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El ganado debe ir al pasto...

Publicado: 31 de mayo de 2017
Por: Michael Rúa Franco, Zootecnista de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia), Especialista en Nutrición Animal Aplicada de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales UDCA (Bogotá, Colombia). Gerente General en Cultura Empresarial Ganadera (CEG) Internacional. Investigador, difusor y promotor de la Tecnología de Voisin, el Pastoreo Racional (PRV).
El ganado debe ir al pasto... - Image 1
 
En su libro: “Pastoreio Racional Voisin: tecnologia agroecológica para o terceiro milênio - Pastoreo Racional Voisin (PRV): Tecnología Agroecológica para el Tercer Milenio” (2004), el Profesor Luiz Carlos Pinheiro redactó una máxima de la que Voisin no detalló en ninguno de sus textos sobre Pastoreo Racional, pues esta no estaba relacionada propiamente con el manejo racional de las pasturas, pero si con el método de producción ganadero, y es el aspecto del agua, sobre la que Pinheiro estableció un “nuevo concepto”, y esta máxima a la que me refiero dice: “El agua debe ir al ganado, no el ganado al agua”.
No voy a referirme al manejo del agua en esta nota. Me voy a referir al pasto. Pero, no podía dejar de mencionar la máxima de Pinheiro, porque hablando con honestidad profesional, debo anotar que me gustaría (tengo la esperanza) que la frase expuesta en el encabezado de la imagen que ilustra esta publicación, llegase a ser tenida en cuenta por el productor agropecuario o ganadero en tal estima, que llegase a convertirla también en una máxima para el manejo racional de su empresa ganadera (además que la de Pinheiro me sirvió de base): “El ganado debe ir al pasto, no el pasto al ganado”.
Y quiero explicar, con lujo de detalles, lo que me llevó a establecer esta conclusión, pues aunque no he descubierto nada nuevo, estoy convencido que servirá como ayuda nemotécnica para que el ganadero sepa elegir lo que realmente más le conviene para su caso en particular cada vez que se haga la pregunta sobre: ¿qué pastos debo cultivar? y/o ¿Cuál es el modelo de ganadería que debo implementar (no para hoy, sino para el largo plazo)?
Así que espero que disfruten de esta lectura:
 
INTRODUCCIÓN. Desde finales del siglo pasado (XX), cuando así lo dispusiera Dios para mí, enfoqué mis estudios en zootecnia a la producción ganadera y me especializara en ello, y pusiera Dios en mi camino a las personas correctas para consolidar esta experiencia, pude notar sin mucho esfuerzo las tangibles diferencias entre los distintos modelos de aprovechamiento de los recursos vegetales (que llamamos genéricamente en la zootecnia como “pastos y forrajes”) para alimentar al ganado (especialmente los rumiantes). No hay que ser un superdotado de virtudes para aprender que estos modelos van desde el más extensivo (requiriendo muchas hectáreas para mantener 1 sola cabeza de ganado), hasta el más intensivo (manteniendo muchas cabezas de ganado en 1 sola hectárea de tierra).
 
SISTEMAS DE PRODUCCIÓN. Así es como distinguimos dos clásicos modelos o sistemas de producción ganadera, ambos en la categoría de extensivos, que son: el pastoreo continuo (toda la finca es 1 solo potrero) y el pastoreo alterno (la finca está partida en solo dos potreros, o en más de dos potreros pero se usan solo dos potreros por cada grupo de animales); luego aparecen los modelos de ganadería semi-intesiva e intensiva basados en la metodología del pastoreo rotacional, y entre ellos tenemos: el pastoreo rotacional propiamente dicho (la finca tiene varios potreros y el ganado se cambia de potrero a gusto del vaquero), el pastoreo en radiales (que consta de una unidad central compartida para todos los potreros, donde se ubican el bebedero, el salero y el área de reposo, y cuyos potreros se distribuyen radialmente, formando una figura cónica -triángulos-), y el pastoreo en franjas (usando una cerca móvil para ir moviendo el ganado de franja en franja en la medida que van agotando cada una de estas); y luego pasamos al modelo más intensivo que es el de no usar el terreno para pastoreo directo, sino cortar los pastos o cultivar “pastos de corte” y construir corrales o hacer potreros (que a la larga se quedan sin pasto) para encerrar en ellos a los animales las 24 horas del día los 365 días del año, y toda la alimentación para ellos provendrá de la cosecha de los pastos de corte, que en muchos casos se opta por el corte o cosecha A DIARIO, y en otros, se ensila. En ambos casos, a diario se ofrece el alimento en comederos adaptados en los corrales o establos.
