Los acontecimientos ocurridos en los últimos días a lo largo del planeta, esta cambiando drásticamente la vida de millones de habitantes tanto de países ricos como de países pobres y vulnerables, que se han convertido en víctimas de la naturaleza.
Hasta hoy, los seres humanos se han mostrado pasivos ante la destrucción, la contaminación y la pérdida de sus raíces ancestrales, que en sus discursos políticos y presidentes quieren hacer creer que sus países no están aportando a la hecatombe de la madre tierra.
Nuestro futuro se presenta incierto, vale la pena reflexionar sobre el daño que estamos ocasionando a la naturaleza y qué hacer para cambiar la voluntad de científicos y políticos para convertir este mundo en un paraíso donde podamos convivir en armonía todos los seres humanos.
La crisis económica y ambiental se está convirtiendo en un paradigma para las grandes potencias, que han comprobado que ni su alta tecnificación es incapaz de moldear el futuro.
Es importante replantear modelos que generen cambios positivos, desarrollando nuevos conocimientos contra fenómenos “concretos”, esto es imposible de lograr sin compromisos, sin reconocer errores del pasado y sin preparación seremos una especie más en peligro de extinción.
Muchos países están siendo afectados por el cambio climático, pero no asumen un papel más beligerante que ayude a evitar la destrucción de los pocos recursos naturales que aún quedan; por el contrario abren puertas, dan concesiones que solo han ayudado a agotar los pocos recursos acuíferos y forestales que se han salvado.
El fenómeno el niño, se está presentando continuamente, ocasionando sequias y altas temperaturas.
Las características de los productores centroamericanos, es que a pesar de poseer ganado y sembrar cultivos algunos para autoconsumo y otros para generar ingresos, viven en condiciones de pobreza o alcanza el nivel medio, es decir que la finca les da para subsanar algunos gastos.
Sin embargo, continúan realizando prácticas inadecuadas de producción tales como la deforestación masiva, la siembra de cultivos sin prácticas agronómicas de conservación de suelo y agua, el abuso de agroquímicos en los cultivos agrícolas, la contaminación de las fuentes de agua, las quemas frecuentes e incontroladas, la utilización de especies forrajeras no adaptadas y/o su manejo inadecuado, la utilización de razas de algunas prácticas pecuarias inadecuadas utilizadas por los ganaderos han contribuido al deterioro de los suelos y de otros recursos naturales.
La mayoría de las tecnologías que se promueven no son adoptadas y son pocos los que están interesados en el cambio.
Más del 80% de los productores no están preparados para hacer frente a una sequía, que dure 2 o 3 años. Esto obedece a las siguientes razones:
- No dispone de buenas fuentes de alimento.
- Disminución de fuentes de agua en verano, por falta de protección de las fuentes de agua.
- Espera encontrar o comprar alimento fuera de la finca, lo cual no es seguro y es caro.
- Falta de conocimiento de métodos de conservación o almacenamiento de forraje.