Micotoxinas y sus implicancias en las unidades de desarrollo de lechonas de reemplazo

La producción de lechonas de reemplazo se ha vuelto una parte crucial en la productividad de explotaciones porcinas para éstas luego sirvan como sustitutas en hatos de cerdas. En años recientes, los sistemas integrados llamados Unidades de Desarrollo de Lechonas de Reemplazo (GDU) han sido creados para tomar estas lechonas de reemplazo, criarlas, seleccionarlas y posteriormente llevarlas a los hatos de cerdos.

La salud, manejo y el tiempo o la programación juegan un papel importante, ya que estas lechonas representan el reemplazo necesario para una o varias unidades de hgatos. La dificultad más común se presenta al tratar de incorporar a estas lechonas en el momento adecuado, y se pone mucho esfuerzo en desarrollar una adecuada programación del animal o grupos de animales.

El objetivo final es lograr que las lechonas de reemplazo tengan su parto en el momento adecuado cumpliendo con el programa de partos correspondiente a las cerdas que están siendo descartadas.

Existen muchas variables en este proceso, y muchas compañías de genética, universidades, nutricionistas y productores  se han esforzado para hacer este proceso lo más predecible posible.

Las variables pueden incluir patrones de crecimiento irregular, infecciones, aspectos de selección, desórdenes  reproductivos, físicos y nutricionales, calidad del semen, proceso de inseminación, patrones de estimulación, edad y  peso.

Una variable adicional puede ser la presencia de micotoxinas en las raciones. Esos metabolitos producidos por hongos  son conocidos por tener efectos adversos en los parámetros de reproducción y en el sistema inmunológico no solo en los animales que los consumen, sino también afectando detrimentalmente a su descendencia. Por otra parte y en adicion a esto, las micotoxinas no pueden ser fácilmente controladas ya que hasta el maíz o el  alimento en aparentemente buenas condiciones puede estar contaminado con micotoxinas (Figura 1). La mayor parte de  la formación de micotoxinas ocurre en el período de crecimiento de la planta en el campo. Aunque se tomen precauciones  y un sistema de monitoreo se este llevando a cabo, las micotoxinas se establecen, formando los llamados "hotspots" (puntos calientes) y pueden estar presentes en un lote determinado y no en otro de la misma fuente u origen.

Los programas de análisis de alimentos para micotoxinas, aunque mejor que no hacerlos, muchas veces parecen ser una  pérdida de tiempo y de recursos ya que los síntomas pueden ser vistos en el hato a pesar de que el laboratorio diga que el  alimento esta "limpio".

Especialmente la zearalenona (ZON) y los tricotecenos afectan de manera negativa a la reproducción. Ambos grupos de micotoxinas son producidas por el mismo tipo de hongo (Fusarium sp.) y casi siempre ocurren al mismo tiempo, incrementando con esto sus efectos negativos. La zearalenona es un compuesto conocido por su capacidad de "imitar" al estrógeno y sus efectos en el organismo. Induce a la inflamación y crecimiento de los ovarios y del útero, produciendo también trastornos del oestro (Hagler et al., 2002).

Las lechonas de reemplazo contaminadas con estas micotoxinas, muestran todos los signos visibles de celo aunque no estén todavía en madurez e incluso pueden mostrarse listas para el servicio pero se trata solo de un falso-calor. Síntomas claros en las lechonas de reemplazo son la vulvovaginitis y los prolapsos rectales y vaginales (Figura 3), la inflamación de las glándulas mamarias, de la vulva y el anestro por más de 50 días así como el incremento de tiempo en el ciclo reproductivo, son otros de estos síntomas.

Por otra parte, en las cerdas y lechonas de reemplazo se pueden observar también la muerte del embrión, reducción del peso del útero o del feto, el nacimiento de lechones débiles y patas abiertas, así como inflamación de la vulva en las lechoncitas recién nacidas. Las implicaciones pueden ser que las llamadas "lechonas de oportunidad" no serán en realidad oportunidades y "celos sin servicio" (Heat No Serves HNS) podrán ser falsamente registrados sin que haya habido un celo verdadero.

El impacto de las reproducciones fallidas causadas por zearalenona son frecuentes, y a menudo menos del 85% de lechonas de reemplazo son aprovechadas debido a este tipo de problemas. En un tiempo se pensó que el semen de los animales machos no era afectado por la presencia de zearalenona, pero ahora se sabe que la movilidad, cantidad y calidad del esperma ciertamente es afectado negativamente por ella.

