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Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas

Publicado: 4 de noviembre de 2013
Por: José de Jesús Bustamante Guerrero
1. INTRODUCCIÓN
Las gramíneas constituyen la principal fuente de alimentos para el sostenimiento de la ganadería tropical, sin embargo, a pesar de la importancia de estas pasturas, los niveles de productividad animal que de ellas se obtienen se encuentran muy por abajo de sus posibilidades reales (Hutton, 1974; Stobbs, 1975, Garza, 1979; CIAT, 1984).
La producción de leche de vacas alimentadas en pastizales tropicales es baja como consecuencia del pobre valor energético y proteínico de las gramíneas (Flores y Col. 1979). Aún con buen manejo y alto contenido de proteínas en los zacates, se ha encontrado que con el uso de concentrados es posible aumentar la producción de leche de vacas en pastoreo (Stobbs y Col. 1977, Glover, 1961). Sin embargo, la disponibilidad de materias primas para la producción de concentrados es limitada y su utilización en la alimentación de animales es escasa.
La utilización de las leguminosas en asociación con gramíneas representa teóricamente la solución ideal del problema de alimentación, ya que la leguminosa tiende a aumentar la calidad de la ración básicamente en proteína, que es la principal limitante de los pastos tropicales, además de prolongar la disponibilidad de forraje de mayor calidad durante la sequía.
El guaje Leucaena leucocephala es quizás una de las leguminosas más importantes para el trópico mexicano debido a su alto contenido de proteína y productividad por unidad de área. Esto la coloca como un alimento valioso para la producción de leche, ya sea asociada con gramíneas o sembradas en áreas compactas (Flores y Stobbs, 1979; Pérez Guerrero, 1979).
 
2. REVISIÓN DE LITERATURA
El guaje o guaje es originario del Sureste de México y Centroamérica (National Academy of Sciences, 1976), existiendo en gran número de especies reportadas, las cuales pueden ser agrupadas en diez (Brewbaker, 1978), nueve de éstas son nativas de México, entre ellas la Leucaena leucocephala, la cual se considera de mayor importancia debido a su fácil adaptación en una gran variedad de suelos tropicales; es por ello que, la mayoría de los estudios realizados corresponden a dicha especie, la cual se ha agrupado de acuerdo con sus características de crecimiento y producción para cruzarla con otras especies y obtener nuevas variedades mejoradas.
El forraje del guaje es de excelente calidad, fluctuando de 22 a 26% de proteína cruda, valor superior inclusive al de la alfalfa. Una hectárea de Leucaena en un año logra producir hasta 10 toneladas de proteína, que equivalen a la compra de 24 toneladas de harinolina, lo cual significa que puede utilizarse ventajosamente como un suplemento proteínico para el ganado (INIP, 1985).
La Leucaena se desarrolla en muy diversas altitudes que varían desde el nivel del mar hasta más de 1500 metros, estando muy relacionado su crecimiento con la latitud y la altura sobre el nivel del mar. En cuanto a precipitación pluvial se establece satisfactoriamente en áreas con regímenes pluviométricos que van desde 400 a más de 1500 mm. Es de fácil adaptación a diferentes tipos de suelo, desde los arenosos arcillosos y pedregosos con todo tipo de topografía, ya sea en terrenos con pendientes pronunciadas o planas, pero que no sean inundables por mucho tiempo. Para su siembra puede rayarse el terreno con alguna herramienta o bien sembrándola a espeque en áreas difíciles de mecanizar (INIP, 1985).
La densidad y métodos de siembra dependen de la finalidad de la explotación y puede ser en bloques compactos para corte o pastoreo (requiriendo de 15 a 20 kg de semilla/ha), en franjas como pradera mixta de pastoreo empleando de 6 a 10 kg de semilla/ha (Pérez, 1979).
La frecuencia de corte o pastoreo en la Leucaena no esta bien definida debido a la influencia de varios factores del suelo, clima y manejo que determinan el tiempo de recuperación después de la cosecha. Pathak y Col. (1981) señalan que el primer pastoreo puede hacerse de 120 a 180 días postsiembra, no sugiriendo esto como criterio definitivo. Los intervalos de corte más empleados por la mayoría de los investigadores varían de 30 a 120 días (Soto, 1982). Así Ferraris (1979) cortando cada 30, 60 y 120 días obtuvieron producciones de 6.8, 8.6 y 11.6 toneladas de MS/ha; por su parte Osman (1981) empleando cortes cada 90 días encontró producciones de 9.2 a 12.5 toneladas de MS/ha.
La determinación del momento de la cosecha en base a la altura de la planta no está totalmente definida; sin embargo, Kinch y Ripperton (1962) mencionan que es conveniente cosechar cuando la planta alcance 1.0 a 1.2 m para obtener una mejor calidad del forraje y eficiencia en el manejo de la cosecha. Oakes y Skov (1962) sugieren cortar cuando se tenga entre 1.0 y 1.5 m de altura, así mismo, Herrera (1967) encontró las mayores producciones cortando a 1.5 m.
Entre los factores que determinan la calidad del guaje se encuentran su producción, digestibilidad, contenido de proteína y elementos tóxicos. La producción de forraje esta influenciada por los factores de clima, suelo y manejo, por ello el rango de fluctuaciones obtenidas varía de 6.8 a 34.8 ton de MS/ha/año (Ferraris, 1979; Anslow, 1957).
La digestibilidad de la Leucaena como la mayoría de las leguminosas es alta y decrece lentamente con la edad del forraje. Los rangos obtenidos varían de 59 a 87% (Mendoza y Col. 1976; Yerena y Col. 1978). El contenido de proteína y minerales varía con la edad del forraje. En el guaje se han encontrado rangos de proteína de 14.2 a 34.6% dependiendo de la edad y parte de la planta (Cuadro 1).
 
