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Nutrición y Manejo de la Ponedora de Alto Rendimiento

Publicado: 7 de noviembre de 2013
Por: Guillermo Díaz Arango. Zootecnista - Nutricionista. Biomix S.A.- Lohmann Tierzucht (Colombia)
Las gallinas ponedoras modernas son aves seleccionados genéticamente para ser máquinas de alta eficiencia en la producción de proteína de alta calidad.
Es así como las ponedoras de líneas blancas pueden llegar a producir hasta 360 y 370 huevos por ciclo de 80 semanas incluido el levante y las marrones entre 355 y 365; pueden producir diariamente a su peso corporalentre el 2,6% de su peso en huevos, las blancas y 2,16% las marrones, lo que equivale a varias veces lo que produce un bovino de carne, de alta eficiencia en conversión alimenticia y en con un requerimiento de espacio infinitamente menor. 
Para llegar a esta eficiente máquina productora de proteína, los genetistas han tenido que hacer un gran esfuerzo, encaminado a lograr un menor peso corporal, para disminuir sus requerimientos de mantenimiento y  por ende obtener un menor consumo de alimento, una mejor conversión alimenticia, una mayor producción, un mayor número de huevos por ave encasetada, una menor mortalidad, una mayor precocidad y además una buena persistencia en la producción.
Si nos remontamos a los años 50, la ponedora comercial apenas alcanzaba la mitad de los huevos que produce hoy; y si hablamos de los años 80 producía  un 20% menos de los que produce hoy; por lo que al tratar de alimentar la ponedora moderna de alto rendimiento, tenemos que ser muy cuidadosos en llenar sus requerimientos nutricionales para que ella pueda expresar su potencial genético.
En la tabla, se resumen los principales cambios que se han presentado entre 1978 y 2012, para una línea de ponedoras como un ejemplo de lo importante del cambio de actitud necesario, sobre la forma de alimentar y nutrir a la ponedora moderna de alto rendimiento. 
CAMBIOS GENÉTICOS EN PONEDORAS  LOHMANN LSL (1983 - 2012) A LAS 70 SEMANAS      
Nutrición y Manejo de la Ponedora de Alto Rendimiento - Image 1
Fuente: Manuales de manejo de la línea Lohmann LSL 1983, 1998, 2012
Una de las consideraciones más importantes en la nutrición de ponedoras, es que los requerimientos se basen en la ingesta de nutrientes real en mg/ave/día y no en porcentajes teóricos como algunos técnicos lo manejan habitualmente.  
Las ponedoras poseen requerimientos específicos de nutrientes para mantenimiento, crecimiento, formación de plumas, producción de huevos, estrés y deposición de grasa.
De las diferentes etapas de vida en la ponedora, se puede considerar que, las etapas de iniciación pollitas y la de iniciación de producción, tienen características nutricionales parecidas, excepto por el nivel de calcio, que en la ponedora se incrementa por la formación de la cáscara del huevo; ambas etapas son especialmente importantes, y el manejo nutricional de la ponedora en ellas, condiciona grandemente los resultados técnicos y económicos de la explotación.
También de manera general, debemos mencionar los nutrientes importantes, que deben tenerse en  cuenta cuando se va a manejar la nutrición de una ponedora, los cuales deben ser debidamente balanceados; entre ellos tenemos, los 10 aminoácidos esenciales como son metionina, lisina, fenilalanina, arginina, histidina, isoleucina, leucina, treonina, triptófano, valina y los 10 aminoácidos no esenciales como alanina, aspargina, cistina, serina, tirosina, acido glutámico, glutamina, glicina, prolina, acido aspártico. las vitaminas de importancia en aves son: las liposolubles: vitamina a, vitamina d3, vitamina e y vitamina k; las hidrosolubles: tiamina, riboflavina, biotina, piridoxina, niacina, ácido pantoténico, ácido fólico, cianocobalamina y colina. Los Minerales de importancia en Aves son: los denominados mayores o macrominerales como el calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre; y los denominados menores o microminerales como el hierro, cobre, manganeso, yodo, cobalto, molibdeno y selenio. Además de los anteriores, debemos mencionar la importancia de satisfacer el requerimiento de un ácido graso esencial, el ácido linoleico.