 
EXPERIENCIAS. Desde finales de siglo pasado, Dios me estaba dotando de herramientas para el ejercicio de mi profesión, con un enfoque que para Dios está claro, pero no para mí (aún). Estando aún en mi pre-grado universitario, tuve oportunidad de liderar el Club de Estudio sobre Bovinos de la Universidad de Antioquia -C.E.B.U.- (donde estudié y obtuve el título de zootecnista), hoy denominado “Grupo de Estudio Bovinos de la UdeA”. Como presidente de este club de estudio universitario, Dios me abrió puertas, para que iniciara mi rol de capacitador, en un comienzo dictando charlas para la comunidad académica, tanto de mi Universidad como de otras, y estando en estas, empecé a recibir invitaciones para dictar charlas a campesinos en algunos pueblos, tarea que me fue apasionando por el aporte y/o labor social que estuvimos cumpliendo, enseñando lo que la academia nos enseñó, o en mis palabras: “dando de gracia, lo que por gracia recibí”. Por supuesto, trabajando con la gente de campo, no solo podía enseñar, sino que al tiempo aprendí mucho de lo que sé hasta hoy, en especial, los aspectos prácticos (lo que va más allá de las teorías). Y así, Dios siguió abriendo más puertas, de modo que las charlas se dictaban en otras universidades, en asociaciones ganaderas, en fincas, en lugares regularmente frecuentados por ganaderos (nunca olvidaré por ejemplo las experiencias tan enriquecedoras que significaron para mi crecimiento personal y profesional las charlas en concurridos espacios como el salón de charlas de la Central Ganadera de Medellín, o las que junto a varios compañeros de profesión dictábamos en el reconocido Palacio de Exposiciones y Convenciones de Medellín -hoy ampliado e integrado al Centro de Eventos “Plaza Mayor”- donde se realizaba (o se realiza aún) el evento que, guardando proporciones, para nosotros los “paisas” (gentilicio con el que somos reconocidos los antioqueños) es el equivalente regional de AgroExpo de Corferias Bogotá, es decir, la feria agropecuaria más importante y tradicional de la ciudad de Medellín y del departamento de Antioquia, tal vez, el segundo evento del país en su mejor momento tras el de AgroExpo, llamado ExpoFinca; y en general, otros espacios tan importantes como estos que Dios permitió que pudiésemos frecuentar con nuestras charlas o exposiciones).
Junto con las charlas, vinieron también las asesorías personalizadas a productores que confiando en los temas que trabajamos, y creyendo en los talentos que Dios nos entregó, me dieron la oportunidad de implementar en sus fincas las tecnologías que proponíamos. En otras publicaciones ya he comentado, que en ese momento estábamos convencidos de tener todo muy claro, y la seguridad de que funcionaba muy bien en campo lo que enseñábamos (junto con el propietario de estas ganaderías) a los empleados. Y en efecto, tuvimos siempre, a Dios gracias, muy buenos resultados, pero también con sinceridad, cometiendo muchos desaciertos. Y esto, especialmente debido a que combinábamos las tecnologías de ganadería tradicional con las tecnologías de producción racional, modernas y poco conocidas e implementadas para entonces. Por supuesto, cuando aplicas una tecnología “a medias” en la misma proporción conseguirás resultados (aunque buenos) “a medias”. Pero, Dios no es humano para equivocarse, y siempre he permitido que sea el quien dirija mis pasos, así que todo esto estaba alimentando mi experiencia, y él puso a las personas correctas, en el momento correcto, en los lugares correctos, para poder madurar profesionalmente, no solo en el aspecto personal, sino en la correcta implementación de las tecnologías que hasta el día de hoy promovemos, y que (actualmente acompañado de un equipo de 15 personas incluyéndome, y en 8 diferentes países del continente, que Dios en su perfección reunió) sigo convencido de que no hemos logrado ni el 1% de lo pretendido, y apenas estamos “a la puerta” de dar los pasos correspondientes para pasar hacia un siguiente nivel.