CUADRO 1. COMPOSICIÓN QUÍMICA (% BS) DE LA LEUCAENA LEUCOCEPHALA. C. E. "EL VERDINEÑO. CIRPAC. INIFAP
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 1
 
La cantidad de elementos tóxicos en el guaje es un factor de gran importancia que ha frenado su uso más intensivo en la dieta de los animales. La presencia de un aminoácido denominado mimosina ocasiona toxicidad en los animales monogástricos cuando se incorpora más del 10% de guaje en su dieta (National Academy of Sciences, 1976).
Hegarty (1964) menciona que la toxicidad del Guaje se debe a la hidrolización de la mimosina por la flora del tracto intestinal, transformándola en 3-4 dihidroxipiridona (3-4 DHP) la cual ocasiona la caída del pelo, ciclos estrales irregulares en la vaca, pérdida de apetito y presencia de bocio (Hammond, 1994, Holmes, 1976; Jones, 1976). La toxicidad en rumiantes se reduce o desaparece cuando se acompaña de otros forrajes y el guaje no forma más del 30% de la dieta. Los contenidos de mimosa en guaje varían con la especie, variedad, edad del forraje y parte de la planta.
Experiencias en producción animal.
Saucedo y Col. (1980) utilizando vacas doble propósito en pastoreo de Estrella mejorada desde el inicio de la lactancia, con un pastoreo de 6 horas/día en un área compacta de guaje, encontró que las vacas tuvieron una mayor producción de leche vendible (6.54 vs 7.15 litros/vaca /día así como una mayor cantidad de leche consumida por los becerros (3.48 vs 2.63 litros). El resultado fue un incremento total de 17% (9.19 vs 10.75) y una mayor persistencia en la producción de leche, en comparación con los animales testigo. Alvarez, (1980) utilizando vacas 3/4 europeo x cebú o Holstein durante toda la lactancia en pastoreo y suplementadas con 1.5 kg/vaca/día de pasta de coco o girasol o acceso a 4 horas/día una área de guaje, no encontró diferencias en producción de leche y cambios de peso vivo de los animales que tuvieron acceso al guaje (2, 798 vs 2, 792 litros de leche por lactancia y 94 vs 63 g/día) respectivamente.
Alvarez y Col. (1976) evaluaron en vacas Suizo-Cebú la sustitución gradual de pulidura de arroz (suplemento) por pastoreo restringido de 3 horas/día en Leucaena con dietas basadas en caña de azúcar picada. Se encontró que la producción de leche fue similar (5.92 vs 6.19 l/vaca/día); pero se manifestó una menor producción de leche y pérdidas de peso (4.63 l/vaca/día -0.230 kg/vaca/día), en las vacas en donde la leguminosa se utilizó como único suplemento proteínico.
Alvarez y Col. 1978 señalaron que la Leucaena proporcionada a vacas lactantes, mediante pastoreo restringido (3 horas/día) puede sustituir ventajosamente hasta el 75% de la pulidura de arroz en dietas de caña de azúcar, pero cuando se utiliza como único suplemento tiene un efecto depresor sobre el consumo voluntario, que se refleja en un pobre comportamiento animal.
Suárez y Col. (1987) trabajando con vacas Suizo-Pardo en potreros de Pasto Pangola fertilizando anualmente con 238 kg de N2/ha más el suministro de 6 kg/animal/día de concentrado comercial no encontraron diferencias significativas en la producción de leche (6.29 y 8.67 kg) en relación con los animales que no recibieron concentrado y acceso a 2 horas/día al banco de guaje.
Con base en lo anterior, se plantea elaborar el presente folleto científico con el fin de difundir los resultados y experiencias encontrados para considerarla como alternativa en el mejoramiento de las prácticas de alimentación del ganado bovino en Nayarit y estados que comparten similitud de ecosistemas.
 
