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Inocuidad de hemoderivados de origen animal: plasma porcino / bovino y células sanguineas

Publicado: 16 de octubre de 2015
Por: Javier Polo. Vice-Presidente Investigación y Desarrollo de APC Inc. Congreso Porcicultura 2015. Punta Cana (República Dominicana). Del 2 al 5 de septiembre.
Introducción
El plasma atomizado o spray-dried (SDP del inglés spray-dried plasma) es un ingrediente único en los piensos animales por su alta calidad proteica. Su utilización es habitual en la industria porcina, especialmente en el pienso de los lechones destetados en los que mejora el consumo, crecimiento y rendimiento. Los efectos beneficiosos del plasma atomizado son mayores cuando los animales se crían en condiciones productivas con alta exposición a patógenos como son las habituales en las granjas de producción intensiva. Ya son históricos los trabajos de Coffey y Cronwell (1) y Van Dijk y col. (2) en los que demostraban a través de un meta-análisis de diferentes publicaciones los beneficios en porcentaje del plasma atomizado frente a diferentes proteínas animales de uso habitual en piensos de lechones, incluyendo las proteínas lácteas como ejemplo de proteínas de elevado valor nutricional (Tabla 1).
Fuente
n
GMD
CMD
G/C
Coffey y Cromwell, 2001
79
+25.0
+21.0
+4.0
Van Dijk, 2001 (Proteína Láctea)
38
+23.9
+24.5
+0.1
(Proteína de Soja)
14
+38.1
+28.8
+7.9
GMD = Ganancia Media Diária; CMD = Consumo Medio Diario ; G/C = Índice Conversión GMD/CMD
En una publicación (3) en la que reconocidos nutricionistas de los 5 institutos/universidades de mayor prestigio en Europa en la que detallaban todo el trabajo realizado por las diferentes instituciones en el Proyecto Europeo “Feed for Pig Health” en la búsqueda de substancias bio-activas que pudieran utilizarse para mejorar el crecimiento y desarrollo de los lechones destetados y que pudieran servir de alternativa a los promotores de crecimiento prohibidos en Europa, indicaban en sus conclusiones que probablemente la mejor estrategia a utilizar en las dietas de los lechones destetados era la suplementación con plasma atomizado.
Igualmente, en una revisión reciente de Torrallardona (4) en la que el autor realizaba un meta-análisis incluyendo en el mismo datos de 75 pruebas de campo obtenidos de 43 publicaciones y que englobaban en conjunto más de 12000 lechones, demostraba los efectos positivos respecto a los índices productivos en comparación con diferentes fuentes de proteínas, y a su vez los efectos beneficiosos del plasma cuando se utilizaba en experimentos de desafío a patógenos o en comparación con antibióticos promotores de crecimiento.
El plasma animal secado por atomización es por tanto considerado un ingrediente fundamental en las dietas de primeras edades de lechones y debido a sus efectos en la reducción de la sobre-estimulación inmunológica e inflamación, es cada vez más habitual su uso en cerdas durante gestación-lactación para mejorar el peso e uniformidad de la camada al nacimiento y destete, así como mejorar la condición corporal de las primerizas al finalizar el destete y con ello reducir el intervalo destete-celo. También es cada vez más habitual el uso del SDP en situaciones de elevada presión de algunas explotaciones ganaderas, bien para reducir los efectos del síndrome del desmedro porcino (PMWS), asociados al circovirus porcino tipo-2 (PCV-2) de amplia distribución a nivel mundial, así como en granjas que sufren del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS en inglés).
El plasma animal es considerado una proteína inherentemente segura para su uso en alimentación animal, como lo demuestra el hecho de que fue la primera proteína animal que fue nuevamente aprobada para su utilización en alimentación de porcino en Europa tras la prohibición del uso de proteínas animales en los piensos de animales destinados al consumo humano a consecuencia de la crisis de la vacas locas (Reglamento CE núm. 1292/2005). Durante el presente artículo trataremos de explicar las diferentes etapas del proceso productivo del plasma atomizado que aseguran la inocuidad del producto final y a la vez garantizan su máxima funcionalidad y eficacia.
