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Aplicación del conocimiento de la conducta animal en la producción pecuaria

Publicado: 5 de diciembre de 2016
Por: María Esther Ortega Cerrilla. Médico Veterinario Zootecnista, M.Sc. y Ph.D., Colegio de Postgraduados, México.Alejandro Ángel Gómez Danés. Médico Veterinario Zootecnista y M.C. Profesor, Universidad Autónoma de Nayarit.
Resumen

La etología, ciencia que estudia el comportamiento animal, es tan antigua como el hombre, aunque solamente en 1973 fue reconocida como tal, al otorgárseles a los investigadores Lorenz, Tinbergen y von Frish el premio Nobel en medicina y fisiología por sus estudios en conducta animal. Se ha reconocido la importancia que tiene en la producción animal, al aplicarse estos conocimientos en programas de alimentación, reproducción, diseño de instalaciones, manejo, transporte y sacrificio de los animales, como lo demuestran múltiples estudios realizados con diferentes especies domésticas, los cuales son revisados en el presente trabajo.

PALABRAS CLAVE / Animales Domésticos / Etología / Producción Animal /

 

La etología es la ciencia que estudia la conducta animal, la cual en su forma más simple podría ser una serie de contracciones musculares realizadas en respuesta a un estímulo. Sin embargo, se pueden encontrar actividades muy complejas, como la migración de las aves alrededor del mundo, dirigiéndose con ayuda de señales como las estrellas, puntos de referencia en la tierra y geomagnetismo. No se conoce qué estímulos ocasionan esta conducta, pero aún en pájaros en cautiverio expuestos a la luz continua, se observa el intento de escapar e irse hacia el sur en el tiempo apropiado, sin que se sepa cuales señales desencadenan este comportamiento.
La conducta puede involucrar a un individuo que reacciona a un estímulo o cambio fisiológico, pero también puede darse entre dos individuos o más que responden a la actividad de otros.
La etología, contrario a lo que pudiera pensarse, es tan antigua como el hombre. Para poder poner una trampa o poder matar a un animal mucho más grande y pesado, e inclusive peligroso, fue necesario que el hombre conociera la conducta de estos animales. En pinturas encontradas en cuevas de más de 30000 años de antigüedad, el tema dominante es el de animales en diferentes situaciones. Posteriormente, Aristóteles escribió observaciones sistemáticas e ideas sobre la conducta animal, 300 años AC (Thorpe, 1979).
En 1676, él zoólogo inglés John Ray escribió un tratado sobre el estudio de la “conducta instintiva” de las aves. Algo que llamó poderosamente su atención fue el hecho que los pájaros que eran sacados de sus nidos a edad muy temprana, mantenían la capacidad de construir un nido en la edad adulta. Ray no fue capaz de explicar el fenómeno, pero observó que se podían desarrollar conductas muy complejas sin aprendizaje o práctica alguna. Otros científicos que se interesaron en la conducta animal fueron Douglas Spalding, quien publicó una serie de artículos sobre instinto y experiencia, y Charles Darwin, quien posiblemente ha sido quien ha tenido una mayor influencia en el desarrollo de la etología moderna. Darwin es conocido por sus estudios de la teoría de la evolución, que es el fundamento para el estudio de la etología. No obstante, estudió este tema en forma más directa al publicar “La expresión de las emociones del hombre y los animales”, que viene a ser el primer libro sobre etología comparada (Jensen, 2002).
Al comenzar el siglo XX, el estudio de la etología creció en Europa y EEUU, pero de formas diferentes. En EEUU prevaleció la investigación enfocada a controlar experimentos en laboratorio, siendo la rata la especie más estudiada. Su interés se centró en conocer los mecanismos de aprendizaje y el estudio de la conducta a través de la recompensa o el castigo. Por lo tanto, la evolución de estos individuos o su entorno ecológico no se consideraron importantes.