3. OBJETIVO
Evaluar la producción de leche con ganado Suizo Pardo pastoreando praderas irrigadas de Pará (Brachiaria mutica) con y sin acceso restringido a lotes compactos de guaje (Leucaena leucocephala) en la costa central de Nayarit.
 
4. HIPÓTESIS
El consumo restringido de guaje además de complementar la dieta, sustituye el uso de concentrado sin alterar significativamente la producción de leche en vacas con un nivel productivo medio.
 
5. MATERIALES Y METODOS
5.1 Área de estudio. El estudio se llevó a cabo en el Campo Experimental El Verdineño, localizado en Sauta, municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit entre los 21º 33' de latitud norte y los 105º 11' de longitud oeste, a 40 msnm con clima tropical subhúmedo Aw2, con una precipitación pluvial de 1, 200 mm, una temperatura media anual de 24º C, con una época de secas que fluctúa de siete a ocho meses al año. Los suelos son franco arcillosos de color rojo y café rojizo in situ y coluvial. El tipo de vegetación es de sucesión secundaria y palmar donde están establecidas las praderas de pasto Pará Brachiaria mutica y el área experimental de Leucaena Leucaena leucocephala (SPP, 1981).
5.2 Animales experimentales. Se emplearon 12 vacas Suizo- Pardo Americano adultas con un período de lactación 95 ± 40 días, un peso corporal de 456 ± 44 kg y con una calificación de condición corporal de 2.63 ± 0.4 en una escala de 1 a 5.
5.3 Tratamientos. Los tratamientos a estudiar fueron: Tratamiento 1: Pastoreo de Pasto Pará, pastoreo de 2 horas/día en guaje y 1 kg de concentrado/día. Tratamiento 2: Pastoreo en Pasto Pará y suplementación con concentrado comercial en cantidad de acuerdo con la relación costo de la leche/costo del concentrado (Cuadro 2).
 
CUADRO 2. COMPOSICION DEL CONCENTRADO EXPERIMENTAL C. E. "EL VERDINEÑO. CIRPAC. INIFAP
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 2
 
5.4 Manejo de praderas. Los animales de los tratamientos 1 y 2 pastorearon de manera común una superficie aproximada de 30 hectáreas establecida con pasto Pará Brachiaria mutica en un sistema rotacional de potreros apoyado con cerco eléctrico y riego. Para el T2 se utilizó una superficie aproximada de 1.5 hectáreas establecida con guaje de la variedad K-63 como bloque compacto, con una población aproximada de 15, 000 plantas/ha (40% de cobertura) la cual fue subdividida en tres potreros de 0.5 ha cada uno.
Una vez que la planta de guaje alcanzó una altura aproximada de 1.5 m, cada subdivisión fue pastoreada por las seis vacas (T1) de manera rotacional durante casi 15 días, con descansos de 30. El bloque compacto de guaje recibió una fertilización anual de 60 kg/ha de nitrato de amonio y de 120 kg de superfosfato de calcio/ha. Los potreros de pasto Pará recibieron una fertilización mensual de 50 kg de nitrógeno/ha y una dosis única de fósforo de 60 kg/ha al inicio del estudio.
5.5 Manejo de los animales. Al inicio del estudio los animales fueron pesados, identificados y desparasitados internamente y externamente; tuvieron un período de adaptación a las dietas experimentales de 14 días por 7 de evaluación en una secuencia de tratamiento de 1, 2, 1 y 2, 1, 2 para cada grupo de vacas. Las vacas fueron ordeñadas mecánicamente dos veces al día (5:00 y 15:00 horas) y se registró la presencia de estros mañana y tarde (2 horas/evento). En cuanto a suplementación, los animales del T1 recibieron solo 1 kg de concentrado comercial (500 g/ordeño). Las vacas del T2 recibieron concentrado en una cantidad según la relación costo por kg de leche/costo/kg de concentrado, considerando el contenido de grasa de la leche y los requerimientos nutricionales de los animales (NRC, 1989, Orcasberro, 1978).
Diseño experimental. Se empleó un diseño doble reversible (switch-back), con periodos de 21 días, siendo 14 de adaptación a la dieta y 7 de medición (Lucas, 1974; Cochran y Cox 1987).
 
