La Gestión y el logro de los objetivos

Mucho se habla hoy en día sobre gestionar, liderar, delegar, trabajo en equipo, todos conceptos aplicados a la forma de encarar el manejo y funcionamiento de un sistema productivo, de la índole que sea.

Se intentará destacar los principales aspectos a tener en cuenta en la gestión de granjas, que ayudan a lograr los objetivos propuestos, poniendo especial énfasis en el Capital Humano, clave para alcanzar las metas establecidas.

En principio, remitámonos al significado de las palabras que dan origen al título de la presente:

“Cuidado de intereses ajenos sin el mandato del dueño (… )” es la frase o definición que mejor encuadra la labor realizada por el personal de granja, independientemente del puesto jerárquico que ocupe.

La gestión abarca a todos los pilares de la producción porcina. Deben gestionarse:

A la hora de proyectar un nuevo sistema productivo porcino ó de gestionar uno en funcionamiento es relativamente sencillo adquirir/comprar o invertir en Nutrición, Sanidad y Genética; estos tres aspectos son accesibles a través de la inversión de capital, con el asesoramiento de especialistas de cada área. Hay empresas especializadas en cada uno de estos terrenos, con técnicos altamente formados que pueden guiar al productor. Mientras que el Manejo requiere además de inversión un alto costo y trabajo en formación y capacitación permanente. No existen escuelas formadoras de personal de granja a las cuales se pueda recurrir para que entreguen un operario formado; por lo tanto cada productor debe desarrollar su propio programa de entrenamiento, basado fuertemente en su propia experiencia y apoyándose en el intercambio con otros productores y las instancias de grupos existentes.

Por lo antes expuesto, esta intervención se centrará en la importancia de destinar tiempo e inversión en las personas que conforman el equipo de trabajo, con el fin de mantenerlas estimuladas y comprometidas, aspectos que sin dudas retribuyen en la rentabilidad del sistema.

 

El manejo/gestión del recurso Capital Humano no se limita sólo a la incorporación de personal, liquidación de haberes, planteo de objetivos y premios por productividad. Esta labor requiere definición clara de los siguientes aspectos:

Una vez resueltas y definidas las características de la organización debe comunicarse claramente a todos los estratos de la misma, asegurándose del perfecto entendimiento por parte de todos los actores: una cuestión central en la gestión es la calidad de la comunicación. Parecería que una cuestión tan vertebral como una comunicación eficaz forma parte del talento o don subjetivo de quien esté a cargo de los recursos humanos. En realidad, los aspectos de reclutamiento, incorporación, inducción, capacitación, seguimiento, evaluación y remuneración del personal que conformará el equipo de trabajo deben planificarse y presupuestarse con el mismo grado de detalle con el que se planifican y presupuestan las inversiones en equipamientos, instalaciones ó genética. Caso contrario, se estará dejando el capital de producción en manos inexpertas o poco capacitadas.

En las puestas en marcha de granjas nuevas donde nos ha tocado trabajar, hemos observado un minucioso seguimiento del cronograma de obra, de la inversión en instalaciones, equipamientos y genética, pero no con el mismo grado de profundidad en los aspectos relacionados a la incorporación del capital humano.

Abordemos la cuestión de los roles dentro de una granja. En la organización de toda granja existen diferentes roles definidos más allá del tamaño de la explotación; abanico más amplio en criaderos grandes que chicos, pero que en el fondo cumplen los mismos objetivos.

Y es aquí, en esta conjugación de roles y funciones donde suele originarse el primer inconveniente cuando todas las personas que ocupan los diferentes puestos no se alinean claramente detrás de los mismos objetivos.

Es común observar que cada actor tiene en claro cuáles son los principales objetivos de su accionar, por ejemplo:

a) Inversor/Dueño: maximizar beneficios económicos.

b) Gerente/Jefe de Producción: lograr el mejor índice productivo, a fin de maximizar beneficios, pero también para lograr reconocimiento de sus pares. Formar y consolidar un buen equipo de trabajo con el personal que tiene a su cargo.

c) Responsable de Área: implementar y cumplir los procedimientos/rutinas de trabajo, que le permitan lograr los índices productivos establecidos. Lograr reconocimiento de sus pares

d) Operario: cumplir con las tareas asignadas de forma eficiente y obtener su salario. Lograr reconocimiento de sus pares.

Para que el sistema sea eficiente debe existir buena y clara comunicación entre las personas que desempeñan estos roles, todos deben estar en la misma sintonía y dirigir sus esfuerzos detrás de objetivos comunes. Por ejemplo: la maximización de beneficios exigida por el inversor requiere que el resto de actores se esfuerce en obtener los mejores índices productivos al menor costo posible.

Son clave las reuniones periódicas entre los diferentes actores a fin de evaluar el cumplimiento de los objetivos previstos, analizar desvíos y plantear nuevos desafíos a futuro. Todo ello hace a la gestión global del sistema, que dará las pautas generales hacia dónde enfocar el esfuerzo de las personas.

Pero, siempre recordar que la ejecución de las rutinas es realizada por el Operario. Por lo tanto es la persona clave a trabajar para alcanzar los objetivos planteados y que no siempre vislumbra un futuro de crecimiento desde su posición actual, producto de las estructuras planas de que se componen las granjas.

Al igual que sucede con los objetivos, los diferentes actores del sistema ponen foco en diferentes parámetros, que son de su interés. El siguiente cuadro muestra un detalle de los mismos:

 

Vocabulario de los diferentes actores:

Se debe ser consciente de que la persona que ejecuta las acciones definidas, o sea el operario, puede tener alguna o varias de las siguientes visiones, acerca de su función:

Una gestión eficiente de un sistema productivo se basa en la buena y clara comunicación entre las diferentes personas que cumplen diferente roles dentro de la misma. Cada uno de los integrantes debe asegurarse que los conceptos por él emitidos han sido claramente comprendidos por su receptor.

Dado que la mano de obra para trabajo en criaderos porcinos no sobra, quien dirige un sistema de este tipo debe esforzarse en simplificar al máximo posible sus protocolos de trabajo, sin perder con ello eficiencia.

Tener siempre valores productivo-económicos de referencia que sean permanentemente monitoreados, con sus puntos de intervención definidos, ante los cuales se debe actuar.