 
PROCEDIMIENTOS EN EL PROCESO DE PRODUCCIÓN DEL PLASMA ANIMAL SPRAY-DRIED QUE GARANTIZAN LA CALIDAD Y SEGURIDAD FRENTE A ORGANISMOS PATÓGENOS
  • Control en el matadero
La materia prima proviene única y exclusivamente de animales sanos que han pasado satisfactoriamente una inspección veterinaria y a resultas de la misma son declarados aptos para el sacrificio para consumo humano. Es decir, la fuente de la materia prima es siempre animales sanos. La sangre en el organismo de animales sanos es un fluido estéril y por tanto la única vía de contagio de la sangre con microorganismos puede ser en el momento del sacrificio (5), por lo que se extreman las medidas para asegurar una recogida en las condiciones más higiénicas posibles y se recomienda refrigerarla y procesarla sin demoras. De hecho y salvando las distancias respecto a las dos materias primas, el proceso de mantenimiento y procesamiento de la sangre guarda muchas similitudes con el de la leche, como lo demuestra el hecho de que los tanques de recogida y almacenamiento de la sangre, así como el tipo y diseño de las centrífugas separadoras, equipos de filtración y atomización son todos en acero inoxidable y muy similares a los de una industria láctea, a diferencia del color del producto inicial.
En el matadero, el lugar del sacrificio está geográficamente separado del lugar de evisceración del animal por lo que no existe el riesgo de contaminación de la sangre con otros tejidos animales. Los equipos de recogida y procesamiento de la sangre en el matadero son de uso exclusivo, y no se utilizan para otros tejidos animales. La sangre desde el punto del sacrificio hasta su almacenamiento en el depósito final en matadero discurre por circuito cerrado que impide su contaminación tanto física como ambiental con otros productos o sustancias. Además, se procede a un rápido enfriamiento para preservar la calidad físico-química y microbiológica de la misma.
  • Transporte
La sangre almacenada en los depósitos de los mataderos es transportada por camiones isotérmicos a las plantas de producción. La cisterna de estos camiones es de uso exclusivo para el transporte de sangre y no se utilizan para transportar ninguna otra sustancia o producto animal, por lo que se evita la contaminación cruzada con otros tejidos o sustancias. Además, cada cisterna tras su descarga es obligatoriamente limpiada e higienizada con anterioridad a su próxima recogida.
  Debe tenerse en cuenta que la sangre se recoge de numerosos animales los cuales tendrán anticuerpos frente a los patógenos habituales con los que haya tenido contacto o hayan sido vacunados durante su ciclo vital en las diferentes explotaciones ganaderas. El hecho de que cada lote de producción de producto acabado pueda contener el plasma correspondiente a 7-10 mil animales da idea del amplio espectro de anticuerpos frente a patógenos de granja que podemos tener en el producto final. Además el hecho de provenir de un número tan alto de animales garantiza por una parte el efecto de dilución de la presencia de algún animal crónico frente alguna enfermedad y por otro lado, garantiza que la homogeneidad del perfil de anticuerpos frente a patógenos sea muy constante entre los diferentes lotes de producción y también disponer de un perfil de anticuerpos dinámico frente a los patógenos que en cada momento están apareciendo en las diferentes explotaciones ganaderas. 
Toda la sangre que se recibe de cada cisterna, viene identificada por el matadero que la suministró, la fecha y hora de recogida, la cisterna que la transportó, identificación del conductor, cantidad transportada y valores de calidad de la misma como temperatura, y color, lo cual permite una completa trazabilidad de toda la materia prima que entra en la planta de proceso.
  • Control en planta industrial
El proceso de producción es en circuito cerrado, por lo que desde que la sangre es descargada en los depósitos de almacenamiento hasta su ensacado final no hay posibilidades de contaminación ambiental o física con otras sustancias.
El plasma líquido se obtiene por separación de la fracción corpuscular a través de centrífugas de plato (similares a las lecheras) y posteriormente es concentrado a través de filtración en membranas de osmosis inversa que eliminan parte del agua que contiene el plasma líquido (92% agua) y en el caso de utilizar membranas de ultrafiltración también eliminan algunas sales. La deshidratación del plasma se efectúa mediante atomizadores similares a los de la industria láctea, en unas condiciones de secado específicas que garantizan y preservan la funcionalidad biológica de las proteínas y péptidos bio-activos que componen el plasma animal (6).