6. VARIABLES DE RESPUESTA
6.1 Consumo de guaje y aporte de nutrimentos. Para estimar el consumo de guaje y su aporte de nutrimentos a la dieta, se empleó la metodología propuesta por Ortega (1996) la cual consideró las variables: velocidad de bocado (VB), tamaño de bocado (TB), consumo (C), y velocidad de consumo (VC). La VB (bocados/min.) se estimó registrando el número de bocados con un contador manual que los bovinos tomaron durante 1 minuto de pastoreo activo (Figura 2) tiempo registrado con un cronómetro. Las observaciones de los animales se hicieron a una distancia de 2 m de distancia. Cada animal fue observado 2 veces/día durante 5 días consecutivos en cada periodo experimental. El consumo (g) y TB (g/bocado) fue estimado indirectamente por medio de tres novillos provistos de cánula esofágica (Fig. 1), los cuales colectaron el forraje de guaje en cada uno de los periodos. El C de forraje fresco (g/h) fue estimado pesando la muestra colectada. El TB (g/bocado) fue calculado dividiendo el peso de la muestra entre el número de bocados durante la cosecha. La VC (g/in) fue el producto del peso de la muestra dividido entre el tiempo de colecta (minutos). Para estimar el consumo de materia seca de forraje total por los animales en pastoreo rotacional en praderas de Pasto Pará, se utilizó la ecuación de predicción propuesta por Caird y Holmes (1986) que calcula el consumo de materia orgánica. Posteriormente se realizó la conversión de materia orgánica consumida a materia seca:
CMOT = 0.177PL + 0.010PC + 1.636C - 1.008MOP + 0.540MOA- 0.006MOA2 + MOA*C + 0.323
Donde: CMOT = consumo de materia orgánica total, (kg/día)
PC = peso corporal de los animales (kg)
PL = producción de leche (kg/día)
C = consumo de concentrado (kg/día)
MOP = oferta de MO de la pradera (ton/ha)
MOA = oferta diaria promedio de MO/animal (kg/día)
6.2 Producción y composición de la leche. La producción se registró diariamente durante los dos ordeños ya señalados, los últimos siete días de cada periodo de mediciones, expresándose en kg/día y como leche corregida con 4% de grasa (LCG) en kg/día la cual fue estimada con la fórmula LCG 4% = (0.4 ? kg de leche) + (15 ? kg de grasa) (Bath y Col. 1985). El muestreo para determinar la composición de la leche fue en los días 15, 20 y 24 de cada periodo. Se tomaron alícuotas individuales de aproximadamente 1% de la producción de cada ordeño. Se guardaron en refrigeración adicionándoles dicromato de potasio como conservador y posteriormente se determinó el
contenido de grasa por el método de Gerber a cada mezcla. De igual manera se calculó la densidad con un termolactodensímetro y con los valores obtenidos de grasa, temperatura y densidad se determinaron los valores de sólidos totales (ST), por medio del calculador de Ackermann (Schmidt-Hebbel, 1973) y por diferencia se obtuvieron los valores de sólidos no grasos (SNG). Asimismo, se calculó la producción por día (kg/día) de grasa, SNG y ST de la leche.
6.3 Cambios de peso y condición corporal. El registro de estos indicadores se hizo cada 21 días (día 1 y 21), pesando dos días seguidos y a la misma hora sin previo ayuno durante la mañana. El cambio de peso se expresó en g/día. Para condición corporal se estimó visual y táctilmente el cambio correspondiente de las reservas, utilizando la escala de 1 a 5, conforme el sistema de calificación de Virginia (Edmonson y Col. 1989).
 