En contraste, el desarrollo de esta ciencia en Europa fue dominado por biólogos naturalísticos, que dedicaron la mayor parte del tiempo a observar animales salvajes en sus ambientes naturales (Galindo y Orihuela, 2004). Los pájaros e insectos fueron estudiados ampliamente. Dentro de estos investigadores, Niko Tinbergen y Konrad Lorenz desarrollaron una metodología de campo de gran precisión. Tinbergen diseñó experimentos en donde se alteraron algunos aspectos del ambiente de animales libres, registrando posteriormente su conducta. Lorenz por su parte, mantuvo sus propios animales, formuló muchas de las ideas fundamentales de la etología y desarrolló la primera teoría sobre el instinto y la conducta innata (Goodenough et al., 1993). Lorenz y Tinbergen, junto con Karl von Frish, recibieron en 1973 el premio Nobel en medicina y fisiología por sus estudios sobre conducta animal.
 
Importancia del Estudio de la Etología en la Producción Animal
Desde los inicios del hombre ha sido evidente que el conocimiento de la conducta de los animales ha tenido de gran valor para su sobrevivencia. Actualmente, al considerar el comportamiento animal en las empresas pecuarias puede mejorarse la producción, ya que ese conocimiento puede aplicarse en programas de alimentación, reproducción, diseño de instalaciones, manejo y transporte de los animales, así como para disminuir la presentación de algunas enfermedades.
Alimentación
En lo que respecta a alimentación, no solamente es importante cubrir los requerimientos nutricionales de la especie, sino también deben tomarse en cuenta las características propias de la misma. La conducta alimenticia puede verse afectada por ritmos diurnos y factores sociales. Aún en animales como el ganado bovino y las ovejas que pastorean, los patrones varían, observándose que al mediodía el pastoreo en los ovinos disminuye en aproximadamente un 50% comparado con los bovinos (Fraser y Broom, 1997). La altura del pasto es importante. Los animales prefieren pastos largos que cortos, ya que se requiere el mismo esfuerzo para obtenerlos pero los largos les proporcionan mayor cantidad de energía. Por otra parte, los animales prefieren tamaños grandes de partículas antes que pequeños. En bovinos se ha observado una mayor preferencia por ensilado entero que picado (Duckworth y Shirlaw, 1958), lo que se explica debido a que las partículas más grandes son más valiosas energéticamente que las pequeñas. Por otra parte Rutter (2006) estudió la preferencia de rumiantes por gramíneas y leguminosas, encontrando que tanto bovinos como ovinos preferían al trébol (70%). También observó que la preferencia por esta leguminosa fue mayor en la mañana, aumentando el consumo de gramíneas por la tarde. En caballos se ha visto que una dieta baja en forraje causa conductas inadecuadas y problemas de salud como ulceras gástricas e impactación cólica (Thorne et al., 2005). En otra investigación realizada por Dumont et al. (2005), en un grupo de vaquillas productoras de leche se determinó el líder del grupo para el pastoreo, considerado como el primero que inicia un movimiento de larga distancia y es seguido por el grupo, lo que puede indicar las zonas donde pastorean los animales, cual es la composición del alimento y las preferencias.
Se ha observado que cuando los animales tienen la opción de escoger su alimento, tienen un desarrollo similar a aquellos que no pueden hacerlo. En un estudio con pollos de engorda (Cumming, 1983), se tuvieron dos grupos experimentales, uno tuvo la oportunidad de escoger entre varios cereales, además de que se les proporcionó un alimento alto en proteína y otro grupo consumió solamente un cereal y el alimento alto en proteína, observándose que el crecimiento en ambos grupos fue similar.
Los animales domésticos son en su mayoría especies gregarias. Se ha visto que si los bovinos, ovinos o cerdos se separan cuando son alimentados, su consumo disminuye (Fraser y Broom, 1997), aun cuando el alimento esté disponible en forma continua. En pollos se ha reportado que los animales que están alojados en grupo tienen mayor capacidad para seleccionar los alimentos que cubren sus requerimientos, que aquellos alojados en forma individual, posiblemente porque aprenden de los más experimentados (Forbes y Covasa, 1995). En becerros alimentados con substitutos de leche, se encontró que becerros alojados en grupos de diez, aumentaron el consumo de alimento al poder ser vistos y escuchados por otros animales al momento de comer (Barton, 1983a, b). En cerdos Nielsen et al. (1996) encontraron que estos animales preferían comer en comederos de cuatro espacios que en comederos individuales.