Alimentar a la ponedora correctamente, se hace cada vez más importante, ya que el costo del alimento oscila entre el 65 y 75% del total de los costos de producción de un huevo, por los incrementos desmedidos en los precios de los ingredientes alimenticios y por la “competencia de los motores con los estómagos” generada por la crisis energética mundial.
Planes de Alimentación: Su objetivo es el de llenar los requerimientos nutricionales de las aves, para que en cada etapa productiva expresen su potencial genético, maximizando la relación beneficio-costo; su éxito depende de la calidad de la ración, de la cantidad de ración suministrada, de las prácticas de suministro de alimento y de la calidad de los ingredientes utilizados en su fabricación; en su diseño deben tenerse en cuenta variables como, la línea, sus requerimientos nutricionales, la etapa de producción, el medio ambiente al que estará sometida la ponedora, el tipo de instalaciones y equipo, la sanidad y los objetivos productivos que se haya planteado el productor avícola.
Los programas tradicionales de alimentación a veces incluyen el cuidado de unos pocos nutrientes y en la mayoría de los casos, si bien los alimentos están bien diseñados, la aplicación en el campo no es correcta, llevando al granjero a no lograr los resultados propuestos como metas por las casas genéticas y por esto a pérdidas económicas considerables.
Para lograr que la ponedora moderna sea exitosa y que su desempeño sea optimo, es muy importante que los planes o programas de alimentación incluyan un cuidadoso diseño que considere el consumo diario de nutrientes que asegure que sus necesidades nutritivas sean satisfechas; si descuidar también el aspecto económico.

A este reto debe sumársele el de la responsabilidad que como técnicos tenemos con el medio ambiente; con el cual a veces las exigencias productivas van en contravía, por lo que todo lo que se haga para mejorar la productividad de la ponedora moderna, tenga un alto grado de sostenibilidad a largo plazo y un buen trato del medio ambiente.  También hay otros factores de gran importancia que no trataremos aquí, pero que tienen un alto grado de incidencia sobre el desempeño de la ponedora y su plan de alimentación, ellos son el plan sanitario y el más complicado de todos, el plan de manejo.
Durante muchos años y hasta hace poco se utilizaron planes normales de alimentación en ponedoras, que incluían dos alimentos para cría y recría: iniciador pollitas (desde la 1ª semana hasta la 8ª), levante de pollas (desde la 9ª semana hasta el 5% de producción) y dos alimentos para producción: fase 1 (desde el 5% de producción hasta las  60ª semanas) y fase 2 (desde la semana 61ª hasta la 72ª); dichos planes de alimentación, tuvieron que ser replanteados ante la presión de mejores resultados y al no llenar éstos los requerimientos de los exigentes nuevos paquetes genéticos entregados por las casas incubadoras, y después de revisar que en algunas etapas no se llenaban a satisfacción los requerimientos nutricionales de las aves. 
Posteriormente, se replantearon los planes de alimentación, incluyendo algunos alimentos para etapas críticas, amainando con esto las diferencias entre los requerimientos nutricionales; quedando con 4 alimentos para cría y recría, y 4 alimentos para producción, así: pre-iniciador (desde el 1º día hasta la 3ª semana), iniciador  (desde la 4ª semana hasta la 10ª), levante (desde la semana 11ª hasta la 16ª), pre-postura (desde la 17ª semana hasta el 1º huevo), ponedora especial o arranque (desde el 1º huevo hasta las 26 semanas), ponedora pico (desde la semana 27ª  hasta la 41ª), fase 1 (desde la 42ªsemana hasta la 60ª) y fase 2 (desde la 61ª semana hasta la 80ª). Con este último plan se han obtenido muy buenos resultados, superando incluso las exigencias de las diferentes tablas de las líneas de ponedoras; sin embargo, aún con la utilización de estos nuevos planes,  aún se presentan problemas que están en vía de solucionarse, como: la no obtención de pesos en el levante, la "crisis de las 18ª a las 35ª semanas”, la caída de producción después de llegar al pico o la consecuente pérdida de peso en esa etapa.