7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Los datos obtenidos fueron analizados por análisis de varianza para un diseño de cuadrado latino doble reversible (switch-back) (Lucas, 1974), por el método de mínimos cuadrados empleando el paquete estadístico (SAS, 1985). El análisis estuvo basado en el siguiente modelo:
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 3
 
8. RESULTADOS Y DISCUSION
CUADRO 3. CONSUMO DE MATERIA SECA Y NUTRIMENTOS. C. E. "El Verdineño. CIRPAC. INIFAP
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CONSUMO DE MATERIA SECA, NUTRIMENTOS Y BALANCE NUTRIMENTAL. En el Cuadro 3 se presenta los consumos de materia seca (MS), los nutrimentos contenidos en esta y el balance proteínico y energético observado entre tratamientos durante la prueba. Las vacas que fueron suplementadas con concentrado comercial mostraron mayor (P<0.01) consumo de MS, proteína cruda (PC) y energía neta de lactación (ENl) comparado con los animales complementados con forraje de guaje. El balance nutrimental conceptualizado como la cantidad de PC y/o ENl ofertada menos la cantidad requerida del nutrimento específico por el animal, mostraron una tendencia positiva (P<0.01) en ambos casos de los animales suplementados con concentrado comercial, comparados con los animales suplementados con guaje que presentaron un balance negativo en estos nutrimentos.
El mayor consumo de forraje registrado en el tratamiento 2 (T2), probablemente reflejó el efecto estimulador del suplemento (Campling y Murdoch, 1966). Este efecto se presenta cuando la dieta basal está constituida por forrajes de baja calidad (contenido de proteína), como el caso del Pasto Pará de este estudio, y es complementado con cantidades moderadas de concentrado, sin llegar con ello a problemas de sustitución de alimento (Broster y Col., 1975). Dicho efecto esta considerado en la ecuación de predicción de consumo (Caird y Holmes (1986).
 
Figura 1. Estimación de consumo con la utilización de novillos fistulados de esófago.
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Figura 2. Consumo de forraje de guaje por vacas Suizo Pardo en lactación.
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Referente al consumo de guaje, este aportó en promedio un 10.7% de la MS, un 30.5% de la proteína cruda y un 10.8 % de la ENl consumida diariamente (Cuadro 5); a este respecto no existen referencias sobre estimaciones del consumo de guaje en pastoreo para ser tomadas como punto comparativo para este estudio. Al parecer no existen reportes de algún estudio destinado para verificar el tamaño del bocado y la tasa de consumo de hoja y tallos de la leguminosa, pero no se esperaría que sea alto (Poppi y Norton, 1995).
Generalmente se asume que el consumo de leguminosas es mayor que de los pastos (Thornton y Minson, 1973), y que éstas incrementan significativamente el consumo de MS. Una cantidad considerable de referencias indican que la inclusión de leguminosas en un 20-50% en la dieta genera incrementos de 10 a 45% del consumo en condiciones de confinamiento. En condiciones de pastoreo (pradera mixta) no podría ser la excepción a éste hecho benéfico, simple y cuando la pradera oferte al animal la cantidad y calidad de biomasa (leguminosa). En situaciones de pastoreo restringido de bloques compactos de guaje se pretende también alcanzar no solo el beneficio de la complementación nutrimental (principalmente proteína), sino también un efecto aditivo sobre el consumo del forraje basal. Para lograr los beneficios esperados en este sistema de suplementación temporal con leucaena se pretende empatar las situaciones de por una parte, tener una alta oferta de biomasa en el área compacta y por la otra proporcionar un lapso suficiente de pastoreo (ramoneo). Al respecto, es poco probable que la cantidad de guaje consumida (1.22 kg MS) haya ejercido un efecto aditivo notable sobre el consumo de forraje basal (pasto Pará) debido probablemente a que éste estuvo en estado tierno, por lo que hace suponer se registró un fenómeno de sustitución. El ampliamente reconocido efecto aditivo de las leguminosas es más evidente cuando se suplementan forrajes toscos o de baja calidad (Goodchild y McMeniman, 1994), sin embargo es innegable el efecto "protectivo" de la fracción proteínica foliar 1 (F1) a la degradación ruminal por la presencia de taninos que consecuentemente incrementa el suministro de proteína de alta calidad al intestino delgado (Barry y Manley, 1986, Mangan, 1988).
En cuanto al tiempo destinado de pastoreo para bovinos, de acuerdo a distintos autores se manejan rangos que oscilan desde dos hasta 6 horas diarias de acceso (Alvarez, 1984, Alvarez y Col., 1978); lo anterior está relacionado con los problemas de toxicidad que pudieran presentarse cuando el guaje comprende más del 30% de la dieta (Hammond, 1994, Holmes, 1976; Jones, 1976).
Para el caso del presente estudio, de un tiempo concedido a las vacas en lactación de dos horas para pastoreo, sólo destinaron en promedio 46 minutos diarios de ingestión efectiva de forraje de leucaena, con valores extremos de 95 y 5 minutos diarios/animal y de 79 a 19.3 minutos/día (Cuadro 5 y Figura 3). Lo anterior muestra la variabilidad individual que llega a presentarse entre animales. En los estudios reportados del uso de guaje en bovinos de doble propósito y lechero no se reportan valores (tiempo en minutos) del pastoreo efectivo que realizan dentro del lapso diario ofrecido, sino que únicamente se reportan las respuestas de producción del animal. Investigadores cubanos señalan que los bovinos destinan alrededor del 93 % del tiempo en consumir leucaena durante la primera hora de pastoreo y disminuye a 57 % en la segunda hora y se incrementa a 28% el tiempo dedicado a rumia (Jordan y Col. 1989).
 