El proceso de la atomización o spray-drier es un proceso complejo que supone la inyección a muy elevadas presiones (2000 - 3000 psi) del plasma concentrado (25-30% sólidos)  en la cámara de secado en forma de un sistema spray para  obtener unas gotas muy finas que se encuentran con una fuerte corriente de aire muy caliente (200-240ºC) que facilita el rápido secado de las micro gotas y el producto deshidratado es transportado por la corriente de aire hacia unos ciclones dónde al disminuir la velocidad del aire, decantan al fondo y son sacados del sistema a través de válvulas rotativas. El aire caliente incorporado al sistema es eliminado tras su filtración en filtros de mangas que evitan la salida al exterior de partículas en polvo. Todo el proceso a nivel industrial tiene una duración dependiente del tamaño y diseño de la instalación, pero que suele variar entre 30 a 90 segundos. La temperatura de salida de los atomizadores (>80ºC) suele coincidir con la máxima temperatura que alcanzan las partículas deshidratada en el momento de su sedimentación en los ciclones.
El tratamiento de 80ºC a través de su substancia es un tratamiento ampliamente reconocido como seguro frente a numerosos microorganismos que puedan afectar tanto a productos cárnicos como a la leche. Así la Directiva de la Comisión Europea (EC) 2002/99 que establece las normas zoosanitarias aplicables a la producción, transformación, distribución e introducción de los productos de origen animal destinados a consumo humano establece en su Anexo III un listado de tratamientos para eliminar peligros zoosanitarios  específicos debido a la carne o a la leche, y entre ellos, uno de los más seguro es el de procesamiento a una temperatura mínima de 80ºC a través de su substancia, el cual es efectivo frente a fiebre aftosa, peste porcina clásica, enfermedad vesicular porcina, peste porcina africana, influenza aviar y peste bovina entre otros.
El producto deshidratado es posteriormente tamizado y ensacado directamente desde tolva a ensacadoras de válvula que llena directamente los sacos, por lo que nuevamente se impide su exposición al ambiente y se evita contaminación ambiental del producto en polvo.
Cada saco se identifica con el código de producto, y lote de fabricación que identifica la planta de producción, turno de trabajo, línea de secado, fecha de producción y fecha de caducidad. El sistema de codificación de lotes nos permite a través de la fecha de producción de cada lote una completa trazabilidad e identificación de todos los kilos producidos.
El producto ensacado es muestreado en varios sacos de cada lote y con las muestras obtenidas se analizan diferentes parámetros físico-químicos y microbiológicos que garantizan que todos los lotes que se expiden cumplen todas las especificaciones establecidas para cada producto. Únicamente cuando los lotes producidos son analizados y el resultado de todos los parámetros indican el cumplimiento de las especificaciones es cuando el sistema permite la expedición al cliente final.  
  • Trazabilidad
El sistema de control de stocks implantado en APC nos permite identificar el destinatario de cada uno de los lotes producidos, por lo que la trazabilidad del sistema se completa al conocer el destino de todos los lotes producidos, así, en el hipotético caso de necesitar realizar una retirada de producto, el sistema permite en cuestión de minutos conocer los lotes de producto final que están afectados por el posible riesgo y los clientes o almacén al que se ha destinado el producto en cuestión.
 
ESTUDIOS DEL EFECTO BACTERICIDA  Y VIRICIDA DE LA ATOMIZACIÓN A ELEVADAS TEMPERATURAS
Anteriormente hemos destacado que los atomizadores industriales trabajan a temperaturas elevadas de 200-240ºC en el aire de entrada y >80ºC en el aire de salida, y debido al rápido proceso de secado permite por una parte la deshidratación de las proteínas plasmáticas con mínimo perjuicio en sus propiedades funcionales y a la vez un efecto “pasteurizante” frente a microorganismos que puedan estar presentes en el plasma, debido a por una parte la exposición a esas elevadas temperaturas y por otra como consecuencia de la rapidez con la que se produce el secado, impide a los microorganismos adaptar su metabolismo a las nuevas condiciones de baja actividad biológica del agua que supone el plasma en polvo (Aw < 0,4), por lo que se produce una elevada destrucción de los mismos, tal y como se ha podido demostrar en numerosos estudios trabajando con atomizadores de planta piloto y de laboratorio.