Fue a comienzos de este siglo (XXI), cuando Dios como guía de mi vida, pues trabajo para él y dejo que sea él quien me indique por dónde ir, me abre nuevas puertas, cada vez más interesantes y que enriquecerían aún más mi experiencia profesional y personal, como el hecho de integrar pasajeramente un equipo de profesionales con el que recorrimos varios lugares de Colombia, brindando asistencia profesional a ganaderos que estando en boga (de moda) la Ganadería Intensiva Estabulada en Colombia y el mundo, apostaron por esa tecnología pero con mucho desconocimiento de sus implicaciones técnicas. Nuestro trabajo, como empresa, estaba enfocado en los aspectos de infraestructura (instalaciones), y sobre todo, en la parte agrícola o agronómica (cultivo de pastos y forrajes). También apoyábamos otros aspectos, relacionados directa y/o indirectamente con estos, como el de la nutrición animal desde el enfoque agronómico (los nutrientes desde el suelo a la planta y de la planta al animal), además de la salud animal y la reproducción, toda vez que nuestro equipo contaba con dos médicos veterinarios, un agrónomo y mi aporte zootécnico. Lo diré sin rodeos: la tecnología de producción intensiva que desarrollábamos era (y sigue siendo) dependiente de insumos y labores (enmiendas y fertilizantes para el suelo, mecanización agrícola, selección, siembra y cultivo de pastos de corte, uso de herbicidas y plaguicidas en muchos casos, y aún, el requerimiento de riego en otros casos, la cosecha mecánica y procesamiento del pasto -picado fino- antes de ofrecerlo al ganado como alimento, el aseo de establos, el reciclaje de los desechos orgánicos sólidos -residuos de alimento en comederos y pisos, y las heces de los animales, entre otras cosas- o inversión en biodigestores, la recolección de purines (lavasas) generados al lavar el establo y almacenar estos líquidos en estanques desde los cuales luego había que aplicarlos en los potreros a veces a chorro -con mangueras de grueso calibre- y cuando se podía también con aspersores -que era mucho mejor-, el balanceo de dietas que implicaba en muchos casos tener que comprar alimentos (o complementos a la dieta forrajera) que la misma ganadería no produce, y tampoco hay que ocultar que en muchos casos se requiere en estos sistemas de producción el uso de estimulantes para la producción de leche o ganancia de peso, y esto sin contar la inversión en planes sanitarios algo costosos debido a que los animales en confinamiento lógicamente son más susceptibles de contraer enfermedades y contagiarlas rápidamente a sus compañeros de encierro), y todo esto sin contar con las cuantiosas inversiones de capital en infraestructuras (establo, bodegas, cuarto de máquinas, cuarto de picado y almacenamiento del pasto, recipientes o adecuaciones de infraestructura para ensilaje, salas de comedero, salas de espera, salas de ordeño, embarcadero, corral de manejo con su respectiva báscula o brete, y en general todas estas instalaciones para el manejo de rutina en la ganadería confinada).
A la par, continuaban las invitaciones para dictar conferencias, y también organizábamos eventos para divulgar todas estas experiencias de campo reales, y digamos que también exitosas (al menos lo fue en su momento), pues los ganaderos quedaban muy satisfechos con nuestro trabajo, los resultados eran muy positivos y motivantes, pastos exuberantes, comida en abundancia, cargas animales altas, muy buena producción de carne o leche, mejoras sustanciales en la reproducción, todo en realidad muy positivo. Pero, en lo personal, siempre tuve dos auto-cuestionamientos (que no expuse a mi equipo, sino que los reservé solo para mi), el primero, si el beneficio para el productor estaba siendo tan cuantioso como las inversiones (incluyendo gastos o inversiones no recuperables, y costos o inversiones “recuperables”), y el segundo, si en el largo plazo estos beneficios se podrían sostener al mismo nivel. Mi cuestionamiento tenía un origen, obviamente, y este era: por un lado, un auto-análisis zootécnico/agronómico, y es que un pasto recién sembrado, a “full” tecnología, con mecanización, enmiendas, fertilización, riego, etc. claramente produciría en abundancia, pero ¿por cuánto tiempo podría mantenerse así?, y por el otro lado, siendo conocedor de la tecnología de Voisin (que antes de vivir toda esta experiencia, reconozco, no le di el valor digno de tan ilustre hombre de la ciencia), no dejaba de ser confrontado interiormente con las ideas expuestas por este experto (nombrado en su momento como Doctor Honoris Causa por sus aportes a la agronomía y la veterinaria), ya que el método de producción estabulada iba claramente y exactamente en contravía de la propuesta de Voisin.