El balance de las dietas siempre debe hacerse con base en el consumo real de alimento, nunca por la edad y el cambio de las dietas; debe hacerse por peso corporal y uniformidad, no por edad, sin exceder de un par de semanas durante la cría y levante, para no generar un bajo desarrollo del tracto digestivo de la pollona.
Etapa de cría y levante:  La alimentación de la ponedora, empieza con el de la pollita; y debemos tomar como premisa básica que, "los errores cometidos en la alimentación de la ponedora en las etapas de cría y levante, son muy difíciles de corregir durante la postura" y generalmente afectan el desempeño productivo del lote, y por ende los resultados económicos de la explotación.
Los factores claves a tener en cuenta en esta etapa son: peso de Pollita al 1º día, plan de recibo y desinfección, plan sanitario y de vacunación, medio ambiente, instalaciones y equipo en lo que se refiere a cantidad y calidad, y el alimento en lo que tiene que ver con granulometría, cantidad suministrada y su calidad nutricional y microbiológica.
Los controles que se deben tener en cuenta para lograr las metas en esta etapa son: pesaje semanal, medición de la longitud del tarso, medición de la uniformidad, consumo de alimento y el consumo acumulado de nutrientes.
Los problemas más frecuentes que a menudo se pueden encontrar en esta etapa son: bajos pesos, baja uniformidad, bajo consumo, problemas sanitarios y deficiencias nutricionales como consecuencia del bajo consumo.
Los correctores que pueden aplicarse para disminuir el efecto de dichos problemas sobre los resultados pueden ser:Variación en el plan de alimentación, reloteos o grading, estimulación de la ingesta de alimento, aplicación de programas de luz, adaptación del plan  sanitario al desarrollo y ganancia de peso según la línea y la utilización de fibra para mejorar el tamaño del tracto digestivo, fundamentalmente de la molleja.
El objetivo de la etapa de cría y levante es de producir aves que se encuentren lo mejor preparadas posible, al comenzar su vida productiva,  para  generar la máxima puesta de huevos de calidad, con el menor consumo de alimento posible.  Durante esta etapa existen algunos factores claves que afectan a la futura ponedora, como son, el peso de pollita al  1º día, el plan de recibo y desinfección, el plan sanitario y de vacunación, el medio ambiente, las instalaciones, la cantidad y calidad del equipo avícola, el alimento (calidad y cantidad suministrada) y el agua (calidad y cantidad suministrada).
Los problemas más importantes que pueden suceder en estas primeras etapas pueden ser, los bajos pesos, la baja uniformidad, el bajo consumo, enfermedades u otros eventos sanitarios, deficiencias nutricionales provocadas por un bajo consumo y/o una dieta de baja calidad. Debido a lo anterior, se hace necesario que se implementen controles como, los pesajes y la uniformidad semanal, medidas de desarrollo corporal, como la longitud del tarso (permitiría corregir rápidamente un problema de talla), el consumo de alimento, el consumo acumulado de nutrientes, entre otros.
En caso de identificar un problema que genere el no cumplimiento de los objetivos, se debe recurrir al uso de correctores como: una variación en el plan de alimentación, buscando llegar al peso esperado, realizar reloteos o grading, buscando mejorar permanentemente la uniformidad, estimulación de consumo, variación en el programa de luz y revisar permanentemente el plan  de manejo, y el plan sanitario y de vacunación. Durante la etapa de cría, se utiliza un plan de alimentación que incluye, un alimento preiniciador pollitas (del 1º día a la 3ª semana); normalmente y de ser posible debería ser un alimento granulado y en caso de no tenerse paletizadora o granuladora, puede usarse un alimento de pollito de engorde, el cual llenaría los altos requerimientos de proteína, aminoácidos y energía.
Durante las 4 primeras semanas de vida, la pollita multiplica hasta por 6 su peso corporal, y alcanza en esas 4 semanas a llegar al 19% del peso objetivo a las 18ª semanas.
El peso a la 5ª semana tiene una alta correlación con la mayoría de parámetros de importancia económica, como el inicio de la puesta, la persistencia, la supervivencia a las 72 semanas y con el índice de producción de huevos. Posteriormente, debe usarse un alimento iniciador pollitas (de la 4ª a la 10ª semana), el cual debe suministrarse hasta alcanzar peso, y mínimo hasta una semana después del despique.
