mejorado requirió de varios años de motivación. En 1996, la FPRF desarrolló un estudio de laboratorio de diagnóstico para conseguir datos sobre las enfermedades del sistema nervioso central (SNC). Hubo 23 laboratorios estatales que participaron en el estudio en coordinación con los veterinarios del estado. Los resultados se proporcionaron a APHIS y a la FDA. Se recolectaron datos de los números de las muestras bovinas enviadas a los laboratorios con antecedentes de síntomas del SNC. Además, se obtuvieron datos de esas muestras enviadas al National Veterinary Services Laboratories (NVSL) para la confirmación de BSE. Las muestras con un diagnóstico positivo de otras enfermedades del SNC, tales como la listeriosis, rabia, polio o toxicidad química, no se enviaron al NVSL. La edición del verano de 1996 del Dx Monitor informó que la vigilancia de BSE en Estados Unidos llegó a un total de 3,425 cerebros durante el periodo de 1986 al 31 de julio de 1996. El estudio de la FPRF de laboratorios de diagnóstico estatales acreditados informó a través de sus veterinarios estatales que se habían examinado y proporcionado diagnósticos de otro agente causante del SNC o de un examen de BSE negativo en 8,383 animales durante el periodo de 1991 a junio de 1996. Estos datos proporcionaron una mayor seguridad de que la BSE no estaba presente o de una muy baja incidencia en ganado de Estados Unidos en ese momento.
En 1997, se formó una vez más el Subcomité de Vigilancia de TSE para ayudar en un programa a garantizar la eliminación adecuada de las canales de ganado descartadas por trastornos del SNC en empacadoras, mientras esperaban la prueba confirmatoria de BSE. El subcomité estuvo encabezado por el Dr. Fred Bisplinghoff y comprendía del Dr. Gary Pearl, Doug Anderson, Edward Murakami, Mike Gilbert y Greg Van Hoven. La industria del reciclaje de subproductos de origen animal cooperó completamente para evitar que se procesaran canales que mostraran enfermedades neurológicas hasta que se estableciera un diagnóstico negativo confirmado de la BSE. Este programa cooperativo una vez más suplementó la fortaleza de la vigilancia de BSE en Estados Unidos. La industria del reciclaje, una vez más, fue importante en el programa intensificado de pruebas que se inició después del primer caso de BSE en Estados Unidos en el 2003. Un porcentaje muy alto de los 785,638 animales actualmente analizados ha sido proporcionado por los recicladores desde junio de 2004 cuando se iniciaron las pruebas mejoradas. La infraestructura y el apoyo de la industria en la vigilancia de enfermedades animales es solamente otra función importante que contribuye a la industria pecuaria.
Las medidas reglamentarias de la FDA de prohibir ciertas proteínas derivadas de rumiantes en los alimentos usados en animales rumiantes, las numerosas demandas de países de exportación y las preocupaciones recientes con respecto a la enfermedad de pérdida crónica de peso en cérvidos, así como las reglamentaciones pendientes del material de riesgo especificado (SRM) han creado la necesidad de procedimientos analíticos rápidos. Aún se requiere de ensayos para detectar e identificar tejidos derivados de especies de animales específicos. Los asuntos sobre SRM crean ahora también la necesidad de identificar tejidos específicos dentro de las mismas especies. Estas capacidades no están disponibles con la especificidad y la precisión de especies que se requiere, que sean consistentes con el costo y los resultados oportunos que se necesitan. La FPRF ha estado colaborando con la Florida State University y Neogen en patrocinar investigación para desarrollar esta tecnología. Se espera que estos esfuerzos continuos de investigación vayan a rendir frutos en traernos procedimientos que ayuden a cubrir estos vacíos.