Y es que, como mencioné, yo ya había tenido la oportunidad de asesorar productores implementando a Voisin (aunque a medias como lo advertí), y podía comparar entre lo que ocurría con el manejo intensivo de la ganadería a pastoreo directo con lo que ocurría en la ganadería intensiva estabulada, y esto me daba muchas vueltas en la cabeza. Y estoy seguro, que no fue una coincidencia, sino una “Dioscidencia”, que justo en medio de esa confrontación profesional, un día cualquiera llegamos como invitados (pero en calidad de público no de expositores) a un evento académico organizado por una Universidad privada de Medellín, en donde se presentaron conferencias alusivas a la tecnología Voisin (y no es que lo trabajaran correctamente, pues en realidad las experiencias presentadas eran muy distantes de la versión original de Voisin, y también de la propuesta de Pinheiro -que es la versión más fiel a la original de Voisin que conozco-, pero el solo hecho de escuchar antes la explicación de las Leyes Universales del Pastoreo Racional y demás principios y fundamentos de este método, me ayudaron a reflexionarlo y a entenderlo mucho mejor, o al menos, a tener más claro el panorama). Al menos, esto fue suficiente “chispa” para encender en mí el fuego por “consumir” más del conocimiento de Voisin, así que regresé a casa ese mismo día, ubiqué los libros de Voisin (que obtuve gracias a un profesor en la Universidad un par de años atrás), y los devoré, no solo de lectura, sino de análisis, y escribí algunas notas de inmediato para recordar los aspectos más clave. Les digo que incluso, después de esto, entendía menos la propuesta de Voisin (porque no tenía NADA que ver con lo que me enseñaron en la Universidad), pero al menos entendía lo suficiente, como para tomar una decisión radical: Me retiraría del equipo con el que trabajábamos la Ganadería Estabulada.
Entonces, allí estaba Dios de nuevo. Toque una nueva puerta. De visita por la Facultad de la que egresé, en una cartelera de pasillo había un aviso que me llamó la atención, invitando a publicar trabajos de grado en video (tipo documental y similares) en un nuevo canal de televisión que sería 24 horas de programación agropecuaria. Seguro que muchos de los que leen esto ahora, cuando diga el nombre, lo identificarán de inmediato. En ese momento nacía el canal TV Agro. Y lo vi como una oportunidad, así que de inmediato me fui al canal, consulté sobre la posibilidad de realizar programas sobre los temas que trabajábamos en las conferencias, y accedieron. Así que, retomé una empresa que años atrás había registrado en Cámara de Comercio, justamente para ejercer las capacitaciones y asesorías, y que consultando con mi jefe (Dios) decidimos, juntos, renombrar. La idea era aprovechar el espacio en televisión para dar a conocer esta empresa, pero el nombre que tenía no acomodaba para el estilo del programa que íbamos a transmitir. Fue entonces cuando de la “boca” de Dios vino a mi este nombre: “Cultura Empresarial Ganadera”. Una cosa tenía clara, y es que con la experiencia acumulada, si de algo carecían los ganaderos (según yo) en cada charla que dicté hasta entonces era de la “Cultura Empresarial”. Así que el nombre acomodó perfecto, y así registramos el programa de TV y la empresa. Pero, Dios no quiso que lo hiciera solo, entonces, trajo a mí una “ayuda idónea”, quien hoy es mi esposa. Ella se encargó entonces de darle al programa (y de paso a la empresa) toda la imagen corporativa, el diseño gráfico. Yo me hice cargo de los contenidos y las primeras grabaciones. Y, Dios nos bendijo, nos dio su respaldo y el programa fue un éxito. Pero Dios tenía algo más: en la Facultad de Zootecnia en la Universidad de Antioquia de la que egresé requerían un reemplazo para una de mis profesoras quien debía viajar a otro país, y ausentarse un par de años mientras cursaba un posgrado. Me propusieron asumir las cátedras que ella dictaba, y accedía sin reparo. Así que a la par desarrollábamos el programa de TV, dictaba las clases a estudiantes de la Universidad, y seguíamos dictando charlas, atendiendo invitaciones para grabar programas en otras ciudades, y organizando cursos para ganaderos.
Entonces Cultura Empresarial Ganadera (CEG) ganaba en reconocimiento, y con ello ganábamos cada día más y más experiencia. Emprendimos giras por casi todo el país dictando cursos sobre Ganadería Intensiva, y en ellos presentábamos las dos propuestas: Ganadería Estabulada (porque era en lo que estaban interesados los ganaderos ya que estaba en auge este método, así que optamos por enseñarles cómo hacerlo bien) y Ganadería Racional (porque con todo lo vivido estaba más que convencido que tarde o temprano iba a ser el camino que en definitiva tendrían que tomar la mayoría de los productores). Y fue con el programa de TV que un día llegamos al Congreso Mundial Brahman que en 2004 se realizó en Medellín, y allí, Dios lo dispuso todo para que entrevistáramos al Profesor L.C.Pinheiro Machado quien llegaba como invitado especial a dictar sus charlas. Y así se hizo, pero a la vez, quedamos conectados con el profesor, a quien luego invitamos al país varias veces para capacitar a productores y profesionales en la tecnología PRV. Fue la oportunidad perfecta para poder “pulir” nuestro conocimiento sobre Voisin, y el profesor fue absolutamente generoso en cooperar en este sentido, como es característico en él. No me fue difícil aprender de Pinheiro, pues habiendo estudiado a consciencia los libros de Voisin, literalmente solo hubo que perfeccionar algunos conceptos y/o criterios.