El peso a la 10ª semana tiene alta correlación con el inicio de la puesta, y la uniformidad a las 16ª semana tiene alta correlación con la persistencia, el índice de producción y la supervivencia. De lo anterior puede concluirse, que para obtener resultados productivos óptimos, son muy importantes los pesos de la 5ª y 10ª semanas y la uniformidad en la 16ª semana.
Los objetivos de la etapa de levante o recría, son los de obtener aves con alta uniformidad, peso ojalá entre un 5 a 10% arriba de tabla, buena precocidad, que tengan buenas reservas grasas y buen desarrollo esquelético (tarsos largos), buen desarrollo de su tracto digestivo y que hayan logrado los consumos acumulados de nutrientes.   El alimento debe suministrarse desde la 11ª hasta la 16ª, 17ª  semana y su característica en cuanto al perfil nutricional es de baja proteína, media energía y alto en fibra (4 – 5%).
La dieta de prepostura debe suministrase desde la 17ª semana hasta que aparezca el primer huevo, su objetivo primordial es el de generar un buen desarrollo del hueso medular y formar reservas óseas de calcio, para lograr un buen manejo mineral en la ponedora y evitar una futura osteoporosis; esta debe ser una dieta intermedia entre los parámetros nutricionales de levante y producción pero debe estar incrementada en grasa para generar a la vez un buen desarrollo del sistema reproductivo.  El suministro de este alimento debe suspenderse al aparecer el primer huevo o al llevar máximo 10 días de uso.
En la alimentación de la ponedora durante la fase de producción, es muy importante tener en cuenta la ingesta de alimento, el clima, la etapa de producción (máxima, normal o terminal), el peso corporal y el peso deseado del huevo, para poder balancear las dietas acordes con el nivel de ingesta de nutrientes necesario.
Más importante que el consumo de alimento, es la ingesta de nutrientes, la cual debe medirse en mg/día. 

Durante el inicio de producción, las dietas deben ser lo suficientemente concentradas en proteína, aminoácidos, calcio, fósforo y energía metabolizable, para que las aves reciban la cantidad suficiente de nutrientes y no gasten sus reservas corporales, generando como consecuencia, la pérdida de peso corporal, del tamaño de huevo y por ende de la producción.
El reto de esta dieta no solo es llenar los requerimientos, sino ser capaz de suministrar nutrientes para que el ave siga ganando peso, pues las aves todavía deben ganar al menos, del 25% al 30% del peso necesario paraser una ponedora adulta. Debemos recordar otra premisa básica: "la cría y el levante de una ponedora moderna, termina a las 35ª semanas". Esta primera dieta resulta particularmente costosa, pero debido a que normalmente los consumos no son altos, y a la importancia de llenar los requerimientos de esta etapa, que son los más altos durante toda la vida del ave, al final no es tan costoso.   La dieta de arranque de producción podría utilizarse por más tiempo del requerido, de acuerdo con una baja ingesta de alimento y simplemente con pequeños ajustes.
La etapa entre la semana 18ª y la 35ª,  es la de máximos requerimientos de la ponedora, debido a que tiene requerimientos de mantenimiento, ganancia de peso, emplume, producción de huevos y estrés.   Del manejo de la alimentación y nutrición de esta etapa reina, depende que se presente o no la  denominada "crisis de las 18ª a 35ª semanas", la cual cuesta demasiado dinero a los avicultores.
Como mencionábamos antes, el plan de alimentación  que se usa ahora y que generalmente llena las expectativas de los productores y de las casas genéticas, incluye 4 alimentos como son: ponedora especial (1º huevo - 26ª semanas), ponedora pico (27ª  - 41ª semanas), fase 1 (42ª - 60ª semanas) y fase 2 (61ª - 80ª semanas); pero más importante que seguir un plan determinado, es el de revisar permanentemente que la ingesta diaria de nutrientes, si se está cumpliendo. Reitero la importancia de hacer el balanceo de las dietas con base en el consumo de alimento y no con base en la edad.