 
El Animal Co-Products Research and Education Center
La industria del reciclaje de subproductos de origen animal ha entrado en una nueva era de compromiso para asegurar una base científica para la utilización de tejidos de coproductos animales. La FPRF y Clemson University han consumado un acuerdo de colaboración para la formación de un centro de investigaciones dirigido a los coproductos animales. El ACREC se aprobó oficialmente en octubre de 2005 y se inauguró en una conferencia que se realizó en el campus de Clemson University, Clemson, Carolina del Sur, el 27 de marzo de 2006. El ACREC es un centro internacional de investigación de coproductos concentrado en los tejidos no comestibles de la producción y procesamiento de animales para consumo humano. Su enfoque será en la utilización nueva o mejorada, y segura de los recursos de coproductos animales. Su establecimiento va a permitir una red de científicos, en concierto con todos los segmentos de la producción animal, para que se concentre en la utilización segura de casi el 50 por ciento de toda la producción del peso vivo de los animales para consumo humano. Este volumen de materia prima animal en Estados Unidos se acerca a los 24.5 millones de toneladas (54 mil millones de libras) al año, lo cual en sí mismo justifica el desarrollo del ACREC por parte de la industria del reciclaje de subproductos de origen animal.
 
Un resumen histórico del ACREC
La industria y sus productos han pasado a otro nivel de escrutinio. Aunque no hay razones científicas que impidan el uso continuo de subproductos animales como fuentes de nutrientes en alimentos balanceados, los desafíos de esta noción se han hecho más frecuentes y han aumentado en intensidad. Es imperativo que la investigación dirigida a nuevos objetivos de uso que no sean de consumo animal o humano, reciban una mayor prioridad. Además, la garantía de la seguridad microbiana de los productos reciclados de origen animal debe convertirse en una prioridad de investigación más alta. Estas realidades y los numerosos aportes de planeación estratégica llevaron a la concepción de un centro o instituto que pudiera enfocarse a estos objetivos. El concepto primero fue primero analizado por el presidente de la FPRF con el comité ejecutivo en la primavera de 2002. Al presidente se le dio la autoridad de buscar el interés y las oportunidades mutuas con varias instituciones de investigación, tanto públicas como privadas. Uno se pudo haber desilusionado por las numerosas reacciones negativas que se recibieron durante las presentaciones iniciales. Las reacciones fueron muy típicas de la percepción del reciclaje de subproductos de origen animal y sus productos. El compromiso multimillonario en dólares requerido para asociarse con instituciones privadas significaba que la alternativa no era económicamente factible. La industria y sus aliados compitieron con numerosas industrias que cuentan con financiamiento de investigación a través de programas de contribuyentes de productores y de subsidios gubernamentales.
Sin embargo, durante una revisión de consulta de proyectos con la Dra. Annel Greene, del Departamento de Ciencias Animales y Veterinarias de Clemson University, se analizó el concepto de un centro. Inmediatamente, se consultó al Dr. Paul Dawson del Departamento de Ciencias de los Alimentos, y este par de investigadores y profesores de Clemson University se convirtieron en los campeones en lograr el establecimiento de ACREC.
Clemson University, ubicada en Clemson, Carolina del Sur en Estados Unidos, es una de las instituciones establecidas para promover una relación simbiótica entre la investigación, la enseñanza y la extensión. Tiene una inscripción de 17,000 estudiantes en cinco instituciones académicas con más de 70 campos de estudio. De particular importancia es su magnífico registro de establecer una atmósfera intracurricular. Esta interacción de intereses y experiencia ha conducido al desarrollo de centros de investigación para industrias específicas. Los más notables son el National Brick Research Center fundado en 1987, y el recientemente fundado International Center for Automotive Research en Greenville, Carolina del Sur. Prácticamente toda la investigación con referencia a la mezcla, fabricación y aseguramiento de la calidad de ladrillos y cerámica se realiza en el National Brick Research Center, que ya ha crecido hasta ser un programa multimillonario en dólares, albergado en un edificio de reciente construcción. La cultura interdisciplinaria entre el profesorado de Clemson los ha colocado entre las 25 principales universidades en el país en cuanto a los ingresos ganados de patentes y propiedad intelectual.
