Los forrajes de buena calidad mejoran la producción lechera con menos cantidad de concentrado
[Jalisco, México] Las ciudades mexicanas de Aguascalientes, Querétaro y Torreón fueron las sedes de la Escuela de Ensilaje Alltech, programa que fomenta las buenas prácticas del ensilado para mejorar la asimilación de nutrientes provenientes del forraje que son esenciales en el ganado lechero para obtener una mayor productividad.
En países como México, el ensilaje resulta fundamental en zonas donde no es posible el pastoreo por condiciones geográficas o climatológicas; y por ello, el proceso debe ser riguroso desde la selección de la mazorca hasta el sellado hermético que lo proteja de la pérdida de nutrientes por respiración.
Aspectos como la calidad de los cultivos, el estado de las maquinas cortadoras o la profundidad del ensilado en su forma y sellado; fueron parte de los temas tratados por especialistas seleccionados por Alltech para capacitar a los productores.
El veterinario Leandro Abdelhadi de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina, sostuvo que el proceso de conservación del forraje debe empezar por los operarios de la materia prima para garantizar el buen manejo de materiales y la construcción y utilización del ensilado desde el inicio. La calidad del ensilaje permitirá que los microorganismos en el rumen puedan ser aprovechados con mayor eficiencia.
Por su lado, el veterinario Nicolás Arias Villegas dela South Dakota State University de Estados Unidos, señaló que el forraje representa el 50% a más de la dieta de muchos rumiantes y a menudo es el elemento más inconsistente en términos de calidad en la mayoría de los establos. A través de un cuadro mostró una comparación de raciones donde la mala calidad del ensilaje limita el aprovechamiento de éste haciendo necesaria la búsqueda de nutrientes en otros ingredientes; lo cual finalmente termina por aumentar el precio de los alimentos.
Finalmente, el ingeniero Alfonso Nava Cruz dela Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de México, resaltó la importancia de planear y conocer cuáles son nuestros recursos al momento de iniciar un nuevo ciclo de siembras para cosechar forraje para ensilar. Destacó la información de los híbridos (origen, ciclo, cruza y fenotipo); sus características (particularmente fenotípicas); y sus datos productivos (haciendo énfasis en considerar no solo la producción del forraje, sino también la calidad del mismo). Datos reales que hacen dejar de lado conceptos como el “ojómetro”, “tanteómetro” y “jalómetro”.
Durante la capacitación, que duró una semana, asistieron un total de 265 personas en las 3 sedes, con representación de las compañías más importantes de la producción lechera de Mexico; quienes aprendieron que maximizar la calidad del forraje significa una mejor producción lechera utilizando menor cantidad de concentrado a través de buenas prácticas de manufactura que generan mejores beneficios económicos en el futuro.