Hay un gran número de factores que deben tenerse en cuenta al momento de diseñar dietas y planes de alimentación de las ponedoras modernas y que pueden afectar los resultados productivos:
1.) La luz: La luminosidad tanto del galpón de levante como del de producción, deben ser tenidos en cuenta; debemos recordar las dos premisas básicas que tiene que ver con el manejo de la luz, y que han sido olvidadas a veces, "en levante nunca aumente luz" y "en producción nunca disminuya luz".  Si aplicamos programas de luz, que incluyan apenumbramiento u oscurecimiento, debemos tomar como regla a cumplir, que el estímulo lumínico de las pollonas, debe hacerse por peso (mínimo 1350 g. para blancas y 1450 g. para marrones) o cuando hayan cumplido mínimo 16 semanas. Con lo anterior, estaríamos garantizando, un mejor tamaño del huevo y una mejor viabilidad durante toda la fase productiva.
Debemos recordar que la postura es una función reproductiva, en donde interviene activamente la hormona FSH (hormona folículo estimulante), la cual es producida por estímulo lumínico y tanto los excesos como los defectos en el estímulo lumínico, pueden provocar una pobre producción de huevos por efecto de la falta de luz, como la híper-ovulación, estrés y alta mortalidad por el exceso. Como norma práctica, podrá tomarse que, la luz del galpón de levante debe ser mínimo, la mitad de la luz del galpón de producción y esta a su vez, no debe exceder 5 veces la luz del galpón de levante.
2.) El calcio: El manejo del calcio también es un tema bien importante al momento de hablar de la alimentación de la ponedora moderna, para ello debe recordarse que, durante la fase de cría, la pollita tiene una alta susceptibilidad a los altos niveles de calcio, los cuales le generarían problemas con el manejo de este mineral a nivel renal, generándole a la pollita y a la futura ponedora problemas de depósitos en el sistema urinario de sales calcáreas o de uratos (gota visceral) en el sistema urinario, los cuales serían recurrentes durante toda la vida probablemente haciéndose necesario recurrir al periódico uso de sustancias acidificadoras de la orina.

Durante el levante, se hace imperante el desarrollo del hueso medular, para que la ponedora genere y active los depósitos de calcio que van a ser utilizados para depositarlos en la cáscara del huevo.
Es bien importante poner mucho cuidado para lograr un buen desarrollo del hueso medular durante las semanas 14ª a 18ª, por lo que se recomienda usar la dieta de prepostura, con por lo menos el doble del calcio de la dieta de inilevante, y con muy buen nivel de grasa; en caso de no poder utilizar la dieta de prepostura, se hace necesario recurrir a la suplementación de fuentes de calcio de alta biodisponibilidad entre las 14ª a 18ª semanas.
Otra de las razones por las que se debe usar una dieta de prepostura, además del calcio y de la grasa, es la de que el calcio participe como desencadenante de la función reproductiva, además de favorecer el desempeño mineral de las pollonas ya aptas para la postura.
En la etapa de producción, se debe tener especial cuidado en suministrar una parte del carbonato de calcio en forma de piedritas o grit en el alimento, con una granulometría de 2 a 4 mm, y dependiendo del  clima, podrían usarse proporciones que van desde 70% polvo: 30% grueso, para clima templado y hasta  50:50 para clima cálido.

El balance del calcio, debe hacerse teniendo en cuenta la cantidad de calcio retenido en la molleja, ya que la ponedora no tiene una gran habilidad para retener partículas con granulometría inferior a 2 mm.
La suplementación de piedras de carbonato de calcio durante la etapa productiva de la gallina, ha sido muy discutida desde hace varios años, sin embargo, lo primero que debe hacerse es, estar seguro de la granulometría del calcio que se utiliza y posteriormente, replantear la granulometría a adicionar al alimento y/o la necesidad de suplementar piedras de carbonato de calcio para corregir la posible deficiencia.

Se ha demostrado que la ponedora es uno de los animales que soporta relaciones Ca: P que en otros animales serían incompatibles con la vida; ella solo utiliza el exceso de calcio en las horas de descanso o de formación de la cáscara del huevo, para lo cual suceden toda una serie de procesos bioquímicos, como el bajón de pH del buche y la molleja para solubilizar el calcio presente.