Desde entonces, hemos escrito cualquier cantidad de artículos relacionados con la producción y manejo de pastos y forrajes, como también, de Ganadería Intensiva Estabulada y Ganadería Racional a Pastoreo. En esta marcha, Dios ha ido uniendo al Equipo CEG el recurso humano que reúne el perfil requerido, tanto en su calidad personal como en lo profesional y en lo espiritual en las diferentes sedes. Y desde el año 2010 comenzamos a realizar los Encuentros Ganaderos Internacionales, en los que cada vez hay menos contenido de Ganadería Intensiva Estabulada (porque finalmente la moda pasó, y el ganadero ya no tiene el mismo interés en esta metodología) y más contenido, no solo en cantidad sino también en variedad, sobre Ganadería Racional a Pastoreo (con énfasis en la tecnología de Voisin: El Pastoreo Racional ó PRV).
 
LA EFICIENCIA DEL MODELO GANADERO. Quiero comenzar por indicar, que en definitiva los modelos de pastoreo extensivo están ya obsoletos. No solo porque sean los modelos primitivos de ganadería, sino porque ahora la preocupación mundial de todos los gobiernos de los países suscritos a la ONU está en desarrollar modelos de producción Sostenible y Sustentable, y sobre todo, que contribuyan con estrategias de mitigación de los efectos del Cambio Climático, y de otro lado, la preocupación de la FAO (entidad suscrita a la ONU) sobre los procesos de desertificación de áreas productivas, la forma como la ganadería se ha ido extendiendo hacia áreas con potencial agrícola o forestal, y en consecuencia, la manera como la ganadería extensiva acaba con el pulmón del mundo (los bosques) y ocupa áreas que podrían destinarse a la producción vegetal. Y, no lo decimos nosotros, sino los investigadores, que la Ganadería Intensiva Estabulada, por su parte, es un modelo que debido a todo lo que implica (y especialmente refiriéndonos a la deforestación de los bosques amazónicos para reemplazar dichas áreas con el cultivo intensivo de cereales, que de paso implica a su vez la erosión de suelos con maquinaria agrícola, el uso de agrotóxicos y agroquímicos en abundancia, el cultivo de semillas transgénicas y desplazamiento forzado de la vegetación nativa desequilibrando los ecosistemas y contaminando las aguas, entre otras muchas cosas como esto), definitivamente contribuye más con la contaminación y degradación de los ecosistemas y en consecuencia del planeta, aportando significativamente al Cambio Climático.
 
EL PROBLEMA DE LA INEFICIENCIA. Tenemos en consecuencia lo siguiente: un modelo extensivo que ocupa demasiada tierra con muy pocos animales, que deforesta, degrada y desertifica las tierras donde se lleva a cabo; y en el otro extremo, un modelo de ganadería intensiva confinada que genera alta contaminación emitiendo a la atmósfera gases con efecto invernadero que no recicla debido a que las tierras dedicadas a esta actividad también están deforestadas y desgastadas, desequilibradas y desprotegidas. Y aunque no daré muchos detalles, me referiré a que en medio de estos dos extremos tenemos una ganadería semi-intensiva que también practica la deforestación y promueve el “monocultivo” de pastos “mejorados”, así como la dependencia de insumos y labores, con métodos de manejo que no han servido para que el productor ganadero dignifique su actividad, y más bien tienen al ganadero en una especie de “crisis” (en casi todos los países del mundo).
Decenas de productores ganaderos fueron los que atendimos con aquel equipo de profesionales del que hice parte durante un par de años asesorando en Ganadería Intensiva Estabulada, puedo afirmar que la gran mayoría hoy (entre unos 10 a 12 años más tarde) “abortaron” sus proyectos estabulados, y retornaron al pastoreo, y esto tiene que ser un indicador de que no es entonces el modelo más eficiente ni el más rentable. Sin embrago, trabajé en evaluar la economía de estos modelos y la realidad es esta: los costos de la Ganadería Intensiva Estabulada son elevados, y los ingresos también son altos, pero el margen de ganancias siendo muy bueno cuando las cosas salen muy bien, no justifica ni el trabajo ni el esfuerzo ni el alto riesgo que se asume con este tipo de proyectos; los modelos de ganadería extensiva definitivamente no producen lo suficiente, y solo si el ganadero posee muy amplias extensiones de tierra y bastante ganado puede producir ganancias, pero un pequeño o mediano productor haciendo ganadería extensiva hoy por hoy va camino a la bancarrota. De modo que el modelo de Ganadería Racional a Pastoreo definitivamente es el más apropiado, no solo porque es el único que podrá mantenerse a largo plazo (sostenible y sustentable) sino porque económicamente no produce tantos ingresos como la Ganadería Intensiva Estabulada, pero sus costos son más bajos, se corren menos riesgos, el trabajo es bastantísimamente más tranquilo y simple, de modo que sus márgenes de ganancia son más amplios. Y creo, firmemente, que Dios bendice mucho más a quienes implementan este modelo, porque cuidan de su creación.