  • Estudios del efecto bactericida y viricida de la atomización
Polo y col. (7) demostraron que plasma inoculado con dos cepas de E.coli K88 y K99 a concentraciones de 8 logaritmos, tras ser atomizado en un equipo de laboratorio se conseguía una reducción superior a 5.5 logaritmos para el caso de E.coli K99 y de 7 logaritmos para E.coli K88, demostrando con ello el efecto pasteurizante de la atomización respecto a bacterias del grupo coliformes.
En un estudio posterior, este grupo de investigación (8) demostró que el proceso de atomización era muy efectivo también en la eliminación de los virus de la pseudorabia porcina o Aujezsky y PRRS. Para el desarrollo de esas pruebas, trabajaron con plasma bovino (para evitar la presencia de anticuerpos neutralizantes frente a estos virus) y con un atomizador de planta piloto. Infectaron el plasma bovino previamente a su atomización con un inoculo del virus de Aujesky hasta alcanzar una concentración de 105.3 TCID50/ml plasma líquido y comprobaron que tras su atomización no quedaba infectividad en el producto atomizado. Para el caso del virus PRRS, demostraron que el proceso de atomización en las mismas condiciones también eliminaba completamente el virus, por lo que demostraron que al menos el sistema era capaz de eliminar más de 4 logaritmos infectivos de este virus.
Posteriormente, Pujols y col. (9) trabajando con plasma porcino obtenidos de cerdos SPF (específicamente libre de patógenos) sin anticuerpos neutralizantes frente al virus de la enfermedad vesicular porcina (en inglés SVD), observó que tras inocular ese plasma a una concentración de 5.5 logaritmos de SVD , al atomizarlo en un atomizador de laboratorio observaron la eliminación total de este virus y por tanto demostraba que el proceso de atomización era capaz de eliminar más de 5.5 logaritmos de este virus, que además de su importancia en el sector porcino, por sus características y familia vírica es considerado un virus con alta resistencia a la temperatura y además es un virus considerado el modelo experimental del virus de la enfermedad aftosa.
  • Estudios de sero-conversión.
La realización de estudios de inactivación bacteriana o vírica utilizando atomizadores de laboratorio es apropiada para estudiar el efecto sobre virus de resistencia baja-media a la temperatura, pero debido a que estos atomizadores no son capaces de alcanzar las condiciones industriales de exposición a altas presiones, temperatura y de tiempo de residencia a las mismas, no son el sistema adecuado para estudiar la eficacia del proceso industrial en la inactivación de microorganismos de alta resistencia térmica. Debe tenerse en cuenta por ejemplo, que el tiempo de residencia estimado del producto en polvo en un atomizador de laboratorio como los empleados en los ejemplos anteriores es de aproximadamente 0.51 segundos, mientras que en los atomizadores industriales este tiempo de residencia es, como comentábamos entre 30 ó 90 segundos dependiendo del modelo y tamaño del atomizador industrial. Es por ello que se recomienda realizar estudios con animales vivos proveniente de granja de alta sanidad y por tanto muy susceptibles a desarrollar enfermedades, a los que se aloja en salas de alta higiene y seguridad sanitaria (Niveles de Bio-seguridad 2 ó 3) a los que se les da a ingerir dietas que contienen el producto a ensayar como única fuente de proteína animal y a elevadas dosis de administración para comprobar que los animales no contraen ninguna enfermedad y a su vez no sero-convierten frente a los patógenos que se quieren investigar.  El parvovirus porcino (PPV) y el circovirus tipo-2 porcino (PCV-2) son actualmente considerados como dos de los virus animales más resistentes y son comúnmente utilizados como modelos en estudios de inactivación vírica de etapas de procesos de fraccionamiento de plasma humano, por su elevada resistencia a la temperatura y a compuestos químicos de desinfección.