El calcio presente en el tracto digestivo, es el responsable de aportar, al menos el 75% del calcio de la cáscara; por lo que el hecho de que haya siempre piedras de calcio en el buche  y/o en la molleja, nos garantizará que la ponedora tendrá fuentes para la formación de la cáscara, y no tendrá que recurrir en exceso al calcio óseo, garantizándonos una ponedora con esqueleto fuerte y sin osteoporosis, además de un huevo de excelente fortaleza de cáscara.    Una norma práctica para la suplementación de calcio, es la de utilizar 1, 2, 3 y 4 g. de carbonato/ave/día durante las diferentes etapas de la postura desde el inicio de producción (1g/ave/día) hasta la postura terminal (3 ó 4 g/ave/día), suministrados al menos 3 veces por semana y con una granulometría cercana a los 4 mm.
3.) El Clima: Para el manejo nutricional de ponedoras en clima cálido, es importante recurrir a prácticas como: usar alimento con granulometría gruesa; alimentar solo en las horas frescas del día, lo cual se logra suministrando el 30% del alimento en las horas de la mañana y un 70% en las horas de la tarde, después de las 2 pm; lo que garantizará que las aves no tengan acceso al alimento en las horas más calurosas del día evitando con esto la hipertermia y la consiguiente mortalidad por "golpe de calor"; además de lo anterior deben balancearse dietas frescas o frías, que son aquellas que incluyen niveles altos de aceite vegetal de buena calidad para evitar la generación de calor metabólico en exceso, que sucede al metabolizar los carbohidratos; también puede combinarse con el uso de la súper cena (encender la luz y suministrar alimento entre las 11 pm y la 1 am), y procurar mantener el agua lo más fresca posible y la caseta con una ventilación arriba de 1,5 m/seg para favorecer el intercambio de calor.  
Es importante comentar que, la práctica de la súper cena y la alimentación 30/70 solo debe aplicarse en zonas cálidas, pues solo allí se hace necesario adoptar esta estrategia de alimentación.
4.) La crisis de las 18ª a las 35ª semanas: Es frecuente encontrar que esta etapa se vuelva crítica para las ponedoras y generalmente se debe a que no logran el consumo requerido para mantener cubiertos los requerimientos de nutrientes que aquí, son particularmente altos; esta situación puede haberse provocado desde la alimentación en cría y levante, pues la presión permanente por dar los pesos semana tras semana, hacen que los nutricionistas formulen dietas cada vez más concentradas, olvidándose de los requerimientos de fibra mínimos y provocando con dietas de alta densidad, que las aves lleguen a las 18ª semanas con un tracto digestivo sin el suficiente desarrollo para poder ingerir la cantidad de alimento necesario para llenar sus requerimientos.  
Debemos recordar que el peso con más correlación para todos los parámetros productivos de importancia económica para la ponedora es el de la 5ª semana, y luego el de la 10ª y posteriormente debemos preocuparnos más por el desarrollo y la talla corporal y para más adelante hacer énfasis en la uniformidad a la 16ª semana.
En conclusión; alimentar a la ponedora moderna es todo un reto, pero basta con aplicar el conocimiento del medio ambiente, la línea y los recursos que tenemos para llenar los requerimientos nutricionales, además de darle el máximo confort para que esta máquina de fabricar proteína de alto valor biológico pueda desempeñarse, fabricar alimento en estos tiempos de escasez  y generar empresas rentables. Solo debemos aplicar con certeza, el menos común de los sentidos, "el sentido común".

Una ponedora con sus necesidades nutricionales cubiertas sin excesos, en un medio ambiente amigable siempre podrá expresar su potencial genético con eficiencia.
Uso de aminoácidos Digestibles en la alimentación de ponedoras: desde hace varios años los investigadores han tratado de optimizar el uso de nutrientes  en los ingredientes con el uso de aminoácidos digestibles.  Muchos son los trabajos que se han realizado al respecto, algunos con muy buenos resultados.
El principal escollo que los investigadores han tenido es el de encontrar una fuente de datos homogénea y confiable.