El efecto de competencia es otro factor que debe ser considerado al alimentar a los animales. En un estudio Wagnon (1965) observó que las vaquillas perdían peso al ser alimentadas junto con vacas adultas, por no tener el comedero el espacio suficiente para alimentar a todos los animales, debido a lo cual las vacas con mayor experiencia, evitaban que las vaquillas comieran. En esta situación de competencia la raza también juega un papel importante; animales Hereford pueden no tener acceso al alimento al competir con animales de otras razas, como la Aberdeen-Angus (Wagnon et al., 1966). La conducta de los animales también está influenciada por el rango social del animal dentro del grupo, así como que sean molestados mientras comen, como puede ser por moscas u otros insectos, lo que puede disminuir el consumo por parte del animal (Fraser y Broom, 1997).
Reproducción
La actividad reproductiva no es una conducta permanente, sino que requiere de procesos de maduración y estimulación. La mayoría de las conductas reproductivas dependen de los estados hormonales y de la percepción sensorial. El desarrollo de la conducta reproductiva se ve afectado por diversos factores, como son mecanismos neuronales, hormonas, feromonas y la recepción sensorial de una gran variedad de estímulos.
Las respuestas reproductivas están muy relacionadas con el olfato, el olor es un estímulo que dirige la respuesta sexual del macho, las feromonas desempeñan un papel importante a través del sistema olfativo que incluye al órgano vomeronasal y los bulbos olfatorios (Wyatt 2004). Las feromonas pueden producirse en las secreciones de los órganos genitales, glándulas de la piel, o encontrarse en la orina, heces o saliva (Wyatt 2004). Ungerfeld y Slilva (2005) encontraron que la aplicación de antibióticos para la eliminación de la flora bacteriana normal de la vagina de borregas disminuyó la atracción del macho debido a la disminución en la producción de feromonas.
En cerdas expuestas a robots o estímulos auditivos y olfatorios no se encontró la misma respuesta que al estar en presencia del semental (Gerristen et al., 2006). Los esteroides liberados en la saliva cuando el verraco corteja a la cerda, causan que ésta adopte una posición inmóvil que permite que el macho la monte. En el caso de las ovejas, se ha sugerido que los machos pueden estimular la actividad estral en ovejas que no están ciclando, por una respuesta olfatoria de la hembra (Fletcher y Lindsay, 1968).
El estímulo visual es de gran importancia y la duración del periodo de luz diario es un factor que determina la conducta reproductiva de los animales domésticos. El fotoperiodo actúa de dos formas. Algunos animales muestran su actividad reproductiva cuando el periodo de luz diurna es largo, como es el caso del caballo que empieza la temporada de empadre en primavera, cuando la luz se hace más fuerte y aumenta el número de horas luz, continuando en el verano (Fraser y Broom 1997). Otras especies tienen su mayor actividad reproductiva en la época del año en la que hay una mínima cantidad de luz al día como sucede en las ovejas y las cabras. La mayor parte de razas de ovejas y cabras empiezan el empadre en otoño, cuando el periodo diario de luz es menor que el de oscuridad (Hadley, 2000).
La estimulación auditiva es importante en algunas especies como los cerdos, ya que se han encontrado respuestas a ciertos sonidos en su conducta reproductiva. Por otra parte, se conoce que el estimulo auditivo juega un papel muy importante en mantener el vínculo entre la madre y el recién nacido (Fraser y Broom 1997).
La temperatura es otro factor que afecta la conducta reproductiva y aún en animales que no son estaciónales, los cambios de temperatura pueden afectar su comportamiento reproductivo. Se ha observado en vacas y ovejas que una temporada de frío súbito disminuye el número de animales en estro (Fraser y Broom 1997; McKenzie et al., 1975).