Figura 4. Tiempo efectivo de pastoreo de guaje por vacas Suizo Pardo en lactación.
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 7
 
En el experimento se ofertó diariamente un lapso de dos horas para pastoreo (Figura 2), del cual casi se iniciaba utilizándose un 80% del tiempo para pastoreo efectivo, continuaba disminuyendo hasta un 30% alrededor de la hora, posteriormente se daba un repunte en el pastoreo alcanzando un máximo a los 90 minutos y finalizaba con 6% después de 132 minutos de estancia en el bloque de guaje (Figura 4).
Durante el transcurso del estudio la disponibilidad de forraje de guaje no fue factor limitante a la ingestión y selección por los animales, sin embargo, se señala que existen factores que restringen el consumo de esta leguminosa tales como la presencia de factores antinutricionales, independientemente de la oferta de biomasa (Kumar y D'Mello, 1995, Jones y Hegarty, 1984). Otro factor que afecta el consumo es el ambiente tropical cálido, donde los animales no son capaces de disipar el calor extra y el consumo es regulado metabólicamente mientras que la producción de calor sea igual a la capacidad de disipación (Leng, 1990; Poppi y McLennan, 1995). En el caso de leguminosas arbóreas, como el guaje, la estructura de la planta puede exacerbar el estrés calórico. Brisbance, 1994 (comunicación personal) indicó que la humedad fue 10% mayor dentro de los surcos de un sistema de callejones de Leucaena - Pangola debido a que la velocidad de viento se reduce considerablemente, restringiendo la habilidad del animal para evaporar el calor. Lo anterior tiene especial relevancia para el presente experimento, dado que es muy probable que el consumo de guaje haya sido afectado por los factores arriba citados. Como ejemplos está la raza utilizada: Suizo Pardo, que como estirpe europea indudablemente fue afectada por la temperatura y humedad que aumentó paulatinamente durante el transcurso de los meses de mayo a julio, observándose una relación inversa entre tiempo efectivo de pastoreo y temperatura ambiente (Figura 3) en lo anterior también estuvo implicada la altura considerable de la planta de guaje (alrededor de 2 metros) lo que probablemente interfirió para una apropiada ventilación.
PRODUCCION Y COMPOSICION DE LA LECHE Y CAMBIOS DE PESO Y CONDICION CORPORAL. En el Cuadro 4 se presentan los resultados de producción de leche, su contenido y producción de sólidos totales y sólidos no grasos, así como los cambios de peso y condición corporal registrados durante la prueba. Se encontró que las vacas suplementadas con concentrado comercial produjeron en promedio 8.5% más leche (P<0.05) que los animales que recibieron guaje como suplemento. En cuanto a composición de la leche, la suplementación con guaje favoreció un mayor (P<0.01) contenido de grasa butírica, lo cual al expresar la producción de leche corregida con 4% de grasa (PLCG4%), la producción fue similar (P>0.05) entre tratamientos (Figura 5). En contraparte la eficiencia bruta, descrita como la PLCG4% por kg de MS consumida y la eficiencia corregida con el peso corporal fue mayor (P<0.01) para suplementación con guaje. Asimismo el contenido de sólidos totales de la leche fue mayor (P<0.01) para en T1. El contenido de sólidos no grasos fue similar (P>0.05) entre tratamientos.
 