Después de la discusión conceptual del centro, los Drs. Greene y Dawson abogaron por la integración de científicos y educadores de diversos campos académicos. El 21 de febrero de 2003, se realizó un foro de discusión, en el que un quórum de gente que apoya que representaban la experiencia de numerosos departamentos y funcionarios ejecutivos, llenaron el salón F-145 del Poole Agricultural Center a su capacidad máxima de gente de pie. El concepto y el plan básico se analizaron en la reunión de primavera de 2003 de la FPRF. Don Davis, el entonces Presidente de la Mesa Directiva de la FPRF, estableció un comité organizador para realizar el desarrollo del Animal Co-Products Research Institute:
  • Don Davis, Central Bi-Products
  • John Dupps Jr., The Dupps Company
  • Barry Glotman, West Coast Reduction
  • Ross Hamilton, Darling International
  • Kevin Kuhni, John Kuhni Sons
  • Mark Myers, National By-Products
  • J.J. Smith, Valley Proteins
  • Dr. Gary Pearl, Presidente de la FPRF (Presidente)
Este comité se reunió en el campus de Clemson del 17 al 19 de agosto de 2003, para realizar discusiones profundas con los funcionarios ejecutivos de la universidad, decanos, directores de departamentos, profesores e investigadores, y además visitaron laboratorios y el centro de ladrillos. El informe del comité para la Mesa Directiva de la FPRF resultó en la aprobación del desarrollo de un acuerdo, estatutos y el inicio de un grupo inaugural de proyectos de investigación a aprobarse en la reunión del Comité de Investigación de la FPRF de abril de 2004. El nombre oficial aprobado por la Mesa Directiva fue el de Animal Co-Products Research and Education Center. El nombre se concretó solamente después de una considerable deliberación. La mayoría expresaba la necesidad de incluir el componente de educación como algo muy importante para los objetivos finales proporcionados por ACREC. La educación continúa siendo un vínculo importante perdido para describir la importancia del reciclaje y sus productos en las industrias de animales para consumo humano, para legisladores y consumidores. Se inició la ardua tarea de articular un acuerdo y los estatutos operativos, además de que se iniciaron y completaron los siguientes nueve proyectos inaugurales:
04C-1 Enumeración de bacterias térmicamente resistentes en materias primas recicladas – Dra. Annel Greene
04C-2 Determinación de los valores Z y F de las bacterias térmicamente resistentes aisladas de las materias primas recicladas – Dr. Paul Dawson
04C-3 Evaluación microbiológica de las bacterias resistentes a antibióticos en productos animales reciclados – Dr. Xiuping Jiang
04C-4 Análisis de fracciones separables de proteínas de materiales de subproductos animales crudos seleccionados – Dr. Jim Acton y Dr. Ashby Bodine
04C-5 Determinación del contenido de proteína y usos potenciales de sobrenadantes de homegenizados de tejidos de glándulas mamarias de bovinos y porcinos – Dr. Tom Scott
04C-6 Selección de péptidos bioactivos de proteínas de subproductos animales – Dr. Feng Chen
04C-7 Síntesis de biodiesel de grasas derivadas de animales mediante catálisis heterogénea – Dr. James Goodwin Jr.