 
SE REQUIERE UN CAMBIO PROFUNDO. Partiendo de este diagnóstico, se evidencia la necesidad de que la ganadería en todo el mundo experimente una conversión de sus modelos o sistemas tradicionales y convencionales de producción, hacia un modelo o sistema que realmente sea responsable para contribuir tangiblemente con el desarrollo rural, respetando los ecosistemas naturales de cada región o país, y promoviendo la recuperación de áreas degradadas (incluso ya pérdidas para la agricultura), para destinarlas a la producción sostenible y sustentable de alimentos de origen animal y vegetal (incluso en el mismo espacio). Y esto no se va a lograr con cambios superficiales. Se requiere un cambio realmente profundo, casi a todo nivel, en el ejercicio de la ganadería. Este modelo no podrá ser entonces dependiente ni de los insumos (cada día más costosos y muchos de ellos nocivos para los ecosistemas y la humanidad), ni de la maquinaria (porque su efecto no siempre es positivo), y en definitiva debe ayudar a recuperar en vez de destruir los ecosistemas.
 
LA CONCLUSIÓN. Todo lo anterior es pues la historia de cómo es que llegamos a concluir que: Fertilizar el cultivo, cortar el pasto, transportarlo hasta el establo, picarlo finamente, repartirlo al ganado en comedero, recoger las sobras, asear el establo, compostar los desechos orgánicos, aplicar los purines del estercolero en los potreros, hacer mantenimiento a la maquinaria, y todas las demás actividades relacionadas con alimentar al ganado con “pastos de corte”, no solo es menos eficiente sino que también tiene un costo demasiado elevado y un beneficio insuficiente, si se compara con la cosecha del animal del mismo pasto, directamente en el potrero (PRV).
No se requiere hacer cuentas muy elaboradas entonces, ni hay que invitar a un contador público o a un economista agropecuario para que nos ayude a exponer, que el ganado puede y debe ir hasta el potrero donde se encontrará con el pasto que le servirá de alimento, lo cosechará por sus propios medios, y mientras lo hace, depositará heces y orina que servirán de abono al suelo, estimulará el desarrollo de organismos vivos que se multiplicarán en la medida que haya mayor aporte de desechos orgánicos (heces) en cada potrero, los cuales van a convertir en materia orgánica y minerales dichos desechos, para así darle fertilidad natural al suelo que en estas condiciones producirá más forraje para más ganado, permitiendo lograr las cargas máximas por cada hectárea cubierta en pastos y forrajes (no solo gramíneas, sino también leguminosas, arvenses nutritivas, arbustos y árboles de todo tipo que aporten al ecosistema), logrando un perfecto equilibrio de la producción ganadera con el medio, permitiendo el desarrollo de ECOSISTEMAS PRODUCTIVOS. Y todo esto lo van a hacer los animales sin cobrar nada, al contrario, con su producción y contribución al ambiente, generando ingresos al productor, cosa que en un modelo extensivo, semi-intensivo o estabulado, no será posible. Cualquier costo que los demás modelos de ganadería generen, comparados con los costos de la Ganadería Racional a Pastoreo, en definitiva serán costos ELEVADOS, por lo bajo que cuesta hacer Pastoreo Racional Voisin (PRV).
En consecuencia: “EL GANADO DEBE IR AL PASTO, Y NO EL PASTO AL GANADO”.
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Autores:
Cultura Empresarial Ganadera
CULTURA EMPRESARIAL GANADERA
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Jaime Garrido Ribas, Birmania Wagner
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Gustavo Morales
INIA Venezuela
4 de enero de 2022
El Ing.Villanueva hace un buen comentario y nos recomienda un principio importante y cada vez mas utilizado , como lo es el incrementar la densidad animal en el potrero pero por periodos cortos , existen muchas evidencias exitosas en Colombia que merecen ser consideradas.
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Mario Sellarés
3 de enero de 2022
Humildemente creo wue no hay una receta estricta. Cada zona es particular y debemos tener en cuenta que no podemos ser rígidos con las premisas. A mi criterio lo que NO se negocia es cumplir con las Leyes del PV. Si no las transgredimos con seguridad lograremos el pastizal más saneado para la zona en que estemos trabajando. Toda especie que sea pastoreada a fondo en su punto óptimo,, se planifiquen tiempos de ocupación lo mas corto posible y se le respete su tiempo de descanso, con seguridad tendrá asegurada su permanencia en el tiempo. Inclusive irá ocupando espacio sobre otras especies que están presente en todo proyecto al inicio de estos,debido a desmanejos de antiguos pastoreo sin planificación alguna.