En el artículo anteriormente comentado de Polo y col. (8), los autores comprobaron que lechones alimentados con una dieta conteniendo plasma  como única fuente de proteína animal al 8% durante 63 días observaron que los animales se mantuvieron sanos durante todo el periodo experimental y no seroconvirtieron frente a PPV a pesar de que el plasma utilizado en la prueba presentaba anticuerpos frente a PPV lo cual indicaba que los animales donantes de sangre habían estado en contacto con el virus y a pesar de ello, no se transmitió la enfermedad a los cerdos alimentados con ese plasma. 
Pujols y col. (10) mostraron que alimentando plasma porcino positivo mediante PCR a la presencia de DNA genómico de PCV-2 a lechones SPF durante 45 días en dietas conteniendo SDP como única fuente de proteína animal a una concentración del 8%, ninguno de los animales mostraban signos de la enfermedad o presencia del virus en su suero y tampoco sero-convertían a la enfermedad.  Además demostraron que los animales no solamente no mostraron seroconversión frente a PCV-2, sino que tampoco sero-convirtieron frente a PPV, Aujezsky, SVD y PRRS ó el virus de la Hepatitis E (HEV).
La presencia de DNA genómico de PCV-2 en plasma atomizado puede considerarse normal y esperable dado que a pesar de que la mayoría de animales al sacrificio son animales sanos, es inevitable la presencia de animales crónicos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta el elevado efecto de dilución y la presencia de anticuerpos presentes en el plasma de todos los animales, que unido al proceso productivo industrial producirán la inactivación del mismo. Además, la determinación por PCR únicamente indica la presencia del genoma, pero no su viabilidad, para ello, es necesario realizar estudios de administración “in vivo” como el comentado anteriormente. En un estudio realizado en Estados Unidos y en España trabajando con más de 150 muestras de SDP se ha comprobado en todas ellas la presencia de altas titulaciones de anticuerpos frente a PCV-2 (11, 12).
En un estudio publicado en Febrero de 2011 en el Journal of Animal Science (Shen y col., 12), se evaluó la presencia de material DNA de PCV2 y anticuerpos frente a PCV-2 en muestras de plasma tanto líquido como en polvo deshidratado tras el proceso de atomización. Se tomaron en total 52 muestras de plasma líquido fresco antes de transportar de 14 mataderos de dos áreas geográficas de Estados Unidos, 32 muestras de plasma líquido concentrado recogidos en la planta productiva a diferentes momentos de producción y 32 muestras de plasma en polvo recogidas a diferentes momentos durante la atomización. Las 116 muestras fueron positivas respecto a anticuerpos frente a PCV-2, mientras que aproximadamente el 20% de las muestras de plasma atomizado no contenían la presencia de DNA de PCV-2. En un estudio de administración de plasma comercial en lechones altamente susceptible, se tomaron 9 cerdos de 10 semanas de edad con 68 kg de peso corporal que fueron asignados al azar a tres tratamientos y corrales independientes: (1) control negativo (sin plasma en los piensos, no inoculados con PCV2); (2) Control positivo (sin plasma en la alimentación, inoculados con PCV2); y (3) Grupo con Plasma en el pienso (plasma porcino al 4% en el pienso durante 42 d, no inoculado con PCV2). Todos los cerdos del grupo control positivo fueron virémicos tras la inoculación a los 7 d y seroconvirtieron al día 42, mientras que los cerdos en el grupo control negativo y en el grupo con plasma atomizado fueron PCV2 PCR negativa y no seroconvirtieron al PCV2 durante la duración del estudio. Los resultados indican que el DNA de PCV2 y anticuerpos frente a PCV-2 se encuentran comúnmente en el plasma de atomizado comercial. Sin embargo, ninguna prueba de infectividad del PCV2 fue encontrada en cerdos altamente susceptibles cuando el plasma atomizado comercial se incluyó en la dieta de estos animales.