Existen en el mercado varias fuentes de datos de empresas que han investigado este tema durante varios años, realizando varios cientos de análisis de ingredientes, buscando consolidar una información de valía para implementar en la práctica. Se consiguen ahora una gran cantidad de datos e inclusive software con bases de datos y ecuaciones de predicción de composición de a.a. digestibles.
En Latinoamérica el principal problema práctico para la Implementación de este método, es la heterogeneidad de los la composición de los ingredientes ofertados.
En las investigaciones practicas sobre este tema se han encontrado resultados de campo en ponedoras en los que se reportan que el uso de dietas formuladas por el método de a.a. digestibles sin corrección de la Energía Metabolizable, después de cuatro semanas de uso del alimento las aves empiezan a perder peso y a disminuir su desempeño productivo (HAA, y % de producción). Con base en lo anterior, se recomienda que al usar este método se realice un ajuste a la EM de la dieta.
La experiencia práctica con este tema  es que formular alimentos con este concepto, permite usar niveles más bajos de proteína cruda, por lo que también se disminuye el N excretado por heces, se disminuye el olor amoniacal de estas y bajan también los costos del alimento formulado.
Cuando se formula con a.a. digestibles en primer lugar debe buscarse una fuente confiable para alimentar la base de datos de formulación.
Medición ó Estimación de Requerimientos: La gallina ponedora es uno de los animales con mayor capacidad de síntesis de proteína (una gallina de 1.8 Kg. que ponga huevos de 55 g. secreta más de 8 veces su propio contenido de proteína en un año). Por esta capacidad de síntesis proteica y por el costo, es básico llenar los requerimientos del ave.
La ponedora necesita unos 10 o 12 aminoácidos  esenciales, más la adición de N adicional suficiente para la biosíntesis de los no esenciales (por ello tiene también necesidades de proteína cruda).  Para el caso de las pollitas, en las primeras etapas la Prolina, Glicina y Serina, pueden también considerarse esenciales.
Sobre la estimación de las necesidades nitrogenadas en las gallinas influyen diferentes factores como: el genotipo, la edad, el peso corporal, disponibilidad de aminoácidos en las materias primas, interrelaciones nutricionales, nivel de producción del ave, condiciones de manejo y alojamiento, objetivos durante la cría y el levante peso del huevo y criterio del nutricionista.
Desde los años sesenta, algunos investigadores han trabajado sobre el diseño de ecuaciones de predicción de los requerimientos de aminoácidos para ponedoras.    Algunas de ellas son, las reportadas por Mc Donald y Morris en 1985.
     Req. mg. De Metionina/ave/día = 4.77 PH + 31 P
     Req. mg. De lisina/ave/día = 9.99 PH + 73 P
     Donde PH es el peso del huevo a obtener y P el peso corporal del ave.
Como puede observarse los requerimientos no son rígidos.
Para el caso de la energía, también se han diseñado ecuaciones de predicción del requerimiento desde los años setenta. En general cada estirpe ha investigado este tema y generalmente en su manual de manejo reporta la ecuación para sus líneas.
Como ejemplo podemos citar la de Mannion y Cloud de 1984 o de la Emmans de 1972.
Ecuación de predicción de los requerimientos de energía para ponedoras Mannion y Cloud (1984):
  EM (Kcal/ave/día)= 105.2 P0.75 + 2.1 PHu
Dónde:    Pes peso de la gallina en Kg.   y  PHu es la producción de huevos(g./día) 
Ecuación de Emmans de predicción de los requerimientos de energía para ponedoras (1974):
EM (Kcal/ave/día= W(140 - 2T)  +  2E + 5 gdW                   
         Donde W= Peso vivo del ave
                      T= Temperatura promedio en °C
                      E=Masa diaria de huevo en g/ave/día
                      gdW: Ganancia de peso g/ave/día      
Si bien, estas ecuaciones tienen muchos años y las ponedoras han cambiado bastante, como le he mencionado anteriormente, las líneas genéticas las siguen recomendando para el cálculo de los requerimientos de sus ponedoras con bastante éxito y algunas de ellas solo han hecho leves variaciones. Existen otras ecuaciones de predicción realizadas por investigadores en Brasil y Argentina, pero a la fecha no han sido adoptadas oficialmente por las líneas de ponedoras comerciales, aunque he tenido muy buenas experiencias con ellas. 
