Estudio de la presencia de metales pesados en aditivos antimicotoxinas, elaborados con base en aluminosilicatos.

Introducción. La Unión Europea (UE) desde mayo del 2009, clasifica a los aditivos antimicotoxinas, con base en su modo de acción: reducción de la biodiponibilidad (proceso de adsorción) y degradación o biotransformación en otros metabolitos. En el caso de los adsorbentes se debe demostrar que no tienen afinidad por ningún ingrediente incluido en los alimentos balanceados y libres de contaminación con metales pesados, dioxinas y furanos. En tanto en los productos de biotransformación es necesario comprobar que los metabolitos generados, por la degradación de micotoxinas, no son tóxicos y especificar en donde deben cuantificarse: suero o tejido. A la fecha ningún producto de biotransformación se ha aceptado en la UE.

La Association of American Feed Control Officials (AAFCO), estableció los niveles máximos de contaminación de elementos químicos en alimentos terminados. El cadmio es el elemento más tóxico se limita a 0.5 mg/kg (ppm). El mercurio: 1 mg/kg, plomo a 30 mg/kg y arsénico a 50 mg/kg. En los Estados Unidos los aluminosilicatos se consideran como antiapelmazantes y no como adsorbentes de micotoxinas.

La Unión Europea limita el contenido de arsénico a 12 mg/kg, plomo 30 mg/kg, 0.1 mg/kg mercurio y cadmio 5 mg/kg en aluminosilicatos y materias primas de origen mineral, que se utilizan en la elaboración de alimentos balanceados.

Por esta razón se realizó un trabajo de búsqueda de metales pesados en dos productos comerciales, elaborados con base en aluminosilicatos (comercializados como adsorbentes de aflatoxinas). Los productos se encuentran disponibles en el mercado en América Latina. Uno de estos productos es de origen nacional (México) y el otro procedente de los Estados Unidos. Trabajos previos nos han demostrado que en México, especialmente en el norte del país, es posible encontrar yacimientos de aluminosilicatos contaminados con arsénico. En los Estados Unidos estas arcillas suelen estar contaminadas con plomo.

Material y Métodos. Los ensayos se realizaron por absorción atómica. Utilizando las técnicas de generación de hidruros para la determinación de arsénico y mercurio, el plomo se cuantifico por la técnica de flama y para la determinación de cadmio se utilizó el procedimiento de horno de grafito. Las muestras fueron enviadas para su análisis a este laboratorio. En las 40 muestras del producto comercial procedente de los Estados Unidos se analizó plomo y arsénico. Del producto nacional se analizaron 120 muestras, se cuantificaron los cuatro metales pesados considerados. Con los valores obtenidos para cada elemento y para cada uno de los productos ensayados, se cuantifico el promedio y se reportó el porcentaje de muestras que se encontraron fuera del valor máximo permitido.

Resultados. La relación de valores obtenidos en los ensayos analíticos, en cuanto al contenido de plomo y arsénico de los dos productos evaluados, se presentan en el cuadro No. 1. En el cuadro No. 2, se reporta la información obtenida con respecto a la presencia de cadmio y mercurio, esto sólo aplica para el producto de origen nacional.

Discusión. Con base en los resultados obtenidos se demuestra la contaminación con plomo en el producto importado. El contenido de arsénico está dentro de la especificación en los dos productos ensayados. No se reportó la contaminación con mercurio o cadmio en el producto nacional. 

Implicaciones. En México, el registro de adsorbentes ante SAGARPA, se limita a considerar exclusivamente el análisis químico del aluminosilicato, no se considera la posible contaminación con metales pesados o con dioxinas. La normatividad nacional debía ser similar a la que se aplica en la Unión Europea. Este reporte nos demuestra que un producto importado puede comercializarse libremente en México, pudiendo estar contaminado con plomo. 

Referencias. Association of American Feed Control Officials. 2011 Official Publication: 304.Directiva 2002/32/CE. Diario Oficial de las Comunidades Europeas. 30.5.2002. L 140/10; European Food Safety Authority: CPF/EFSA/FEED. 2009/01; European Food Safety Authority Journal 2010; 8 (7): 1693; European Food Safety Authority Journal 2011; 9 (6):2276.