Posteriormente, en un estudio publicado en el Veterinary Journal (Pujol y col., 13) trabajando con animales aislados en corrales de nivel de Bio-seguridad 3 a los que intranasalmente se les inoculaba con el virus del PRRS y se les alimentaba con una dieta conteniendo plasma porcino al 8% durante 28 días, se demostró que esos animales desarrollaban la enfermedad asociada al PRRS y por tanto tenían su sistema inmune comprometido, sin embargo, la administración del plasma porcino (que era positivo por PCR a la presencia de genoma de PVC-2) no producía que estos animales sero-convirtieran frente a PCV-2. Bien al contrario, lo que se observó fue que los animales alimentados con plasma eliminaban más eficiente el virus PRRS y ello se traducía en una menor incidencia de lesiones microscópicas a nivel pulmonar. Hasta nuestro conocimiento, esta es la primera prueba que demuestra que incluso en animales inmuno-deprimidos no se produjo ningún síntoma clínico ni sero-conversión frente a ningún otro microorganismo distinto al utilizado en el desafío realizado. Es más, lo que se observó es que los cerdos infectados con PRRS y que consumían plasma tenían un nivel de viremia a día 28 estadísticamente inferior al grupo infectado que consumía el pienso control, y además el recuento de lesiones a nivel pulmonar era estadísticamente inferior en los animales que consumieron plasma lo cual indicaba que el plasma mejoraba la salud de los animales infectados y les ayudaba a eliminar de forma más eficiente el virus PRRS que se utilizó para esta prueba.
Opriessnig y col. (14) indicaban en un estudio de investigación retrospectivo respecto a los estudios realizados en la Universidad del Estado de Iowa (ISU) con animales infectados con PCV-2 desde el año 2003 al 2006, envolviendo a más de 1000 animales, a los que en las dietas controles era habitual el uso de plasma porcino, los investigadores comprobaron que ninguno de los animales del grupo control contrajeron en ningún caso la  enfermedad, a pesar de que con posterioridad comprobaron que algunos de los lotes de plasma utilizados eran positivos por PCR a la presencia del genoma de PCV-2. 
                Recientemente (15) se ha demostrado mediante un estudio retrospectivo en los que se evaluó el suero de animales alimentados con plasma porcino conteniendo genoma del virus de la Hepatitis E (HEV), que estos animales no desarrollaban la enfermedad y no seroconvertían frente a este virus. Demostrando que el proceso de producción de plasma atomizado inactiva el HEV que es otro virus de interés en producción porcina. Además, se ha sugerido que la presencia de anticuerpos neutralizantes en el plasma líquido puede ser considerado como una etapa redundante de bioseguridad en el proceso de producción de plasma atomizado (16).
  • Efecto positivo del SDP en granjas sufriendo de PMWS ó PRRS
Bien al contrario, existen datos que demuestran que la administración de plasma en la dieta de animales se asocia con una menor incidencia de enfermedades. En un estudio epidemiológico realizado en Manitoba (Canadá) en el cuál demostraron que las granjas porcinas que mostraban una menor incidencia de PMWS eran aquellas que incluían el SDP en mayor cantidad en las dietas de las fases 1 y 2 post-destete. De hecho el SDP fue el único ingrediente del pienso que tenía una correlación significativa positiva con una disminución de la severidad e incidencia del PMWS en esas granjas comerciales (17). Messier y col. (18) también indicaron que la inclusión de SDP en la dieta reducía la mortalidad y costes de medicación asociado a las enfermedades asociadas al PCV-2 en una granja comercial de engorde-finalización de Canadá. Del mismo modo, Morés y col. (19) observaron en una prueba realizada en Brasil en una granja que presentaban problemas de PMWS registrando mortalidades por encima del 5% en lechones durante cebo y que demostraban por análisis de laboratorio la incidencia en la granja de PCV-2, observaron que cuando incluyeron SDP en las dietas de destete e inicio de cebo los lechones crecieron más rápido y alcanzaron en 2.3 días con anterioridad el peso objetivo de 22 kg para la venta de lechones, con mayor uniformidad de peso dentro de las camadas, y lo más importante fue una reducción significativa del número de animales que presentaban síntomas clínicos de PMWS a los 94 días de edad de los animales. 