La estimación de las necesidades de las ponedoras puede lograrse por medio de métodos como el empírico, que utiliza recomendaciones de otros investigadores, las cuales se adaptan a las necesidades propias ó por experiencias propias que sería más costoso e impreciso; el factorial en el que se toman las necesidades como la suma de varias necesidades para las distintas funciones y el matemático en el que se aplican modelos matemáticos de predicción en el que se mide la respuesta al incremento sucesivo de un nutriente vs. su incidencia sobre el costo del alimento; en este se cambia el concepto de requerimiento por el de dosis económicamente óptimas. 
Con el último podríamos hallar la manera más económica de alimentar una gallina, produciendo una cantidad de huevos determinada con tamaño específico, sin desperdiciar dinero en nutrientes que no se transformarían en productos deseables
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Roland, David., Calcio en la alimentación de las ponedoras Comerciales., Boletin Técnico Hy Line., Hy Line  International, Des Moines, Iowa, USA, 2p, 1988.
Sibbald I.R. (1987). Estimation of  bioavailable amino acids in feedingstuffs for poultry and pigs., Canadian Journal of Animal Science (67):221-300.
Vahl, H.A. et. al. (1993). The effect of microbial phytase in layer feed. CLO-Schothorst  experimental report. Nº 374. Nedeerland.
Williams, Woodie., Nutrición de la Ponedora de Huevos Blancos Moderna. Boletin Técnico Hy Line., Hy Line  International, Des Moines, Iowa, USA, 4p, 1993.
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Autores:
Guillermo Díaz Arango
Biomix - Wisium Colombia
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Carlos Alberto Santamaria
9 de enero de 2014
Hola Edgardo, cuando hablás de EM te referís al agregado de lípidos a la ración..?? es decir oleínas vegetales o aceites..??
Juan Carlos Arias Hernández6G4A5
29 de diciembre de 2022
Cuantas semanas pone una gallina después del pico de producción
Valentino mangone
22 de junio de 2021
Hola alguien me podrá ayudar por aquí tengo 20 gallinas ponedoras actualmente me ponían de 15 a 17 huevos diarios y ahora solo me ponen 5 a veces 6 o 6 que podría ser les doy 100g por gallinas unos dicen q el frío q necesitan luz artificial yo le prende un foco hasta la noche y de igual forma siguen así son gallinas jóvenes ya al 100 de su producción y no de trata de muda que podría ser
marifer leon
Organización El Tunal
8 de mayo de 2018
Hola muy util para trabajo de campo, mas claro y objetivo no se puede
Edgardo Seijas
Adi-Feed
13 de enero de 2014
Estimado Carlos con EM me refiero a energía Metabolizable. que puede ser agregada con materias primas como expeler de soja , soja extrusado ,Poroto de soja, estas son fuentes proteicas que aportan energía por su contenido en aceites .también importante es el maíz que es energético puro y aporta el 60% de la dieta o formula .Son usados en menor cantidad aceites y grasas puras ya que la alimentación en ponedoras no son tan energéticas como el pollo parrillero. saludos MV: Edgardo Seijas
Edgardo Seijas
Adi-Feed
12 de noviembre de 2013
Estimado Guillermo ,muy importante cuando dice del uso de la formulación por AA digestibles y el ajuste de la EM .De trabajar con materias primas reconocidas de proveedores confiables , cosa que es imposible hoy en día . también ver el tema de manejo y ambiental ( importante la ecuación de Emmans) poco usada y conocida por veterinarios . excelente articulo saludos
Ronald Palma Alcivar
12 de noviembre de 2013
muy buen articulo,es una gran verdad los errores en el levante , principalmente desde la semana 10, a las 17 no puede haber errores, yo en esta etepa me e manejado con pesos a las 17 semanas con 100 a 150 gr sobre tabla , y e obtenido resultados fantasticos en produccion de hasta 9 huevos alojados mas por ave, saludos desde Ecuador
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