CUADRO 4. PRODUCCION Y COMPOSICION DE LA LECHE DE VACAS CON Y SIN PLEMENTO DE LEUCAENA. C. E. "El Verdineño. CIRPAC. INIFAP
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 8
 
Durante el estudio los animales de ambos tratamientos no mostraron (P>0.05) cambios de peso y de condición corporal (cuadro 4). Los cambios de peso corporal que registraron son irrelevantes y reflejan cantidad de alimento en el tracto digestivo antes que el estado cambiante de las reservas corporales que sí indican cambios en las reservas de energía (Braun y Col., 1987). Esta similitud entre tratamientos podría deberse al corto periodo de medición. Independientemente de los factores limitantes que se registraron, la menor producción de leche (10.7 vs 11.7 kg/día) alcanzada con la suplementación de guaje fue debida probablemente a una menor ingestión de proteína y energía que realizaron los animales durante la prueba. De acuerdo al balance proteínico y energético calculado, lo anterior podría indicar que la cantidad de concentrado adicional (0.862 kg MS/animal/día) al guaje, fue insuficiente para favorecer una mejor respuesta en la producción de leche. En los trabajos realizados por Saucedo y Col. (1980), Alvarez y Col. (1977), las cantidades de suplemento correspondían a menores requerimientos de animal (ganancias de peso y producción de leche modestas), no encontrándose reportes de pruebas con mayor nivel de producción. Al parecer no existe una recomendación en cuanto al nivel de guaje a utilizar en la dieta en para todas las condiciones de suplementación. Sin embargo, de acuerdo con lo señalado por Alvarez y Col. (1977) cuando se utiliza guaje como único suplemento, este tiene un efecto depresor sobre el consumo voluntario, que se refleja en un pobre comportamiento animal. De hecho el efecto detrimental de los factores antinutricionales del guaje son aminorados o no se presentan por la adición de un suplemento. La suplementación de melaza en cabras alimentadas con guaje incrementa la degradación de la mimosina a 3, 4 dihidroxipiridona (3-4 DHP), la cual es eliminada enseguida en forma conjugada en las heces (Elliot y Col. 1985).
 
Figura 3. Producción de Leche Corregida con 4 % de grasa por vacas Suizo-Pardo en pastoreo
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De acuerdo con la situación nutrimental, es probable que se haya presentado un cuadro subclínico de intoxicación por mimosina en los animales experimentales, la cual estuvo favorecida por la escasa suplementación, (requerida para contrarrestar el efecto tóxico de la mimosina) que en consecuencia si bien sólo se presentó un caso clínico de intoxicación por mimosina, el efecto potencial de mayor magnitud fue sobre el consumo de forraje, posiblemente menor al esperado y que en consecuencia resultó en una menor producción de leche; en esta situación era improbable lograr altos consumos de guaje a pesar de los 14 días de adaptación al pastoreo de guaje. Sin embargo, pese a lo anterior se logró mejorar sustancialmente la composición de la leche en términos de sólidos totales y grasa butírica; asimismo, considerando estos componentes se concluye que la eficiencia bruta de producción de leche favoreció a los animales suplementados con guaje, considerando que éste logró suplir hasta en un 78% el uso de concentrado comercial. Ello pone de manifiesto la utilidad del forraje de leucaena como alimento alternativo para el ganado en el trópico.
INDICADORES DE INGESTIÓN DE FORRAJE. Las variables de ingestión registradas en el estudio se anotan en el Cuadro 5. El tamaño de bocado fue el único indicador estimado con la ayuda de tres novillos fistulados de esófago. El resto de los indicadores fue calculado de los hábitos de consumo observados en los animales durante los periodos de medición. El rango registrado en los distintos indicadores de ingestión corresponde principalmente a las diferencias encontradas entre los animales en estudio a lo largo del estudio. Se detectaron variaciones entre periodos para los indicadores señalados pero no fueron significativas dada la heterogeneidad entre animales.
En el transcurso del tercer periodo experimental, un animal resultó afectado al parecer por toxicidad de mimosina, mostrando extensas áreas alopécicas en la zona de los pezones, parte posterior de ubre, ingle, base de la cola y cara interna del pabellón de la oreja. También presentó debilitamiento intenso en los primeros días. Ante este cuadro fue retirado de la prueba para ser tratado de la afección (Figuras 6 y 7). Estos casos se presentan aún en animales adaptados al consumo de guaje los cuales se muestran menos capaces para afrontar este tipo de situaciones de toxicidad. Al parecer estos animales muestran escasa capacidad de degradación ruminal de la mimosina. Se ha atribuido a la bacteria del género y especie Synergistes jonesii la propiedad específica de degradar éste tóxico y convertirlo en 3-4 DHP (Jones, 1979). Se ha probado exitosamente la inoculación de líquido ruminal de animales adaptados en animales afectados (Hammond, 1995).
 