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Mario Sellarés
17 de diciembre de 2021
Muy interesante la premisa y no deja lugar a discusión coherente alguna: el ganado debe cosechar su propio alimento. Pero los sistemas de cosecha mecánica por esto NO deben ser desechados, según las épocas del año,condiciones climáticas y económicas, pueden ser utilizados como complemento de los pastoreo directos. Respecto a la otra premisa de que: el agua debe ir al ganado y no estos al agua: se trata de situaciones ideales. Por su puesto que nada es mejor que el ganado pueda tener acceso a la bebida en cada parcela y diariamente. Pero debo decir que este concepto muchas veces no hace otra cosa que impedir que muchos productores se animen a dividir las áreas de pastoreo. El costo de llevar agua a cada parcela es el cuello de botella de tantos proyectos que podrían salir de la encerrona del pastoreo continuo. Cientos de ejemplos muy exitosos hay a lo largo y ancho del continente, en los cuales el rebaño por callejones y libremente se dirige al agua diariamente las veces que sienta la necesidad de saciar su sed. El Ing Agr Humberto Sorio llama a esas áreas, Area Social, ahi además de beber, el ganado puede consumir sales minerales y tener la gratificacion de una buena sombra, detalle muy importante en los trópicos. Estos modelos de callejones hacia la/las aguadas son muy exitosos. Lo importante desde mi punto de vista es persuadir a los ganaderos a la adopción y cumplimiento de las Leyes fundamentales del Manejo de los Pastos. Por ahi pasa la verdadera revolución ganadera. Muchas gracias. Ssludos cordiales
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Mario Sellarés
12 de diciembre de 2021
Correcto. Lo importante pasa por adaptar el sistema de pastoreo para preservar la/ las especies más promisorias sin olvidar del estado nutricional de los animales. Muchas gracias por sus comentarios
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Mario Sellarés
12 de diciembre de 2021
Muy interesante Dr Feutcher. Solo una sugerencia y disculpe si no es correcta: no convendría analizar el dividir el área de pastoreo en varias parcelas de manera tal que cada año se promocione alguna de todas ellas de forma rotativa para dejar semillar solo a esa/esas? El resto de las parcelas comerlas en su estado vegetativo, asi estaríamos aprovechando al máximo su calidad y cantidad en varios pastoreo luego de su rebrote?. Al siguiente año las parcelas pastoreadas de esta manera irian a producción de semillas. Solo a modo de sugerencia para abrir un debate al respecto. Saludos Ssludos
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M.C. Fernando R. Feuchter A.
Universidad Autónoma Chapingo
11 de diciembre de 2021
Em Sonora Mexico. La rotacion de potreros de temporal establecidos con zacate Buffel. Se utiliza la 1/2 de la produccion de la pradera. Se deja descanzar con la ultima lluvia para que los macollos logren semillar y tirar la semilla. Se vuelve a utilizar la 1/2 del forraje en pie. Asi se deja descanzar el resto del ano. Ya cerca de la temporaqda de lluvia de verano. Se pastorea HASTA EL TRONQUITO. Es decir todo hasta abajo. Al inicio de la lluvia se saca todo el ganado. NUNCA se pastorea el zacate en embuche o formacion de espiga. Hay que esperar hasta que tire la semilla madura. Si hay lluvia de equipatas durante el invierno. IGUAL. Se pastorea todo hasta el tronquito antes de la lluvia. El rebrote verde y tierno NO SE PASTOREA hasta que tire la semilla. Es una semilla menos fertil, pero la fisiologia de la planta se debilita al poner energia en la semilla. **SE PUEDE GENERALIZAR**
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M.C. Fernando R. Feuchter A.
Universidad Autónoma Chapingo
27 de octubre de 2021
Bien comentado por RIMSKY el pastoreo directo puede ser económico y práctico. Tener potrero de reserva es otra alternativa, pero casi siempre su aprovechamiento es con forraje seca y bajo en nutrientes. El uso de maquinaria de corte y empaque ayuda a la estrategia del manejo de reserva de forraje almacenado de mejor calidad nutritiva. El forraje verde picado permite conocer mejor la nutrición y consumo diario. NO SE DESCARTAN LAS ALTERNATIVAS. SE COMPLEMENTAN. Cierto hay un costo en la renta o adquisición de maquinaria. Así que todo depende de la escala en tamaño de cada unidad de producción.