Virus de la Diarrea epidémica porcina (PEDV)
Respecto al PEDV, los resultados de un bioensayo asociado a la investigación del primer caso de PEDV en Canadá, determinó que muestras comerciales de SDPP recogidas de una fábrica de pienso contenía genoma de PEDV capaz de causar la infección del PEDV en cerdos, sin embargo, el pienso que contenía el lote sospechoso de SDPP no fue capaz de causar la infección en cerdos (20). Posteriormente, dos bioensayos realizados de forma independiente se realizaron para evaluar la infectividad respecto al PEDV en la muestra retenida de ese mismo lote sospechoso de SDPP asociado con la investigación Canadiense. Los resultados de ambos bioensayos indicaron que la muestra retenida del mimo lote de SDPP no era infecciosa respecto a PEDV (21).
Dos publicaciones recientes han concluido que el proceso de atomización del plasma es efectivo para inactivar el PEDV. Brevemente, en un estudio (22), plasma bovino fue inoculado con PEDV (cepa CV777) crecido en cultivo celular, y posteriormente atomizado en atomizador de laboratorio a una temperatura de entrada de 200ºC y secado a través de su substancia a 70ºC ó 80ºC para simular las condiciones por debajo y típicas de los atomizadores industriales. Posteriormente el plasma bovino atomizado fue reconstituido y sometido a tres pases en cultivo monocapa de células VERO para verificar la supervivencia del PEDV. Los resultados indicaron la ausencia de PEDV viable en las muestras atomizadas. En otro estudio (23), la cepa de PEDV norte-americana (ISU13-19338E) fue inoculada en plasma porcino obtenido de cerdos sanos y atomizado en un atomizador de laboratorio a una temperatura de entrada de 166ºC y una temperatura de salida de 80ºC. Además, plasma recogido de un cerdo infectado con PEDV fue también atomizado en las mismas condiciones. Además de las muestras atomizadas, las muestras de plasma líquido sin atomizar se recogieron y testaron. Todas las muestras, tanto las de plasma líquido como las de plasma atomizado reconstituido fueron administradas oralmente a cerdos sanos. Ningún cerdo a los que se administró el plasma atomizado se infectó con el virus de la PED, indicando que el proceso de atomización bajo las condiciones ensayadas inactivaba efectivamente al virus de la PED. La muestra de plasma obtenida de un animal sano e inoculado con el virus de la PED cuando se administró a cerdos sanos si era infectiva.
Ambos estudios confirman que el PEDV en plasma fue eficientemente inactivado por la atomización en unas condiciones de procesamiento que fueron menos rigurosas que las que se utilizan en atomizadores industriales. Por tanto, los atomizadores industriales probablemente serán más efectivos inactivando patógenos que los atomizadores de laboratorio (24).
Además, debido a la baja actividad biológica del agua y humedad del SDP y la intrínseca baja supervivencia del virus de la PED a ambientes secos, se ha podido demostrar que muestras de plasma atomizado inoculadas con PEDV perdían su infectividad tras 7 días almacenado a temperatura ambiente y también perdía su infectividad cuando se almacenaba por 21 días a 4ºC (22). Debido a ello, los asociados a la EAPA (Asociación Europea de Productores de Hemoderivados de Origen Animal) y a la NASDBPP (Asociación Norteamericana de productores de sangre y plasma atomizado) que representan aproximadamente del 65 al 70% de los productores de hemoderivados de origen animal a nivel mundial, han tomado la decisión voluntaria de almacenar el plasma porcino atomizado a temperatura ambiente (>20ºC) durante 2 semanas tras ser ensacado como medida redundante de bioseguridad para asegurar a nuestros clientes la inactivación de cualquier potencial contaminación con PEDV post-procesamiento en el producto ensacado.
Dos estudios adicionales (25, 26) han demostrado que alimentando pienso sin peletizar conteniendo 5% de SDPP positivo mediante PCR a la presencia del genoma de PEDV tanto durante 14 ó 28 días no transmitieron el virus de la PED a cerdos sanos. Además un estudio posterior (27) indicó que millones de cerdos en regiones libres de PEDV se han mantenido libres frente a este virus a pesar de que los cerdos de esos países fueron alimentados con SDPP positivo para la presencia del genoma de PEDV.