CUADRO 5. INDICADORES DE INGESTIÓN DE FORRAJE POR VACAS EN LACTACIÓN EN LOTES COMPACTOS DE GUAJE. C. E. "EL VERDINEÑO. CIRPAC. INIFAP
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 10
 
Figura 6. Vaca en lactación afectada por un cuadro de intoxicación por mimosina.
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Figura 7. Dermatitis tóxica presente en pezones de vaca utilizada en el estudio.
Producción de leche en pastoreo suplementado con leucaena en areas compactas - Image 12
 
9. CONCLUSIONES
Con base en los resultados encontrados se concluye que:
  1. El uso de guaje (forraje) incluido en la dieta en proporción de 10- 12% en base seca permite alcanzar producciones de leche semejantes a las obtenidas con el uso de concentrado comercial en vacas con potencial medio de producción, sin detrimento de la condición corporal de los animales.
  2. El consumo de guaje mejoró significativamente el contenido de grasa butírica y de sólidos totales en la leche producida.
  3. La suplementación de guaje para vacas lecheras de raza especializada posiblemente requiera de una mayor complementación energética, con fines de estimular el consumo de guaje y por ende apoyar una mayor producción de leche.
  4. El uso intensivo de guaje como suplemento permite reducir significativamente el uso de concentrados comerciales y con ello mejorar la rentabilidad de la explotación.
 
10. RECOMENDACIONES
  • Considerando el valor nutricional del forraje de guaje, su utilización intensiva probablemente sea una opción viable para aquellas vacas de raza especializada o de doble propósito con lactaciones promedio de 2700 -3000 kg.
  • El potencial nutricional que se logra con el sistema de suplementación de guaje y pastoreo de gramíneas es de alrededor de 8-9 litros/vaca/día, sin embargo la suplementación estratégica a partir los 9 litros permite producciones de hasta 15 litros/día con el consecuente ahorro de concentrado. La alimentación de vacas lecheras secas o gestantes con leucaena permite ahorrar en un 100 % el uso de concentrado comercial, lográndose ganancias de hasta 663 g/día y obtener terneros con peso corporal de 39 kg.
  • Se requiere de una adecuada adaptación de los animales al consumo de guaje con el fin de prevenir cuadros de toxicidad con la mimosina. Se recomienda que el forraje de guaje no comprenda más del 30% de la dieta diaria de los bovinos.
  • Se requiere realizar estudios del uso de distintos subproductos como complementos de la leucaena con el fin de establecer esquemas de suplementación óptimos desde el punto de vista biológico y económico con esta leguminosa.
 
11. LITERATURA CITADA
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Publicado originalmente como Folleto científico de INIFAP
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Autores:
J Jesus Bustamante Gro
INIFAP México
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Francisco Jose Aguilar de la Cruz
4 de marzo de 2015
De las leguminosas anteriormente relacionadas muchas han sido estudiadas como bancos de proteína para la producción de leche y ganado en desarrollo en el trópico entre las que se destacan la Leucaena leucocephala., cuyas características de rendimiento, palatabilidad y calidad la hacen una leguminosa importante para la alimentación bovina. La Leucaena leucocephala es una planta arbustiva que ha presentado innumerables ventajas como leguminosas y es de variados usos, para formar parte de diferentes sistemas adaptables a las condiciones tropicales que lo hacen muy favorable para ser incluidos como factor importante en los sistemas de alimentación. Me parece que hace unos 5 años en esta misma plataforma, técnica de Engormix, indique sobre la importancia de la Leucaena en los hartos de ordeño. A este recurso leguminoso, siempre la he llamado “proteína Barata” . Sus rendimientos de materia seca con cortes a igual frecuencia oscilan entre 6 y 10 t há/año La Leucaena cumple con la mayoría de las bases biológicas a tener en cuenta para que la especie satisfaga las necesidades de un banco de biomasa. Para mí es multifuncional: cuenta con raíces profundas, por lo que no sufre de acame, ya que es resistente, ademas de fijar nitrógeno acumulando biomasa en su largo ciclo de crecimiento. El banco de proteína con leucaena, es una tecnología apropiada, máxime en épocas de secano para la alimentación de las vacas lecheras, pues se logra emplear cargas superiores a 3 vacas há-1, lo que permite en gran medida que puedan ser explotadas en condiciones de producción, sin sufrir deterioro y sin afectar la utilización de la gramínea no asociada, encontrado una mayor respuesta en vacas que tienen acceso a un banco de proteína, y mejor si se implementa un banco energético con caña de azúcar Saludos amigos, y muy buen articulo amigo Bustamante. .
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