04C-8 Extrusión y moldeo de fracciones de proteínas y grasas derivadas de subproductos animales para aplicaciones de empaques y estructurales – Dr. Amod Ogale
04C-9 Estudio de tecnologías económicamente factibles para eliminar a la dioxina y tóxicos parecidos a la dioxina de los coproductos animales – Dr. John Coates
Varios miembros del personal legal de la FPRF ayudaron en el acuerdo y en el proceso de desarrollo de los estatutos. La oficina de rector en Clemson proporcionó la ayuda de Renee Roux, por lo que de esta manera se minimizaron los gastos legales. La estructura organizativa del ACREC es única, funcional y mantiene la integración de científicos y educadores de diferentes campos en instituciones académicas, industriales y gubernamentales para cumplir con las prioridades de educación e investigación específicas que tienen que ver con los coproductos animales La FPRF está identificada como el único patrocinador fundador. Sin embargo, está abierta la participación tanto a los miembros como a los no miembros de la FPRF. Hay beneficios claros al adquirir membresías tanto en la FPRF como en ACREC, para maximizar los beneficios de la investigación de los coproductos animales. Existe un beneficio demostrado y la productividad proporcionada por las coaliciones de investigación comprendidas por universidades, fundaciones de investigación de la industria y miembros de la industria representativa en adquirir y utilizar el financiamiento del proyecto. El acuerdo de ACREC y sus estatutos están a disposición de los miembros de la FPRF y solicitantes en cualquier momento. El apoyo de los miembros de todas las industrias conexas es de suma importancia en el éxito futuro de ACREC.
 
Declaración de la misión de ACREC
El centro va a avanzar en la ciencia y tecnología de los coproductos animales, a aumentar la educación de los estudiantes universitarios y del público, y a educar y servir a la industria del reciclaje de subproductos de origen animal, a los usuarios comerciales de los coproductos animales y a los miembros del centro con investigaciones prioritarias de usos nuevos y mejorados de los coproductos animales y los procesos de reciclaje.
La misión del centro es compatible con la misión educativa de la universidad y con la intención y propósito de sus miembros de impulsar y apoyar la investigación, la educación y el servicio público en asuntos relacionados con la industria del reciclaje de subproductos de origen animal.

Principios orientadores del ACREC
  • Apoyo a los procesos educativos mediante la educación de estudiantes de licenciatura y posgrado e internos de la industria en actividades de investigación y servicio.
  • Proporcionar servicios de investigación oportunos y resultados de investigación que tengan un impacto significativo en las operaciones de sus miembros y en las industrias pecuarias conexas.
  • Estar manejado por una mesa directiva en cumplimiento con las reglamentaciones de la universidad y definido dentro de sus estatutos.
  • Ser activo en proporcionar información oportuna para los miembros.
  • Buscar de manera dinámica el financiamiento externo de fuentes federales, estatales y locales.
  • Seguir las reglas, leyes y reglamentaciones universitarias, estatales y federales.
  • Establecer el reconocimiento global como una institución de excelencia.
  • Considerar las cuestiones tradicionales y nuevas que surjan dentro de la industria del reciclaje de subproductos de origen animal.
  • Servir como un recurso técnico y un asesor científico.
La Mesa Directiva de la FPRF y el Consejo de Administración de Clemson University aprobaron los documentos del acuerdo que entraron en vigor el 1 de octubre de 2005. Los siguientes miembros de la Mesa Directiva y Directivos fueron elegidos en la primera reunión:
  • Dr. Calvin L. Schoulties (Presidente), Decano del Colegio de Agricultura, Silvicultura y Ciencias de la Vida de Clemson University
  • Dr. Gary G. Pearl (Vicepresidente), Expresidente de la FPRF Gerald “J.J.” Smith – Valley Proteins
  • Dra. Annel K. Greene (Directora del Centro), Clemson University
  • Dr. Paul L. Dawson (Subdirector del Centro), Clemson University
  • Dra. Doris Helms (Secretaria/Tesorera), Provoste de Clemson University y Vicepresidenta de Asuntos Académicos
  • Dr. Ross Hamilton – Darling International, Inc.
  • Dr. John Kelly – Vicepresidente de Clemson University para Servicio Público y Agricultura
  • Kevin Kuhni – John Kuhni Sons Inc.
El Comité de Investigación del ACREC se reunió por primera vez en diciembre de 2005 en la planta de reciclaje de Valley Proteins, en Ward, Carolina del Sur. Los miembros del primer comité fueron J.J. Smith, Fred Wellons de Baker Commodities, David Kirstein de National By-Products, Dr. Gary Pearl, Drs. Annel Greene y Dr. Paul Dawson.