En el caso de los machos (toros, verracos) el aumento de temperatura en el verano (40-45ºC) disminuye la libido, debido posiblemente a la hipertermia y a la dificultad para disipar el calor (Fraser y Broom, 1997). Si a esto se agrega el calor producido por la actividad física durante el apareamiento, el animal sufre mayor incomodidad, lo que da como resultado una menor actividad sexual.
Por otra parte, debe considerarse que la periodicidad en el apareamiento resulta de los ritmos ambientales e internos. Se ha observado en ovejas enviadas de Inglaterra a Sudáfrica, que algunas fueron capaces de cambiar inmediatamente a la temporada de empadre del hemisferio sur, mientras que otras tardaron dos años en cambiar a la temporada de empadre de otoño del hemisferio sur (Fraser y Broom, 1997). No debe olvidarse que los animales no sólo tienen un ritmo, sino múltiples en su organización fisiológica y cada elemento de la conducta tiene su propia relación con el ambiente.
Existen otros factores que afectan la conducta reproductiva, como los que influyen sobre la conducta de la libido y la fertilidad de los sementales bovinos, tales como lo son la presencia de un toro dominante, la edad, la raza, dieta, temperatura o situaciones que produzcan estrés al semental y modifiquen su conducta, además de considerar las características topográficas o el tamaño del potrero (Petherick, 2005).
Las diferentes especies y aún las razas pueden tener patrones diarios de conducta reproductiva diferentes. Las ovejas se aparean principalmente al amanecer o al atardecer, siendo la mayor frecuencia al amanecer, en tanto que en el ganado Brahman y otras razas de Bos indicus, se ha visto una preferencia para aparearse en la noche (Fraser y Broom, 1997).
Instalaciones
Es necesario conocer el espacio mínimo que requiere un animal de acuerdo a la especie y a la edad, para disminuir el estrés y evitar los efectos que este puede tener en la producción. En un estudio de Meunier-Salaun et al. (1987), en el que se midieron los niveles de cortisol plasmático en cerdos alojados con tres densidades de población, los menores niveles de cortisol (87,7ngµml-1 ) que indican menores niveles de estrés se observaron en cerdos que disponían de un mayor espacio por animal (1,52m2). En animales que se encuentran hacinados es frecuente que se desarrollen conductas esteriotipadas, que afectan su productividad (Vickery y Manson, 2005).
Se ha encontrado también relación entre el espacio de que disponen los animales y la estación del año. En granjas de venado rojo, se estudiaron dos tamaños de corral, grande (5×4m) y chico (2,5×4m). Se observó que la agresividad varió de acuerdo a la estación del año; en primavera las conductas agresivas fueron mayores en los corrales grandes y en verano en los chicos (Pollard y Littlejohn, 1996).
Se han estudiado algunos materiales empleados como cama en ovejas y vacas, así como el tiempo que los animales permanecen echados. Los materiales que se compararon fueron pajas contra desecho de madera (aserrín), y se midió el tiempo que invirtieron en descansar en cada uno de éstos. Se observó que tanto ovinos como bovinos preferían las pajas y que el tiempo que utilizaron en descansar fue de aproximadamente 12h (Faerveik et al., 2005; Jensen et al., 2005; Munksgaard et al., 2005)
En cerdas mantenidas en diferentes condiciones de alojamiento durante sus primeras cuatro pariciones, se comparó (Broom et al., 1995) a cerdas en grupos de 38 animales, con cerdas alojadas en grupos de cinco o en corrales individuales, encontrando que las conductas estereotipadas fueron más frecuentes en los animales alojados en forma individual, seguidas por las cerdas en grupos de cinco y finalmente en el grupo de 38 cerdas, atribuyendo los autores la menor presencia de conductas estereotipadas en el grupo más grande de animales, por el mayor espacio de que se disponían. En pavos se realizaron investigaciones con respecto al número de individuos en la parvada y la agresividad que manifiestan y su efecto en la producción (Buchwalder y HuberEicher, 2006). Se usaron 12 grupos de 6 animales como grupo pequeño y 12 de 30 individuos como grupo grande, observando menor agresividad y mayor productividad en el grupo grande, en el que hubo menores pérdidas económicas.