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Eduardo Espinoza
14 de junio de 2017
Parece que vamos entendiéndonos. Aquí un video de una lechería que no está en USA, pero se parece mucho a las de allá. En Argentina hay corrales de engorde grandísimos. No pontifico. También existe la otra cara de la luna. Como información interesante le sugiero ver el siguiente video https://www.facebook.com/seugado/videos/vb.235905776787967/370415303337013/?type=2&theater espero le guste y encuentre inspiración.
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Correa Luna, Martín
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
10 de junio de 2017
Estimado Cristóbal Gomez: Muy buenos sus comentarios, a los que adhiero es su totalidad, en ellos hay mucho de conocimiento y de filosofía. Muchos saludos
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Correa Luna, Martín
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
9 de junio de 2017
En la Pampa Húmeda Argentina, más específicamente en el sur Santafecino, durante el año 2000 lanzamos desde INTA Venado Tuerto, el modelo productivo CBI o sea Cría Bovina Intensiva. No voy a extenderme mucho porque ya sea han publicado trabajos sobre el tema en ENGORMIX, pero sí me gustaría hacer algunos comentarios relacionados con todo lo que han escrito los amigos colombianos. Cuando nosotros hablamos de Intensivo no tiene nada que ver con corrales, ni pastoreo mecánico, ni necesariamente con pastoreo Voisen. Tiene que ver con la intensificación de los procesos de manejo. Nosotros, modestamente pensamos más en un pastoreo racional que tiene que ver con el manejo que requiere cada especie forrajera, para maximizar su producción instantánea y mantenerla en el tiempo, con la mayor carga posible que pueda soportar el recurso, maximizando también la producción ganadera. Por supuesto la cosecha del forraje es "a diente" tratando de comer todo el forraje disponible con elevadas cargas instantáneas, y pasar a descanso la parcela comida hasta la recuperación de la biomasa vegetal. Buscamos la mejor complementación productiva entre cultivos agrícolas de cosecha (maíz, soja, girasol, sorgo...) en rotaciones del suelo con las mejores pasturas que se pueden lograr, si es posible con alfalfa y con alguna gramínea como Festuca mucho mejor. De esta forma buscamos mantener suelo, fertilidad y materia orgánica sobre todo, logrando elevadas cargas animales y producciones muy altas con costos bajos. De esta forma se mantiene una buena producción agrícola y una gran producción ganadera pastoril a costos muy bajos, lo que obviamente nos da una rentabilidad muy elevada tanto en ganadería como agricultura, y eso sí respetando siempre el ambiente productivo.. Por otro lado, respecto de estabular la ganadería parecería la producción más "antinatural" que existe, con muchas desventajas que no voy a detallar ahora. Y coincido mucho con Allan Savory en sus conceptos desde otros países donde se relaciona el efecto positivo de la ganadería en suelos degradados. En los años 60 se desarrolla el concepto de la gestión holística de la agricultura, donde Allan Savory, de Rhodesia del Sur, se dispuso a entender la desertificación. Concluyó que la expansión de los desiertos, la pérdida de vida silvestre y el empobrecimiento humano, estaban siempre relacionadas con la reducción de las manadas de grandes herbívoros. Si bien la ganadería doméstica podría sustituir el efecto de estas grandes manadas prestando grandes servicios ecosistémicos, su uso no siempre está dirigida a propósitos ecológicos. Savory en contra de la opinión de expertos que dicen que el sobrepastoreo desertifica, menciona que la tierra necesita animales alimentándose y sus excrementos para completar el ciclo natural y así poder mantener la productividad del suelo. Si se encierra a todos los herbívoros en un corral, la tierra muere. Con la implementación del pastoreo holístico planificado, como sistema de gestión de pastoreo, se busca simular el comportamiento de las manadas de vida silvestre. Demostrando ser una herramienta eficaz para mejorar el pastizal, el ganado y la vida silvestre, además de luchar contra el cambio climático. Si bien esta gestión se ha desarrollado como una herramienta para mejorar el uso del suelo y restauración de la desertificación, se puede aplicar hacia otras áreas con múltiples factores socioeconómicos y ambientales complejos como recursos hídricos, recuperación de minas, maximizar bienestar económico y producción de cultivos. La gestión holística fue reconocida oportunamente por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Norte América (USDA-NRCS). Así desarrollamos sistemas CBI, donde se rotan suelos entre cultivos agrícolas y pasturas base alfalfa, con altas cargas ganaderas y elevada producción, manteniendo bajos costos, logramos formar grupos de productores agrícola-ganaderos que organizaron sus modelos productivos CBI, con excelentes resultados productivos, económicos y ambientales. Muchos saludos para todos los del foro...!
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