Los tricotecenos son una familia de más de 170 compuestos estructuralmente semejantes entre sí, producidos principalmente por hongos del género Fusarium sp., capaces de causar estragos importantes aunque diferentes cuando se presentan en altas dosis (Weidenborner, 2001). De acuerdo con sus propiedades químicas, estos metabolitos pueden ser subdivididos de acuerdo a los efectos negativos que producen en dos importantes grupos principales, tricotecenos tipo A y tipo B. Los tricotecenos tipo A incluyen: toxina T-2, toxina HT-2, neosolaniol (NEO) y diacetoxyscirpenol (DAS) entre otras, mientras que los tricotecenos tipo B incluyen deoxynivalenol (DON) y sus 3-acetyl y 15-acetyl derivados  (3 - AcDON y 15 AcDON respectivamente), nivalenol (NIV) y fusarenon-X. El DON, al igual que otros tricotecenos causa una importante supresión inmunológica, dando como resultado un incremento en la susceptibilidad a infecciones. Señales clínicas obvias de intoxicación con DON incluyen rechazo de alimento y vomito, de donde deriva el nombre que comúnmente se le da a esta toxina "vomitoxina".

Muchos de los efectos tóxicos de los tricotecenos se originan por su capacidad de inhibir el DNA y la síntesis de las proteínas. Diarrea sanguinolenta, dermatitis severa, necrosis (dibujo 4) y hemorragias son otros síntomas comúnmente asociados con este grupo de toxinas, pero no necesariamente son estos los más drásticos económicamente. Problemas más sutiles (menos evidentes) son los peores problemas asociados con zearalenona y tricotecenos, por ejemplo, un simple falso celo ó servicio fallido en una cerda contaminada, tendrán un efecto dramático en la pirámide de producción. Una repetición hará incurrir en USD $6-8 de costos extras de alimentación y de costo del semen el cual puede variar de sistema a sistema y dependiendo del valor del animal.

Tomando en cuenta todo lo anterior, ¿Qué medidas deben ser adoptadas en las Unidades de Desarrollo de Lechonas de Reemplazo, para asegurar que la variable micotoxina sea eliminada?

A continuación este podría ser el procedimiento lógico en la solución del problema:

Mucho tiempo y esfuerzo es normalmente invertido en la crianza de las lechonas de reemplazo, para posteriormente ser incorporadas al hato. Estos esfuerzos incluyen vacunaciones, espacios adicionales, selección y las mejores dietas para estos animales. Tomando como ejemplo un cerdo listo para el sacrificio como base y calculando el gasto o valor adicional que una lechona de remplazo significa, podemos fácilmente asumir que un factor de 2-2.5x del valor al sacrificio o USD $100-150 pueden ser adicionados cuando todos los demás costos hayan sido asignados.

Muchos autores han escrito acerca de este tema pero a veces se exagera al incluir algunos costos incidentales, los cuales no reflejan necesariamente la pérdida directa. Para identificar el verdadero costo que este problema representa, solo los costos claramente asociados deben ser tomados en cuenta. En el caso de un ciclo perdido solo los costos del semen y de la alimentación son verdaderas perdidas las cuales representarán cerca de $10-12 dólares por animal.

 

Mycofix® Plus ha sido desarrollado para ofrecer una amplia protección contra aflatoxinas, ochratoxina A y fumonisina, pero lo que hace a este producto diferente de los demás en el mercado, es su propiedad única de biotransformar la zearalenona y el grupo completo de tricotecenos menos polares (difícilmente absorbibles).

Mediante la combinación de sustanciasm adsorbentes con  enzimas desactivantes (biotransformadoras) de toxinas a metabolitos no tóxicos, Mycofix® Plus ofrece la protección más completa actualmente en el mercado. Los costos marginales de análisis para un GDU usando Mycofix® Plus en todas las dietas a 0.5kg/ton de alimento terminado; basado en un cálculo de costo muy conservador, solo 1 de cada 160 lechonas de reemplazo necesitaría ser seleccionada y llevada al hato para pagar los costos adicionales de alimentación incluido el tratamiento con Mycofix. En otras palabras el uso de Mycofix® Plus en las dietas se pagaría con solo un incremento del 0.52% en la fertilidad. Sin embargo, el mayor beneficio seria esperado debido a la integración oportuna y sin problemas de las lechonas de reemplazo en el hato principal. Un solo retorno a servicio generaría un costo adicional de USD $10-12, lo cual significa que Mycofix® Plus pagaría su propio costo 15-20 veces si es utilizado de manera continua en la unidad por esta razón únicamente.

Hagler W.M., Towers N.R., Mirocha C.J., Eppley R.M., and Bryden W.L. Zearalenone: mycotoxin or mycoestrogen?APS Press 2002.

Weidenbörner M. Encyclopedia of food mycotoxins. Springer-Verlag, Berlin Heidelberg 2001. Efficacy of a hydrated sodium calcium aluminosilicate to reduce the toxicity of aflatoxin and diacetoxiscirpenol. Poul. Sci. 72:51-59.