Investigaciones con gallinas de postura (Duncan et al., 1992) han mostrado que el tipo de alojamiento en que se tiene a estos animales afecta su producción (83 vs 85% en jaulas contra jaulas con perchas, respectivamente). Knowles y Broom (1990) estudiaron el efecto que tiene el tipo de alojamiento en la fuerza y resistencia de los huesos de las piernas, lo cual es importante porque muchos animales sufren fracturas. Estos autores encontraron que la fuerza y resistencia de los huesos fue menor, aproximadamente en 50%, en aves alojadas en jaulas, que en aves en jaulas con perchas.
Manejo
Múltiples estudios en cerdos, pollos y ganado lechero muestran que el manejo agresivo de los animales puede reducir considerablemente su productividad y bienestar, debido a que aprenden a tener miedo a las personas en general o a algunos individuos como resultado de un manejo rudo. Los animales tienden a asociar el maltrato con las personas. La capacidad para reconocer a la gente por parte de los animales se ha demostrado en muchas especies y se ha visto que los animales que tienen miedo a las personas disminuyen su producción (Rushen et al., 1999a).
En ganado lechero la presencia de un individuo que maltrata a los animales durante la ordeña puede reducir la producción de leche y por lo tanto aumentar la leche residual (Rushen et al., 1999b), lo que a su vez puede causar mastitis.
Se ha visto que la personalidad y actitud de los individuos que manejan a los animales afectan la producción. En una investigación relacionada con el tiempo de manejo de las crías de conejas en la primera semana de edad, se observó que cuando son manejados 30min después del amamantamiento se reduce el miedo en manejos futuros (Csatádi et al., 2005). Por otra parte, en un estudio realizado por Hemsworth et al. (1989) se observó que la actitud de las personas encargadas de manejar a cerdas en maternidades, dependía del concepto que tenían de que tan fácil o difícil podía ser manejar a estos animales, lo cual se correlacionó positivamente con el total de lechones nacidos vivos y el número de camadas por año, debido a que aquellos individuos que consideraban que era fácil manejar a las cerdas, generalmente les dieron un buen trato. Por el contrario, quienes pensaron que era difícil hacerlo, usaron métodos más agresivos, lo que afectó a los animales en forma negativa.
El buen manejo de los animales, especialmente desde una edad temprana, puede evitar que desarrollen miedo a los humanos, por lo que es muy importante capacitar a las personas encargadas de su manejo para que no lleven a cabo prácticas agresivas, que en muchas ocasiones no son necesarias en las rutinas de una granja.
Transporte y sacrificio de los animales
En explotaciones donde el encargado y sus empleados manejan humanitariamente a los animales y que además cuentan con el equipo adecuado y vehículos bien diseñados para transportarlos, el manejo se facilita con la consecuente disminución de estrés, tanto para las personas como para los animales (Grandin, 2000).
Las pérdidas económicas debidas a un mal manejo y transporte son muy elevadas. En EEUU se ha calculado que se pierden 4,03USD por cada animal que va al mercado (Grandin, 2000). Boleman et al. (1998) y Smith et al. (1995) reportaron que 48% de las canales de novillos y vaquillas en EEUU tienen magu­lladuras. En una encuesta realizada en Minnesota se observó que el 67% de las cerdas de desecho que iban al rastro tenían lesiones en las patas y 4% en las paletillas, lo que causa daño excesivo a la carne (Ritter et al., 1999).
El estrés también causa problemas en la calidad de la carne, como son los cortes oscuros. El organismo encargado de auditar la calidad de la carne en los EEUU estima que los cortes oscuros causan a la industria de la carne 6,08USD de pérdida por cada animal sacrificado. Esta carne es más oscura y seca que la normal y tiene una vida de anaquel más corta (Scanga et al., 1998), lo que ocasiona que su valor comercial sea menor.