Por el contrario, otros estudios han evidenciado que la transmisión del virus PED puede ocurrir vía vehículos de transporte de animales contaminados (28), por el aire (29) o vía pienso que no contenía ningún ingrediente con proteína animal (30).
Colectivamente, estos estudios aportan considerable evidencias que el plasma comercial es un ingrediente seguro para cerdos, incluso aunque el genoma de varios patógenos de cerdos permanezca presente en el producto final. Respecto al PEDV, la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) ha declarado que los hemoderivados como el plasma porcino atomizado no son probablemente una fuente de infectividad para el PEDV si se toman las apropiadas prácticas de producción y estándares de bioseguridad como los descritos en este documento (31).
 
Conclusiones
Actualmente, los hemoderivados de origen animal se utilizan en dietas de porcino en los cuatro continentes (Europa, Norte-América, Sudamérica y Asia). Fue la primera proteína de origen animal que se autorizó 2005 en piensos para animales de granja no rumiantes en Europa tras la prohibición del año 2001, reconociendo por tanto la bioseguridad intrínseca de esta proteína funcional. La asociación NASDBPP estima que  más de 1 billón de cerdos de a nivel global se alimentan con dietas con SDP cada año debido a las ventajas de rendimiento productivo asociado a las dietas conteniendo SDP, sin que se declaren la transmisión de enfermedades debido a su uso. Juntamente con las bien documentadas publicaciones que demuestran la mejora en productividad de los cerdos alimentados con SDP, hay suficientes evidencias que sugieren que la suplementación con SDP atenúa los efectos negativos de diferentes enfermedades que actualmente afectan la industria porcina. Las investigaciones actuales muestran que el plasma atomizado no es un vehículo transmisor de enfermedades, incluidos el virus de la PED y que por el contrario, es un ingrediente natural, seguro, de alta calidad proteica para su uso en nutrición animal para mejorar la salud y el bienestar animal.
Referencias:
(1)                Coffey, R. D. & Cromwell, G. L. 2001. Pig News & Information 22, 39-48.
(2)                Van Dijk, A.J., y col. 2001. Livest. Prod. Sci. 68, 263–274.
(3)                Lallès, J. P. y col. 2009. Animal. doi:10.1017/S175173110900398X.
(4)                Torrallardona, D. 2010. Asian-Aust. J. Anim. Sci. Vol. 23, No. 1 : 131 – 148.
(5)                Carretero, C. & Pares, D. 2000. Rec. Res. Devel. Agri. Food Chem. 4, 203-216.
(6)                Meerdink, G. 1993. PhD Thesis. Wagenigen University Press.
(7)                Polo, J., y col. 2002. Proc.48th Int. Con. Meat Sci. & Tech. Vol. 1. Rome, Italy. Pp 194-195.
(8)                Polo, J., y col. 2005. J. Anim. Sci. 83, 1933-1938.
(9)                Pujols, J., y col. 2007. Proc. Am. Assoc. Swine Vet. Orlando, Florida. Pp 281-283.
(10)             Pujols, J., y col. 2008. Vet. Rec. 163, 536-538.
(11)             Pujols, J., y col. 2011. Proc. 6th Emerg. & Re-emerg. Dis. Pigs. Barcelona. Pp 111.
(12)             Shen, H.G., y col. 2011. J. Anim. Sci. 89:1930-1938.
(13)             Pujols, J., y col. 2011. Vet. J. 190:e16-e20.
(14)             Opriessnig, T., y col. 2006. Proc 45th Ann. Meeting North Central Conf. Vet. Lab. Diagnosticians. Lincoln, NE. 14-15
(15)             Pujols, J. y col. 2014. Virology J. 2014, 11:232 doi: 10.1186/s12985-014-0232-x.
(16)             Polo, J., y col. 2013. J. Anim. Sci. 91:2192-2198.
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(20)             Pasick, J. et al. (2014).  Transb. & Emerg. Dis. 61(5):397-410.
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Autores:
Javier Polo
APC, Inc.
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Fabian Rafael Perez Chavez
18 de julio de 2019
Es un rubro muy interesante, trabajo en una industria que produce plasma desecado consumo humano y animal y sus resultados en la dieta humana y animal tienes efectos muy positivos.
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