La FPRF ha invertido mucho para hace realidad este centro. El 27 de marzo de 2006, se inauguró formalmente el ACREC en una conferencia inaugural en el Madren Center del campus de Clemson University. La asistencia y entusiasmo del público internacional de medios, funcionarios gubernamentales, líderes políticos, estudiantes, investigadores, científicos, ejecutivos de la industria y académicos, subrayó las oportunidades de la investigación en coproductos. Las presentaciones de la conferencia ciertamente trajeron al frente la necesidad de apoyar el reciclaje de subproductos de origen animal como el medio más seguro y económico de utilizar los coproductos animales como “el guarda de la industria pecuaria”.
 
El USDA/ARS
Otro recurso importante de investigación para nuestra industria, ha sido el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). El Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del USDA es una red de instalaciones de investigación, sitios de investigación de la ARS específicamente posicionados o en cooperación con universidades. Aunque las unidades son multidisciplinarias, cada una tiene una especialidad. Por ejemplo, el Eastern Regional Research Center (ERRC) en Wyndmoor, Pensilvania, Estados Unidos, ha sido sumamente benéfico y ha apoyado mucho a los esfuerzos de investigación de la FPRF y los coproductos animales. El ERRC está dirigido por el Dr. John P. Cherry y ha servido como el lugar en el que tradicionalmente se ha realizado investigación sobre lana, cuero y pieles curtidas. El sitio y su personal han realizado cursos de capacitación de rutina dirigidos a estos coproductos durante muchos años. Actualmente, el Dr. Bill Marmer es el líder de la unidad de investigación de la recientemente nombrada Unidad de Grasas, Aceites y Coproductos animales. El cambio de nombre refleja la concentración de investigación al que este lugar se está dirigiendo: los recursos de coproductos animales. Es esencialmente el único grupo en ARS dedicado a la investigación exploratoria dirigida a añadir valor a los coproductos animales, harina de carne y hueso, sebo, grasas, pieles y lana.

El trabajo colabora con aquellas prioridades de investigación establecidas por ACREC. El Dr. Marmer ha fungido en el Comité de Investigación de la FPRF desde 1998 y ha hecho consultorías con numerosos patrocinadores de la FPRF sobre sus proyectos individuales de investigación. El Dr. Raphael García, un miembro de la unidad, actualmente realiza un proyecto titulado “Propiedades de ingeniería no nutricionales de la harina de carne y hueso”. Además, el Dr. Thomas Foglia y el Dr. Michael Haas están involucrados en numerosos proyectos de biodiesel y bioenergía que utilizan tanto grasas animales como productos de proteína reciclada animal. Estas iniciativas se complementan con la agenda de investigación establecida en los planes estratégicos de la FPRF. Estos esfuerzos sinérgicos de investigación de la FPRF, ACREC, USDA/ARS e industrias conexas, son de gran importancia para todos los productores y procesadores de carne, industrias oleoquímicas y sus consumidores. La continua dependencia de Estados Unidos del petróleo extranjero, le da una significancia incluso mayor a la investigación exploratoria. La industria pecuaria tiene numerosos recursos de coproductos que contribuyen a este fin. La investigación cooperativa dirigida a estos objetivos prioritarios proporcionan la oportunidad de hacerlos realidad.
 
Bibliografía
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Autores:
German Davalos
North American Renderers Association (NARA)
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Ricardo Lozano Muñoz
Octay Lácteos
15 de abril de 2020
Me parece una gran oportunidad para la recuperación de subproductos en la industria cárnica, conservas de pescado, salmón, en todas se recuperan proteínas de la sangre. En la coagulación de la sangre de puede aprovechar el calor q se pierde en chimeneas, se gana en ka produccion de harina de sangre y en la baja del costo de tratamiento de riles. Este fue un proyecto presentado el año 2008 y no tuvo acogida
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