Investigaciones realizadas en la Universidad de Oklahoma, EEUU, mostraron que el dejar de dar alimento a novillos por 24h antes del sacrificio, causa una pérdida de 5,00USD por animal, debido a la contracción de la canal y al aumento de cortes oscuros (OSU, 1999).
En cerdos, muertes durante el transporte y la presencia de PSE (carne pálida, suave y exudativa) causada por una combinación de diferentes factores tales como animales con genes susceptibles al estrés, manejo rudo antes del sacrificio y enfriamiento inadecuado de la canal, causan pérdidas económicas muy grandes (Tarrant, 1993). En Inglaterra se han calculado pérdidas de 2,00USD por canal con PSE (Smith y Lesser, 1982).
En un estudio canadiense (Murray y Johnson, 1998) se observó que aún después de haberse eliminado al 90% de los animales portadores de los genes susceptibles al estrés, se seguía presentando el PSE en un 14,8%, lo cual se debía al excesivo uso de bastones eléctricos para manejar a los animales.
Por lo mencionado anteriormente, es evidente que el manejo y transporte inadecuado de los animales, causa grandes pérdidas económicas al sacrificio, por lo que deben considerarse seriamente estos aspectos en las granjas y en los rastros.
Presentación de enfermedades
Se ha reportado que la conducta social e individual de los animales puede favorecer la presentación de algunas enfermedades, como son las cojeras en vacas lecheras. En un trabajo realizado por Galindo y Broom (2000) se encontró que el rango social del animal tiene un efecto importante en la presentación de esta enfermedad. Estos autores observaron que las vacas de más bajo rango permanecían más tiempo paradas que echadas que las de rango medio o alto, y al permanecer más tiempo paradas las lesiones en tejido blando y la presencia de cojeras aumentaron. También se vio que la sobrevivencia por cojeras fue menor en las vacas de menor rango, que en las de rango medio y alto. Esto es debido a que las vacas que muestran mayor dominancia y por lo tanto se encuentran en los rangos altos y medios, tienden a ocupa los mejores lugares, con menor humedad, y disponen de mayor espacio para echarse, desplazando a las de bajo rango a los lugares con las peores condiciones y con menor posibilidad de encontrar lugares adecuados para descansar, lo que las hace permanecer más tiempo paradas, sin moverse, con las consecuencias antes mencionadas.
 
Conclusión
En granjas y sistemas de producción animal es necesario considerar los conocimientos relativos a la conducta animal, motivo de estudio de la etología, cuya adecuada aplicación permite aumentar la productividad de los animales y mejorar su bienestar.
 
Referencias
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José Becerril
21 de diciembre de 2016
Muy buen artículo, el tema es demasiado extenso para tratarse en tan pocas líneas. Los caballos son animales que responden de forma muy sensible al entorno y en especial al trato humano, dependiendo de la interacción humano-animal será la conducta de los animales para con los humanos y esto se forma desde el nacimiento de estos.
Carlos Jose Ruiz Fonseca
19 de diciembre de 2016
Considero este articulo muy importante e interesante, comunmente pensamos en la produccion animal desde la perspectiva de las tecnicas pecuarias, sin considerar que el animal es un ser mas que si bien es cierto no tiene uso de razonamiento, si posee una conducta que se forma del medio y del ambiente que le rodea, considerando el ambiente en los elementos basicos de alimentacion y nutricion, salud, manejo, clima, economico, entre otros, como los mencionados en el articulo, me parece acertado el escrito de los autores, dado que actualmente se elaboran una serie de normas y leyes que no consideran estos aspectos y son de mucha importancia el considerar la conducta y comportamiento animnal, el por que un animal responde a determinados estimulos y reacciona de una u otra manera, péro sobre todo el enfasois que los autores hacen acerca del comportamiento de animales domesticos, los que en la mayoria de los casos no son manejados como tal sino como animales semidoesticos, y algunos en sus estados salvajes, por ello los rendimientos que se obtiene de ello son mas bajos, felicidades por esta entrega y gracias por su aporte
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